Romeo Guerra, candidato a la vicepresidencia de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), parece esconderse del ojo público durante la segunda vuelta electoral. Pero, incluso antes, se sabía poco de él. Excepto sus apariciones en medios locales, en donde no salió muy airoso. ¿Quién es el hombre que acompaña a la experimentada Sandra Torres? En Ocote intentamos hacer un perfil sobre este ex pastor evangélico que el mismo partido se ha encargado de situar como un personaje secundario.
«A mí me han criticado tantas veces. Yo estuve hasta en un proyecto de la NASA», dijo Romeo Estuardo Guerra Lemus, el candidato a la vicepresidencia de Sandra Torres por la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE). Su declaración se la dio a un medio local en Quetzaltenango, el 5 agosto. Esa, es una de las pocas entrevistas que dio durante la campaña de la segunda vuelta electoral.
De hecho, en esa misma transmisión buscaba remediar las declaraciones que había dado el 21 de mayo en otra entrevista.. En Sam Chun informa, un medio departamental con más de 423 mil seguidores en Facebook, le fue difícil explicar la maestría que había cursado. «Tengo una maestría en tecnología y cosas de tipo ongs», titubeó.
Romeo Guerra se pone zancadilla a sí mismo.
A esos desaciertos ante los medios, se le suma el papel que tuvo durante un debate con otros candidatos a la vicepresidencia, en la primera vuelta. A Guerra se le dificultó responder si estaba a favor de mantener relaciones diplomáticas con China o Taiwán y, zanjó con un cantinfleo en que desarrolló un discurso sobre la posibilidad de conseguir el Estatus de Protección Temporal (más conocido como TPS) para los migrantes en Estados Unidos.
Esos tropezones, su poca elocuencia, y quizás, su pocas tablas en lo público, podrían explicar por qué razón se ha alejado de la prensa. Por ejemplo, Prensa Libre, un medio con alcance nacional que el 1 de agosto, en su edición impresa, publicó que Guerra había declinado una entrevista que le hicieron junto a Guatevisión
Para esta publicación, Ocote también buscó entrevistarlo, pero su equipo de comunicación no facilitó un espacio, pese a que se le solicitó desde el 3 de agosto. El candidato tampoco respondió llamadas ni mensajes.

El pastor y sus maestrías evangélicas
Romeo Guerra nació en la Ciudad de Guatemala el 12 de noviembre de 1975. Y ha sido pastor evangélico. Esas son dos certezas dentro de una hoja de vida llena de vacíos.
En las escasas y dispersas entrevistas ha ido soltando algunos de los méritos que él mismo se atribuye. Cursó la licenciatura en administración de negocios en el Instituto de Educación Abierta de la Universidad Galileo. No aclara si obtuvo el título por realizar un proyecto de administración de empresas, o si fue por cursar un año de maestría como lo permite la carrera.
Guerra aseguró que tiene una maestría en “tecnología y administración cristiana” y otra en “tecnología y administración ministerial”. Estas las realizó en la Latin University of Theology y para demostrarlo mostró uno de los títulos durante una entrevista, la misma en la que buscó apaciguar las burlas que le hicieron por no poder explicar su recorrido académico.

