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P. Hunziker: “Para algunos editores, si Filgua no existe no tiene sentido abordar el año”
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Hablamos con Philippe Hunziker, librero, gerente general de la legendaria librería Sophos, editor, presidente de la Asociación Gremial de Editores de Guatemala, y vicepresidente del Grupo Iberoamericano de Editores, quién nos comparte una panorámica de la situación editorial en Guatemala y del evento más importante del año para editores y lectores.


Es la Feria Internacional del Libro en Guatemala, la número 17, del 26 de noviembre al 6 de diciembre de 2020. Se realiza la Filgua desde hace 20 años -los primeros años se hacía bienal- y esta, la del año de la pandemia, es la primera edición virtual. Para la industria editorial este fue un año particularmente duro, como para la gran mayoría de lectores. Entre muchas de las cosas que la pandemia puso en riesgo está esta feria que reúne año con año a miles de lectores que, hasta esta edición, tenían que estar -o visitar- la ciudad de Guatemala para caminar por sus pasillos. Ahora, por primera vez, el pasillo será virtual, y los libros reales, con sus páginas de palabras, llegarán por mensajería de manera gratuita a todos los departamentos del país.

¿Cómo nació la idea de salvar la Filgua en medio un año que parecía insalvable?

Digamos que salvar la Filgua nunca fue una idea que nació sino que esa siempre estuvo ahí, es decir, era inconcebible a lo largo de todo el año que la Filgua 2020 no se llevar a cabo. Lo que estuvo en discusión era en qué fecha se iba a llevar, si iba a ser presencial o iba a ser virtual. Y después de muchos vaivenes, definimos esta fecha; y la modalidad la virtual, que es la única realmente segura que podemos hacer ahorita. Muchos cambios de fechas y de formas, que tienen que ver con las vicisitudes de la época, y tienen también qué ver con una decisión un poquito tardía del Ministerio de Cultura de apoyar la Filgua, pero una decisión que se llevó a cabo en la dirección que esperábamos desde un principio, que el Ministerio siguiera siendo parte de la Filgua, de propio derecho. Básicamente, el cambio de administración en el Ministerio de Cultura hizo la diferencia entre que la Filgua fuera posible y que no lo fuera.

¿Qué tan afectado se ve el sector editorial en el 2020?

Se vio afectado severamente desde toda perspectiva. Para empezar es un sector que vive mucho en el precariado. Hay mucho “independiente” en el sector editorial que no pertenece a una estructura laboral con un patrón que lo pueda soportar, o al menos que lo pueda suspender con las medidas que tomó el gobierno y que pudiera tener alguna fuente de ingreso alternativa por parte del Estado. De manera que las personas que trabajan en el sector editorial se vieron tan golpeados por la pandemia como cualquiera del sector informal. Y luego pues, un periodo bastante largo e intenso en donde las ventas se redujeron dramáticamente. Las ventas se han ido recuperando con salud, pero todavía no están al nivel que hubieran estado si no hubiera habido pandemia;  pero están caminando en la dirección correcta. El problema es que no sabemos cuántas de las iniciativas editoriales terminarán aguantando la presión de la pandemia. Es decir, cómo estaremos al salir de la pandemia en términos de cuántas editoriales siguen funcionando, cuántas librerías siguen abiertas y demás, está todavía por verse.

Philippe Hunziker, presidente de la Filgua

Como gremio de editores, ¿hicieron acciones específicas por la crisis del coronavirus?

Tuvimos acercamientos con el Ministerio de Economía para tratar de conseguir para los asociados préstamos en condiciones blandas. Estos acercamientos avanzaron hasta cierto punto, pero el acceso a créditos estaba supeditado a tener garantías que pudieran cubrirlos al 100 por ciento,  y la mayoría de editores pues, precisamente, no tienen necesariamente esas garantías que los hagan candidatos a préstamos, entonces el asunto no prosperó. Los fondos existían, pero los mecanismos para poder acceder a ellos no correspondían con las posibilidades que tenían los editores.

Siendo una industria tan golpeada, ¿no entraría en estas categorías que hemos escuchado más de una vez en la pandemia de “estaba tan jodido que no me jodió tanto”?

