En el exilio
«Nos verán volver»
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Desde el 2022, en Guatemala, con el gobierno de Alejandro Giammattei, se intensificó la persecución contra periodistas, operadores de justicia y activistas de derechos humanos. Algunos de ellos fueron apresados, otros se vieron forzados a salir del país. Se han convertido en exiliados. A pesar de las dificultades, lo complejo y doloroso que ha sido estar lejos a la fuerza, el periodista Alexander Valdez, la abogada Flor Gálvez, la activista Helen Mack y el columnista y excanciller Edgar Gutiérrez guardan la esperanza de volver. Ellos nos explican lo que viven o han vivido decenas de fiscales, jueces, magistradas, periodistas en el exilio.



Este es un episodio de podcast. Para escucharlo, haz click en el reproductor:



Lee aquí la transcripción del episodio:


Narradora: Marzo suele ser un mes cálido en Guatemala. Días soleados, en los que es raro que llueva. Para el sábado 4 de marzo de 2023, el instituto meteorológico de Guatemala, el Insivumeh, pronosticaba una jornada típica de la época: cielos despejados con alta radiación solar. Aunque, para la noche, anticipaba que el cielo se nublaría y bajarían la temperaturas. 

Alexander Valdez recuerda que esa noche el frío le calaba hasta los huesos.

A eso de la medianoche de aquel sábado, Alexander seleccionaba como podía un poco de ropa, algunos libros y los metía con prisas en una maleta. A sus 26 años, se preparaba para irse de Guatemala. Sabía la fecha de partida, desconocía la de su regreso.

Alexander Valdez: Recuerdo que tuve que salir por tierra junto a otro colega que también tomó la decisión de último momento. No hubo una planificación. Entonces los dos nos encontramos en el lugar al que tuvimos que llegar y luego irnos del país. 

Narradora: El trayecto desde la zona 7 de San Miguel Petapa, un municipio a las afueras de la capital, donde se encontraron, hasta Las Chinamas, una de las fronteras con El Salvador tiene 117 kilómetros. 

Unas tres horas si se recorre de día. De madrugada, sin el tráfico de la ciudad de Guatemala, el tiempo se reduce a un par de horas . 

Alexander sintió eterno ese tramo. Como mantener la respiración bajo el agua y no poder tomar aire hasta estar al otro lado. Las ideas borboteaban, mientras el carro serpenteaba en la carretera. En cuestión de horas su vida iba a cambiar. O ya había cambiado.

Alexander Valdez: Iba pensando cómo seguir haciendo periodismo, cómo seguir trabajando a la distancia, cómo mantener mi trabajo, cómo mantener mis estudios. ¿Cómo mi familia me iba a entender? Porque también uno trata de no asustarlos, de no alarmarlos. Era una mezcla de situaciones que iban pasando por mi mente. 

Narradora: Alexander  tiene el pelo negro y lo usa corto, y parece siempre bien peinado. Hablo con él por videollamada, en enero de 2024, diez meses después de esa gélida, para él, noche de marzo. Al otro lado de la pantalla, lleva una camisa celeste debajo de un blazer azul. Se presenta con una sonrisa tímida pero amable. No me dice dónde está. 

Alexander Valdez: Mi nombre es Alexander Valdés. Tengo 26 años. Desde hace nueve me dedico al periodismo. Me he especializado en la cobertura de temas de seguridad y justicia. Por seguridad personal prefiero no indicar el lugar en el que me encuentro.

Narradora: Alexander lleva casi un año en el exilio. Tuvo que salir de Guatemala, como otros periodistas, fiscales, jueces, abogados y activistas de derechos humanos. 

Soy María Olga Domínguez Ogaldes, periodista de Ocote y en este episodio, parte del especial “En el exilio” conocerás la historia de cuatro personas a las que la criminalización los orilló a tomar una dura decisión: dejar su país para cuidar la vida. Sus historias representan, con variaciones, las de al menos decenas de personas. La Asociación de Periodistas de Guatemala calcula que 25 de ellas eran periodistas. Personas que han vivido las dificultades, lo complejo y doloroso que ha sido estar lejos a la fuerza. ¿Qué implica vivir en el exilio? ¿Qué es lo más difícil de pasar por esto? ¿Ven alguna posibilidad de regresar con el cambio de Gobierno? ¿Les veremos volver?

