Mala alimentación: «Los guatemaltecos tienen una preferencia por alimentos altos en azúcar»

La iniciativa de Ley de Promoción de Alimentación Saludable aún debe ser aprobada en tercera lectura, pero está un paso más cerca a una mejor alimentación para los guatemaltecos. El profesor de nutrición Barry Popkin en esta entrevista habla sobre los beneficios que traería el etiquetado frontal y los desafíos que existen para una adecuada dieta.

La iniciativa 5504 busca aprobar la Ley de Promoción de Alimentación Saludable, que obligaría a que todos los productos de consumo en Guatemala tengan un Etiquetado Frontal con Advertencia Nutricional.  …

Dr Barry Popkin, experto en nutrición global_Ocote

La iniciativa 5504 busca aprobar la Ley de Promoción de Alimentación Saludable, que obligaría a que todos los productos de consumo en Guatemala tengan un Etiquetado Frontal con Advertencia Nutricional. 

Este etiquetado permitiría a la población estar mejor informada sobre el daño que le podría provocar lo que consume, según la eficacia de leyes similares en países como México, Chile, Colombia y otros de la región.

Sin embargo, la industria alimenticia y comercial rechazan la creación de esta ley argumentando que les impactaría de forma negativa si previamente no es analizada, consensuada y apegada a estándares de etiquetado centroamericano.

El problema es que el etiquetado en la región no contempla la presentación de los contenidos dañinos en cada producto que se consume.

En Guatemala, en 2018, se creó la iniciativa de ley que, luego de varias discusiones, modificaciones y reintentos en 2020 y 2021, quedó engavetada por presiones de los mismos sectores.

Para febrero de 2024, el actual Congreso la retomó y la aprobó en primera y segunda lectura. El rechazo del sector empresarial se volvió a presentar y una vez más fue sacada de la agenda.

Según el Ministerio de Economía, discusiones con la industria de alimentos ha llevado a acuerdos y nuevas modificaciones, aunque el tema sigue estancado y no ha vuelto a la discusión legislativa.

Para que se convierta en ley, la iniciativa 5504 debe pasar en tercera lectura y luego en discusión final por artículos en el pleno del Congreso.

Barry Popkin, profesor en nutrición de la Escuela Gillings de Salud Pública Global de la Universidad de Carolina del Norte (UNC), habló con Ocote sobre los beneficios y desafíos de la nutrición y la implementación del etiquetado frontal en Guatemala.

Popkin cuenta con un doctorado en economía agrícola de la Universidad de Cornell, además de haber fundado la División de Epidemiología de la Nutrición en la UNC.

Ha realizado estudios en varios países sobre la importancia de la nutrición y los problemas para alcanzarla en el mundo.

Barry Popkin durante una charla sobre nutrición en la Escuela de Salud Pública Global Gillings de la Uiversidad de Carolina del Norte.
Barry Popkin durante una charla sobre nutrición en la Escuela de Salud Pública Global Gillings de la Uiversidad de Carolina del Norte. Foto: Jonathan Lara.

Actualmente está involucrado en el trabajo de diseño y evaluación de programas y políticas, además de investigaciones colaborativas sobre la evaluación del impuesto a las bebidas azucaradas y a la comida chatarra en México.

Usted que ha realizado trabajos a nivel mundial sobre nutrición, ¿cuál cree que sea la región del planeta con mayores problemas por consumo de productos dañinos?

Las peores dietas en el mundo se encuentran en tres países: En los Estados Unidos, en el Reino Unido y en Australia en términos de la magnitud del consumo de productos ultraprocesados, pero después de estos, los países centroamericanos se encuentran entre los peores.

El problema empieza en México, alcanza a los países centroamericanos y otros sudamericanos. La proporción de productos procesados dañinos en su dieta es bastante alta.

En vista de la extrema sensibilidad que tienen los latinoamericanos a tener grasa visceral, o sea alrededor del estómago y del corazón, el problema está muy vinculado al riesgo de enfermedades relacionadas con el sobrepeso y la dieta.

