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Episodio 2: Aquí hubo un río

Las Vacas es uno de los ríos afluentes del Motagua, el más largo de Guatemala. El Motagua cruza 95 municipios y es en su paso por la zona metropolitana de la capital en donde más se contamina. Los desechos del vertedero municipal y las aguas residuales fluyen por kilómetros en el cauce hasta llegar a Honduras y al Caribe. En la ribera de aguas putrefactas está Santa Cruz, Chinautla. Una comunidad maya poqomam que por más de 50 años ha sufrido la contaminación que flota desde la ciudad capital.

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Imagina un río. ¿Qué ves? 

Quizás es una corriente de agua que fluye cristalina, lenta y acaricia la orilla.

O quizás es un torrente caudaloso, con un cauce lleno de rocas, en el que las olas revientan antes de volver a su veloz curso. 

Es probable que en tu río haya pájaros que trinan, ranas croando y grillos que chirrían entre los juncos. 

Hay muchas formas de imaginar un río; pero es probable que pocos imaginen este, del que te voy a contar.

Es un río gris, que parece haber perdido todo rastro de color. En su cauce se amontonan  botellas, neumáticos, ropa, lonas de plástico. Incluso navegan colchones. En algunos tramos, no se ve el agua: solo inmundicia.

En la ribera, en lugar de árboles frondosos y pasto verde, se acumula la basura. Vertederos improvisados, clandestinos, donde los camiones tiran sus desperdicios.  

El olor es nauseabundo. Putrefacción, heces, animales en descomposición, basura dejada por meses bajo el sol. Cada ráfaga de viento lo intensifica. Intentas no respirar, pero es inevitable. El olor entra y se queda ahí, incrustado en la nariz durante horas. 

Las personas que viven aquí cerca dicen que ya casi no lo notan. Que, seguramente, ya se acostumbraron.

Este río de basura es el río Las Vacas.

Las Vacas nace al sur este de la ciudad de Guatemala y termina en el Motagua, justo en la frontera entre los departamentos de Guatemala y El Progreso. Ahora estamos a mitad de su recorrido, a su paso por Santa Cruz, una aldea de Chinautla, en el departamento de Guatemala. 

Santa Cruz queda a unos diez kilómetros del Centro Histórico de la ciudad capital. También le llaman «la vieja Chinautla». Antes del terremoto de 1976 esta era la cabecera municipal. Luego se trasladó a lo que ahora es la Nueva Chinautla, justo al costado de la zona 6 de la capital. 

Mucha de la población de Vieja Chinautla, en su mayoría es indígena maya poqomam. Se quedó en Santa Cruz, donde nacieron sus padres. Se negaron al traslado.  

Visitamos Santa Cruz en mayo de 2024. Los meses más calurosos ya deberían haber pasado  y la lluvia tendría que haber comenzado, pero el sol pega con fuerza. Y, como en el resto de Guatemala, no han comenzado las lluvias. Se registran las temperaturas más altas en 30 años. 

Estamos en el centro de la aldea y el río pasa apenas a unos 500 metros. Una ceiba sobresale en  la plaza, donde algunos vendedores de dulces, de ropa y comida colocan sus puestos. A mediodía, Santa Cruz se llena de voces y risas. Los niños y niñas salen de la escuela y algunos jóvenes se reúnen en el centro del pueblo. En la pila comunal,   mujeres lavan y platican. Una  estampa  similar a la de decenas de aldeas de Guatemala. 

Pero aquí algo es diferente. Cuando llega  una tímida brisa, el aire fétido entra a correntadas. Es el río.

Hoy parece imposible, pero el río Las Vacas no siempre estuvo sucio. 

Estefana Martínez: Mi mamá me cuenta a mi «Yo cuando crecí, el río estaba limpio», dice mi mamá. Viene el río limpio, trae pescaditos, trae camarón, jute. Así decía mi mamá, quieren comer, vayan a traer con sus canastos para sacar, pero yo ya no vi eso. Yo nací en 1958 y mi mamá lo vio porque ella es más grande.Tiene 83 años. 

Narradora: Estefana Martínez nació y creció en Santa Cruz. Tiene 66 años, y se dedica a la alfarería, un oficio que guarda un saber ancestral. Las mujeres extraen a mano el barro y lo mezclan con paja y corteza de pino para hacer ollas, jarras y macetas. En 2012 el Ministerio de Cultura y Deportes de Guatemala declaró la alfarería de Santa Cruz patrimonio intangible de la nación.

