Este es un episodio de podcast, de la serie Amar en Centroamérica. Para escucharlo, haz click en este reproductor: Aquí puedes leer la transcripción del episodio: Narración: El 21 de diciembre …
Este es un episodio de podcast, de la serie Amar en Centroamérica. Para escucharlo, haz click en este reproductor:
Aquí puedes leer la transcripción del episodio:
Narración: El 21 de diciembre de 2018, tras casi un año de protestas ciudadanas y una respuesta violenta y represiva del gobierno de Daniel Ortega en Nicaragua, el canal 100% Noticias fue tomado por fuerzas del Estado.
La periodista Lucía Pineda Ubau estaba en la sala de control cuando le avisaron que se habían llevado a su director, Miguel Mora. Así que rápido tomó una decisión:
Lucía Pineda Ubau: Yo comienzo, agarro el micrófono y doy la noticia de última hora que la policía estaba entrando al medio de comunicación y presumiblemente porque se iban a llevar preso al director Miguel Mora.
Lucía Pineda Ubau (audio de archivo): Motines aquí en 100% noticias. Por favor ayúdennos a tuitear. Esta es una emergencia. Se quieren llevar preso a nuestro director Miguel Mora.
Narración: Después de unos minutos, un policía la encontró y la engrilletó.
Lucía Pineda Ubau: Y cuando me van sacando del canal, voy pasando por la redacción y veo varios policías en la redacción, paramilitares en la redacción, subiendo el segundo piso. El movimiento, ¿verdad? como de operativo. Y ya me sacan y me montan a la patrulla.
Narración: A Lucía la llevaron a El Chipote, una cárcel que el gobierno de Ortega utiliza para encerrar a presos políticos: periodistas, activistas, ciudadanos y opositores al régimen. Ahí se encontró con Miguel Mora, el director de 100% Noticias, su jefe. También lo habían capturado y lo habían golpeado.
Lucía Pineda Ubau: Pues lo único que le dije a Miguel: «Mirá, Miguel, —le digo— me dio tiempo de dar el última hora —le digo—, nos cerraron, —le digo— y cerramos con broche de oro, di la noticia de última hora». Entonces me dice: «Vos sos bien valiente, Luci—me dice—». Es algo que recuerdo de ese día.
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Lucía Pineda Ubau: Mi nombre es Lucía Pineda Ubau. Yo soy periodista, nací en Nicaragua un 8 de septiembre, el día internacional del periodista. He tenido esa marca de nacimiento. Y actualmente estoy trabajando desde Costa Rica por la situación de persecución, cárcel y hasta amenazas de muerte que mantiene el régimen Ortega-Murillo en contra de la prensa independiente.
Estamos acá, pues, en Costa Rica, como hay muchos nicaragüenses exiliados, colegas también en el exilio, porque ya en Nicaragua es imposible ejercer el periodismo independiente dentro del país.
Narración: Esta es la historia de Lucía, pero puede ser la historia de los al menos 242 periodistas nicaragüenses que hoy están en el exilio.
Es una historia de periodismo. De política. De libertad. De anhelo por una democracia arrebatada.
Y también lo es, aunque te pueda parecer extraño, una historia de amor.
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El amor se manifiesta de mil maneras. Es ese lazo que une a una pareja, que fortalece a una familia o que construye amistades profundas. Es el cariño por una mascota o por un país. Puede ser fugaz o tan sólido que recorre décadas. Y en medio de las dificultades y desigualdades, el amor también nos puede salvar. En este especial sonoro de Ocote te contaremos cómo es Amar en Centroamérica.
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Narración: Lucía se conectó, desde su casa en Costa Rica, a la llamada de Zoom para que pudiéramos platicar. Tiene el pelo liso, oscuro y a la altura de los hombros. Usa lentes y, cuando la cámara se enciende, me saluda con una sonrisa amable.
Después de más de 10 años de carrera periodística, en 2018, cuando ella era reportera en 100% Noticias, llegó un reto para Lucía. En abril de ese año el descontento social hacia el gobierno de Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, que venía en aumento, estalló. Las personas tomaron las calles y, en respuesta, la represión fuerte y violenta.