Nos encontramos en un punto muy grave en la historia de América Latina, especialmente de Guatemala, que tiene niveles más altos de obesidad y sobrepeso comparado con otros países de la región, incluso que el sur de México. 

Quienes apoyan el etiquetado fronta de advertencia nutricional en Guatemala
Estos son los sectores que apoyan una ley de etiquetado fronta de advertencia nutricional en Guatemala y Centroamérica, según el Incap.

El Gobierno tiene que hacer algo porque se está afectando de tal forma la salud de la población que no sólo impacta el costo de la atención en salud, sino también en la productividad de las personas.

Muchas veces es difícil entender, pero existe mucha documentación de expertos sobre la reducción significativa de la productividad por problemas de salud. La economía (se ve afectada) por una dieta que cada vez se consume más en Guatemala. 

¿Cómo ve a la región centroamericana en relación con esa lucha por proveer alimentos saludables versus las empresas que rechazan ese cambio?

América Central no es un caso aislado. A ninguna empresa le gusta la normativa que hace más saludables a las personas si esto va a afectar las ventas de sus productos. Es un problema de todos los países en los que he estado.

En los lugares donde hay voluntad política para lograr un futuro más saludable ha habido luchas extremas en la consecución de cualquier implementación de etiquetados frontales de advertencia.

Y (las empresas) lo pueden hacer a un costo mínimo, pero no les interesa y no lo quieren hacer. En todo el mundo buscan que ninguna normativa los afecte. 

¿Podría darnos un ejemplo de resistencia como la que existe en Centroamérica para implementar el etiquetado frontal?

En Colombia nuestros colegas en los grupos de incidencia trabajaron durante cinco o seis años hasta lograr la implementación. Primero se encontraron con presiones de los medios digitales y muchos argumentos de consumidores.

Se trabajó arduamente para cambiar la legislación y lograr un pequeño avance con un etiquetado. Más adelante, con más trabajo, se logró implementar uno mejor. Esto requiere años de ejercer presión política y mucho cabildeo.

Se necesita la colaboración de los medios y la ayuda de muchos sectores para cambiar la mentalidad de las personas, para que sean ellas las que obliguen al gobierno a crear dietas más sanas.

En una columna de opinión utiliza el término hiperpalatable (de sabor agradable o irresistible), ¿cómo se crea un producto de este tipo y qué lo vuelve de esa forma?

Una serie de elementos, en parte los ingredientes. En la naturaleza están el azúcar, la sal o las grasas. 

Las empresas aprendieron hace mucho tiempo a agregar edulcorante a productos endulzantes o grasas y lo que han hecho con tecnología moderna a lo largo de los últimos 60 o 70 años fue transformar los granos y otros componentes básicos a nivel celular y molecular, y luego recombinar.

Inicialmente, tendríamos algo como una salchicha, pero cuando se le agrega las azúcares, las grasas y la sal produce algo que parece natural, sano, pero al analizarlo verdaderamente es algo desmantelado y vuelto a recomponer de formas que no se pueden imaginar.

Usan aditivos que hacen que sepa mejor que la comida normal gracias a los ingredientes agregados, y no es solo el azúcar, la sal o la grasa. 

Usted puede hacer una torta u otro producto en su casa. Pero en una fábrica los procesan para agregar estos ingredientes que hacen que sean adictivos por la combinación que hacen. En su cocina no va a encontrar esos ingredientes, ni en la de un chef o en el supermercado. 

En la fabricación no está consumiendo comida real, está consumiendo un invento hecho de ingredientes como grasas, granos, pero ha sido desmantelado y vuelto a armar. 

Muchas tortas o pasteles han existido durante centenares de años, pero la diferencia (con la industria) está en que todos estos aditivos y la forma en la que los fabrican hace que, por una parte, sean muy económicos, baratos de producir y, por otra parte, sean hiperpalatables. 

¿Cómo incentivar una buena alimentación cuando los productos ultraprocesados no solo son baratos sino de fácil acceso, si en Guatemala, además, un ciudadano promedio lleva un ritmo de vida muy rápido, no tiene tiempo para cocinar y cuenta con pocos recursos?