Yo creo que en Guatemala, en general, la informalidad de la economía hace que siempre estemos parchando y en modo solucionar emergencias. Eso da una gran adaptabilidad. Pero de cara a hacer proyectos de largo plazo con planteamientos serios que te permitan una estabilidad de presencia, pues son condiciones incompatibles. Y sí, vimos a lo largo del año una reducción muy importante de inscripción de ISBN al registro, que es la traducción directa de “las cosas están detenidas”.  Hay objetivos indicadores de que el sector editorial está deprimido.

¿Cuál es la proyección con esta Filgua virtual 2020?

Pues precisamente eso, no es solamente dar una continuidad institucional a una feria que tiene 20 años de estar llevándose a cabo, sino que también permitirles a lo expositores tener una cierta exposición en un año en el que esta exposición ha sido muy complicada. Muchos  de los libros que se iban a publicar a lo largo del año, se terminaron publicando en este par de meses para poderse presentar en Filgua, porque la feria es para muchos editores el espacio de venta más importante del año. De hecho, para algunos editores diría yo que, si Filgua no existe no tiene sentido abordar el año.

Había que entrarle sí o sí…

Sí, de cara a los expositores, definitivamente, y de cara al público, porque el público también espera la Filgua como el momento del año en el que se va a abastecer de lecturas, y terminar el año sin que hubiera Filgua es dejar tirados a los lectores. Y lo que entusiasma es que lo que al principio era una solución de “no hay más remedio que hacerlo así”, se convierte en una solución de “esta quizás sea la alternativa”, incluso que pueda perdurar en el tiempo cuando regresemos a la opción presencial. El descubrir la posibilidad de hacer una Filgua virtual nos lleva a pensar que no es un evento solo de la ciudad de Guatemala, sino que puede ser un evento de todo el país; o de todo el país que tenga acceso a internet, para ser más específicos.  Y que no tenemos que hacer venir a todos los autores que quisiéramos que participen, podemos traerlos de manera virtual y remota. De manera que creo que no solamente habre la posibilidad de que, gente que normalmente no vendría a Filgua, participe de esta edición especial, sino que también nos permite mantener una agenda internacional que es muy coqueta e interesante, sin necesidad de erogar todo el presupuesto que necesitábamos para ello.

Qué es lo que vamos a esperar, ¿cómo va a funcionar?

Cuando entrás a www.filgua.com, que es el sitio web donde se va a llevar a cabo la feria, vas a encontrar por un lado expositores que van a proponerte sus ofertas, sus libros nuevos, viejos y clásicos, a los precios que consideren más atractivos posibles. Y por el otro lado una serie de salas de eventos, de la misma manera que la Filgua presencial, es decir, está el salón de expositores, y luego a los costados están las salas de eventos en donde tendremos una serie de presentaciones, muchas de libros guatemaltecos.

Alrededor de 20 autores internacionales a lo largo de los 10 días, que “vienen” de Italia, de España, de Estados Unidos, de Argentina, de Chile, de todas partes del mundo.  Además de la colaboración de la Feria del Libro de Costa Rica y la colaboración con el Festival Internacional de Poesía de Quetzaltenango (FIPQ) que son concomitantes, y están organizados en las mismas fechas que la Filgua y con los cuales tendremos intercambio de actividades. Así por ejemplo, Javier Cercas que va a la feria de Costa Rica estará en la de  Guatemala también, y algunos de los autores que nosotros presentamos estarán  al mismo tiempo presentes en Costa Rica.

Entonces una buena parte del presupuesto de Filgua para este año se fue a inversión tecnológica.

Efectivamente, la mayor parte de la inversión se fue a temas tecnológicos, de adecuación del espacio, como a temas de comunicación y comunicación digital, precisamente.

Cómo resolvieron el grandísimo y cotidiano problema del transporte y envío de libros en Guatemala, que sigue siendo una de las tantas razones por las cuales no tenemos un mercado electrónico en Guatemala.