En el sitio web que habilitó el Tribunal Supremo Electoral (TSE) para los candidatos que compiten por la presidencia también se menciona que el candidato estudió en ese sitio. Según una investigación de No-Ficción, esta institución ubicada en Quetzaltenango ha ofrecido licenciaturas, maestrías y doctorados exprés pese a que ni la institución ni los títulos están registrados o tienen validez en Guatemala.
Esa entidad, de acuerdo con el reportaje, ha otorgado esos supuestos grados académicos a personas del gobierno de Alejandro Giammattei, como el ex comisionado presidencial de diálogo, Andrés Silva Mundo, que recibió el puesto pese a no contar con la acreditación de títulos que se requerían.
Guerra ha asegurado, también, que es empresario, sin dar más detalles. En el Registro Mercantil únicamente le aparece un comercio particular llamado Espa.
Guerra afirma que conoció a Sandra Torres en las elecciones pasadas, de 2019, a raíz del caso en el que ella estaba implicada por financiamiento ilícito en su campaña electoral de 2015, que investigó la antigua Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) y la extinta Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). La política buscó a Romeo Guerra Lemus -el padre de Romeo, el candidato- para que orara por ella.
Romeo Guerra, padre, fallecido en 2022, en los noventas fue fundador de la iglesia cristiana Sión en 1994. También fue parte de la Alianza Evangélica de Guatemala, que reúne a decenas de iglesias, y fue fundador del Consejo Apostólico de Guatemala. En el actual gobierno , el Consejo Apóstolico celebró un evento en el que el presidente Alejandro Giammattei firmó un acuerdo para facilitar la inscripción de iglesias evangélicas.
En la página de Facebook de la Iglesia Sion, en la que todavía aparecen predicas de Guerra, se detalla que esta presta servicio los domingos en la sala 7 de Cinépolis de Oakland Mall.
Guerra, el candidato, ha dicho que tiempo después a aquellas sesiones de oración, Torres lo invitó a formar parte de la UNE. «Me dijo: “Estuardito ayudeme, tráigame gente buena, gente que tenga buen corazón para ayudar a Guatemala”. Así empecé de vicepresidenciable», relató en una entrevista que le realizaron en MÁS TV, un medio que funciona en redes sociales.
Otra certeza: ella le llama Estuardito, mientras que él la llama Sandrita.
Guerra antes de ser el compañero de fórmula de Torres, fue pastor de la Iglesia Sion. Algunas de sus prédicas están en redes sociales. Eso hizo que el partido TODOS buscara anular su candidatura a través de un amparo, pues señaló que se violentaba el artículo 186 de la Constitución, que establece que «los ministros de cualquier religión o culto» no pueden optar al cargo de presidente y vicepresidente. Pese a eso la Corte de Constitucionalidad avaló su inscripción.
[Lee más en: «Ministros de culto» no solo son los sacerdotes, como afirma el vicepresideciable Romeo Guerra]
El interés de Guerra en la política y el funcionamiento del Estado, ha asegurado, viene de tiempo atrás, desde antes de estas elecciones. Pero siempre desde la iglesia.
Guerra afirmó que Quique Godoy, el economista, es como su maestro en temas de política.
Al consultarle a Godoy, el también analista político y anfitrión de programas televisivos y radiales, matiza la declaración de Guerra y explica cómo conoció al candidato. Afirma que entre 2010 y 2015 realizó diferentes charlas para hijos de pastores de las iglesias. Entre ellos estaba Guerra. «Había un grupo que se llamaba Próxima Generación», dice.
Godoy explica que esas charlas eran sobre legislación y funcionamiento del Estado. «Por ejemplo la Ley de Lavado de Dinero y Otros Activos para que no cayeran en ningún lío o sobre cómo podía acercarse la iglesia a la sociedad en proyectos para reducir la violencia. Romeo Guerra escuchaba atento y participaba», dice.
La politóloga Celia Luna explica que Sandra Torres pudo elegir a un pastor como candidato a la vicepresidencia para conseguir los votos del sector conservador de Guatemala y así sumarlos a ese voto duro en áreas rurales que ha demostrado tener en tres elecciones. Eso concuerda, dice, con el discurso que ha tenido durante la segunda vuelta electoral, en el que ha atacado a la población LGBTIQ+ y se ha opuesto al aborto.

El asesor que en realidad es técnico
Aparte de pastor, Guerra también trabajó para el Ministerio de Cultura y Deportes. Aunque en la página web de la UNE se afirma que fue «asesor» de esa institución, en los registros públicos queda plasmado que su trabajo en realidad fue el de un «técnico».
De acuerdo con el portal Guatecompras, Guerra laboró entre 2019 y 2020, en el Centro Deportivo de Gerona, que forma parte de la cartera. Su sede se encuentra a un costado del Ministerio Público, y colinda con la deprimida zona de las abandonadas vías del tren..
En su contrato, en el que se identifica como estudiante y no como licenciado, se específica que prestaría sus servicios «técnicos» para dar apoyo en los lineamientos de logística y cumplimiento de actividades deportivas de ese centro. Además, se detalla que debía colaborar en estos eventos tal como se le requiriera. Por esos servicios tenía un pago en promedio de Q9 mil.
En una nómina de la época en la que trabajó en el ministerio también es identificado como «técnico» y no como «asesor», el cargo con el que se identifica públicamente.
Un entrenador de fútbol del centro deportivo lo recuerda. Ríe con desdén cuando se le pregunta sobre su desempeño en el lugar. Dice que “de vez en cuando” organizaba algún partido o campeonato de fútbol. Asegura que no lo veía todos los días y que incluso había semanas en las que pasaba sin saber de él.«Bueno, tal vez trabajaba en otros centros deportivos del ministerio», dice dubitativo. Aunque sus dos contratos especifican que su trabajo debía ser en este espacio ubicado en Gerona.
Un guardia y un jardinero con más de siete años de trabajar en el gimnasio no lo recuerdan.
Lejos de Torres
Guerra no ha acompañado a Torres en los últimos mítines. De hecho, en una caminata realizada en el Centro Histórico, la candidata iba la cabeza junto con otras personas mientras que su compañero de fórmula le seguía unos pasos atrás.
Esa caminata fue transmitida en vivo en las redes sociales de Torres. Mientras ella avanzaba los micrófonos seguían abiertos. Eso permitía escuchar todas las conversaciones que mantenía con sus acompañantes. Una de esas pláticas fue entre la candidata y Marcelo Rojas, dirigente de La Terminal que ha apoyado los gobiernos de Jimmy Morales y Alejandro Giammatte, y que durante esta campaña electoral la ha apoyado..«Yo mejor hubiera sido su vicepresidente», le dice Rojas a Torres. Ella le contesta entre risas:.«¡Y no es cuento!».
De ganar las elecciones este 20 de agosto, Romeo Guerra tal vez podría correr con la misma suerte que el vicepresidente Guillermo Castillo, que casi al final de su período,se mantiene tras bastidores.