Alexander Valdez: Cuando estaba en Guatemala, además de compartir con mi familia, hablando directamente de mi trabajo, era el poder  indagar todos aquellos aspectos que estaban ocurriendo en relación al sistema de Justicia de Guatemala.

Narradora: Alexander pasaba sus días entre los juzgados y la torre de tribunales de Guatemala. En 2015, con solo 17 años, empezó a trabajar como periodista. Lo hizo en Radio Punto, una emisora que divide su programación entre noticias de última hora y segmentos musicales. 

Ahí, se dedicaba a dar seguimiento en tribunales a los casos de corrupción que la Comisión Internacional Contra la Impunidad, conocida como la CICIG, y el Ministerio Público de Thelma Aldana destapaban. Esto le permitía entender y contar cómo funcionaban esas grandes estructuras criminales incrustadas en las instituciones del Estado. 

Alexander Valdez: Ya con la salida de CICIG, el reto prácticamente fue otro. Fue exponer cómo esos casos de corrupción estaban siendo ocultados, cómo se estaban retrasando esos expedientes para favorecer a determinadas personas. 

Narradora: Desde el periodismo, medios como Prensa Libre, Plaza Pública y elPeriódico, donde Alexander empezó a trabajar en 2021, mostraban estos vicios, esos tratos preferenciales y esas ilegalidades que personas cercanas al poder cometían para garantizar su impunidad y salir invictos. 

Alexander Valdez: Es allí donde inicia, digamos, esa persecución no solo contra mí, sino también contra otros colegas periodistas que estábamos haciendo ese tipo de trabajo, que es evidenciar cómo ya no se estaba investigando corrupción, sino se estaba criminalizando a operadores de justicia, frenando las investigaciones de corrupción.

Narradora: La persecución, el hostigamiento a la prensa, tuvo un primer escenario: las redes sociales. Cuentas anónimas se dedicaban a esparcir mensajes hostiles contra periodistas que escribían sobre estos temas.

La violencia y la persecución fue escalando. El siguiente paso lo dio la Fiscalía, que ya estaba liderada por Consuelo Porras, desde hacía cuatro años. El Ministerio Público inició investigaciones y abrió casos contra periodistas. Y entonces, desde los medios, ya no solo se hablaba de la criminalización de fiscales y jueces. Ahora había que empezar a contar que colegas se habían visto obligados a irse de Guatemala. Como pasó con el periodista Juan Luis Font, en abril de 2022.  

Pero el parteaguas llegó en julio de ese año. 

Audio noticiero: Un amplio despliegue de policía que bien podría ser parte de un enorme operativo de seguridad en Ciudad de Guatemala. Pero no, la policía detuvo en su residencia al periodista José Rubén Zamora, fundador de elPeriódico, medio que ha sacado a la luz la corrupción en el gobierno del presidente Alejandro Giammattei.

Narradora: Fue ese 29 de julio de 2022, la noche que capturaron a José Rubén Zamora. Esa noche, Alexander empezó a imaginar que, quizás, en algún momento, él tendría que irse también.

Alexander Valdez: A nivel personal, yo estaba consciente del riesgo que podía representar el estar siguiendo todo lo que estaba ocurriendo y exponer esas situaciones y no caí en cuenta de lo que podía significar el tener que salir de Guatemala. No era algo que yo quizá en ese momento me esperaba o quizá quería aceptar. Pero ya con la captura del director del periódico, José Rubén Zamora, quien por cierto sigue en prisión preventiva, luego con la desaparición del matutino elPeriódico y ya con la detención de otras personas cercanas a él, aparte del desprestigio o desacreditación que se hacía en en redes sociales anónimas ya era una alerta bastante fuerte.  

Narradora: El día que detuvieron a Zamora, buena parte del mundo volteó la mirada hacia Guatemala. Allanar las oficinas de elPeriódico y capturar a su fundador fue tachado como un atentado contra la libertad de expresión, aunque los fiscales a cargo del caso se afanaron en decir lo contrario. 