Estefana es parte de una resistencia que los vecinos instalaron contra areneras que operan en el sector y que son  señaladas de afectar a los terrenos. Ella no conoce el río limpio con pescado, camarón y jute del que le habla su mamá, pero sí recuerda que, en cuando era joven, no llevaba tantos desechos. El mal olor tampoco era tan fuerte. 

Otros vecinos de la aldea tienen ese mismo recuerdo. Efraín Martínez también es alfarero. Tiene 61 años y es parte de las autoridades ancestrales de Chinautla.

Efraín Martínez: Se hacían bonitas pozas para bañarse, las piedras se veían. Había todo tipo de siembras alrededor: epazote, tomate, pepinos y sandías y todo se daba en todo el cauce del río, no era tan contaminado como hoy en día. 

Narradora: El río Las Vacas pertenece a la cuenca del Motagua. Es decir, es una especie de embudo que junta el agua de ríos, lagos e incluso la que se drena por el suelo. Y después, la lleva hacia el mar. 

En Guatemala hay 38 cuencas, que llegan al mar Caribe, al golfo de México y al Océano Pacífico. Una de esas cuencas es la del río Motagua, el más largo del país. Tiene casi 490 kilómetros. 

El Motagua nace en Quiché y atraviesa 95 municipios hasta llegar al Caribe. En su trayecto recibe el agua de varios afluentes, entre ellos, el del río Las Vacas. 

Alan Gatica, experto en calidad del agua, nos explica cómo funcionan los ríos de una manera bastante poética:

Alan Gatica: Los ríos son como seres vivos. Digamos que nacen, se alimentan de la lluvia, se reproducen a través de manantiales de nacimientos y crecen, digamos a medida que van siendo alimentados por estos ríos, tributarios, manantiales y nacimientos crecen y finalmente desembocan en otro cuerpo de agua, ya sea en un lago en otro río o bien en el en el mar en el océano. Yo digo que los ríos son seres vivos porque realmente están llenos de vida, el agua como la como la conocemos, en un río tiene una forma distinta cuando nace en la parte alta en las montañas y es muy distinta a la parte baja cuando ya ha recorrido una buena parte del cauce. 

Narradora: El problema, explica Alan, es que al igual que los seres vivos, los ríos también pueden enfermarse. ¿Cómo? Si se contaminan. 

Cuando a los ríos llegan otras aguas, como las residuales, estas transportan químicos como el fósforo y el nitrógeno, que provienen de lo que ingerimos. En grandes cantidades, hacen que el agua se vuelva verde y pierda oxígeno.

También están los residuos de las industrias, que muchas veces llevan metales pesados. 

Esta combinación de químicos y metales hace que esta agua ya no se pueda utilizar ni para el consumo humano, ni para regar cultivos. Si la contaminación es muy elevada, incluso puede dañar el suelo a su alrededor y hacer que la tierra se vuelva infértil. 

Alan Gatica: Lo que mantiene de alguna manera vivos esos ríos o lo que salva prácticamente a los ríos es la temporada de lluvias y si tenemos cada vez menos lluvias, entonces vamos a tener cada vez menos ríos que puedan auto recuperarse.

Narradora: Si queremos entender qué pasó en el río Las Vacas y por qué llegó a convertirse en ese río inmundo, tenemos que hablar de dos temas. El primero: las aguas residuales.

Alan Gatica: El río Las Vacas ha dejado de ser un río, más bien es una cloaca. Es un canal dónde se distribuyen aguas residuales sin tratamiento y llegan hasta el río Motagua constantemente y están, afectando desde una parte media de la cuenca, hasta la desembocadura en el Mar Caribe. Estos estos químicos y toda esta contaminación orgánica que lleva el río desembocan en el mar, en una zona que es de alta importancia. 

Narradora: En Guatemala, desde el 2006, existe un acuerdo gubernativo que establece los criterios y requisitos que se deben cumplir para la descarga y reuso de las aguas residuales. Pero en 18 años aún no se implementó. Esto ha traído consecuencias visibles, como el caso del río Las Vacas. 

La normativa fue aprobada en el gobierno de Oscar Berger y establece que las municipalidades deben hacerse cargo del tratamiento de las aguas residuales. Además, cuando se creó, exigió que para el 2015 se debía contar con al menos una planta de tratamiento por municipalidad. Pero el plazo para realizar esto se ha prorrogado  al menos ocho veces. 

