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Nayib Bukele (discurso 2024 en la ONU): En El Salvador no encarcelamos a nuestra oposición. No censuramos opiniones. No confiscamos bienes de quienes piensan diferente, no arrestamos a las personas por expresar sus ideas. En El Salvador tu libertad de expresión, como tu propiedad privada, siempre estarán protegidas.
Narradora: Este es Nayib Bukele, el presidente de El Salvador, en su discurso en la ONU en septiembre de 2024. Lo que dice Bukele ante el micrófono, su versión de la realidad, dista bastante de lo que se vive a diario en este país centroamericano.
Desde 2021, Bukele se ha dedicado a desmontar los contrapesos de su gobierno: destituyó a magistrados y tomó el control del sistema judicial. A partir de 2022, bajo un régimen de excepción que aún mantiene, se han reportado miles de detenciones, muchas de manera arbitraria. Y con ese mismo marco legal, se ha intimidado y vigilado a periodistas que documentan abusos.
En junio de 2024, Bukele se reeligió como presidente, a pesar de la prohibición constitucional. Y menos de un año después logró aprobar una Ley de Agentes Extranjeros, que obliga a medios y organizaciones a registrarse ante el Estado si reciben financiamiento internacional. La ley impone un impuesto del 30 % sobre cada transacción de esos fondos. Lo que representa una carga financiera que pone en riesgo la viabilidad de medios y organizaciones independientes.
Las presiones y amenazas han supuesto que decenas de reporteros, editores y directores de medios tomaran la decisión de exiliarse. Muchos de ellos a Guatemala, un país del que, paradójicamente, muchos periodistas tuvieron que huir en los últimos años. La mayoría aún no han podido regresar.
Hablamos con Angélica Cárcamo, cofundadora del medio de verificación Infodemia, exdirectora de la Asociación de Periodistas de El Salvador y actual directora de la Red Centroamericana de periodistas, para entender por qué tantos periodistas han tenido que salir al exilio y qué significa eso para una democracia que aún dice ser libre.
Angélica, en los últimos años, el escenario para el periodismo en El Salvador ha cambiado profundamente. ¿Qué ha pasado para que hoy decenas de periodistas estén saliendo del país? ¿Hay un momento que identifiques como punto de quiebre?
Angélica Carcamo: Acá al no haber independencia no hay garantías constitucionales para aquellas voces que piensan diferente a su gobierno…. Y eso lo vimos demostrado sobre todo en el contexto de la pandemia en el año 2020. Pero también durante 2021, 2022 y 2023. Cuando se empezó a recrudecer y a tomar medidas como la instalación del régimen de excepción.
Para mí el régimen es uno de los puntos más duros porque se genera más esta dualidad de mucha gente del calor popular que agradece y refuerza la popularidad del presidente porque se quita el fenómeno de las pandillas pero también es cierto que se han vulnerado muchos derechos humanos
Ahora, ¿Cuál fue el punto de inflexión para que ahora en día tengamos a hasta finales del mes de julio al menos 47 periodistas en el exilio? Es por la captura de Ruth López.
Ruth López es una abogada reconocida, constitucionalista que cuestionó por mucho tiempo las políticas de Bukele
De una forma muy cobarde llegan durante la noche a su casa de habitación, la engañan para sacarla de la casa y la tienen en prisión.Eso fue en mayo. En junio, luego se da otro hecho que es el tema de la detención de otro abogado constitucionalista, que es el del abogado Enrique Anaya.
Ese tipo de acciones son las que empezaron a hacer que muchos de nosotros saliéramos de forma le llamamos preventiva.
El 13 de junio de 2025, la Asociación de Periodistas de El Salvador advirtió sobre al menos 40 casos de desplazamiento forzado. ¿De qué tipo de medios o regiones son estos periodistas? ¿A quiénes está afectando más esta crisis?
Angélica Carcamo: La mayoría de periodistas salvadoreños que han sido afectados son principalmente periodistas que pertenecen a lo que le llamamos medios nativos digitales
Eso digamos que es la primera línea, como por ejemplo El Faro. Hay otros medios de comunicación por motivos de seguridad, porque no lo han hecho público, no lo puedo mencionar. Veíamos que son diferentes tipos de medios. Que estamos hablando en categorías de medios que se especializan en corrupción, medioambiente, cierre del espacio público, derechos humanos.