Audio Curruchiche: Quiero dejar claro que la aprehensión no tiene ninguna relación en su calidad de periodista sino por un posible hecho de lavado de dinero en su calidad de empresario… 

Narradora: No era la primera vez que se criminalizaba a la prensa en Guatemala, pero esto representaba una alerta. Si habían hecho eso con José Rubén Zamora, un periodista reconocido nacional e internacionalmente, con cierto poder dentro del gremio y también en el ámbito político, ¿qué no podían hacer contra cualquier otro periodista?

El caso que la fiscalía abrió contra Zamora, acusado de lavado de dinero, fue solo el inicio. La Fiscalía Especial contra la Impunidad pidió que se embargaran las cuentas de elPeriódico. Esto generó una crisis a tal nivel que hizo que el diario tuviera que cerrar. Primero su edición impresa, en noviembre de 2022. El cierre definitivo llegó en mayo de 2023. 

Y, entre estas dos fechas, la fiscalía movió otra ficha. 

Audio noticiero: El juez décimo penal Jimmi Bremer ordenó abrir una investigación en contra de columnistas, periodistas de elPeriódico y más medios de comunicación por obstrucción a la justicia al estar en supuesto contubernio con José Rubén Zamora, presidente de ese medio de comunicación. El aval del juez se da por petición de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad del Ministerio Público. En la audiencia, la fiscal de FECI, Cinthia Monterroso, argumentó que en varios artículos periodístico de elPeriódico se publicaron mentiras, narrativas inventadas, generando odio, engañando a la opinión pública y tildaron de montaje la labor del ente investigador. 

Cinthia Monterroso: Muy distinto es criticar un funcionario público en el ejercicio de su cargo que un funcionario de la administración de justicia. Que un testigo, que se publique que recibió dinero que no recibió. Es muy distinto.

Narradora: Así, con este argumento, el 28 de febrero de 2023, la fiscal Cinthia Monterroso pidió al juez Décimo Penal, Jimi Bremer, que le dejara investigar a periodistas y columnistas de elPeriódico

Los señaló de intentar obstruir la justicia, a través de publicaciones que habían hecho durante la cobertura periodística en el caso de  Zamora. El juez Bremer le dio la razón y autorizó que se investigara a los periodistas. La fiscal leyó una lista de ocho nombres. Ahí estaba el de Alexander. También había dos columnistas. Uno de ellos era Edgar Gutierrez. 

Edgar Gútierrez: Mi nombre es Edgar Gutiérrez, Me dedico a la asesoría estratégica. Actualmente trabajo con las Naciones Unidas para un programa en América Latina atendiendo México, Centroamérica y países andinos. En esta función llevo unos cinco años y más allá de esto he ejercido como columnista de prensa durante ya 30 años o más. De hecho mi carrera profesional empezó como periodista a los 20 años. Tengo 62 años y estoy en la Ciudad de México desde el 1 de marzo de 2023 o sea, ya casi 11 meses.

Narradora: Edgar se balancea en una silla de cuero negra, lleva una camisa de vestir azul que resalta entre los colores neutros de su oficina. Otro rasgo muy distintivo de él es su frondosa cabellera blanca. A través de una llamada por Zoom me cuenta sobre su trayectoria. Fue Ministro de Relaciones Exteriores en el Gobierno de Alfonso Portillo, hace más de 20 años. También fue una de las personas que ayudó a diseñar la estructura de la Comisión Internacional Contra la Impunidad. 

Para Edgar no había dos días iguales cuando vivía en Guatemala. Su trabajo como asesor y analista era demandante, pero intentaba que al menos un par de hábitos se mantuvieran constantes: hacer todos los tiempos de comida y una caminata diaria. El  28 de febrero, esa rutina dio un vuelco.

Edgar Gútierrez: Quizá el momento más crítico para mí con mi familia fue ese mismo día tarde noche del 28, porque yo dije: «Bueno, como están las cosas, mañana a las 6 de la mañana, ya tengo el Ministerio Público en mi casa».

