Elecciones 2023
Zury Ríos, la caída al pelotón perdedor
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Zury Ríos perdió. La hija del general fue derrotada en unas elecciones cargadas de anomalías y sorpresas. Una de las candidatas más fuertes por sus alianzas con diversos poderes, no alcanzó la segunda ronda. Durante el camino parecía tener todo a favor, encuestas y analistas la posicionaban entre las primeras de fila pero solo alcanzó el sexto lugar


El contador de votos dejó de estar en cero. Los primeros datos llegaron y en las pantallas  de los medios,  en el centro de cómputo, surgieron las fotografías de los candidatos punteros: Bernardo Arévalo, Sandra Torres y Zury Ríos. «Posible segunda ronda» se leía en las LED de Prensa Libre y Guatevisión. Los primeros dos se mantuvieron con el paso de las horas, pero la hija del exdictador José Efraín Ríos Montt, al final de la noche desapareció de las pantallas.

Otros tres candidatos la rebasaron. Zury Mayté Ríos Sosa, se convirtió en una más del pelotón en la carrera por la presidencia de Guatemala. 

Ríos, a diferencia de otros candidatos, nunca llegó a las instalaciones que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) había habilitado en el salón de convenciones y conciertos, el Expo Center del hotel Tikal Futura. Por la mañana, había dicho que lo más probable es que iría. Lo mencionó antes de votar en una escuela ubicada en el centro de la ciudad de Guatemala. Esa sería la única y última vez que se presentaría ante los medios  el día de elecciones, el 25 de junio de 2023. 

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«Es un día maravilloso, no está lloviendo», dijo la candidata cuando llegó al edificio donde votó. Pasaban los primeros minutos de las siete de la mañana. No dejaba de sonreír para las cámaras, de saludar con amabilidad a las personas y de mostrar preocupación por los periodistas que habían llegado desde temprano al lugar.  

Zury Ríos rodeada por su comitiva atiende preguntas de periodistas cuando llega a votar. Fotografía Josué Pérez

Cuando le preguntaron quién la acompañaba a votar, Ríos contestó que sus hijas y su esposo. La seguía un hombre que al parecer era un guardaespaldas y le cargaba el bolso. La seguía de cerca también Kenneth Muller, el cineasta guatemalteco conocido por sus filmes sobre crímenes de la guerrilla y que es reconocido, junto a Alfred Kaltschmitt, como uno de los estrategas de comunicación de la candidata. 

Ríos vestía pantalón negro y blusa blanca. Sobre los hombros, un reboso de tonos rojos similares a  la indumentaria de las mujeres ixiles. Esa vestimenta cerraba el círculo, remitía al lanzamiento oficial de su campaña en Joyabaj. El territorio de ese pueblo maya que fue víctima de genocidio durante el conflicto armado interno y por el que fue juzgado su padre, Efraín Ríos Montt. «Es un pueblo amado y hermoso», respondió cuando le preguntaron por qué había elegido esa región. 

Entre 1982 y 1983, durante el gobierno de facto de Ríos Montt, las fuerzas armadas asesinaron a 1,771 ixiles. 

«Venimos a votar en familia y luego vamos a la iglesia», dijo la candidata sobre su agenda. Una decisión coherente con la imagen que ha proyectado y que reforzó en la última semana de campaña :  una mujer conservadora y religiosa . 

Tres días antes había publicado un video en el que acusaba a su contrincante Edmond Mulet de querer legalizar el aborto y el consumo de la marihuana. «No permitamos la destrucción del país. En mi gobierno protegeremos a la familia, protegeremos a la vida desde su concepción. No al aborto y no a ninguna agenda socialista», decía en la grabación que se distribuyó en redes sociales. 

Una hora después de votar, la cuenta personal de Ríos Sosa publicó una fotografía de ella y su familia, sonrientes, desayunando en San Martín. Otra decisión coherente. El restaurante ha sido señalado de homofóbico y por apoyar en la convocatoria a una marcha en contra del aborto. 

Más tarde, su personal de comunicación envió fotografías de ella y su familia dentro de The Union Church, una de las iglesias evangélicas de más alcurnia xxxx. Lo último que su equipo informó ese día fue que había acompañado a su hija a votar a las elecciones infantiles que se celebraban en el centro comercial Ciudad Cayalá. 

Las encuestas, los aliados 

Era el mediodía del domingo. Faltaban seis horas para que finalizaran las votaciones y unas cuantas horas más para saber que los resultados de las elecciones serían muy distintos a los que proyectaba la última encuesta, publicada tres días antes de las elecciones por Prensa Libre, un medio reconocido que desde hace 15 años las realiza. El sondeo colocaba a Ríos en el tercer puesto. 

Los resultados en las pantallas,  distaban mucho más aún de otra encuesta publicada como publicidad pagada en Publinews, un periódico de distribución gratuita en la ciudad de Guatemala. Esta ubicaba en el primer puesto a Ríos. La linterna, coordinada por Ocote, intentó dilucidar el origen, y ante todo quién pagó por el anuncio y por la victoriosa encuesta, sin que se obtuviera respuesta.

