Las mascarillas N95 son las que brindan más protección ante la variante ómicron del coronavirus. En esta nota encuentras más detalles.
Texto: Lucía Gardel
Frente a la nueva ola de contagios por la variante ómicron, los especialistas recomiendan mejorar la calidad de las mascarillas y utilizar las que ofrezcan una mayor protección, aunque siempre teniendo en cuenta que cualquier mascarilla bien colocada es mejor que nada. ¿Cuáles son las mejores en este contexto? ¿Cómo mejorar el nivel de protección que brindan?
Un grupo de investigadores y científicos ─en gran parte del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina─ realizó un resumen con las mejores prácticas para el uso de mascarillas, basado en la evidencia científica disponible. Allí explican qué se debe priorizar al elegir una mascarilla: por un lado un calce y ajuste adecuado y, por el otro, la capacidad de filtrado de su material.
El estándar de oro de las mascarillas es el denominado N95 que filtra el 95% de los aerosoles que respiramos y exhalamos, aunque son más caras. Las más recomendadas para ser utilizadas por la población general son las KN95, que tienen cinco capas y ofrecen una eficacia de entre 80% y 95%, además de tener un buen ajuste si se consigue del tamaño adecuado a nuestra cara.
“Es posible que si toda la población quisiera usar la N95 el mercado no alcanzaría para que todos nos la compremos. Sí es mucho más accesible la KN95”, señaló Sol Minoldo, socióloga, investigadora del Conicet, comunicadora de Ciencia y una de las autoras del resumen. “Aunque por unidad cuestan más que las quirúrgicas, la diferencia de costo en parte se compensa porque permiten más horas de uso”, destaca el informe.
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Le siguen en cuanto a capacidad de filtrado de su material las mascarillas quirúrgicas que tienen tres capas y una eficacia de entre 60% y 80%, aunque su debilidad es el ajuste. Las mascarillas reutilizables “pueden tener buena performance, pero es importante que informen el porcentaje que filtran y que tengan buen calce y ajuste”. Los tapabocas caseros de tela son considerados los menos eficaces.
“Las últimas variantes, delta y ómicron, varias veces más transmisibles que el virus de Wuhan y con cargas virales muchas veces mayores en el tracto aéreo superior, exigen repensar el tipo de mascarilla que se recomienda. Prefiero siempre desde FFP2 [“Piezas de filtrado para la cara”, por sus siglas en inglés] en adelante”, recomendó la infectóloga Leda Guzzi, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
Y agregó: “Es importante empezar a promover el uso de mascarillas de buena calidad. Se convierte entonces en una necesidad que los Estados provean este insumo para todos aquellos que no puedan acceder por su costo”.
Tan importante como el material del que está hecha la mascarilla es su buen uso. Es clave que cubra boca, nariz y mentón, tenga buen ajuste y calce en la nariz y la boca para evitar fugas y que cuente con varias capas de tela o material no tejido.
Además, es clave seguir usándolas, especialmente en lugares con poca circulación de aire, en los que no se pueda mantener una distancia correcta (aun estando al aire libre o con ventilación), y cuando la exposición con otras personas (incluso con aire libre y ventilación) dure mucho tiempo, recomiendan los investigadores del Conicet.
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Actualización de las recomendaciones en Estados Unidos
Los Centros para el Control y Prevención de las Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) actualizaron la información publicada en su página web sobre los distintos tipos de mascarillas, y allí aclararon que, “si bien todas las mascarillas comunes y mascarillas de respiración (es decir, las especializadas como las N95) ofrecen un cierto nivel de protección, las mascarillas de respiración que se ajustan bien ofrecen un nivel de protección más alto”.
En esa línea, los CDC indicaron que las mascarillas de respiración bien ajustados aprobados por el NIOSH [N. de R.: Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional de los Estados Unidos] ─que filtran distintos niveles de partículas en el aire según el estándar que deben cumplir y se adhieren perfectamente a la cara cuando se ajustan correctamente─ son las que brindan el máximo nivel de protección, seguido por los KN95, las mascarillas quirúrgicas bien ajustados y, por último, los tapabocas de tela.
De todos modos, usar cualquier tipo de mascarilla o tapaboca es mejor que no usar ninguno, indican, al mismo tiempo que se sigue recomendando el uso de una mascarilla que brinde la máxima protección, se ajuste bien, sin que queden huecos o “fugas”, y se pueda usar constantemente.
En su página web, incluso, dan consejos e indicaciones de cómo hacer más eficaz su uso. Por ejemplo, se recomienda usar dos mascarillas, una desechable abajo y otra de tela arriba, para una mejor protección. Además, se recomienda usar mascarillas que sujeten detrás del cuello y la cabeza con bandas elásticas o lazos, en lugar de elásticos para las orejas.
También ofrecen otros consejos sobre cómo comprobar el uso correcto del barbijo.
Este texto fue publicado originalmente en Chequeado. Puedes leer la publicación original en este enlace.
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