Narradora: Edgar reunió a la familia y les contó lo que estaba sucediendo, los posibles escenarios y las medidas que tomarían. La noche, según recuerda, fue lenta y nada tranquila. 

Edgar Gutierrez: Cuando desperté antes de las seis, por alguna razón se me instaló cierta paz. Mi familia me dijo que saliera, que saliéramos, que ellos me acompañaban vía El Salvador, pero, no sé, alguna intuición me hizo pensar que no era tan urgente salir. Hasta que recibí la notificación de mi oficina. 

Narradora: Su oficina le había asignado una misión especial en México, con el fin de resguardar su vida. Junto a su hijo mayor prepararon las maletas y se dirigieron al aeropuerto. Antes de subir al avión Edgar revisó si no tenía una orden de arraigo. Cuando vió que todo estaba en orden, tomó el vuelo. 

Esta no era la primera vez que Edgar se enfrentaba a una situación así. En 1984, en medio del conflicto armado interno en Guatemala, también tuvo que marcharse.

Edgar Gútierrez: Mi primer exilio fue cuando tuve 23 años. Estaba participado yo en el movimiento estudiantil, ya en los últimos años de mis estudios en la Facultad de Economía, tuve que salir dos años.

Narradora: Luego de eso, Edgar tuvo que irse dos veces más: después del asesinato de Myrna Mack y cuando mataron a Monseñor Gerardi. Por cierto, puedes escuchar sus historias en el especial Aquí pasó algo, que produjimos en Ocote

Su trabajo lo exponía a actores peligrosos, violentos, pero Edgar entendía que vivía en un momento convulso de la historia, y que había que resguardar la vida. 

Edgar Gútierrez: Uno aprende a entender que nació, vivió y quiere un país que tiene una condición de inestabilidad política y social estructural. Eso se va como asimilando, ya lo vas formando parte de tu propio ADN. Por supuesto cuando te toca no es fácil, ¿verdad?

Narradora: Edgar ha podido ver que para otros guatemaltecos el proceso no ha sido sencillo, que asimilar lo que sucede es sumamente complicado. 

Edgar Gútierrez: He acompañado a varios paisanos, ha sido más difícil para aquellos que es primera vez que les ocurre que les cuesta comprender cómo tienen que pagar con el destierro haber hecho bien su trabajo a ver este trabajado y haberse desvelado por la justicia en el país. Por impedir que el dinero que tiene que ir a los hospitales a los servicios de salud a las escuelas por impedir que vayan a los bolsillos de unos cuantos estén pagando con el destierro con el desarraigo y en cambio aquellos permanezcan impunes y hasta premiados. 

Narradora: Igual que le sucedió a Edgar Gutiérrez, cuando tenía 23 años y tuvo que salir de Guatemala por primera vez, para Alexander fue un momento complicado y de mucha confusión. 

Alexander Valdez: No pensé que llegara a escalar a un nivel tan alto como un proceso penal, que llegara a un juzgado, una investigación que ya amenazara con llevarnos a prisión. Entonces, quizá, si bien era consciente del riesgo, no había asimilado que podía ocurrir algo como lo que ocurrió conmigo y otros compañeros. 

Narradora: No había otra opción, a Alexander le tocaba enfrentarse a lo que jamás pensó que le pasaría a él: el exilio

Luego del anuncio de la fiscal Cinthia Monterroso de que lo investigaría a él y a sus colegas, Alexander estuvo en constante comunicación con ellos. Las conversaciones giraban en torno al «¿Qué hacemos?». La respuesta para casi todos era unánime: salir lo más pronto posible. 

Alexander Valdez: Fue algo que no, que no fue planificado. Fue algo, eh, una decisión de momento para poder, reitero, resguardar mi integridad. Y fue una decisión muy complicada porque cómo se lo platica uno a la familia? Cómo entender que te vas una medianoche de domingo de la nada? Ya no vas a retornar por lo menos en 12 meses o en un tiempo indefinido, no definido., Entonces, sí fue algo muy complicado. 

