Elecciones 2023, segunda vuelta
La semilla germinó: el día que ganaron Bernardo Arévalo y Karin Herrera
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El 20 de agosto se celebró la segunda vuelta electoral en Guatemala, la presidencia y vicepresidencia estaban en disputa. La jornada se vivió intensa, el partido Movimiento Semilla con Bernardo Arévalo y Karin Herrera, llegó contra todo pronóstico y a pesar de la persecución y judicialización, a arrasar en la contienda. Cientos de personas salieron a las calles a celebrar el final de esta temporada de elecciones, como no se había visto, los gritos de alegría y euforia inundaron diferentes puntos del país.


A las diez de la noche el Boulevard Liberación, se convierte en el paso de una caravana, a la que se sumaron autos de distintos lugares, y por el mismo motivo. Bocinas de los carros, vuvuzelas y silbatos mezclan un soundtrack particular para un domingo.  Pero este no es cualquier domingo, es 20 de agosto y el conteo de votos de la segunda vuelta casi ha terminado. Con el 99% de actas de votos procesadas, en Guatemala se ha elegido un nuevo binomio presidencial, Bernardo Arévalo de León y Karin Herrera Aguilar. 

La noche es fresca, las personas manejan lento y llevan las ventanas bajas. De un carro a otro se sonríen con  complicidad. Saben que algo les conecta, quieren  festejar.

Dos niños  sacan por la ventana, carteles que dicen “Vamos Arévalo” y el otro “Vamos Semilla”, con corazones y dibujos de retoños que adornan las frases. Sonríen y agitan las hojas de papel al viento. 

Sobre  la Avenida las Américas, las personas caminan con banderas de Guatemala, grandes y chicas, se dirigen al hotel en donde está reunido el partido. 

En motos, carros y a pie, simpatizantes de Semilla se movilizaron para celebrar el triunfo. Fotografía: Christian Gutiérrez

Este es  el episodio final de la segunda temporada de las elecciones.  Fue una jornada intensa, en la que más de cuatro millones de personas votaron, y más de cinco millones decidieron abstenerse. De los más de nueve millones de guatemaltecos que estaban registrados en el padrón electoral, para la segunda vuelta solo el 45% votó. Algunos, por un partido que en las elecciones de junio ni siquiera figuraba en las encuestas y que apenas había alcanzado 654,534 votos. Eso fue suficiente para posicionarse como “el cambio y futuro” y lograr que el 20 de agosto  2,441,661 personas apostaran por ellos, casi el cuádruple de votantes que en la primera vez. 

Entre flashes, el voto de Bernardo 

En el colegio La Patria, en la zona 2 de Ciudad de Guatemala, periodistas y fotógrafos esperan que Bernardo Arévalo llegue. Son las ocho de la mañana, dos horas han pasado desde que se abrieron las urnas, el cielo está despejado y el sol comienza a calentar. 

Las cámaras, los micrófonos y trípodes enormes, de prensa nacional e internacional esperan   

Un hombre de cincuenta años se toma una selfie con  su padre. Votaron temprano. “Con 95 (años) y todavía quería venir a votar, mire”, expresa el hombre mayor con alegría. 

El equipo de Movimiento Semilla comienza a llegar. Diputados electos como Andrea Reyes y Laura Marroquín; Román Castellanos y Samuel Pérez, que ganaron la reelección y que son compañeros de bancada del candidato presidencial. “Sentimos mucha alegría y esperanza”, expresa Román con una amplia sonrisa. Para él y el equipo es importante que las personas salgan a votar, a defender la democracia. Acompañan  a Bernardo como lo han hecho siempre. “Estamos juntos, le hacemos frente a todo unidos”, dice. 

—¿Ya viene? 

—¡Ya viene! 

Los murmullos de la prensa crecen y la tensión aumenta como cuando un corredor se coloca en posición, atento a la señal para empezar la carrera. Se posicionan. Todavía no hay empujones, pero los habrá. 

Una camioneta con agentes de seguridad se parquea, luego otra se detiene atrás. Arévalo está dentro. La prensa se arremolina  junto a la puerta de la camioneta. Los agentes apartan a los periodistas, no pueden abrir la puerta.

