#NoNosCallarán
¿Cuántos policías, jueces y fiscales se necesitan para silenciar la verdad? 
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Este 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, el periodista Jose Rubén Zamora cumple 308 días preso en una celda, privado de la luz del sol la mayor parte del día y sin la garantía de un juicio justo. 

El Estado ha designado decenas de policías para custodiar a Zamora en sus audiencias judiciales. Ese uso desproporcionado de la fuerza pública ilustra el contexto que atraviesa el periodismo en Guatemala.

Hoy la prensa independiente sufre constantemente las hostilidades y abusos del poder. La investigación fue un pretexto para congelar las cuentas de elPeriódico y para intimidar a sus anunciantes al punto de asfixiar financieramente al medio y obligarlo a cerrar su edición impresa.

El poder quiere a la prensa lejos de las audiencias donde se gestan las venganzas políticas. Una y otra vez, juezas y jueces en acuerdo con el Ministerio Público han expulsado a periodistas mientras permiten la presencia de operadores que filtran información judicial para desacreditar la labor de la prensa.

La escalada de criminalización llega a tal punto que, violentando los artículos 35 de la Constitución de la República, el 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos, desarrollan una narrativa en la cual cualquier cobertura crítica al trabajo judicial puede constituir el delito de obstrucción a la justicia.

Actualmente ya hay una investigación contra ocho periodistas y columnistas de elPeriódico por el simple hecho de hacer su trabajo. El acoso, la penalización y la falta de garantías de un juicio justo no solo provocan autocensura, sino el exilio de 22 periodistas en el último año. La mitad salió del país durante la última semana de marzo.

El proceso electoral solo agrava la situación para el periodismo, en especial, para periodistas departamentales que son víctimas de intimidaciones y agresiones de las redes políticas, económicas y criminales que ostentan el poder local. Las denuncias por esos ataques no avanzan en el Ministerio Público ni en los tribunales con la celeridad con la que persiguen a los periodistas independientes. 

¿Por qué, en un país con tantas necesidades, el gobierno prioriza sus recursos en perseguir periodistas? La respuesta es sencilla: porque le temen a la verdad y al cuestionamiento que evidencie sus abusos y que empodera a la ciudadanía en el ejercicio de sus derechos.

Este 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, condenamos los ataques al periodismo independiente, exigimos el respeto de nuestro trabajo y reafirmamos nuestro compromiso en favor de la democracia. En tiempos en que los contrapesos estatales han sido eliminados, el periodismo se hace más necesario que nunca.

No Nos Callarán

Guatemala, 3 de mayo de 2023

libertad de prensa

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