Enrique Degenhart, candidato a diputado por Valor-Unionista y exministro de Gobernación de Jimmy Morales, la compartió en sus redes sociales. También Ricardo Méndez Ruiz, presidente de la Fundación Contra el Terrorismo, que en su mensaje dejaba entrever que el medio la había elaborado. 

Méndez Ruiz es uno de las personas que han apoyado abiertamente a Zury Ríos. Les une una larga historia. Su padre, Ricardo Méndez Ruíz Rohrmoser, fue ministro de gobernación de Ríos Montt. En su historia tienen en común haber sido parte de las filas del Frente Republicano Guatemalteco (FRG), ella fue diputada, él  fue candidato a alcalde y a diputado.

En estas elecciones Ríos también formó una alianza con el partido Unionista, del que forma parte Álvaro Arzú Escobar, hijo de Álvaro Arzú, el expresidente, y alcalde (CUANTAS VECES), ya fallecido. En las filas de esta coalición también está Sandra Jovel, exministra de Relaciones Exteriores de Jimmy Morales, quien según los resultados preliminares consiguió un escaño en el Congreso a diferencia de Enrique Degenhart a quien los votos no  favorecieron. 

En este intento por convertirse en presidenta de Guatemala, Ríos tuvo como compañero de fórmula a  Héctor Cifuentes, que estuvo implicado en un caso de financiamiento irregular del partido Unionista. 

En Valor también figuraba Jaime Martínez Lohayza, el exdiputado de Líder que en estas elecciones intentó ser candidato a alcalde de Jutiapa por el partido de Ríos, pero una resolución dejó fuera por una condena por tráfico de influencias que se dictó en su contra. 

Un camino bien asfaltado

Esta es la primera vez que Zury Ríos llega tan lejos en la carrera por la presidencia, pero ya lo había intentado antes. 

Con Visión con Valores (VIVA) intentó postularse en 2015, pero fue excluida por el artículo 186 de la Constitución, que establece «la prohibición a parientes del caudillo o jefe de un golpe de Estado que, por arribar al poder por medios no democráticos, afecta de forma absoluta a sus parientes de forma atemporal».  Algo que volvió a ocurrirle con el partido Valor en las elecciones celebradas en 2019.  

Esta tercera vez, su camino fue distinto. No hubo trabas en su inscripción. La Corte de Constitucionalidad, el máximo tribunal del país, avaló su candidatura. En esa corte hoy figuran como magistrados dos personas que han sido cercanas a ella. Roberto Molina Barreto, que intentó ser inscrito como su candidato a la vicepresidencia en las elecciones pasadas, y Luis Rosales, que fue diputado de Valor y abogado de Ríos Montt durante el juicio por el genocidio ixil. 

Esa misma corte fue la que dejó fuera de las elecciones a candidatos como Thelma Cabrera del MLP, Roberto Arzú de Podemos y Carlos Pineda de Prosperidad Ciudadana que, en la encuesta anterior de Prensa Libre, lideraba la intención de voto. 

Los analistas y organizaciones sociales, desde ahí, han descrito las decisiones de las cortes como erráticas y discrecionales para beneficiar a determinados partidos y candidatos. Entre ellos, Zury Ríos.

El desplome y sus explicaciones

El tercer puesto, en el que apareció Ríos cuando empezaron a llegar los resultados de las votaciones, le duró poco. En menos de una hora fue rebasada por Manuel Conde del partido Vamos. Más tarde la superó Edmond Mulet de Cabal y finalmente la dejó atrás Armando Castillo del partido Visión con Valores. 

Su desplome en el ranking de los ganadores no se detuvo, su conteo de votos subía a velocidad inmensamente proporcional. Según los datos que alcanzan ya el 98% de las boletas contabilizadas, Ríos consiguió un total de 361,205 votos. Esa cifra la dejó en la sexta posición de estas elecciones. 

«Las encuestas no nos dan una muestra fiel de lo que pasarán en las elecciones, sino una fotografía del momento que pudo ser hace 15 días. Creo que el voto urbano se define al final, es un voto más crítico. Además, en las encuestas de este año había una intención alta de voto nulo y voto en blanco, lo que probablemente se tradujo luego en votos hacia el Movimiento Semilla», dice Ángel Ramírez, analista político. 

Sandra Torres, de la Unidad Nacional de la Esperanza, que lideró estas elecciones, consiguió 868,124 votos, un poco más del doble que Ríos. Mientras que Bernardo Arévalo, del Movimiento Semilla y que se hizo del segundo lugar, logró 649,080 votos. Casi el doble de los votos recibidos por la candidata de Valor.  

Para Ángel Ramírez, no hay un solo gran perdedor en estas elecciones. Hay grandes perdedores, como Cabal de Mulet y Valor de Zury Ríos que creían que tenían presencia en el país cuando la realidad era otra. 

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Después de su foto en  San Martín, las redes de Zury Ríos guardaron silencio por 24 horas. La tarde del lunes, después de las elecciones, publicó un comunicado en sus redes sociales en el que le agradecía a su familia, seguidores y candidatos por su apoyo. «Les deseo éxitos a quienes participen en la segunda vuelta electoral», escribió. Y, la candidata conservadora reconoció:   «Los resultados difundidos por el TSE expresan claramente una demanda de cambio que atender…».

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