La prensa rodea a Bernardo Arévalo a su llegada al centro de votación el 20 de agosto. Fotografía: Julio Serrano Echeverría

Bernardo Arévalo y Lucrecia Peinado, la médica y esposa del candidato, salen por fin. Entre en bullicio  se escucha un entusiasta : “¡Vamos a votar con alegría!”.  En otro vehículo llega Karin Herrera, candidata a la vicepresidencia. Los empujones se convierten en la corriente que encauza  a los candidatos hacia el centro de votación. Adentro hay más periodistas esperándoles.

—¡Qué viva Arévalo! —grita algún votante. Los fotógrafos se abalanzan sobre el candidato, todos quieren captar cuando deposite la papeleta. Algunos medios aprovechan y entrevistan a la vicepresidenciable, Karin Herrera. 

Así como entraron, salieron, rodeados de prensa. 

Ahora se dirigen a zona 14, al centro de votación Cáceres Lenhoff, para que Karin Herrera pueda votar.  Otra vez, acompañados por integrantes del partido. Luego, Arévalo acompañará a su mamá, Margarita de León de 97 años, a votar. No es común que los candidatos a la presidencia y vicepresidencia se acompañen. En las últimas elecciones los candidatos punteros como Giammattei o la misma Sandra Torres, que llegó a la segunda vuelta, se acompañaron de sus familiares, pero no de su equipo o sus vicepresidenciables.  

El binomio posa para las fotos fuera del centro de votación en zona 14. La prensa aprovecha para preguntar sobre la persecución y judicialización que ha vivido el partido en los últimos meses. 

Fuera del centro de votación Cáceres Lenhoff, en zona 14, el binomio habló con la prensa. Fotografía: María Olga Domínguez Ogaldes

En julio de 2023, a un poco más de un mes de que se realizara la segunda vuelta, la Fiscalía Especial Contra La Impunidad (FECI) del Ministerio Público, anunció la suspensión de la personalidad jurídica del Movimiento Semilla. 

Rafael Curruchiche, fiscal de la FECI, explicó en un video que existían indicios de adhesiones irregulares en la inscripción del partido. Ese fue el inicio de la persecución al partido. Un día después de ese video y de que el Tribunal Supremo Electoral hubiera oficializado los resultados, la FECI  allanó el Registro de Ciudadanos del TSE para buscar documentos sobre la inscripción del partido. 

Para algunos miembros de Semilla esta era una clara persecución política por haber llegado a la segunda vuelta. El partido presentó un amparo provisional para y la Corte de Constitucionalidad lo concedió. Lo que intentaba hacer la FECI violaba el artículo 92 de la Ley Electoral y de Partidos Políticos.

[Lee: Entre urnas y judicialización] 

Abogados y expertos comenzaron a nombrar la situación como un golpe de Estado técnico. La ciudadanía indignada salió a las calles y se plantó frente al Ministerio Público, la consigna era “En las urnas, no en las cortes”. Durante esas manifestaciones frente al MP los simpatizantes de Semilla mostraron su apoyo y respaldo.

Pizza y prensa

Cerca del mediodía el equipo de comunicación de Semilla dijo a la prensa que Bernardo y Karin tendrían un almuerzo con su equipo. La cita fue en Vesuvio de Majadas, una pizzería de la zona 11 de la ciudad. 

La cantidad de medios ha mermado, alrededor de 30 personas esperaban a los candidatos en la entrada del restaurante

Los comensales en el restaurante se ponen de pie, ven  hacia la puerta y murmuran. ¿Por qué tantas cámaras? Karin Herrera  entra por el frente, recibe aplausos y saludos de la clientela y los meseros. Las personas comienzan a ver de un lado a otro, como buscando. Bernardo Arévalo entra por la cocina. Los meseros y comensales toman sus celulares y comienzan a grabar. 

—Tío Berni, tío Berni, ¡Viva, Arévalo! —gritan algunas personas. El candidato se asoma a la puerta, da algunas declaraciones y agradece a la prensa. “Por su profesionalismo y por la objetividad que ustedes tienen, gracias”. 

Entre risas se despide, quiere ir a comer con su equipo. 

