El 9 de octubre de este año, junto a las lluvias y el granizo, se registró un remolino que causó estragos en las zonas 12 y 11 de la ciudad …
El 9 de octubre de este año, junto a las lluvias y el granizo, se registró un remolino que causó estragos en las zonas 12 y 11 de la ciudad de Guatemala.
Pese a que, en medio de la confusión, personas aseguraban en redes sociales que era un tornado, el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) aclaró que se trataba de un remolino.
«Se formó en función del incremento de las temperaturas del día y la mañana y la inestabilidad atmosférica por la tarde noche», explicó Edwin Rojas, director del Insivumeh.
José María Rodríguez, pronosticador de Insivumeh, explica a Agencia Ocote que se catalogó como un remolino y no un tornado porque el tiempo en el que estuvo activo fue de apenas unos minutos.
«Un tornado puede llegar a medir de metros a kilómetros, mientras que un remolino puede medir algunos metros apenas. Otra característica es el tiempo; un tornado puede durar de minutos a horas, y un remolino solo de segundos a minutos», detalla.
«No podemos medir el tamaño del remolino en distancia, pero duró pocos minutos. El viento fue de un promedio de 60 a 80 km por hora y el lugar no fue más allá de las zonas afectadas», aclara Rodríguez.
Hablamos con expertos que nos explicaron cuáles son las causas de este fenómeno y a qué es elementos del clima es importante poner atención previo a que se formen.
Aquí te contamos por qué se formó el remolino que se observó ayer en la ciudad capital y las condiciones meteorológicas actuales.#SomosINSIVUMEH #PasiónPorLaCiencia #ElPuebloDignoEsPrimero #CIV # pic.twitter.com/0g3mEpbUK9
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¿Por qué se formó el remolino evento del jueves?
Paris Rivera, meteorólogo e investigador del Centro de Estudios Ambientales y Biodiversidad en la Unidad de Clima e Hidrología de la Universidad del Valle de Guatemala explicó a Agencia Ocote que el «ingrediente» que diferencia este evento de otros, es la temperatura.
«Para este fenómeno se unieron varios ingredientes, los normales de nuestra época lluviosa. Hay sistemas de baja presión, vienen ondas del este, forman vaguadas que son canales de baja presión. Se forman nubes, que en este caso son nubes cumulonimbos, con mucho desarrollo vertical», explica Rivera.
Estas nubes suelen tener una extensión vertical a partir de tres kilómetros. En raras ocasiones superan los 15 kilómetros, según el Atlas Internacional de Nubes de la Organización Meteorológica Mundial.
Según Rivera, estos cumulonimbos suelen formar granizo. Pero en ocasiones, cuando hay cambios muy fuertes de temperatura, generan este tipo de remolinos.
Rivera añade que la tendencia de las temperaturas medias en Guatemala es que cada vez sean más altas, lo que causa que los movimientos verticales de las nubes sean más rápidos.
El medio No-ficción reveló que Guatemala había registrado un incremento de poco más de 1 grado entre los años 1980 y 2024, pero el aumento se ha incrementado a partir del 2015.
«A mi criterio, porque abordo justamente la parte de cambio climático, creo que pudo haber sido un ingrediente. Si bien estos eventos ya han sucedido, no son recurrentes», señala indicaba Rivera. «Si la temperatura de Guatemala sigue subiendo, sí que estos fenómenos podrían llegar a ser más recurrentes».
La diferencia entre los diferentes fenómenos: los torbellinos
Paris Rivera explicó a Agencia Ocote que hay un término general para describir cualquier movimiento giratorio del aire o del agua: torbellino.
«En meteorología local, muchas veces se usa para referirse a vórtices pequeños y de poca intensidad que pueden formarse en condiciones de fuerte calentamiento superficial, sin necesidad de una tormenta desarrollada», explica.
César George, meteorólogo del Insivumeh, también lo describe como un término más general para cualquier columna de aire que gira. «Puede ser desde un débil remolino de polvo impulsado por el calor hasta uno más intenso, como una tromba marina. Y no siempre está asociado a una tormenta eléctrica».
Los remolinos: pueden ser en el aire y en el agua
Rivera indica que el término «remolino» es más amplio, pues se puede aplicar tanto a fluidos atmosféricos como acuáticos, a diferencia del torbellino, que está relacionado únicamente a columnas de aire.
«En el aire, un remolino puede ser simplemente una pequeña circulación de viento local, sin estructura organizada ni intensidad destacable. En el agua (ríos, lagos, drenajes), un remolino es una corriente giratoria generada por diferencia de velocidad», explica.

Los tornado: más intensos y destructivos
El meteorólogo César George explica que un tornado es «un tipo específico de torbellino, más potente y destructivo, que está conectado a una nube de tormenta, y puede tener vientos de más de 400 km/h».
En febrero de 2022, en Rancho Grande, en Izabal, se formó un tornado. Según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, citada por Prensa Libre, entre el tornado, lluvia y fuertes vientos, hubo 190 afectados y 160 evacuados en el municipio Morales.

Las condiciones de lluvia
Para vigilar este tipo de fenómenos, Rivera recomienda que se haga un monitoreo constante de las condiciones meteorológicas. Recientemente, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica aseguró que las condiciones de La Niña ya se encuentran presentes en el trópico del Océano Pacífico.
«Hay que estar atentos a esos avisos que menciona INSIVUMEH. Pueden decir: “Mire, aquí hay un núcleo”. Con esos hay que tener cuidado, porque esos sí que pueden causar tormentas locales severas», explica.
«Aunado a eso, las condiciones de vulnerabilidad estructural que tiene la ciudad de Guatemala, ya no digamos otros lugares de Guatemala… Si hay inundaciones uno puede estar parado en el tránsito esperando por horas. Además de otros problemas graves», explica.
Texto: Mariana Farfán
Edición: Carmen Quintela
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