Jordan Rodas Andrade fue Procurador de los Derechos Humanos (PDH) de 2017 a 2022. Aún en el cargo se postuló para rector de la Universidad de San Carlos (Usac). En …
Jordan Rodas Andrade fue Procurador de los Derechos Humanos (PDH) de 2017 a 2022. Aún en el cargo se postuló para rector de la Universidad de San Carlos (Usac).
En 2023 se postuló para la vicepresidencia junto con la líder indígena Thelma Cabrera para la presidencia.
En ambos casos el sistema lo criminalizó y judicializó logrando sacarlo de la contienda.
Rodas asegura que su gestión apegada a la Constitución y la justicia social fue el motivo para perseguirlo y obligarlo a abandonar el país.
Señala que la venganza por hacerle frente a la impunidad actúa como búmeran y, en su caso, era predecible.
«Estoy convencido de que el búmeran de la venganza contra quienes jugamos un rol a favor de la lucha contra la corrupción e impunidad iba a llegar».
Aunque está consciente de que las represalias eran predecibles, asegura que no se arrepiente de nada.
Identifica que ese búmeran de venganza proviene de «aquellos que ostentan poder y se han beneficiado de la corrupción: políticos, funcionarios y algunos empresarios».
Procesos en su contra
Al dejar el cargo como PDH, Rodas y Cabrera se postularon como binomio presidencial por el Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP) en 2023.
Pero la postulación fue rechazada por el Tribunal Supremo Electoral debido a que Rodas no contaba con finiquito de la Contraloría General de Cuentas.
La falta de finiquito fue por una denuncia que el actual PDH, José Alejandro Córdova, presentó en su contra. Al día de hoy se desconoce su contenido.
Desde ese momento, Rodas tomó la decisión de salir de Guatemala, con apoyo de entidades internacionales.
En noviembre de 2023, Rodas fue vinculado al caso «Toma Usac: Botín Político» y se giró una orden de captura en su contra.
En ese momento se le señaló por usurpación agravada, depredación de bienes culturales, sedición en forma continuada y asociación ilícita.
🚨El MP y la PNC buscan ejecutar 27 órdenes de captura que estarían relacionadas con la resistencia contra el rector de la USAC, Walter Mazariegos.
— Ocote (@AgenciaOcote) November 16, 2023
Entre las personas que se busca detener está el exPDH Jordan Rodas y la ex candidata a diputada Marcela Blanco.
Vía: @Davidck7 pic.twitter.com/YzQmxSCcUb
Aunque la defensa de Rodas presentó varias apelaciones no obtuvo resultados. El camino que le quedó no era el de vuelta a Guatemala.
Dos años y medio después de salir del país, Rodas indica a Ocote que el exilio le ha permitido reflexionar que aunque viva persecución, «no hay nada mejor que tener la conciencia tranquila al actuar por el bien del país».
Para sostenerse en esta etapa de su vida dice que la comunidad internacional no lo ha dejado solo y además ha podido continuar su formación académica.
«Hace unos meses concluí una especialidad anticorrupción que estudié durante un año».
Al preguntarle si la llegada de Bernardo Arévalo a la Presidencia o la elección de nuevas Cortes (de Apelaciones y Suprema de Justicia) tendrán algún impacto en su caso, se muestra con esperanza.
«Tengo la esperanza de que, respetando la independencia judicial, la Procuraduría General de la Nación adopte una política de litigio estratégico en favor del Estado de derecho».
Aclara que esta política de Estado no debe ser para defender a las personas criminalizadas, «sino para garantizar que se haga justicia».
Además, dice que es crucial que el presidente Arévalo y su equipo consideren las recomendaciones de organismos internacionales sobre ese tema.
Se refiere a lo señalado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
«Con algo de empatía, el presidente Arévalo podría implementar una ruta para atender a los exiliados»
Asegura que su condición es «reflejo de fallas profundas en cualquier sociedad que aspire a ser democrática».
Rodas añade que las autoridades guatemaltecas «deben reconocer la situación de las personas exiliadas, no solo como un discurso».
«Debe ser parte de una política pública que garantice una vida digna para nosotros mientras no podamos regresar al país» afirma.
Respecto a las nuevas autoridades de la Corte Suprema de Justicia y Cortes de Apelaciones, afirma:
«Está por verse si realmente serán independientes o si seguirán siendo subordinadas a quienes han utilizado la justicia como herramienta de venganza».
El anhelo por un mejor futuro
En el exilio, Rodas dice que cuenta con «la fortuna de tener una madre cuya fe inquebrantable ha sido una fuente de fortaleza».
Son las oraciones de ella, según Rodas, lo que le ha ayudado a mitigar los aspectos negativos de estar lejos.
Por otro lado, indica que las decenas de exiliados se siguen preparando para cuando llegue el momento de poder volver, puedan contribuir al desarrollo de Guatemala.
Lo hacen «con fortaleza y con la conciencia de practicar la solidaridad colectiva para construir una sociedad mejor: sin corrupción, discriminación ni racismo».
Señala que lo hacen porque es importante combatir los problemas estructurales que afectan al país. «Merecemos un presente y un futuro mejor».
Sobre su regreso a Guatemala, indica que es incierto, porque es consciente que la situación del país aún no es la adecuada.
«Todavía no existe un Estado de derecho pleno ni una justicia verdaderamente independiente», afirma.
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