Narradora: En el momento en el que hablamos, Alexander llevaba más de 10 meses fuera de Guatemala. En este tiempo, él lo tiene claro: lo más difícil ha sido estar lejos de su familia, especialmente de su mamá y su abuela quienes eran con quienes más tiempo compartía. 

A pesar de la distancia, su familia sigue siendo un pilar fundamental para sobrevivir y sentirse bien. El hecho de verse acompañado de otras personas en el exilio también le ayudó a sobrellevar la situación, especialmente los primeros días. 

Para él, el reto más grande ha sido continuar con su vida y el trabajo. Reconstruir lo que había hecho y seguir siendo periodista cubriendo Guatemala en la distancia. 

Alexander Valdez: Sí, lo que se extraña es evidente, el poder hacer un periodismo desde el lugar, desde mi país, poder ir a las audiencias, poder acercarse a las fuentes de información, poder realizar las entrevistas directamente con los sujetos involucrados en el poder, contrastar la información directamente, hacer ese trabajo de campo que ahora el haber tenido que salir de mi país es prácticamente complicado y el reto es más alto.

Narradora: Según Edgar, que ha tenido un proceso más largo para analizar por qué, una vez más, está en una situación de exilio, hay un asunto clave: comprender que su trabajo y el de otras personas ha implicado tocar y no dejar olvidar heridas que aún siguen frescas en la historia del país. 

Edgar Gútierrez: A mí me responsabilizan los grupos conservadores y ultraderechistas de Guatemala de dos cosas. Uno, el REMHI en la recuperación de la memoria histórica que abrió la puerta la justicia transicional, y dos haber diseñado la CICIG cuando estuve de canciller. Entonces son como quien dice son dos facturas históricas que me quieren cobrar. 

Narradora: Las personas que quieren cobrar esas facturas que menciona Edgar son actores que han estado involucrados en procesos penales e investigaciones lideradas por la CICIG. Algunos de ellos han tenido poder desde el conflicto armado interno.

En los últimos años, en Guatemala hemos visto cómo una serie de personas: periodistas, activistas, abogados, fiscales y jueces han sido objeto de esta venganza. Ese también fue el caso de Helen Mack y Flor Gálvez. Te cuento sus historias al regreso de la pausa.

***

Helen Mack: Soy Helen Mack, presidenta de la Fundación Myrna Mack y tengo 71 años y bueno, salí de Guatemala desde abril del 2022. Ahorita me encuentro temporalmente en México, pero estoy radicando en Estados Unidos.

Narradora: Era la Semana Santa de 2022. Helen estaba en México de vacaciones. Había viajado con amigas y familia a pasar los días. Les prestaron una cabaña para que pudieran descansar.

En ese momento, la vida de Helen giraba alrededor del trabajo que ha hecho desde hace más de tres décadas, cuando el Estado Mayor Presidencial asesinó a su hermana Myrna. A partir de 1990 se dedicó a buscar  justicia, tanto por su hermana como por otras personas asesinadas durante y después del Conflicto Armado Interno, como el obispo Juan José Gerardi. También, a fortalecer el Estado de Derecho desde diferentes espacios.

En abril de 2022, Helen estaba reunida en México con algunas amigas cuando sonó el teléfono.

Helen Mack:Cuando recibo la llamada de una persona amiga muy querida y me pregunta que cuándo voy a regresar, yo le digo que al terminar las vacaciones porque solo era hasta el domingo de Resurrección y regreso. Y entonces me dice: “Pues yo te recomiendo que no regreses. Pues que no regreses porque la situación no está, no está muy bien», me dijeron. «Pero si no he hecho nada malo». «Bueno, solo necesitan un día para capturarte». «Pero ¿de qué? Si no he hecho nada». O sea yo he estado siempre trabajando en el marco de la ley… Me dijo: «Te llevan muchas ganas, te has ganado muchos enemigos».

Narradora: Helen colgó la llamada. Sorprendida, le contó a quienes estaban con ella en ese momento. Entre opiniones diversas todas concluyeron que lo mejor era que no regresara. Se tenía que quedar en México.