Cuando María José Iturbide asumió el cargo de Ministerio de Ambiente en enero de 2024, aseguró  que no se ampliaría más el plazo. 

María José Iturbide: De aquí al 30 de mayo que es la fecha que se tiene para ya luego el Ministerio de Ambiente va a proceder con lo que se establece. Tenemos en mente no dar más prórroga, ya se han dado ocho prórrogas sobre este tema y queremos realmente implementar lo que establece la ley. 

Narradora: Iturbide renunció en abril de 2024, después de una publicación del medio Vox Populi, que reveló que su hija utilizaba vehículos oficiales para asuntos personales. En su lugar, asumió la bióloga Patricia Orantes, quien era diputada por el partido Semilla. Esta es ella, el día que se confirmó que sería la nueva ministra:

Patricia Orantes: Tenemos por eso muchísimas prioridades. La primera de ellas es trabajar de la mano con los gobiernos municipales para ir resolviendo poco a poco juntos el tema de la contaminación por basura y la contaminación por aguas residuales. 

Narradora: El audio anterior, el de la exministra Iturbide, no se escucha muy bien, pero ella menciona una fecha: el 30 de mayo de 2024. El acuerdo firmado durante el gobierno de Berger dice que, para entonces, todas las municipalidades deben presentar sus estudios técnicos que enumeren la cantidad y puntos de descarga de aguas residuales en sus municipios. 

Pero esto no pasó. El mismo 30 de mayo, la ANAM, la Asociación Nacional de Municipalidades, presentó un recurso en contra del reglamento. La Corte de Constitucionalidad resolvió con urgencia. Ese mismo día amparó a la ANAM. El 31 de mayo, la ministra de ambiente, Patricia Orantes dijo en sus redes sociales que el MARN está listo para dar una batalla legal. Para este episodio, pedimos una entrevista con la ministra Orantes y el viceministro de aguas, pero no nos dieron una fecha.

Según datos de Funcagua, la Fundación para la Conservación del Agua de la Región Metropolitana de Guatemala, la población descarga un promedio de cuatro mil litros por segundo de aguas residuales. 

Estas descargas van directas a las quebradas, ríos y lagos. A la cuenca del Motagua. El río Las Vacas recibe el 62% de estas aguas residuales. 

Pero la contaminación del río Las Vacas no se debe solo a las aguas residuales. Hay otro motivo por el que el río ya no es un río. Por el que arrastra toneladas y toneladas de basura, de ripio, plásticos y colchones. 

Para conocerlo, hay que ir a la zona 3 de ciudad de Guatemala. A un colector a cielo abierto que recibe diariamente más de dos mil toneladas de desechos; el equivalente a unos 147 autobuses diarios. Buena parte de estos van a parar, sin control, al río.

Quédate después de la pausa para conocer más.

***

Narradora: Escuchas a una mujer que está en lo alto de una montaña de desechos. Es una de las decenas de personas que trabajan en el vertedero de la zona 3 de ciudad de Guatemala, recolectando y clasificando los desperdicios. Desde la cumbre, guía a otros compañeros que tratan de avanzar entre los desperdicios de una ciudad. La lluvia formó una correntada dentro del basurero. Arrastra vertiginosa plásticos, piedras y bolsas para  convertirse en un río de agua gris que les llega a las rodillas. 

Algunos se toman de la mano o se empujan. Les cuesta mantener el equilibrio. De pronto gritos. 

Alguien queda atrapado en la corriente. Lo arrastra metros abajo. Intenta ponerse de pie varias veces. No lo logra. Otros hombres corren a ayudarlo, pero no consiguen llegar. El río va mucho más rápido y termina por arrastrarlo. 

Esto sucedió en abril de 2021, pero es común que este tipo de tragedias ocurran en un vertedero colapsado.  

El código municipal guatemalteco establece que son las alcaldías las que se encargan de recolectar y tratar los residuos. En 1966, la municipalidad de Guatemala cerró el primer vertedero de la capital de Guatemala, ubicado en la zona 7, donde ahora está el estadio del Club Social y Deportivo Municipal. Había terminado su vida útil.

Entonces, las autoridades dispusieron un área en la zona 3. Ahí llegarían los desechos de la ciudad capital y de otros 14 municipios.

