Reseñas Ocote
Dos cantautoras sin fronteras
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Tradición es una palabra que tiene una luz particular en el arte. A diferencia de su uso navideño o cuaresmal, la idea de tradición en la cultura alude a un diálogo sostenido entre tiempos y generaciones que permite distinguir, no solo los aportes y valores de lo presentado, sino su conexión con esas raíces a las que, irremediablemente, nos vemos conectados.

Empezar hablando de conexiones en un comentario sobre dos compositoras, dos cantantes que se abren camino fuera de las fronteras de este país, es justo la manera de abrir el mapa, es decir, para escuchar, leer y celebrar el trabajo artístico sí que vale la pena hacer un breve recorrido por ese mapa, el de dos artistas: A Veces María, y Dominique Hunziker

A Veces María //

A Veces María nace recién, el 9 de febrero lanzó su primer sencillo, y tiene varios de los componentes que la música contemporánea nos puede proponer, contemporánea en el sentido del tiempo histórico: transfonterizo, transgénero, híbrido. María, la cantante y líder del proyecto, es guatemalteca, estudia cine en México y tiene un generoso pasado como cantante en una banda de Quetzaltenango que conquistó, a mérito propio, la escena indie del país.

El sencillo: A veces (No soy yo). Pues sí, es un bolero. Para empezar. Y qué rico poderse preguntar ¿qué es un bolero en el siglo XXI?, qué rico tiene que ser poder transitar entre ese mundo sensible y analógico del bolero, género de la memoria familiar mesoamericana, y pues sí, de cierta forma de sentirnos, y las libertades de los lenguajes contemporáneos, la música indie, el cine, la fotografía, la reflexión de las identidades de género. A saber: requinto, percusión, dejar ir el bolero y luego: “que prefirió cortar la flor aunque se marchitara, y no regarla a diario para que siempre brillara”, un verso que perfectamente hubieran cantado Los Panchos, un bombo que late (literalmente), sintetizadores, una guitarra con un delay melancólico; y un videoclip digno de una noche futurista en un salón de baile del pasado mexicano.

El segundo sencillo y videoclip, Gato gris, busca una ruta sensiblemente distinta como género, pero no como espíritu, de nuevo el indie busca pareja en el salón de baile de la experimentación y en esta balada gana el jazz, y gana el blanco y negro para el videoclip, una especie de minidocumental íntimo de un gatito y María. Una pieza que en contraste con la anterior, busca más bien dejar crecer la voz de María hacia texturas, filtros y polifonías que, entre un sencillo y otro nos dicen un poco “de esto somos capaces” y la verdad, entusiasma.

María fue largos años cantante de Glass Collective, ganadora de Tigo Sounds en Guatemala, se lanza a abrir su propio camino en el mundo mexica, no va sola, le acompañan un grupo potente de músicos y cineastas, su productor mexicano Fernando Ibarra, y su casa guatemalteca Cultura Volcánica.

Dominique Hunziker //

El primer sencillo de este nuevo disco en camino, No es el fin, aparece escrito por 5 personas, una de ellas la intérprete, cuya voz es de una textura inolvidable, y no por adjetivar superlativo, no, la voz de Dominique Hunziker es justo eso, una sensación, táctil, un abrazo podría ser también.

La cantante guatemalteca se mudó a Suiza hace algunos años en los que, como anunció en sus redes, pasó un periodo preparándose para traer nuevas noticias y recién las acaba de traer en marzo del 2024.

No es el fin es una canción que mezcla con dulce descaro el francés, el español y las tradiciones populares de ambos mundos, entre armonías y acordes que remiten a voces populares francófonas y ritmos y percusiones que recuerdan las murgas y las chacareras del sur de América. Será porque en ese grupo de creación que acompaña a Hunziker los apellidos son muy diversos y las nacionalidades también, incluyendo al argentino Agustín Nicanor del Pozo.

“Es aquí que recordamos el reencuentro”, dice un poema que recita en medio de la canción, y sí, reencuentro es lo que esta canción trae, una cantante que ha sabido invoca sus mundos con libertad y poesía, y tiempo para crear, y se nota, y se agradece.

El segundo sencillo del disco en camino, Strangers, son casi cinco minutos de emoción en estado puro. Esta vez en inglés, Hunziker apuesta más bien por una instrumental más bien simple, un sintetizador que acaricia sin descanso toda la canción y una guitarra acústica sin pretenciones, a lo mejor para que el instrumento que lleva la canción sea, con justicia, la melódica y, pues sí, sin tapujos: dulce voz de Dominique Hunziker.

Dominique publicó su disco Dos profundidades en 2017, y salvo dos sencillos, de entonces a ahora, ha estado cocinando a fuego lento este nuevo disco que trae entre manos. Por lo pronto No es el fin es digna de sonar en carretera a todo volumen en una mañana soleada, fresca y despejada, como la canción, como Dominique.

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