Helen Mack: Ya desde 2020 ya había empezado a tener algunas señales de que sí la tenían contra mí, pero nunca me imaginé que realmente lo querían concretar, hasta que ya lo vi muy claro.

Narradora: Helen estaba acostumbrada a los ataques en su contra, desde columnas de opinión hasta videos y violentas publicaciones racistas y sexistas en redes sociales. 

Helen Mack: La verdad es que yo nunca me expliqué cuál era ese odio irracional. Porque es un odio. Si tú ves todos los netcenters me atacan irracionalmente. Yo soy culpable de todo, hasta del señor que se tiró un pedo en la esquina. Entonces ahí, hay… como que a mí me empezó a parecer como algo enfermizo. Y además, es tan irracional que hasta le perdés credibilidad.

Narradora: No le daba importancia. Tenía años de escuchar insultos y mentiras sobre ella y su familia. Pero esta vez era diferente, desde la salida de la CICIG y la entrada de Consuelo Porras en la Fiscalía, algo había cambiado.

Helen Mack: Cuando tú ya ponés todas las cosas en contexto de que de lo que estaba sucediendo en Guatemala, que efectivamente ya habían empezado con los operadores de justicia y lo lógico era que también empezaran con organizaciones de sociedad civil.

Narradora: El término «operador de justicia» se utiliza para referirse a los funcionarios judiciales que intervienen en el sistema de justicia. Magistrados, jueces, fiscales y abogados como Flor Gálvez, quien había sido funcionaria de la CICIG.

Flor Gálvez: Mi nombre es Flor de María Gálvez Álvarez. Tengo 44 años, soy abogada y notaria. Tengo estudios en posgrados, en derechos humanos, en derecho penal y en feminismos. También en niñez y en temas de mujer. Actualmente sigo acompañando como abogada los procesos de las compañeras y compañeros criminalizados en Guatemala. Me encuentro ahorita estudiando en Costa Rica.

Narradora: Flor trabajó en la CICIG durante once años. En ese tiempo investigó y litigó en casos como el del desfalco al Ministerio de la Defensa en el que estaban señalados militares y el expresidente Alfonso Portillo. O como el caso “Agua mágica”, una estafa en la que estuvo involucrada la exvicepresidenta Roxana Baldetti. Entonces,  Flor sabía que lo que hacía era peligroso, estaba muy expuesta.

Flor Gálvez: La verdad no es que no tuviera miedo, sino pues también como que ya estaba acostumbrada a determinados procesos. Pues era muy de alto impacto lo que llevábamos y a personas muy poderosas a quienes nos enfrentamos. Entonces también ya estaba como, digamos, acostumbrada a que en redes sociales dijeran cosas de mí o hicieran publicaciones peyorativas respecto de mí. 

Narradora: La situación se agravó cuando Flor y la abogada Claudia González denunciaron por violencia contra la mujer a la llamada Fundación Contra el Terrorismo, una organización que se ha dedicado a amenazar y liderar los ataques contra operadores, activistas y periodistas. 

La denuncia de las abogadas surgió después de que, en una audiencia, Ricardo Méndez Ruíz y Raúl Falla, director y abogado de la fundación, intentaran agredir física y verbalmente  a Leily Santizo, exmandataria de CICIG y a Xiomara Sosa, exfiscal de la FECI. 

Flor Gálvez: Esto empezó con amenazas, empezar a decir cuestiones acerca de mi persona, de mi familia, de poner fotos de cuando yo era niña. Entonces digamos que empezó eso ya elevarse un poco más de tono.

Narradora: En febrero de 2022, la exfiscal de la FECI Virginia Laparra fue capturada. Flor Gálvez asumió su defensa junto con Claudia González, una abogada que después también enfrentaría un proceso penal. Claudia González estuvo en prisión por dos meses, hasta que le dieron una medida sustitutiva.. 

Desde la captura de Virginia Laparra, Florya no se sentía segura en los espacios que frecuentaba. Escondía su celular o computadora en su casa, siempre en lugares distintos. Dejó de salir por temor a que llegaran por ella. Sólo quería irse de Guatemala.