Para 2014, según Waste Atlas, una herramienta que mapea los residuos alrededor del mundo, el vertedero medía más de 19.3 hectáreas, digamos unos 27 estadios de fútbol.

Aquí ingresan alrededor de tres toneladas de residuos al año. Diariamente, se estima que en Guatemala cada persona produce al menos 1.1 libras. 

Dentro del vertedero hay personas encargadas de la clasificación y separación de los desechos. También trabajadores de organizaciones o cooperativas que se dedican al reciclaje y la gestión de residuos. Estos trabajadores enfrentan condiciones laborales precarias y riesgos para su salud. También hay recolectores informales que buscan entre la basura para encontrar materiales que puedan aprovecharse y vender.

La idea es que el basurero que está en la zona 3 fuera un relleno sanitario. Un lugar en el que los desechos se depositan y se compactan tras cubrirlos de tierra. Pero esto no sucedió.

Estefanía Dahinten es ingeniera ambiental y ha investigado el manejo integral de residuos y desechos sólidos:  

Estefanía Dahinten: Para que un relleno sanitario realmente funcione tiene que cumplir con ciertas condiciones, entonces el ideal es justo que no esté, por ejemplo, en áreas de barrancos, en áreas como un nacimiento de un río, la parte alta de una cuenca. 

Narradora: Y aquí encontramos el principal error del vertedero de la zona 3. No es solo el hecho de que los desperdicios se tiren ahí sin mayor control. Es que el basurero de la ciudad de Guatemala está al borde de un barranco. Y al fondo de ese barranco fluye el río La Barranca, que alimenta el río Las Vacas. 

Alan Gatica: El río Las Vacas también recibe zonas de escorrentía que atraviesan sistemas de desechos sólidos, como lo es el basurero de la zona 3 de la ciudad de Guatemala, que es el basurero más grande de aquí del país y que año con año pues al recibir agua pluvial o lluvias, estas lluvias arrastran una buena parte de la basura sólida, de los desechos sólidos y estos finalmente van a parar al río Las Vacas.

Narradora: Lluvias que forman surcos en la basura, como el que arrastró al trabajador en 2021. 

Estefanía Dahinted explica  que, para evitar esto, el basurero debería tener una capa impermeabilizadora. Así, los líquidos, que se generan por la descomposición, no traspasan el suelo y no contaminan las fuentes de agua subterráneas. 

Estefanía Dahinten: Estos rellenos sanitarios tienen que sí o sí tener una membrana que no permita como la permeabilidad para empezar, verdad? Entonces todo lo que sea depositado en esos espacios. No va a generar contaminación tal que el suelo pueda absorber. Entonces tienen que estar prácticamente impermeabilizados los espacios no tendrían que estar en ningún área cercana a pues a la sociedad.

Efraín Martínez: La contaminación empieza como en el año 90, se empieza a sentir fuerte cuando el relleno sanitario la zona 3 se va a llenando, se va llenando cada día y al no tener un tratamiento adecuado se empieza a venir todos los desechos de la ciudad capital y empieza a verse con mayor, o sea, tiene mayor visibilidad todas las toneladas de basura que se vienen hasta hoy en día.

Narradora: Escuchas de nuevo a Efraín, el vecino de Santa Cruz, en Chinautla. Efraín recuerda que el mal manejo del vertedero de la zona 3 no sólo ha causado tragedias, como la que te contaba hace unos minutos. A largo plazo también ha causado daños en el ambiente y en la salud de las personas.

Efraín Martínez: que las enfermedades empezaron a darse con mayor frecuencia en males estomacales y pulmonares e incluso ha habido muertes porque como tampoco hay buen los medicamentos en los puestos de salud, entonces esto empeora la situación y nosotros hemos padecido todo esto y nuestros familiares también…  nuestros vecinos enfermedades, aunque hoy en día vemos algunos que hemos ya creado esas defensas, pero sí ha dañado bastante el tema de salud toda la contaminación

Narradora: Cuando el río crece en la época lluviosa todo empeora. Los olores se hacen más fuertes, casi insoportables. Esto trae malestares estomacales, dolores de cabeza y náuseas.

Estefana: Por ejemplo, yo vivo a la orilla del río, hace poco vino el río, estábamos comiendo con aquel olor, ¿qué le va a aguantar aquel olor? Por eso se enferman los niños, las personas con dolor de estómago o vómitos porque muy fuerte el olor del río. 