No hay forma de competir con esos alimentos que son casi productos químicos, nada que hubiera existido en la humanidad antes de la Segunda Guerra Mundial. Fue a partir de esa guerra que empezaron a desarrollar la ciencia que creó estos productos.

En casos como Chile se está tratando de implementar un impuesto sobre los productos ultraprocesados y también experimentan con una aplicación para las personas de menores ingresos que no pueden costearse productos más caros.

La idea es darles acceso a través de la App para que encuentren alimentos más sanos en los mercados de plaza o en las tiendas. 

Eso vamos a tener que hacer, no podemos competir con el nivel económico de estos productos. Especialmente para los hogares de ingresos medios y bajos. 

Ahora, por la parte de conveniencia, si podemos crear alimentos sanos, sabemos cómo hacerlos. Podemos hacer ensaladas o comprar una bolsa con todos los productos. 

También se puede precocinar alimentos sanos y venderlos así en supermercados o pequeñas tiendas. Serían alimentos listos para consumir o listos para calentar, lo cual requiere dinero. 

Según su opinión, el etiquetado frontal en casos como Chile no fue negativo para la economía, pero las gremiales de Comercio de Centroamérica aseguran que esta legislación vulnera el sistema económico y su industria, ¿qué puede decir sobre eso?

Hemos realizado ocho o diez evaluaciones en donde la industria ha dicho que colocar el etiquetado, grabar impuestos, puede reducir el empleo y han creado pánico, lo colocan en periódicos y medios digitales.

A través de las evaluaciones hemos demostrado que no afecta al empleo, ni a las utilidades de estas empresas. 

Tampoco les afecta producir alimentos más sanos, tienen la capacidad de crear alimentos que no sean ultraprocesados.

En el caso de México, por ejemplo, la gente pasó a consumir agua cuando se puso el impuesto a las bebidas azucaradas. 

En el caso de Chile, los niños iban a decirles a sus mamás que no compraran los productos con etiquetado frontal, y las mamás se llevaban los que no tenían etiquetas y que no eran tan costosos.

Funciona y no tiene por qué afectar al empleo. Es una práctica alarmista que utilizan.

¿Por qué no son funcionales los etiquetados de información que se utilizan en Guatemala y Centroamérica? (Ej: Información nutricional, Semáforo nutricional, NutriScore)

Porque son complejas de leer. Los paneles de contenido nutritivo, que detallan porcentajes de grasas y otros ingredientes, son demasiado complejos y requieren de una persona con conocimiento que le dedique tiempo a entenderlos. 

Cuando la gente va al supermercado o la tienda a comprar alimentos, no se detiene a ver durante un minuto cada producto. El promedio es de 10 o 20 segundos. En mi país, Estados Unidos, el promedio es de 8 segundos. 

Por eso se necesita que algo resalte, que se vea al tomar el producto. El etiquetado frontal de advertencia ha sido el único que impacta la decisión de compra.

Lo hemos demostrado a través de encuestas en varios países de América Latina: en Chile o en Perú, que es un país con ingresos bajos parecido a Guatemala, se ha reducido significativamente el consumo de estos productos.

¿Qué debería hacer la industria de alimentos en lugar de pelear para que no se implementen leyes que regulen los productos dañinos?

Por una parte, reducir el sodio en los productos por sal de potasio. Ellos tienen la tecnología para reducir el sodio en la medida que quieran sin que nadie se dé cuenta. Esto daría como resultado un producto más sano.

El segundo cambio puede ser cortar o reducir el azúcar y poner edulcorantes dietéticos que se utilizan en algunas bebidas. Si no quieren cambiarlos, que pongan la etiqueta en el empaque para que la gente tome la decisión. 

Sus edulcorantes no son apropiados para los niños y lo que hacen es aumentar el gusto de ellos por el dulce para que lo consuman cada vez más.

Otra cosa sería aumentar los precios de sus productos y crear alimentos más sanos. 