Flor Gálvez: En el momento en que detienen a Virginia la Parra es cuando yo también advierto que iban tras de mí. Hasta el momento, pues han pedido o han solicitado en varias oportunidades que se certifica lo conducente en contra mía. Sin embargo, el juez no ha aceptado.  Y el día que a ella le dictan prisión preventiva es cuando yo decido salir del país, porque veía que la próxima iba a ser yo. Entonces fue muy duro para mí tomar esa decisión, pero también por amor y autocuidado es que decidí salir del país.

Narradora: La noche del 4 de marzo de 2022, Flor decidió marcharse.

Flor Gálvez: Entonces llamé a mi familia, me despedí de ellos, les dije que tenía que salir, agarré mis cosas, dormí en una casa distinta a la mía y al otro día salí por la frontera. Salí de manera legal. No salí oculta ni nada. No es que lo haya podido pensar mucho, simplemente dije: «Voy a salir un tiempo», y mi plan era salir un tiempo, ¿no? Sin embargo, al ver cómo estaba dándose toda esta serie de persecuciones y de casos inventados en contra de varios compañeros y compañeras, pues es que yo pues decidí ya no retornar.

Narradora: Al igual que Alexander, Flor salió por tierra hacía la frontera con El Salvador. En ese trayecto, el mismo que recorrería Alexander justo un año después, ella sintió mucho miedo. Creía que alguien podía estar siguiéndola. 

Flor Gálvez: A veces trato de recordarlo, pero hay momentos, hay pedazos que no logro todavía recordar y es por son eventos un poco traumáticos para cualquier persona. Tener que decidir dejar todo porque dejas tu proyecto de vida. Yo tuve que dejar de trabajar de lo que tanto me gustaba, que era trabajar con las niñas y luego dejar de defender a mis compañeras. 

Narradora: A pesar de que ya estaba fuera de peligro, el miedo no se disipó. Luego, comenzó un largo proceso para tratar de entender lo que acababa de hacer y lo que vendría después.

Helen Mack: La recomendación fue no regresar. Entonces me fui quedando. Pero uno alberga la esperanza de que vas a regresar, pero vas viendo que la situación en lugar de ir mejorando va empeorando. Y así pasó un mes, dos meses, tres meses.

Narradora: Para Helen Mack, el proceso de aceptación fue lo más difícil. Sobre todo, porque hay «anclas», dice ella, que te hacen querer volver. Ella tenía dos: su mamá y su sobrina Lucrecia. 

Lucrecia Hernández Mack, hija de Myrna, entonces diputada del Congreso por el partido Semilla. Vivir en el exilio hizo que Helen no pudiera estar presente cuando Lucrecia enfermó. El cáncer había regresado.

Helen Mack: Estaba muy consciente. Como buena médico sabía exactamente qué era lo que le venía. Ella ya me había dicho a mí que no iba a llegar a los 50 años, lo tenía muy claro. Entonces dio todo lo que pudo dar en ese periodo. Por eso era como muy difícil, ¿verdad? El no poder estar el mayor tiempo posible. Las posibilidades. Tampoco nos veíamos todos los días, pero estaba en eso. Y ella dedicándole al partido. Mientras yo le decía que se cuidara mucho porque en su estado eso era importante. Pero bueno, esa fue su decisión. Y luego mi mamá, que también ya es una persona mayor y requiere de cuidados.

Narradora: Lucrecia Hernández Mack murió el 6 de septiembre de 2023.

Tanto Helen como Flor, Alexander y Edgar encontraron en el exilio otras formas de sobrellevar todo lo que sucedía. 

Flor Gálvez: Tuve la oportunidad de ir a Ginebra a exponer lo que estaba sucediendo. También en hablarlo en distintas instituciones, no solo de Guatemala, sino que también internacionales y de poder exponer. Eso también me ayudó mucho porque era como sentirme también útil, visibilizar lo que estaba sucediendo y sobre todo la forma en que estaban siendo criminalizadas las compañeras, porque en realidad, en contra de quienes más se empecinan, fue en contra de mujeres.

