Nieta de Alaíde Foppa: «La disculpa pública es un acto político valiente»

A través de un acto público, el Gobierno de Bernardo Arévalo de León ha reconocido que el Estado fue responsable por la detención y desaparición de la destacada intelectual Alaíde Foppa hace 44 años. Se tienen previstas más acciones simbólicas de reparación para su familia, a la que se le negó el acceso a la justicia y que sigue sin saber dónde está. Para mantener viva su memoria, la familia donó a la Biblioteca Nacional una colección de 8,500 libros de libre consulta a partir de enero de 2025.

Es 3 de diciembre. Alaíde Foppa estaría de cumpleaños (nació en 1914). Hoy también acompaña a su nieta Alaíde Solórzano Casamayor para que no se ponga nerviosa. Alaíde Foppa está …

Alaíde Foppa, Gobierno de Guatemala

Es 3 de diciembre. Alaíde Foppa estaría de cumpleaños (nació en 1914). Hoy también acompaña a su nieta Alaíde Solórzano Casamayor para que no se ponga nerviosa.

Alaíde Foppa está viva, está presente en cada letra de su poema “Ella y el tiempo”, según su nieta, y le da fuerzas para recitarlo:

«¿Quién dijo que es breve la vida?

si nunca acaba,

si cada hora

es apenas una lenta gota,

y es tan largo el día

que hasta le cabe la muerte»

La joven Alaíde, artista, compositora y actriz, viajó desde México para recitar tres poemas de su abuela en el Patio de la Vida, del Palacio Nacional de la Cultura.

«Yo le pedí que hoy estuviera conmigo. Estaba nerviosa, por ser parte de un evento tan significativo e importante», comenta a Ocote Alaíde.

Alaíde Solórzano Casamayor, junto a su padre Julio Solórzano, llegó a Guatemala para participar en el reconocimiento a su abuela desaparecida. Foto: Gobierno de Guatemala

Ella se refiere al acto de disculpa pública del Gobierno de Guatemala al reconocer la responsabilidad del Estado en la detención y desaparición de su abuela en 1980.

Por las omisiones posteriores a su desaparición, que al momento no han permitido esclarecer su paradero, también se realizarán otras medidas de reparación.

Esos actos, simbólicos y no económicos, también buscan reparar el daño y sufrimiento causado a los familiares. 

Además, forma parte de las peticiones que los hijos de Alaíde Foppa hicieron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos desde 2012.

Destacada intelectual

Alaíde Foppa era poeta, feminista, escritora, catedrática, periodista, crítica de arte y literatura. Se casó con Alfonso Solórzano con quien formó una familia de cinco hijos.

Aunque nació en España obtuvo la nacionalidad guatemalteca y la mexicana, donde se exilió junto a su familia después del derrocamiento de Jacobo Árbenz Guzmán.

Fue cofundadora de la revista Fem, pionera revista feminista en Guatemala, y creó la cátedra Sociología de la Mujer en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Además, fundó el programa radial Foro de la Mujer disponible en Memoria del Mundo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

El 19 de diciembre de 1980 regresó a Guatemala para una visita familiar y fue detenida y desaparecida junto al chofer que la acompañaba, Leocadio Ajtún Chiroy.

Nunca se supo de su paradero.

«La disculpa pública es un acto político valiente. En Guatemala y en Latinoamérica han pasado cosas horribles en manos del Estado», añade la joven Alaíde.

Para ella, nombrar y conocer lo que le sucedió a su abuela, como pasó con miles de personas durante el Conflicto Armado Interno, es importante «para que no se repita jamás».

En la misma sintonía opina su papá, Julio Solorzano Foppa, quien señala que «este es un acto para todos los familiares de los desaparecidos en Guatemala».

Él añade que «el presente de Guatemala es distinto al de hace apenas un año. Esto que sucede hoy no hubiera sido posible en ese momento».

Este presente, donde Bernardo Arévalo de León es el presidente de Guatemala y también hermano de Julio (ambos hijos del expresidente Juan José Arévalo), según confirmó a Ocote en el especial Aquí Pasó Algo.

En el evento también participaron las hijas de Alaíde Foppa, Silvia y Laura, acompañadas por otros familiares, activistas de derechos humanos, académicos y de organizaciones sociales.

De igual manera, el Comisionado Presidencial por la Paz y los Derechos Humanos, Carlos Amézquita y la Premio Nóbel de la Paz, Rigoberta Menchú.

Para Alejandra Flores, cantante soprano del Coro Nacional de Guatemala, que entonó música de protesta, el homenaje fue emotivo, emocionante y satisfactorio.

«¿Cuántos casos se han conocido de mujeres que torturaron, que violaron, que mutilaron y que desaparecieron como Alaíde Foppa?».

Añade que ese acto también es simbólico «para las personas que todavía tienen esperanza de encontrar a la gente que perdió. Es algo que llena el alma».

Donan su biblioteca personal

Como parte de las acciones en memoria de Alaíde Foppa, su familia donó el 26 de noviembre 8,500 libros de la biblioteca personal de la intelectual y de su esposo.

El lote de libros se encuentra en la Biblioteca Nacional de Guatemala Luis Cardoza y Aragón. Un aproximado de 3,300 ya fueron clasificados pero el resto aún está pendiente.

Según estimaciones del personal de esa biblioteca, los libros de esa colección podrán ser consultados en la sala de referencia a partir de enero de 2025.

Unos 8,500 libros de Alaíde Foppa fueron donados por su familia a la Biblioteca Nacional. Foto Lourdes Álvarez Nájera

Algunos de los títulos incluyen libros en español, francés e italiano sobre arte, literatura, feminismo, legislación, filosofía, geografía, política nacional o internacional, economía, entre otros.

Consultada al respecto, la exactivista y diputada de Semilla, Olga Villata, la colección «es un legado maravilloso para Guatemala».

No obstante, reitera que «se necesita mucha difusión y énfasis en la importancia de la lectura», porque las redes sociales contribuyen a que se pierda ese hábito. 

«No es porque seamos viejos que reivindicamos los libros, sino porque leer un libro implica ir despacio, ir reflexionando y dialogando con el autor o autora».

Legado intergeneracional

El legado de Alaíde Foppa permite conectar a diversas generaciones. Eso reitera su nieta Alaíde.

Otro de sus nietos es el abogado Juan Francisco Solórzano Foppa, quien menciona la importancia de extender el reconocimiento a otras personas desaparecidas.

«El camino correcto como país es el reconocimiento de los errores, buscar la concordia, y partir de ahí para regenerar el tejido social».

Añade que es importante que para sanar las heridas se hable de ellas y se reconozcan, para garantizar la no repetición de los hechos.

«Aunque hay una agenda regresiva en temas de derechos humanos, hay que ponerle un alto y este acto sirve para eso».

Entretanto, la diputada Villalta dice que vale la pena que se reivindique a mujeres como Alaíde por su aporte a la cultura y al feminismo, algo que la juventud está llamada a conocer.

«Es importante estar del lado de la historia y es importante empujar la rueda de la historia y a eso están llamados los jóvenes».

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¿Quieres conocer sobre qué leía, qué estudiaba y en qué creía Alaíde Foppa?. A partir de enero de 2025 su colección de libros puede consultarse en la Biblioteca Nacional de Guatemala.

Lourdes Álvarez Nájera

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