Se sientan a la mesa, el binomio, Lucrecia, la esposa de Arévalo y los jóvenes que conforman el equipo. Ya no solo están las y los diputados electos. También está el equipo de comunicación, estrategia, prensa, audiovisuales. Es un grupo grande de más de 20 personas, que en su mayoría no pasan de los 35 años. Se les nota contentos pero no extasiados, hay calma en el ambiente, esta vez además de las muestras de apoyo de las personas, las encuestas les respaldan. 

Luego de almorzar juntos, el equipo se dirige al Hotel Las Américas, dónde esperarán los resultados. 

El gran final

A las seis de la tarde las urnas oficialmente han cerrado. En total fueron 24,585 juntas receptoras de votos en 3,468 centros de votación. Comienza el conteo. En el Centro Nacional de Información el Tribunal Supremo Electoral pone en cero la base de datos. 

El conteo ocurre rápidamente. Es trepidante. Una hora después ya se cuenta  con más del 50% de actas procesadas y la incertidumbre comienza  a disiparse. En un salón del hotel Las Américas están reunidos los miembros del partido En redes sociales las personas ya convocan para las celebraciones de la victoria del binomio de Semilla. 

Semilla, parece ser, no ha preparado una fiesta, como suelen hacer los partidos en la final. Sus diputados dudan, cuando se les pregunta por la celebración. A diferencia de la primera vuelta, en que los miembros del partido desplegaron una euforia incontenible, ahora hay reserva, serenidad, ¿contención? Cansancio, seguro. Hay reservas y cuidado por la seguridad del candidato.

La desbordada noche del triunfo

A las 8 de la noche tanto medios internacionales como nacionales ya mencionan a Bernardo Arévalo y a Karin Herrera como  virtuales ganadores de la contienda electoral, con un 58.01% de votos totales, que se imponía sobre la Unidad Nacional de la Esperanza y su candidata Sandra Torres. 

Esta vez las encuestas acertaron. En la de Prensa Libre y ProDatos del 17 de agosto, la intención de voto para el candidato del Partido Movimiento Semilla concentraba el 53.6% de la intención de voto, contra el 29% de la UNE . 

En otros departamentos y municipios  de Guatemala ya celebran, en el parque de Huehuetenango las personas bailan y en Nebaj lanzan fuegos artificiales al cielo. El parque de Xela, en Quetzaltenango se llena de personas para celebrar con música. A las 8 de la noche, los simpatizantes comenzaban a preguntarse ¿La plaza central o el Obelisco? Querían celebrar el triunfo, aplastante, del partido de Bernardo Arévalo y Karin Herrera. 

A las 10 pm el binomio ofreció una conferencia de prensa en un salón del hotel. La sala estaba abarrotada. Arévalo agradece y comienza “Hoy, aceptamos con mucha humildad esta victoria que nos ha dado el pueblo de Guatemala”.  Los periodistas escuchan atentos; afuera, el bullicio.. 

Cerca de las 10:30, en una cornisa del hotel, a dos niveles de la calle, se presenta  el binomio electo. La multitud corea “¡Sí se pudo, sí se pudo!” La calle está casi llena y el sonido de las vuvuzelas es ensordecedor pero cuando hablan, el silencio se instala  y se rompe en vivas y aplausos después de cada oración.

“Gracias, porque ustedes, su energía, su entusiasmo, su confianza, su esperanza, le están dando una nueva vida a Guatemala”. 

En  el Obelisco, a unas cuantas cuadras del hotel, suenan cohetes y fuegos artificiales. Cientos de personas están reunidas celebrando. Arévalo mismo lo dijo, este país solo celebraba así un partido de fútbol, no unas elecciones. 

Familias enteras están ahí, lo que es extraordinario para un domingo en la noche, algo que es extraordinario para la capital, algo que es extraordinario para Guatemala. Además de las banderas, algunas personas llevan hojas gigantes, plantas pequeñas, macetas con retoños y las levantan en señal de triunfo. 

Hay risas, llantos, baile. Semilla ha conseguido que está vez, las personas salgan  a celebrar el fin de una contienda electoral. El presidente más progresista electo en Guatemala desde que inició la era democrática, lo calificará BBC.

Los últimos fuegos artificiales iluminan el cielo, el ritmo de las bocinas de los carros se diluye en la noche de una ciudad que en otras circunstancias, en un día cualquiera,  a esta hora suele estar encerrada. 

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