Niñez y adolescencia
Una sobreviviente del Hogar Seguro lleva un año y medio desaparecida
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Una sobreviviente del incendio en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción está desaparecida desde 2019. Las autoridades de Guatemala se han coordinado con la Alerta Amber, en México porque sospechan que podría estar allí. En menos de dos meses cumplirá 18 años y ya no será responsabilidad del Estado garantizar su protección.


La última vez que la vieron vestía corte rosado y blusa morada. Tenía el pelo lacio, castaño, oscuro. Medía un metro 45 y pesaba 45 kilos. La vieron en Santa Cruz del Quiché. Era octubre de 2019. Tenía 16 años.

No decimos su nombre, por su seguridad. Porque es adolescente y aún no tiene la mayoría de edad, pero también porque es una de las 15 sobrevivientes del incendio del Hogar Seguro Virgen de la Asunción, el centro de la Secretaría de Bienestar Social en el que 41 niñas murieron calcinadas el 8 de marzo de 2017. El caso tiene reserva judicial y revelar el nombre de la joven podría incrementar su nivel de riesgo.

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Lleva un año y medio desaparecida y las autoridades todavía no la localizan.

De ella sabemos que es de Quiché, donde vive su familia, pero no tenemos mucha más información. El caso está bajo reserva, remarcan en la Secretaría de Bienestar Social y en la Procuraduría General de la Nación, así que las instituciones no dan más datos.

Las organizaciones y familiares de las demás sobrevivientes y de las víctimas del Hogar Seguro tampoco la conocen bien. No tienen el contacto de su madre, explican, porque al vivir en Quiché, no se ha podido involucrar tanto en el caso ni en las actividades que realizan. En Agencia Ocote no logramos localizar a sus familiares.

Lo que sabemos nos lo contó Erick Mauricio Maldonado Ríos, que es director del Programa Jurídico de El Refugio de la Niñez. Después del incendio del Hogar Seguro, en marzo de 2017, la adolescente fue albergada con otras sobrevivientes en Amor sin fronteras, uno de los centros de El Refugio de la Niñez especializado en víctimas de trata de personas. Entonces ella tenía 14 años.

Maldonado cuenta que la joven había ingresado al sistema de protección en 2016 porque sufría maltrato. Venía de una “familia disfuncional”, explica.

Según les contó la adolescente en sesiones de terapia psicológica, ella viajaba constantemente a varios lugares del país. A las ferias de Amatitlán, de Escuintla, de comunidades de Quiché… En varios de esos viajes, por lo que decía, fue víctima de trata y unas personas—que no eran de su familia— la explotaron sexualmente.

En agosto de 2017, cinco mesesdespués de ingresar a Amor sin fronteras, un juez le asignó un “recurso familiar idóneo”: ordenó que se instalara con unos familiares que cumplían los requisitos para acogerla.

Aquí hay varias lagunas. La Secretaría de Bienestar Social no aclara cuánto tiempo estuvo con estos familiares ni dónde. Lo único que se sabe es que un mes después, en septiembre de 2017, desapareció.

Había cumplido 15 años y recibía un curso de panadería en el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (Intecap), en la zona 3 de Quetzaltenango. Ese día fue a las instalaciones, pero no regresó a casa.

Juan Daniel Velásquez, quien fue instructor de la adolescente en el taller de panadería del Intecap, cuenta que el día de la desaparición ella llegó a recibir la clase, pero en el momento del receso de 15 minutos se escapó. Él no supo más de la joven.

La Secretaría de Bienestar Social activó una alerta y la adolescente apareció a finales de octubre. Las instituciones no explican dónde estuvo los seis meses siguientes.

Maldonado dice que en abril de 2018, un juez ordenó que regresara con su madre a Quiché. El argumento entonces fue que la mujer no había sido responsable de la violencia sexual en su contra, así que no corría riesgo con ella.