Helen Mack: Yo lo que hice sí fue como organizarme y apoyar a la gente aquí en México. Creo que logré, por lo menos en todo este tiempo que he estado aquí, por lo menos logré organizar cuatro cosas que han sido positivas para el grupo de aquí de México. 

Alexander Valdez: A nivel individual nunca me planteé dejar de hacer periodismo. Mi familia quizá en algún momento me lo recomendó por el mismo temor que había, pero, al final de cuentas, es lo único que he hecho en los últimos nueve años. Desde que terminé la universidad, los estudios de comunicación he estado dedicándome a esto. Lo hago con mucha pasión, es lo  que me gusta y siempre firme con la convicción de seguir exponiendo las irregularidades, inconsistencias, injusticias y que haya una ciudadanía consciente e informada. 

Narradora: Desde la campaña electoral de 2023, Bernardo Arévalo enarboló la bandera del «cambio», de la «nueva primavera». Cuando el 20 de agosto ganó la presidencia de Guatemala, hubo una frase que regresó al discurso ciudadano: «Nos verán volver».

Tres palabras que alguien colocó en una manta, afuera de las instalaciones de la CICIG cuando terminó el mandato de la Comisión, y que ahora, parecían convertirse en una realidad más cercana para las personas que habían salido al exilio.

Edgar Gútierrez: Ahora no todos pueden regresar de inmediato porque hay algunos que  ya tienen compromisos de estudios con una beca o están tramitando residencias permanentes en otros países, así que como como te digo la perspectiva de cada quien es diferente, pero todavía hay un signo de interrogación sobre la estabilidad a mediano plazo del gobierno de Bernardo Arévalo y sobre este, ¿cómo puede irse recuperando las instituciones? y lo más difícil las instituciones del sistema de justicia.  Entonces claramente o en  resumen hay mayores esperanzas que hace un año eso es muy cierto, pero todavía hay incertidumbre.

Flor Gálvez:: A veces sí me pregunto por qué sucedió todo esto, pero también trato de ver hacia adelante, de construir y cómo reinventarme.  O sea, no se pudo esto entonces ahora tengo que hacer esto.  No me quedé paralizada. Sí, hubo momentos muy difíciles, sí, pero ahorita siento que no estoy paralizada y que estoy viendo para adelante y avanzando. 

Narradora: Flor no descarta la posibilidad de volver, pero por el momento sabe que lo único que puede hacer es vivir un día a la vez. 

Pero para otras personas, como Helen Mack, mientras la Fiscalía siga en manos de Consuelo Porras, el regreso en unas condiciones seguras es lejano. 

Helen Mack: Si la Fiscal general se va, yo creo que la situación para muchos también ya va a cambiar. Pero mientras siga ella y su gente, obviamente la justicia va a estar siempre en manos de los corruptos. Igual sucede con las otras autoridades. Entonces, esperemos que Guatemala empiece a cambiar de verdad en este despertar que hubo.

***

Narradora: Agradecemos a quienes nos dieron su tiempo y nos contaron su historia para este podcast: Alexander Valdez, Helen Mack, Flor Gálvez y Edgar Gutiérrez.

Te invitamos a seguir informándote sobre la criminalización a periodistas, activistas y operadores de justicia. Los atentados contra la libertad hacen tambalear la democracia y eso nos afecta a todos y a todas. Ingresa a la web de Ocote para conocer los demás productos del especial “En el exilio”.

El guión y las entrevistas de este episodio los hice yo, María Olga Domínguez Ogaldes. La edición es de Carmen Quintela. Isaac Hernández realizó el montaje y la producción sonora y musical con la asistencia de José Manuel Lemus. La ilustración de portada es de Óscar Donado. 

Ixmucané Us es coordinadora de comunidad y audiencias de Ocote. La voz institucional de Radio Ocote Podcast es de Lucía Reinoso Flores. Nicole Jacobs es la coordinadora institucional. Julio Serrano Echeverría es el coordinador creativo. Alejandra Gutiérrez Valdizán es la directora general y editorial de Ocote.

Puedes visitar la página web de Ocote para ver más del especial «En el exilio».

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