Lucía Pineda Ubau: En el 2018 fue una cobertura de las más dura de mi vida y creo que la de cualquier periodista. Estar informando bajo asedio, persecución, amenaza de cárcel, robo de equipo, golpizas a periodistas. En ese momento me acuerdo de que mi familia queda en Costa Rica. Mi madre me decía que me viniera a Costa Rica y dejara todo allá en Nicaragua y yo le decía pues que no, que no podía dejar abandonado primero la redacción y al equipo que estábamos en cobertura y el tema también de no dejar abandonado al pueblo de Nicaragua que tanto necesitaba en ese momento de los periodistas para documentar sus casos de represión, persecución.
Narradora: Lucía tenía un compromiso, que estaba por encima de todo. Un compromiso con Nicaragua y con la gente.
Lucía Pineda Ubau: Para nosotros como medio y periodistas no existió esa opción porque era el medio que llevaba la cobertura principal, 24 horas al día, y la gente pues nos seguían, nos buscaba. Había hasta 100 personas, a veces, denunciando casos de violación de derechos humanos diario en el canal y los atendíamos los periodistas y le dábamos seguimiento.
Hay a veces colegas que dicen bueno, ¿en qué momento uno tiene que salir? Eso es una decisión personal. Y la decisión personal de nosotros fue quedarnos hasta el fin. Hasta donde pudiéramos hasta donde aguantáramos hasta donde que no iba a estar en nuestra responsabilidad a pagar el medio. Si lo iba a apagar, lo iba a apagar la dictadura. Y así fue.
Narración: Durante varios meses el equipo de 100% noticias siguió trabajando A diario hacían transmisiones en vivo, que mostraban las violaciones a los derechos humanos que vivía la población. El compromiso era tan grande que su director, Miguel Mora, había decidido vivir en el canal y Lucía empezaba a planteárselo, porque los ataques a la prensa eran cada vez más intensos. Mientras, algunos colegas ya comenzaban a salir de Nicaragua, por la censura y las amenazas.
El 21 de diciembre de 2018, tras meses de represión estatal del gobierno de Ortega-Murillo, Lucía hizo su última transmisión en antes de que la policía la capturara.
Pasó seis meses en la cárcel.
Lucía Pineda Ubau: Yo nunca perdí la fe. Siempre oraba, cantaba. Había cultos en la noche en El Chipote y yo siempre daba palabras de aliento a los presos. Me subía en una de las rejas y ahí comenzaba a gritarle a todos los presos, pues a animarlos, que Dios estaba con nosotros y que íbamos a salir de esa injusta cárcel.
Esas celdas de Chipote son famosas. Las ocupó la dictadura somocista, la ocuparon los sandinistas de los 80, la volvieron a ocupar ahorita también para presos políticos.
Y yo siempre había tenido la curiosidad de hacer un reportaje. Yo siempre pedí permiso: «Mire que quiero hacer un reportaje del Chipote». La policía, nunca lo permitió. Lamentablemente, llegué a ser el reportaje en carne propia, vivirlo yo misma.
Y sí, fue un momento bastante duro, porque físicamente estaba sola. Desde las seis de la mañana que me despertaba, de seis a siete alabanza, desayuno, después me iba a bañar.
Después hacía yo como que iba a limpiar la celda, la limpiaba como cuatro veces al día para no aburrirme, para hacer algo.
Miraba las hormigas, el recorrido de las hormigas, el de los pájaros que entraban a la misma celda, entraban pájaros. Y esos eran mis acompañantes. Las arañas, las telarañas, cómo se hace una telaraña y pasaba todo el día una araña ahí tejiéndola.
Dediqué mucho tiempo a la observación.
Narración: ¿Y qué le ayudaba a sostenerse durante todo este tiempo?
Lucía Pineda Ubau: Amor, al país, amor, al pueblo de Nicaragua, amor a mi profesión y que teníamos que quedarnos en ese momento en Nicaragua y defendiendo nuestra causa por la libertad de prensa, por nuestro derecho a informar aun en esa situación bastante difícil y compleja.
No hubo tiempo de tener miedo. Porque estábamos tan ocupados atendiendo la necesidad del pueblo de Nicaragua reprimido, que nuestro sentimiento o miedo no era prioridad.