Narradora: Estefana, la otra vecina de Santa Cruz, nos habla desde la entrada a la aldea. Está junto a otras mujeres, resguardada del calor bajo un toldo blanco. 

Los camiones de las areneras que operan en el sector levantan nubes de polvo que dificultan la vista. Son las 10 de la mañana y las mujeres empiezan a colocar mantas con mensajes como: “Resistencia pacífica Santa Cruz Chinautla”, “El pueblo maya Poqomam tiene derecho a la consulta y a decidir por su territorio”. 

Los vecinos de Santa Cruz viven desde hace años en una tensión constante con las areneras que se instalaron en la aldea en los noventa. Señalan a las empresas de afectar a las estructuras de las casas y de desviar el caudal de uno de los ríos.   

El sonido que escuchas de fondo es el de los camiones que van y vienen, llenos de arena. Una de las mujeres nos muestra la vista, en lo alto lo que más resalta son los cerros partidos, y abajo el río de agua gris y la inmundicia. 

Estefana: ¿Qué vamos a hacer si la capital nos tira todas esas cosas, basura, ripio, desagüe, todo? Ahora nuestro pueblo está jodido, nos agarran como basurero como la capital. La capital le dice el alcalde: “Mi ciudad limpia”, pero Santa Cruz Chinautla se está muriendo en la basura y en la contaminación del río. 

Narradora: Estefana se refiere a los slogans y frases que la municipalidad de Ciudad de Guatemala utiliza en su cosmético discurso sobre la limpieza de la capital. 

Efraín Martínez: En varias ocasiones se ha intentado llamar la atención a la municipalidad especialmente la de Guatemala porque la responsable pero también las municipalidades de acá porque no alegan sus derechos porque como les decía solo van a tirar ahí los desechos y cuando crecen los ríos en los inviernos, pues se trae todos los desechos, entonces tienes responsabilidad todas las municipalidades según tengo entendido que son 14 municipalidades que van a tirar sus desechos ahí. 

Narradora: Aunque la ley especifica que son las municipalidades las responsables de los sitios de disposición final de la basura, el Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales es la institución que, desde el sector público, se encarga de la conservación y el uso sostenible de los recursos naturales.

Hablamos con Jorge Grande, el director de la unidad de gestión integral de desechos sólidos del Ministerio de Ambiente.

Jorge Grande: El tema de disposición final podemos ver muy pocos proyectos de rellenos sanitarios, generalmente la mayoría son vertederos a cielo abierto.

Narradora: Para Jorge Grande, uno de los retos es la infraestructura, porque son los gobiernos locales los que deben invertir en ella. Este es su segundo periodo a cargo de la dirección de Gestión de Desechos y Residuos Sólidos. Cuenta un poco de los planes de este gobierno para solucionar el problema.

Jorge Grande: Pues ahorita con las nuevas directrices es ir acercándonos a estas municipalidades y teniendo ese acercamiento ir buscando esas alianzas con cooperación internacional y buscar esos fondos para poder tener por lo menos como de esos ejemplos piloto de poder tener ya rellenos sanitarios, propiamente buscando líneas de Mancomunidad. 

Narradora: Muchas municipalidades tienen presupuestos reducidos, o consideran como prioritarias otras obras;  y esto las limita a invertir en infraestructura. Grande menciona que sería ideal que las municipalidades busquen alianzas entre sí para tener rellenos sanitarios y plantas de tratamiento. 

Una de esas posibles soluciones, dicen los especialistas, podría estar en reducir los desechos y reciclarlos. 

¿Recuerdas que te comentaba que desde 2006 existe un acuerdo gubernativo para regular las aguas residuales que no llegó a implementarse? En 2021, en Guatemala se aprobó otro reglamento, este para la gestión integral de los residuos y los desechos sólidos. Esta norma establece que tanto la ciudadanía como las empresas deben comenzar a separar sus residuos. Tres años después, es una norma que tampoco se ha puesto en práctica.

Estefanía Dahinten: Tenemos como ese concepto de que para nosotros todo lo que ya no nos sirve es basura, ¿verdad? Pero justamente todo va a ser basura en la medida en la que yo lo tire todo junto, y esto aplica tanto en la casa como en una empresa, donde desechan todo por igual sin ningún tipo de separación ni nada. En la medida en la que no hay un orden, no hay voluntad, falta esta educación, que justo es como la clave de todo. 