Estamos esperando ofertas de los principales manejadores de paquetería en Guatemala, a quienes contratará la Filgua para poder despachar los libros comprados en la feria a través de sus medios, de manera que las compras que hagan llegarían gratuitamente a todos los departamentos. Envío incluido sin discriminar la cantidad que comprés.

¿Y en números qué esperan?

El año pasado nos visitaron 67 mil personas, este año esperamos que las visitas suban por encima de las 200 mil personas, porque no hace falta venir a la ciudad de Guatemala para participar en la Filgua. Tenemos un poco menos de actividades este año que el año pasado, apenas 200, pero hay muchas actividades que el año pasado requerían hacerse de manera presencial que este año no se van a hacer. Tenemos talleres para bibliotecarios, las jornadas de literatura infantil y juvenil para profesionales y padres de familia que estén interesados en utilizar la lectura como una herramienta para formar a sus alumnos o a sus hijos.

Más de 20 autores internacionales, entre los cuales está Elena Favilli la autora de Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes, que va a estar entrevistándose con Rigoberta Menchú. Tendremos personas de alto perfil en redes sociales como Miguel Gane, el fenómeno de la poesía por internet en España, la tiktokera Ignacia Antonia de Chile, y los youtubers Pepe y Teo de México. Y una serie de escritores de calado importante como Santiago Gamboa, como Daniel Krauze, o una periodista como Olga Wornat.

En términos de ventas, esa es la gran incógnita, sabemos que los guatemaltecos han aprendido a comprar en internet en los últimos meses, y esperamos que eso traduzca también en que podamos llevar a los hogares guatemaltecos un montón de libros a súper precios, pero depende también de los lectores si eso realmente se concreta o no. Yo espero que muchos aprovechen también a hacer sus compras navideñas y para pensar en todos los familiares y amigos que también gustarían de recibir libros para estas fiestas.

¿Quién es el equipo que arma Filgua?

Lo primerísimo que hay que hacer es nombrar los crecientes hombros de Gabriela Escobar, la directora de Filgua y de Priscila Ávila, la secretaria ejecutiva. Sobre los cuales recae la armazón, casi absoluta y completa, de esta Filgua. Realmente es una proeza que ellas a cuatro manos armen la feria completa, por supuesto con un equipo que las apoya, que entra a batear de manera temporal durante el evento, pero ellas están atentas a la Filgua durante todo el año, trabajando para llevar a cabo esta feria. La agenda cultural la lleva Ángel Elías, quien no solo es un gran gestor cultural sino que tiene el tino de estar pensando siempre en las actividades que nos hacen falta, movilizar gente para organizarlas, y administrar el fiambre que es una agenda de 200 actividades durante 10 días.

Ante lo que han pasado, cómo ven el 2021, tomando en cuenta que, justamente, estamos pasando la crisis del presupuesto

Estamos extremadamente preocupados por todo el 2021, en general, por la salud de todo el país. Y en lo que nos concierne, particularmente, estamos muy preocupados por al Filgua 2021, que si nos dejamos llevar por lo que sabemos hasta ahora del presupuesto, se llevaría a cabo sin presupuesto asignado.

Contamos con la buena voluntad del Ministro de Cultura para que, a pesar de que no hay una partida presupuestaria específica para Filgua, así como él llegó al Congreso a solicitar la inclusión de esa partida, -y a pesar de que el Congreso la negó de una manera directa-,  considere el ministro la importancia del mantener una feria vigente durante tanto tiempo y que sea precisamente durante su administración, en la que la Filgua se rescate por medio de la Intervención del Ministerio de Cultura.

Tenemos a Centroamérica Cuenta como invitado de honor y tenemos sobre todo el obstáculo mayúsculo de un presupuesto desfavorecedor para actividades como Filgua, Ícaro, Olimpiadas especiales, entre otras. Además el año entrante es la conmemoración del Bicentenario, que sin duda tendrá ocasiones de celebrarse, pero pocas de reflexionarse, y nos parece que la Filgua es el foro en el que podemos hacer una reflexión amplia y diversa acerca del Bicentenario. Recae, pues, en la voluntad del Ministro de Cultura el papel que quiera desempeñar el Ministerio en la Filgua.

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