Antes de la Segunda Guerra Mundial, en Estados Unidos, había miles de productos sanos, no estaban procesados; se les agregaba azúcar o sal, pero no se les descomponía y se les volvía a elaborar.

Esos eran productos un poco más costosos, pero funcionaban y fue después de la Segunda Guerra Mundial que todas las empresas de talla mundial empezaron a producir.

Una de esas que empezó en México (Bimbo, 1945) ahora es una empresa global, lo mismo pasa con la Coca Cola y otras bebidas en México, Colombia, Brasil, Europa, Asia y otros países.

En la industria todas (las empresas) cuentan con la misma tecnología y si producen alimentos más sanos no van a ser tan costosos, porque ya tienen el equipo para ponerles conservantes sin necesidad de descomponer todo a nivel molecular.

Pueden producir alimentos más sanos y menos costosos porque lo hacen en enormes volúmenes. 

Ahora que menciona el uso de edulcorantes para cambiar el consumo de azúcar. La OMS desaconsejó el uso de edulcorantes por un mayor riesgo de diabetes tipo 2, pero también muchos productos con altos niveles de azúcar están destinados a niños, como los cereales o dulces. ¿Cómo lograr reducir esta ingesta?

A lo largo de la historia, Guatemala ha consumido mucha azúcar. Es un gran productor de caña y la preferencia por el azúcar ha estado ahí durante mucho tiempo. La diferencia es que antes no se consumía todo el día, o no se consumía a los niveles que se consume ahora.

Antes se consumían más alimentos verdaderos y algo de azúcar. Pero al empezar a agregarla en todos los alimentos que consume la gente se aumenta la preferencia por lo dulce.

Los guatemaltecos tienen una preferencia por los alimentos altos en azúcar. Se les debe obligar a consumir productos más sanos. Se debe comenzar desde preescolar, con los niños pequeños, a que cambien los hábitos alimenticios.

La niñez en edad preescolar es el futuro, tenemos que cambiar sus preferencias para que en el largo plazo estén saludables.

Sobre el edulcorante dietético, es un asunto muy complejo. La Organización Mundial de la Salud no ha recomendado que se elimine. En realidad es en los niños que no queremos que se consuma, los adultos vamos a tener que aprender a vivir con eso.

En los niños (la ingesta de edulcorante) empieza desde la fórmula de la leche en polvo. En los supermercados puede ver que tienen azúcar agregado y no es necesario.

Por eso deberíamos tener etiquetado frontal hasta en las leches para niños pequeños y todo lo que la industria trata de mercadear.

Hay productos que se venden como saludables, como el caso de las proteínas o suplementos vitamínicos, ¿estos podrían llegar a afectar la salud?

Estos suplementos son útiles para las personas que no requieran estar a dieta. Si una persona tiene una dieta poco sana, estos suplementos van a cerrar una brecha, pero no deben suplantar la proteína. 

Las personas tienen todavía que comer alimentos verdaderos, los frijoles son de bajo costo y parte de la dieta. Son muy sanos. 

El consumo de alimentos les va a dar las proteínas que requieren y otros como los cítricos que ustedes colocan en muchos alimentos son también parte de una dieta.

Yo prefiero tener mi proteína a través de frijoles, pescado, pollo, que son sostenibles y no consumen tanta energía para la producción y son más sanos que los suplementos de proteínas.

En el caso de las bebidas energéticas, ¿cómo pueden estas llegar a afectar al organismo?, ¿el etiquetado frontal podría reducir su consumo?

Puede ser útil para la reducción de consumo en niños. En países en donde trabajé logramos que impuestos hasta del 100% a estas bebidas, pero por ejemplo, para los conductores que requieren mantenerse despiertos, pues podrían consumir cafeína.

El etiquetado de advertencia va a ayudar, pero en estos productos necesitamos un impuesto.


Si quieres conocer más sobre la ley de alimentación saludable en Guatemala y quienes están a favor o en contra, te invitamos aleer nuestra explicativa ¿Qué propone la ley de alimentación saludable?

También te puede interesar