Lo que se sabe después es que luego de unas semanas, desapareció y cuando la localizaron, el 4 de julio de 2018, la llevaron a Zafiro I, un hogar de protección de la Secretaría de Bienestar Social en la zona 1 de Ciudad de Guatemala.

Zafiro I cambió de ubicación los siguientes meses. El 15 de julio de 2018 se trasladó de la zona 1 a San Bartolomé Milpas Altas, en Sacatepéquez. La Secretaría la llevó a ella y a otras 35 adolescentes a la nueva ubicación. Cinco meses después, el 20 de diciembre de 2018, el lugar fue cerrado por solicitud de la población de San Bartolomé. La gente creía que las niñas y adolescentes albergadas estaban en conflicto con la ley penal.

Semanas antes del cierre oficial, a la joven la habían trasladado a Zafiro II, de nuevo en Ciudad de Guatemala, de donde el 2 de noviembre volvió a escaparse. Pasaron 10 meses en los que las autoridades no tienen registro de su paradero.

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En septiembre de 2019, casi un año después, la Procuraduría General de la Nación (PGN) informó a la Secretaría de Bienestar Social que la habían encontrado. Estaba en Quiché. Un equipo de la PGN y de la SBS fue a buscarla.

Antes de ir a la casa de la niña, pasaron por la que había sido su escuela, en Santa Cruz del Quiché, para hablar con la maestra. Querían pedirle apoyo para que la adolescente continuara sus estudios. También querían hablar con sus hermanos, que estaban en clase. Ahí le dijeron que ella había vuelto a desaparecer.

Cuando llegaron a la casa de la adolescente, su madre recibió al equipo de la Secretaría y de la Procuraduría General de la Nación. Les comentó que su hija ya no estaba. Hacía pocos días les había presentado a su novio, les había pedido permiso para iniciar una relación con él y después de eso, los dos se marcharon. Fue la última vez que la vieron. Tenía 16 años.

***

De noviembre de 2016 a octubre de 2019, la Unidad Operativa del Sistema de Alerta Alba-Keneth ha activado cuatro alertas por la desaparición de la sobreviviente del incendio. Tres de ellas se desactivaron.

La primera, el 17 de noviembre de 2016, antes de que ingresara al Hogar Seguro Virgen de la Asunción. No fue desactivada hasta el 16 de junio de 2017, tres meses después del incendio. En casos como este la alerta permanece activa hasta que no se cumplen todos los requisitos administrativos para desactivarla.

La segunda alerta se activó con su desaparición del Intecap de Quetzaltenango, el 1 de septiembre de 2017 y la desactivaron el 26 de octubre de ese año.

La tercera es la del 2 de noviembre de 2018, cuando se escapó de la residencia Zafiro II, en la zona 1 de Ciudad de Guatemala. Fue desactivada el 23 de septiembre de 2019, un año después, cuando apareció en Quiché, antes de que le presentara su novio a sus padres.

La cuarta alerta la activaron 10 días después, el 3 de octubre de 2019, cuando, supuestamente, se escapó con él. Todavía sigue vigente.

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El padrastro de la adolescente se comunicó un mes después, en noviembre de 2019, con personal de la Secretaría. Les contó que ella le había hablado por teléfono.

Por lo que explica Javier Alejandro Evans Bolaños, jefe del Programa de Acogimiento Temporal de la Secretaría de Bienestar Social, la joven mantenía comunicación con su padrastro para saludarle de vez en cuando.

Evans le pidió al hombre que le compartiera el número de teléfono desde el que ella les habló. Era un número de Chiapas. Trataron de localizarla ahí, pero nunca contestó las llamadas.

En Guatemala, las autoridades de la Procuraduría General de la Nación y de la Secretaría de Bienestar Social se coordinaron y solicitaron colaboración de la Alerta Amber (el equivalente a la alerta Alba Keneth en México). La Alerta Amber registra que las autoridades de Guatemala reportaron la desaparición de la joven el 10 de agosto de 2020.