Jorge Grande: Al final el vertedero es lo que vemos, pero hay muchas cosas antes de llegar al sitio de disposición final es una cosa que debemos de mejorar para que también estos vertederos tengan un mejor manejo y que no todo el 100% de lo que generamos en las casas llegan a estos vertederos. 

Narradora: Pero ¿qué sucedería si los desechos que tiraras en el bote regresaran de inmediato a la puerta de tu casa y se acumulara ahí? Suena a una pesadilla pero sí pasa, en Santa Cruz, Chinautla. El manejo de residuos sólidos es deficiente. Para empezar, nadie recoge la basura de las personas que viven ahí. 

Efraín Martínez: Mire, aquí no hay un tren de aseo y es por el mismo motivo de que las personas dicen. Bueno, cómo es de que vamos a pagar que se lleve nuestra basura cuando sabemos que va a regresar otra vez, entonces es un problema que tenemos aquí, serio tratamos de trabajarlo por eso nosotros como cuando fuimos Consejo Comunitario pusimos los paneles que se ven ahí en el parque para tratar reciclar todos los desechos, pero es una tarea que es bien difícil porque muchas personas no tienen esa educación de recoger y dejar en un lugar adecuado todos los desechos

Narradora: Si la basura va a regresar, multiplicada, ¿qué sentido tiene entonces separarla, reciclarla o incluso preocuparse en botarla en el basurero? La desesperanza y la frustración de los vecinos de Santa Cruz ha hecho que muchos dejen de preocuparse por el ambiente.  

Estefana: Yo escojo los plásticos, los quemo en la casa. Escojo los cartones y los echó para mi fuego y ahí voy. Si saco otras cosas, como los plásticos o esas botellas de jumbo yo los quemo. Diario quemo un poquito mi basura no hay mucho humo, no hay mucha contaminación porque en el patio de la casa lo quemo. Ya terminando de quemar, ya en la tarde llevo la ceniza ahí a la orilla del río, que el río lo lleva para abajo. 

Narradora: Así como el mal manejo de los residuos y las aguas negras impacta en la vida y salud de las personas en Chinautla, esa contaminación eventualmente llega a otros sitios. Llega al mar.

Alan Gatica: En el año 2013, 2014 se realizó un estudio en donde se pudieron detectar en sedimentos en muestras de agua y también en tejidos orgánicos de los peces incluso en zonas más allá de 25 o 30 kilómetros de la desembocadura del río Motagua se identificaron restos de plastificantes, o sea, son los químicos que se utilizan para fabricar las bolsas, los envases de plástico, los desechables, entonces estos ya están pasando al agua y luego a los sedimentos y también a los propios peces que se alimentan en esa región se podría decir que esos químicos plastificantes ya están dentro de los peces, ya están dentro de los organismos y esto compromete seriamente la reproducción. 

Narradora: El arrecife Mesoamericano del Caribe se extiende en los fondos marinos de Belice, Guatemala, Honduras y México. Es el segundo arrecife de barrera más largo del mundo que se extiende por mil kilómetros de costas. Y es un lugar que resguarda la biodiversidad. Tortugas marinas, más de 60 tipos de corales y más de 500 especies de peces que están en peligro de extinción. Las toneladas de basura, que viajan desde Guatemala a través del río Motagua, llegan a esta zona.

En 2022, diputados hondureños presentaron una iniciativa de ley para demandar a Guatemala por los residuos que llegan a sus playas. Ese año, la ministra de ambiente de Honduras, Liliam Rivera Hipp, emitió un comunicado. 

Liliam Rivera Hipp: Como gobierno de Honduras hemos insistido en que el problema por contaminación de residuos sólidos en la cuenca del río Motagua tiene que ser atacado de raíz. Con una solución definitiva ya que los más afectados somos los hondureños y las especies marino costeras de la zona. Recientemente desde mi ambiente emitimos un comunicado que desmiente las declaraciones del Ministerio de Ambiente del país hermano, ya que no podemos decir que se logró detener la marejada de desechos sólidos a nuestras costas, cuando los hechos demuestran lo contrario. 