Era prioridad escuchar al pueblo de Nicaragua, a la gente víctima de la represión, a los estudiantes, a las madres que les habían asesinado a sus hijos y a otros sectores, que estaba siendo perseguidos en ese momento.
Como dicen popularmente: «No nos rajamos». La dictadura decidió asaltar el canal y sacarnos del medio de comunicación y llevarnos a una cárcel. Pero sí ha habido mucho amor y compromiso con nuestra profesión, con el pueblo y con el país como tal, porque yo soy de las que no pierdo la fe. Está dictadura va a pasar y quienes vamos a quedar somos los periodistas y el pueblo.
Narración: Luego de seis meses, y de mucha presión internacional, Lucía y otros periodistas fueron excarcelados.
Lucía Pineda Ubau: Fue un momento muy lindo, de felicidad. Abrazábamos a los otros excarcelados, que eran mis entrevistados, gente, jóvenes estudiantes que anduvieron en manifestaciones y abrazar también a mi madre que estaba ella siempre con también mucha fe de que iba a llegar ese momento. Y bueno, ese día se me fue la voz de tantas entrevistas que di.
Pasé encerrada seis meses y ese día hablé todo lo que no hable en seis meses, creo.
Narración: En esa libertad recuperada no hubiera sido una locura decir: aquí me bajo, dejo de hacer periodismo. Pero Lucía tenía claro que iba a seguir.
Lucía Pineda Ubau: Yo creo que me motivó decirle al régimen que no nos habían vencido, que estamos dispuestos siempre a seguir ejerciendo nuestra labor aún estando en el exilio. Y a la audiencia de que no los abandonamos, que seguimos. Y es como te digo ratificar el compromiso que tenemos por la libertad de Nicaragua y la libertad de prensa y es un también compromiso con el gremio.
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Narración: La poeta nicaragüense Gioconda Belli nos dijo una vez que Nicaragua es el amor de su vida. Y que lo que la reconciliaba con este amor era la gente, el futuro. Algo así le pasa a Lucía.
Lucía Pineda Ubau: En Costa Rica hay muchos nicaragüenses, muchos amigos periodistas y en general es un sentimiento que comparte el periodismo nicaragüense, que se va a regresar, que esto va a terminar y que sigamos todos, pues como resistiendo, aun en condiciones bastante críticas que vive el periodismo, de precarización salarial, de incluso falta de personal porque muchos periodistas también a petición de sus familiares o por las condiciones también económicas han decidido hacer otras labores, otros oficios. Trasladarse a otro país y sobrevivir. Pero los que estamos creo que tenemos esa esperanza firme que la libertad de Nicaragua viene en cualquier momento.
Narración: Hoy Lucía es la directora de 100% noticias, el medio en el que ha trabajado desde hace más de una década. Trabaja desde casa, a distancia, hace todo el esfuerzo para seguir contando un país que ha exiliado a más de 200 periodistas y que se ha quedado sin medios independientes.
Lucía Pineda Ubau: Yo creo que pues los periodistas nicaragüenses que todavía ejercemos, aún estando en el exilio, en condiciones bastante difíciles, aman mucho a Nicaragua, aman mucho a la familia que están adentro, aman mucho su profesión y están dispuestos también (a) llegar hasta hasta el fin de esa dictadura. Estamos expectantes para escribir la caída de Ortega y Murillo.
Yo me siento orgullosa de haber nacido en Nicaragua. Ahí escogió Dios que yo naciera y aunque la dictadura me despojó la nacionalidad, sigo siendo nicaragüense. O sea, yo soy de ahí, ahí nací, ahí dejé mi ombligo.
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Amar en Centroamérica es una serie sonora producida por Ocote, para narrar, cómo el amor, las diversas formas de amor, germinan en una región turbulenta y desigual.
Las entrevistas y los guiones de esta serie los realicé yo, María Olga Domínguez. La edición y coordinación editorial es de Carmen Quintela y el montaje y la producción sonora son de Isaac Hernández, con apoyo de José Manuel Lemus.
El diseño de Amar en Centroamérica lo hizo Oscar Donado. Ixmucané Us es coordinadora de comunidad y audiencias y María del Carmen Hernandez la gestora de comunidades de Ocote.
Nicole Jacobs es coordinadora institucional. Alejandra Gutiérrez Valdizán es la directora general de Ocote.