Las coordinaciones para activar la Alerta Amber se retrasaron casi un año desde que la adolescente desapareció en Guatemala, porque no había certeza de que estuviera en México, según explica la Unidad Operativa del Sistema de Alerta Alba Keneth.

El Ministerio Público tiene dos investigaciones abiertas. La primera empezó en mayo de 2017, por un delito sexual en contra de la adolescente. La segunda, por la última alerta Alba Keneth emitida en octubre de 2019, cuando la joven se fue de Quiché. Según la Fiscalía, el hombre que presentó a su familia como su novio tiene 20 años y es de México.

El MP activó una alerta amarilla de Interpol y otra en el Instituto Guatemalteco de Migración.

Sin la pensión vitalicia

El 21 de septiembre de 2018, entró en vigencia un decreto aprobado por el Congreso de la República, que establece una pensión vitalicia para las adolescentes que sobrevivieron al incendio en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción. Según el Decreto 16-2018, se concede una pensión de Q5 mil a cada sobreviviente, durante los primeros tres años —es decir, hasta septiembre de 2021— y de un salario mínimo mensual a partir del cuarto año, que hoy sería de Q3,075.10.

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La sobreviviente que está desaparecida no ha recibido ninguna de las cuotas de Q5 mil mensuales que establece el decreto. Javier Evans, de la Secretaría de Bienestar Social, asegura que también la han buscado para entregarle el dinero que le corresponde de la pensión vitalicia.

Según los registros de la Secretaría, cuando el acuerdo se aprobó, la adolescente estaba aún en uno de sus hogares —se escaparía dos meses después—. Pero ella no recibió ninguna cuota porque, a pesar de que el acuerdo entró en vigor en septiembre, no estuvo disponible hasta diciembre de ese año. Se atrasó por trámites administrativos, explica Evans. Para entonces, ella ya había desaparecido.

Carlos Humberto Gómez Narciso, subsecretario de Protección de la Secretaría de Bienestar Social, explica que la Dirección de Pensión Vitalicia de la SBS es la encargada de dar atención psicosocial a las sobrevivientes del incendio y administrar los recursos financieros.

Sin embargo, los fondos de la pensión hacen un largo recorrido desde que se aprueban hasta que se entregan. El dinero sale del presupuesto del Congreso de la República. Como parte del trámite administrativo, siguen por el Ministerio de Finanzas hacía el Banco de Guatemala. La Tesorería del Ministerio de Finanzas emite los documentos administrativos para que a la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia le asigne un renglón presupuestario y finalmente lo deposita a las cuentas de las adolescentes.

Según la Secretaría de Bienestar Social, desde octubre de 2018 hasta marzo de 2021, 13 de las 15 sobrevivientes del incendio en el Hogar Seguro han recibido 30 cuotas mensuales por un total de Q150 mil. Entre todas las pensiones suman Q1,950,000. La adolescente desaparecida y otra de las jóvenes, que se recupera en Estados Unidos, son las únicas que no han recibido ninguna de las cuotas de pago, dice la institución.

El subsecretario explica que este año será el último que atiendan a las sobrevivientes del incendio. La institución sólo se encarga de la niñez y la adolescencia y la última joven cumplirá 18 años en octubre.

Carolina Escobar Sarti, directora de La Alianza, cuestiona este abandono del Estado, que se traduce en problemas sistémicos: “¿Cuál es la diferencia entre 17 años y 364 días y 18 años? Es una aguja del reloj pasando de las 12 a las 12 y un minuto. En el día anterior, la pueden tener abrigada y le dicen que todavía la van a proteger, todavía la buscan porque tiene 17 años y 364 días, pero en un minuto, en un segundo puede cambiar esta realidad sin que esta joven tenga las herramientas necesarias”.

Ese minuto, ese segundo, que menciona Escobar Sarti, llegará en poco más de un mes para la adolescente que sobrevivió al incendio del Hogar Seguro y que sigue desaparecida. El 4 de mayo cumplirá 18.

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