Hay colegas de medios comunitarios también que sintieron obligados a salir por seguridad. Porque tenían vigilancia y también de medios tradicionales, en menor medida. Pero hay colegas de medios tradicionales de periódicos que también se han visto obligados a salir para recordar su integridad. Es decir, hay de todo un poquito.
Lo hablábamos al inicio. Ha habido una escalada de acciones represivas, que culminan con la aprobación este año de la ley de agentes extranjeros, que se aprobó un par de días después de la detención de Ruth López. ¿Qué tipo de presiones, amenazas o acciones concretas están enfrentando las y los periodistas que terminan optando por el exilio?
Angélica Carcamo: Antes de la captura de Ruth ya habíamos tenido casos graves, como por ejemplo, el tema del espionaje con software, el software Pegasus. Se colocó una denuncia ante la Fiscalía General de la República y que a las fechas no tuvimos respuesta. Por cierto, de esa investigación, ya para que la fiscalía hiciera su trabajo porque esas software solo se le vende a Estados. O sea, es fácil al identificar qué instancia del estado probablemente pudo haber sido la que lo compró. Pero obviamente sabemos que no hay independencia y que no va a avanzar el caso.
También tuvimos al inicio del gobierno de Bukele todo este tema de acosos fiscales. Por ejemplo, hay medios como Factum, El Faro a donde se les hacían inspecciones de auditorías parte del Ministerio de Hacienda abusivas. O sea, una cosa es que en el marco de lo legal y normal vaya a Hacienda a tu organización o medio y quiera revisar el tema fiscal de documentación. Que está bien, no tenemos nada que esconder. Pero otra cosa es que dedique un equipo exclusivo para ir cada año. O si es posible cada tres o seis meses para ver todo el tema de acceso a fondos y pedir más información de la que legalmente le compete solicitar. Como incluso información editorial que no tiene nada que ver con temas financieros.
Ah, y lo otro que también ha sido grave es la implementación de la ley de agentes extranjeros. Es el hecho de que te obliguen a que vos des tu documentación e información de lo que vas a publicar. Porque la ley de agentes extranjeros no solo se aplica a organizaciones, también puede aplicarse a periodistas de manera individual. Y si vas a publicar una investigación, van a querer conocer quién es tu donante. Probablemente eso lo utilizan para querer criminalizarte, como insisto, ya ha pasado en Nicaragua, en Rusia, eso. Y acá hay que desmentir este discurso desinformante de que al fin van a pagar impuestos. Los medios siempre han pagado impuestos.
El Salvador vive una ola de represión que se intensifica cada vez más. Pero este no es un caso único. Ya lo menciona Angélica, en otros países de la región, los ataques contra la prensa también se han vuelto sistemáticos.
Para entender cómo este patrón se repite, desde El Salvador y se extiende por Centroamérica, hablamos con Leopoldo Maldonado, director regional de Artículo 19, organización que documenta las agresiones contra la libertad de expresión en América Latina.
Leopoldo, ¿cómo entiendes lo que está pasando hoy en El Salvador? ¿Qué explica que decenas de periodistas estén saliendo al exilio?
Leopoldo Maldonado: Lo que sí vemos es un hito muy marcado en el momento en el que se viene esta represalia autoritaria. Digamos, mucho más cínica y descarada del bukelismo.
Había estado presionando, había estado generando un ambiente hostil contra la prensa. Pero en el momento en el que el bukelismo se sintió más amenazado fue con las revelaciones de El Faro
Yo creo que esos hitos que los dos entrañan el derecho a la libertad de expresión y manifestación de ideas que también marcan un desgaste en la imagen del propio presidente de Bukele que está más preocupado por su popularidad que por gobernar eficazmente hacia las personas, respetando sus derechos. A partir de eso es que vemos esta andanada de ataques descarada y de criminalización de voces críticas,
y este manualito del buen autoritario o autoritaria se ha ido cumpliendo desafortunadamente de manera cabal y es precisamente eso que explica también en tendencias muy similares, obviamente con sus particularidades históricas y contextuales en cada país, pero sí tiene como similitudes también las estrategias, ¿no? Que es el acoso judicial, la criminalización, la estigmatización pública, casos de espionaje o por lo menos de vigilancia mediante diversos métodos, unos más sofisticados que otros, el acoso y el hostigamiento permanentes a la prensa.
Este manual autoritario parece estar perfectamente calculado y el exilio se convierte en una consecuencia más. ¿Por qué este método de expulsar a personas incómodas, como periodistas, les resulta tan útil?
