El 12 de mayo de 2021, cinco exalumnas de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac) presentaron una denuncia ante el …
El 12 de mayo de 2021, cinco exalumnas de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac) presentaron una denuncia ante el Tribunal de Honor del Colegio de Médicos Veterinarios y Zootecnistas de Guatemala en contra de Dennis Sigfried Guerra Centeno, catedrático de la Escuela de Posgrado de la facultad.
En la denuncia, las mujeres relataron cómo Guerra Centeno había utilizado su papel como docente de la facultad, cuando ellas eran estudiantes de la misma, para abusar sexualmente de dos de ellas y para acosar y buscar acercamientos sexuales con las demás, a lo largo de diferentes años.
Las acusaciones expuestas en la denuncia fueron recogidas en un reportaje periodístico publicado por Agencia Ocote el 14 de mayo.
[Lee aquí el reportaje “Exalumnas de veterinaria denuncian a docente por abusos sexuales”]
El tribunal de honor del Colegio de Veterinarios inició entonces una investigación, que concluyó dos meses después. Agencia Ocote trató de tener acceso a la resolución a través del Colegio de Veterinarios, pero en la respuesta a la solicitud indicaron que “en estos momentos no procede, porque el caso aún está en proceso de apelación”.
Se consultó a una de las exestudiantes que presentaron la denuncia, quien confirmó que el tribunal de honor decidió sancionar a Guerra Centeno en forma de amonestación pública, por faltas a la ética.
El código de ética del Colegio de Veterinarios recoge en su artículo 41 que “como docente, el colegiado deberá observar, además de la debida ética en todo su actuar, ecuanimidad en el trato para con sus alumnos, absteniéndose de favorecer o perjudicar a alguno en especial, ya sea por simpatía, dádivas o presiones de cualquier tipo”.
Los estatutos del colegio establecen que, después de realizar una investigación, el tribunal de honor debe dictar una resolución en la que se impongan las sanciones que proceden. En el documento se indican cinco tipos de sanciones, de menor a mayor gravedad: amonestación privada, sanción pecuniaria (pago de una multa), amonestación pública, suspensión temporal y suspensión definitiva en el ejercicio de su profesión. La institución puede imponer gradualmente las sanciones que correspondan y, en caso de reincidencia, la sanción será la inmediata superior.
Una de las exestudiantes aseguró a Agencia Ocote que están satisfechas con la decisión del tribunal de honor. “Consideramos que, por la reincidencia en los hechos, la amonestación pública era la sanción que correspondía. Es la más justa, en estos momentos”, indicó. La exalumna añadió que, durante la etapa de investigación, solicitaron ser escuchadas por parte de los miembros del tribunal de honor, quienes “lo hicieron con respeto”.
La institución del Colegio de Veterinarios emitió esta resolución el 16 de julio, dentro de los plazos establecidos en los estatutos. Los miembros del tribunal concluyeron el proceso días antes de que terminara su período de dos años, el 21 de julio.
El nuevo tribunal de honor, que asumió después, indicó a Agencia Ocote que Guerra Centeno apeló la resolución, aunque no especificó en qué fecha presentó el recurso. Una fuente confirmó que la apelación está ahora en manos de la asamblea de presidentes de los colegios profesionales, que es la entidad encargada de conocerla.
El reglamento de apelaciones ante la asamblea de presidentes indica que la entidad “dará audiencia por tres días hábiles al recurrente para que exprese agravios” y en un plazo de ocho días hábiles debe señalar la fecha de una vista para que las partes presenten sus argumentos por escrito.
Las exalumnas aseguran que todavía no recibieron ninguna comunicación de la asamblea de presidentes. Después de esta vista, la institución tendrá otros cinco días hábiles para confirmar, modificar o revocar la resolución del tribunal de honor.
[Lee aquí: Casi una de cada tres denuncias de acoso en la Usac es contra profesores]
Cambios de fondo
Según indicaron las denunciantes, el tribunal de honor también realizó una serie de recomendaciones a la junta directiva de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, de la Usac.
Entre estas, sugirieron que la facultad tenga equipos de trabajo que elaboren reglamentos, manuales y protocolos en casos de acoso sexual y hostigamiento; que se establezcan los procesos administrativos para agilizar la recepción las denuncias de acoso, violencia y hostigamiento en la facultad; y que se cree un comité de ética del comportamiento capacitado para atender y colaborar en la atención e investigación de estos casos.
Además, recomendaron que se comunique públicamente una postura de cero tolerancia al acoso y a la violencia, que se le dé acompañamiento psicológico a la comunidad académica, que se realicen capacitaciones y que se dé seguimiento a las denuncias que ya se presentaron.
Según recogen varias actas de las sesiones llevadas a cabo por la junta directiva de la Facultad de Veterinaria, en los últimos meses se crearon dos comisiones: una de código de conducta, integrada por docentes, administrativos y estudiantes y otra de asuntos estudiantiles encargada, entre otras funciones, de solucionar conflictos y elaborar un protocolo para la prevención del acoso. Además, en una de las actas se indica que se está realizando una campaña de educación en relación al tema del acoso.
Andrea Normans, vicepresidenta de la Asociación de Estudiantes de Veterinaria y Zootecnia, confirmó que la facultad organizó una charla con una psicóloga, sobre cómo se manifiesta el acoso y el abuso sexual, dirigida a los miembros de la comisión de código de conducta. Además, a finales de mayo se realizó una conferencia sobre acoso sexual, en la que participaron docentes y auxiliares de cátedra.
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En paralelo al proceso que se lleva a cabo en el Colegio de Veterinarios, el 15 de mayo, un día después de la publicación del reportaje en Agencia Ocote, el Ministerio Público abrió un expediente de oficio para investigar los hechos.
Dos meses después, la Fiscalía de la Mujer, a cargo del caso, tomó declaraciones a tres de las exalumnas, además de al Tribunal de Honor y a la junta directiva de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.