El festival Centroamérica Cuenta ha llegado a su final. Decenas de personas llegan al Patio de la Vida, ubicado en el Palacio de la Cultura para la última actividad. La …
El festival Centroamérica Cuenta ha llegado a su final. Decenas de personas llegan al Patio de la Vida, ubicado en el Palacio de la Cultura para la última actividad.
La dinámica hoy es diferente. Las primeras filas de sillas entre el público fueron apartadas para invitados especiales y cuerpo diplomático. El ingreso se complica por las medidas de seguridad. Personal revisa, exhaustivamente, los bolsos de los asistentes.
Entre aplausos del público, en la pantalla se presentan las fotografías de autores y periodistas que participaron en el encuentro, como Francisco Goldman y Carmen Aristegui, capturadas por el fotógrafo Daniel Mordzinski.

«Con los honores correspondientes, damos la bienvenida al presidente de la República, doctor Bernardo Arévalo», dice la presentadora. El público responde con aplausos. Más de la mitad se levanta de sus sillas y lo ovaciona.
Arévalo estrecha la mano de Pepa Bueno, directora del diario El País. La periodista lo entrevistará en el diálogo «Guatemala y su lugar en el mundo».
«Hemos disfrutado y hablado de obra literaria, también obra periodística. En esta clausura, vamos a hablar de obra política», dice Bueno, como introducción al cierre del festival.

Sobre los ataques del MP: «Hay quienes piensan que estamos actuando tibiamente»
Bernardo Arévalo y su partido, Movimiento Semilla, tenían algo claro al llegar al poder: era necesario recuperar las instituciones públicas. Sin embargo, sus esfuerzos para lograrlo se han dificultado, como consecuencia de los ataques que su gobierno recibe por parte de entidades como el Ministerio Público (MP), dice.
«Hay gente que piensa que nosotros estamos actuando tibiamente y que no nos atrevemos a dar golpes de efecto y muy duros. Nosotros tenemos muy claro cuál es el tablero y la correlación de fuerzas que está planteada», indica el presidente.
Desde el inicio de su gobierno, la ciudadanía ha exigido que el mandatario cumpla con la promesa de retirar del cargo a Consuelo Porras, la Fiscal General señalada como un actor antidemocrático. Según Arévalo, existe una interpretación jurídica que podría permitir la remoción de Porras dentro del marco constitucional. Pero al final, la última palabra la tendría una Corte de Constitucionalidad (CC) aliada a la Fiscal General.
Utilizar este recurso podría enviarlo a juicio político, asegura el mandatario. «Entonces, cometer un acto sin tener la garantía de cuál va a ser la interpretación constitucional es posiblemente darles la salida más corta para ponerle fin a este período», indica.
Según el análisis del Organismo Ejecutivo, solo le queda una pieza por jugar: que el Congreso de la República apruebe la reforma al artículo 14 de la Ley Orgánica del Ministerio Público (MP). O bien, esperar a las elecciones de fiscal general en 2026.

Durante la entrevista, Arévalo aseguró que terminará su período como presidente de la República y nombrará al próximo fiscal general del MP. Su confianza recae en los resultados de la elección de la junta directiva del Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG) y los de las últimas elecciones de representantes ante el Consejo Superior Universitario de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC).
Bernardo Arévalo confía que se nombrarán «candidatos decentes» de los cuales él pueda escoger a un fiscal que rescate la autonomía, la independencia y la objetividad del MP, indica.
Aun así, apuntala Bueno, el trabajo para la recuperación de la justicia en Guatemala no se soluciona sólo con el cambio de la Fiscal General.
«Roma no se construyó en un día y los trabajos de construcción institucional son trabajos de largo aliento. Lo que es muy importante es asegurarse que las bases sean sólidas, que sean legítimas, que tengan el nivel de respaldo amplio dentro de la población para que las defiendan como se hizo durante la resistencia del año 23», responde Arévalo.

Una relación «cordial» con Estados Unidos
Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos, visitó Guatemala en febrero de 2025. En la reunión que sostuvieron, Arévalo asegura que presentó una serie de propuestas sobre migración, seguridad, combate al narcotráfico y comercio. Estas permitieron establecer el nivel de cooperación que ambos estados tendrían.
Ejemplo de ello, dice, la contratación al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos para desarrollar un estudio sobre el posible desarrollo portuario del Puerto Quetzal.
Durante la entrevista, Arévalo define la relación con Estados Unidos como «muy cordial». En parte, dice, por la disposición del gobierno de Guatemala a recibir a guatemaltecos y centroamericanos retornados de dicho país norteamericano.
El presidente reconoce la migración como un derecho humano. Asegura que, en este momento, todas las acciones realizadas por el gobierno para normar, regular, y manejarla es solo trabajo de contención.
«La verdadera respuesta a la migración es el desarrollo y en la medida en que nosotros logremos ir generando oportunidades de desarrollo para la población del país en los distintos niveles, se va a poder ir haciendo mella a la migración de una manera estructural y definitiva. En el ínterin hay que buscar formas para proteger a la gente en ese proceso» indica Arévalo.

Criminalización y pueblos indígenas
Pepa Bueno define la criminalización del periodista José Rubén Zamora es un ejemplo de venganza judicial. «Su relato es el relato de un proceso que no tiene nada que ver con un Estado de Derecho, realmente», dice la periodista.
Al preguntarle si confía en que Zamora abandone pronto la prisión, Arévalo responde: «Nosotros haremos todo lo que está de nuestra parte para seguir garantizando las condiciones en las que él se encuentra en este momento. Pero tratando de lograr condiciones en las que se logre. Esperemos que suceda antes y que no haya que esperar tanto, como tantos otros compañeros, amigos, personajes, que están siendo criminalizados espuria y arbitrariamente».
Los pueblos indígenas fueron determinantes para que Arévalo pueda hoy ser entrevistado como presidente de la República, dice Pepa Bueno. En 2023, las autoridades indígenas lideraron 105 días de resistencia pacífica con el objetivo de defender la democracia y asegurar que el binomio presidencial tomara poder.
Más de un año después, en abril de 2025, Luis Pacheco y Héctor Chaclán, exdirectivos de los 48 Cantones de Totonicapán fueron capturados a solicitud del MP, bajo cargos de terrorismo y de instación a delinquir, entre otros.
El gobierno de Guatemala se encuentra trabajando junto a las autoridades para evitar que sean criminalizadas, dice Arévalo. Asegura que cuentan con una hoja de ruta que establece las medidas que tomarán para enfrentar este hecho.
«Son los actos de desesperación de quienes intentaban jugarle a la desestabilización y que felizmente no tuvieron el resultado que esperaban», agrega.

Pero la relación con los pueblos indígenas no es solo el resultado de momentos de crisis, asegura el presidente. Cada mes, dice el mandatario, se reúne con las autoridades de la Asamblea Nacional de Pueblos Indígenas y Originarios. En conjunto, establecen los temas prioritarios y problemáticas que el gobierno debe resolver.
Hasta el momento, han llegado a 12 acuerdos y, según el presidente, serán más en el futuro.
«No estamos esperando a que el desarrollo eventual que surja por la activación económica los beneficie. Estamos buscando formas concretas de ir respondiendo a necesidades inmediatas con la conciencia de que 500 años de discriminación no las vamos a poder resolver en cuatro años», finaliza Arévalo, entre aplausos del público.