Leopoldo Maldonado: ha sido una estrategia que les ha salido redonda los regímenes autoritarios porque el exilio al ser silencioso, muchas de las veces termina siendo muy benéfico en términos políticos. Claro que esto pues no es culpa de quien se exilia, ¿verdad?
El exilio al ser silencioso es un proceso que no les genera costo político a los gobiernos y por supuesto tiene impactos devastadores.
En primerísimo lugar en la vida de las personas, de los periodistas que se tienen que mover, muchos de ellos terminan sin poder hacer o continuar su trabajo periodístico. Pero de entrada también dejan de estar ahí en donde están cubriendo y eso evidentemente genera un silenciamiento de esa voz
Pero hemos visto con esperanza que a pesar de que este silenciamiento les puede salir redondo y sin ningún costo político a los autoritarios, hay un periodismo de exilio, tal cual.Como el que están haciendo sobre todo de pero no únicamente los colegas de Nicaragua y ha sido un ejemplo de resiliencia y eso ha marcado una pauta de lo que se puede hacer desde afuera para no dejarles, por así decirles, el campo libre a estos gobiernos autoritarios y puedan sustraerse del escrutinio público, que es lo que finalmente buscan al empujar al exilio.
El panorama parece abrumador. Gobiernos autoritarios, silencios forzados, retrocesos democráticos… ¿Cómo se ve el futuro en este presente tan complejo?
Hacia adelante pudiera parecer un panorama poco halagüeño porque estamos en un cambio de época a nivel global. El proceso de regresión democrática por las razones que haya sido y que hay que estudiar y que hay que asumir y en fin, está afectando ya a buena parte del mundo. Incluso aquellas que se consideraban democracias modélicas o consolidadas, como las europeas o como la de Estados Unidos.
También vemos con esperanza cómo responde la sociedad, cómo responde el periodismo. Cómo responden diversos sectores que lejos de buscar tomar un poder político o económico se asientan como un contrapoder.
Y ahí es también y su función esencial es justo estar siempre señalando esté a quien esté en el poder con una crítica bien documentada, bien bien verificada. Pero que mantiene viva la esperanza en que eventualmente los valores democráticos se van a volver a poner en el centro y los derechos se pueden volver a garantizar. Yo creo que esto es un mensaje no solo para el periodismo que está desde el exilio, sino para toda todas las sociedades que están siendo agraviadas por este incremento de los regímenes autoritarios.
Narradora: ¿Y tú, Angélica? ¿Cómo ves el futuro para el periodismo salvadoreño?
Creo que no hemos empezado lo más duro. En el caso de El Salvador viene lo peor, yo creo que se desarrollarán lo que resta de este año 2026. O sea, porque ojo, no tenemos periodistas presos.
La pregunta es quién va a ser el primero. Eso no ha ocurrido. No ha ocurrido porque ya nos logramos mover y organizar, sacar a la gente que sabíamos que era de alto perfil y que los iban a poder perfilar para atacar, pero eso no va a ser sostenible, ¿no? Y hay que prepararnos mentalmente cuando eso llegue eh a ocurrir.
Ahora, la esperanza yo te la resumo en tener una estrategia muy clara para cuidarnos y para poder hacer periodismo desde fuera
Y creo que otra de las esperanzas que hay que tener, aunque últimamente no ha estado tan con nosotros, es con la comunidad internacional. Y yo aquí aprovecho hacer un llamado a la comunidad internacional. Nos están dejando solos. O sea, no estamos viendo llamados contundentes.
Antes la diplomacia tenía un impacto sobre los gobiernos y se limitaban a atacar a la prensa y a las personas defensores de derechos humanos porque habían condenas, porque habían sanciones. Ahora pareciera que interesan más los intereses comerciales que sobre la agenda de los derechos
[Transición musical final]
Narradora: Si quieres conocer más sobre este tema, te invito a que leas el reportaje de mi colega Alex Maldonado. Lo encuentras en nuestro sitio web, agenciaocote.com. Ahí puedes explorar otros temas en los que profundizamos sobre los gobiernos autoritarios en la región y las consecuencias que esto tiene para el periodismo y la ciudadanía.
Las entrevistas y el guion los hice yo, María Olga Domínguez. La edición es de Carmen Quintela. El montaje y la producción sonora y musical es de Isaac Hernández.