Narradora: Desde Guatemala, comunidades y organizaciones han sumado esfuerzos para detener el río de basura. Como Biosfera Gt, con el apoyo de Ocean Clean Up, una organización holandesa que impulsa iniciativas para mantener libre de plástico el océano.  Mario Zea, director de Biosfera GT, explica cómo funcionan las biobardas que han instalado en San Antonio las Flores, otra aldea de Chinautla, río abajo.

Mario Zea: Las biobardas son material plástico igual, la ideología es que se mantengan conectadas todo el tiempo para detener el material que llega en la corriente del agua. Están hechas de una base que tiene unas cadenas fortalecidas. Logramos contener diría yo… hasta un árbol, hemos sacado árboles que van arrastrados en el río. Entonces la tecnología está bastante fortalecida para detener todo lo flotante. Tiene una malla de contención que puede detener materiales en la parte de abajo y eso es lo que hace que sea bastante eficiente, te digo son materiales de plástico con la ideología de que soporten las temperaturas altas.

Narradora: Luego de que estás bardas detienen los residuos, los sacan del agua con palas y máquinas. A diario en invierno y cada quince días en verano, ya que el caudal no es tan grande.

Mario Zea: Bueno, ya pasan por una banda de selección en donde lo separamos. Principalmente le quitamos la arena y la piedra porque esos son que te dijera yo productos que tienen mucho peso y de ahí ya separamos el plástico y es el que se utiliza para nosotros como producto final lo que tenemos es la producción de madera plástica.

Narradora: Esta madera plástica es un sustituto de la madera tradicional. Algunas fincas la implementan para hacer cercos. Pero no todo el plástico que se rescata es útil, ya que está muy degradado por el sol y el agua. Actualmente la organización busca cómo financiarse para seguir operando porque la venta de madera plástica no es autosostenible. 

Terminamos este episodio donde lo empezamos, en el centro de Santa Cruz, a la orilla del río de basura. Ahí, en la pequeña comunidad, los pobladores se esfuerzan para solucionar un problema con muchas aristas, muchos responsables y con pocas luces. 

Hay grupos organizados para hablar del ambiente y qué hacer para cuidarlo. 

Efraín Martínez: Nosotros los pueblos originarios cuando reclamamos y decimos algo es porque ciertamente está ocurriendo en nuestro territorio. Entonces lo que pedimos y exigimos al Estado es que respete los derechos humanos y especialmente los derechos de los pueblos indígenas.

Narradora: Para los pueblos mayas en Guatemala el agua no solo es un elemento que se necesita para subsistir. Es un símbolo sagrado de vida que debe ser respetado. 

Los pobladores de Santa Cruz se han organizado alrededor del agua del río que pasa por su aldea. Muchos de ellos, como Efraín o Estefana viven del barro que extraen de los nacimientos que se encuentran en las laderas. 

Mientras la basura continúa su curso descontrolado y las aguas residuales circulan sin un tratamiento adecuado, el río Las Vacas sigue moribundo. Ya no es el mismo que era hace 50 años. Tampoco será el mismo dentro de otros 50. Pero, quizás, aún no es tarde para rescatar aquel paisaje bucólico donde la población se bañaba en sus pozas, en que las piedras se veían en el fondo y en sus orillas se sembraba epazote, tomate, pepinos y sandías. Aquel  río que traía pescaditos, camarón y jute.

Aunque muchas de las acciones para solucionar el gravísimo problema de contaminación del agua deben hacerse desde el Estado, tú también puedes tomar acción. Aquí te dejamos cinco ideas. 

  1. Exige soluciones a tus autoridades locales, municipales y legislativas. En redes sociales, con correos y visitas.
  2. Separa  los residuos en orgánicos e inorgánicos. .Y, si te es posible, inspira a familia, en tu espacio de trabajo o estudios y en tu vecindario.  Si te está en tus posibilidades  composta  los residuos orgánicos 
  3. Reduce tu consumo para reducir tus desechos. En especial el plástico. Puedes comenzar a rellenar tus envases de jabón, champú, cloro y otros insumos que utilizas en casa. Compra productos con empaques orgánicos, lleva siempre tu bolsa de compra. 
  4. Piensa que las personas que trabajan en los vertederos son recicladoras de primer nivel; merecen una remuneración justa y condiciones laborales dignas.
  5. Acércate a organizaciones como Biosfera GT  y haz un voluntariado. Actualmente, en su página web, tienen un formulario de inscripción para apoyarlos a dar cursos sobre educación ambiental.

María Olga Domínguez Ogaldes

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