No todos los cubrebocas se pueden usar más de una vez. En esta nota de Animal Político que republicamos hay algunas recomendaciones para que las mascarillas sigan siendo efectivas.
Falta poco para que la pandemia COVID-19 cumpla un año en América Latina y si todavía conservas ese primer cubrebocas con el que comenzaste a combatir los contagios, muy probablemente sea tiempo de que ya lo dejes ir. Te contamos por qué.
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Cubrebocas de tela
Tanto la OMS como los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recomiendan usar cubrebocas de tela para las personas en general que no cuidan a un paciente con COVID-19.
De acuerdo con la última guía que la OMS actualizó en diciembre, los cubrebocas de tela deben lavarse con jabón o detergente, y preferiblemente con agua caliente al menos una vez al día. “Si no es posible lavar las mascarillas en agua caliente, lave la mascarilla con jabón / detergente y agua a temperatura ambiente, y luego hirviendo la mascarilla durante 1 minuto”, dice.
Si lo usas correctamente y lo lavas con frecuencia es muy posible que tu cubrebocas se desgaste. Por eso, si detectas que ya está rasgado, roto, o simplemente ya no te ajusta adecuadamente lo mejor será que lo deseches.
El Dr. Jorge Baruch Díaz Ramírez, responsable de la Clínica de Atención Preventiva del Viajero y Académico de la Facultad de Medicina de la UNAM, explica que “los cubrebocas de tela se pueden reutilizar las veces que sean necesario siempre y cuando las propiedades físicas de la tela no se modifiquen”.
Esto significa que si comienza a tener desprendimiento, pelusas, alguna rotura o ya no se puede quitar la suciedad, es tiempo de cambiarlos. Baruch Díaz recomienda tener al menos un cubrebocas para cada día de la semana, de esta forma pueden lavarse y ventilarse el tiempo suficiente.
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¿Cómo debe ser un cubrebocas de tela útil?
En esta otra nota, el doctor Mauricio Rodríguez Álvarez, profesor de la Facultad de Medicina y vocero de la Comisión de la UNAM para la COVID-19, aconseja seguir estos pasos para elegir nuestro cubrebocas reusable ideal:
- Que el cubrebocas de tela tenga tres capas: idealmente la capa interna debe ser de algodón para absorber las gotitas que salpicamos, y la externa de un material impermeable. La capa intermedia hace el papel de un filtro.
- De preferencia que no sea de fibras sintéticas, sino que sea de hilos naturales para que se pueda lavar y secar perfectamente.
- Lo ideal es que tape desde el puente de la nariz hasta abajo de la barbilla, para que tape la nariz y la boca.
- Que sea cómodo para que no lo estés moviendo y tocando.
Mascarilla de alta eficiencia o N95
El médico Díaz Ramírez dice que las mascarillas de alta eficiencia, también conocidas como N95, están hechas con un material que no se puede lavar, ni rociar con alcohol u otra sustancia para desinfectarlas, porque pierden sus propiedades. Pero sí se pueden usar más de una vez, siempre y cuando siga manteniendo una buena apariencia.
Para poder reutilizar una mascarilla de este tipo, el doctor Uri Torruco, infectólogo de Veracruz, recomienda no usarlas de forma diaria. “Se puede reusar después de tres días sin usarse. Durante esos tres días el cubrebocas debe dejarse al sol, y en un lugar bien ventilado, sin mojarse ni tocarlo. Porque ese es el tiempo que tarda el virus en morirse en esa superficie”, señala.
De acuerdo con el especialista, este tipo de cubrebocas se pueden seguir reutilizando siempre y cuando los elásticos funcionen, haga buen sello y no esté rasgado ni roto.
En la revista Neumología y Cirugía de Tórax, especialistas del Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán, México publicaron un artículo en el que explicaron que “el número de veces que un cubrebocas se puede reutilizar de manera segura depende de múltiples factores, incluido si el usuario estuvo expuesto a procedimientos de aerosolización, cómo se almacenó y si el cubrebocas estaba sucio (fluidos corporales, maquillaje, etcétera)”.
Cabe señalar, que este tipo de cubrebocas se recomienda principalmente para los profesionales de la salud y personas expuestas a pacientes infectados. De hecho, cuando los profesionales de la salud temían que estos insumos fueran insuficientes para atender la pandemia, comenzaron a investigar formas de alargar la vida de este tipo de mascarillas.
Por ejemplo, los Centros para el Control de Enfermedades publicaron un manual para que los profesionales de la salud pudieran usar los cubrebocas más tiempo del que indican los fabricantes.
Cubrebocas quirúrgico o plegables
Los cubrebocas quirúrgicos plegables tienen una vida útil muy breve. De hecho, la OMS dice que deben desecharse inmediatamente después de su uso. “El quirúrgico, que es el tricapa y que está como plisado y el de alta eficiencia no debe usarse más de ocho horas seguidas”, advierte Uri Torruco.
Díaz Ramírez explica que si se lavan pierden sus propiedades. Todos los cubrebocas deben cambiarse cada vez que se humedecen, pues en ese caso pierden su vida útil.
Este cubrebocas no te sirve
Algunos de los cubrebocas que más se popularizaron en México y en Guatemala, son las llamadas “mascarillas con válvula”. Antes de la pandemia, eran muy comunes para los trabajadores de la construcción. Sin embargo, la OMS advirtió que este tipo de cubrebocas que tienen una válvula no son recomendables.
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“El peligro es que si llevas una mascarilla con válvula y estás infectado puedes estar expulsando aerosoles infectados. En otras palabras, anula el propósito de llevar una mascarilla. No es peligroso para ti, pero simplemente anula el propósito”, explicó el director de emergencias de la OMS, Michael Ryan.
Michel Martínez, jefe de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica de TecSalud y líder del Programa COVID-19, explicó que “no debemos utilizar cubrebocas con válvula, porque son muy buenos para evitar contagiarse, pero si uno ya está contagiado no evita que esté contagiando a los demás”.
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¿Para qué el cubrebocas?
La COVID-19 es causada por un virus que se llama SARS-CoV-2. Este virus se transmite de persona a persona a través de las gotitas respiratorias que una persona infectada expulsa al toser, estornudar, o hablar.
La tarea del cubrebocas es evitar que las gotitas de una persona infectada se dispersen a otras. Mientras que en una persona sana, el cubrebocas evita que se inhalen esas partículas virales. Por eso, la OMS recomienda a toda la población usar cubrebocas o mascarillas no médicas en lugares cerrados como tiendas y oficinas, sobretodo “si no se cuenta con una ventilación que haya sido evaluada como adecuada o si no se puede mantener una distancia física de al menos un metro”. Incluso, recomienda usarlas al aire libre, si no se puede mantener una sana distancia.
Pero usar un cubrebocas como única medida de protección contra este coronavirus no es suficiente. Por eso, el uso correcto del cubrebocas debe combinarse con otras medidas de prevención y control de infecciones, como han dicho autoridades y expertos de la salud. Estas medidas incluyen la higiene de manos, la distancia física de al menos un metro, el evitar tocarse la cara, cubrirse al toser o estornudar, la ventilación adecuada en ambientes interiores, así como la realización de pruebas, rastreo de contactos, cuarentena y aislamiento.
Este texto fue publicado originalmente en Animal Político. Y en Agencia Ocote la republicamos gracias a la alianza LatamChequea. Puedes leer la publicación original en este enlace.
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