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Propela vendió Q12 millones a Salud y productos poco efectivos para promover el uso del condón

En 2022, la empresa Grupo Propela Sociedad Anónima, una de las entidades señaladas en el caso de defraudación tributaria B410 y denunciada por fraude al Hospital General San Juan de Dios, le vendió al Ministerio de Salud productos y obras por valor de 12 millones de quetzales. Tres de las compras que se hicieron fueron para promover el uso correcto y constante del condón. Se compraron tazas, sombrillas y porta condones valorados en Q266 mil quetzales. ¿Qué tan efectivo fue el gasto?

El 10 de octubre de 2024, el gobierno guatemalteco denunció un fraude en el Hospital General San Juan de Dios por parte del Grupo Propela S.A. Propela es una de …

El 10 de octubre de 2024, el gobierno guatemalteco denunció un fraude en el Hospital General San Juan de Dios por parte del Grupo Propela S.A.

Propela es una de las más de 400 empresas señaladas de evadir 300 millones de quetzales en pago de impuestos durante el gobierno de Alejandro Giammattei. El caso conocido como B410 fue revelado en agosto de 2024 por la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).

En conferencia de prensa, Santiago Palomo, secretario de Comunicación Social de la Presidencia; Julio Flores, director ejecutivo de la Comisión Nacional Contra la Corrupción; Mynor Melgar, oficial de probidad del Ministerio de Salud y Joaquín Barnoya, ministro de Salud, denunciaron que, además de tratarse de uno de los casos más grandes de fraude fiscal en la historia de Guatemala, este es un caso grave de corrupción. 

Según la denuncia, además de evadir los impuestos, las compras pagadas por el Estado serían un engaño.

De acuerdo con la investigación presentada el jueves pasado, la empresa está involucrada en una serie de compras fraudulentas al Hospital General San Juan de Dios; obras adjudicadas en áreas que no existen, que no se hicieron o eran innecesarias.

En la conferencia mencionaron el mantenimiento preventivo de las tuberías de drenajes del edificio de maternidad que no puede comprobarse que se haya realizado. 

También la desinstalación de unas balizas (luces para la orientación de aviones) que ya no existían antes de que se ejecutara la obra. Según la denuncia del Ejecutivo, el mantenimiento de la luz al edificio del hospital no se hizo y no existe la losa del área anexa de maternidad de la morgue, para la que se contrató un mantenimiento

En algunas compras, aunque otras empresas ofrecieron montos más bajos, se adjudicó al Grupo Propela. La mayoría de estas tienen un valor entre Q81 mil y Q89,150, justo por debajo del límite establecido legalmente para no licitar las compras a través de un concurso público. Para Mynor Melgar, oficial de probidad del Ministerio de Salud, este presunto fraccionamiento es otro indicio de corrupción.

«Lo que hacen es dividir, para parecer como que fueran diferentes obras. Es fraccionamiento y está perseguido por la ley. De lo contrario tendrían que hacer un proceso de cotización que está sujeto a más limitaciones legales», dijo Melgar.

La conferencia de prensa sobre los hallazgos de Salud se realizó un día después de que la SAT manifestará su preocupación porque el MP no ha avanzado con capturas en el caso B410. 

Grupo Propela S.A. fue una de las 28 empresas inhabilitadas por la SAT en agosto de 2024, por tener obligaciones tributarias pendientes. Se encuentra contemplada dentro de una denuncia penal ante el Juzgado A Pluripersonal de Primera Instancia Penal en Materia Tributaria y Aduanera del Departamento de Guatemala. Se trata de la carpeta judicial número 02046-2024-00495, identificada como «Estructura Caso B410».

Antonio José Fernández Rodríguez, representante legal de Grupo Propela S.A. también es el representante de otra entidad que está activa. La empresa Carreteras y Casas Sociedad Anónima, del 2004 al 2023 recibió fondos del Estado por más de Q110 millones. 

Carreteras y Casas, S.A. también fue denunciada por fraude, conspiración y pacto colusorio en obras adjudicadas por el Hospital General San Juan de Dios. En lo que va de 2024 ha recibido la adjudicación de Q20 millones por tres obras con las municipalidades de Villa Canales y Cahabón.

La investigación de la SAT en el caso B410 detalla que las empresas involucradas comparten características, como una offshore en Belice y al menos la mitad tiene como sede una casa en la colonia Banvi, como ocurre con la empresa Grupo Propela S.A. En inspecciones, la SAT verificó que la dirección de la colonia Banvi no existe, que había cámaras instaladas en la zona y que vigilantes impedían que se visitara el lugar.

Hasta ahora el Ministerio Público no ha capturado a nadie por el caso. 

Mientras tanto, el Ministerio de Salud denunció a Grupo Propela ante la Fiscalía por fraude, conspiración y pacto colusorio por las compras de Q11.8 millones en el Hospital General San Juan de Dios. Pero estas no fueron las únicas adquisiciones que Salud le hizo a la empresa.  

Las compras dudosas

Grupo Propela ha recibido Q12.4 millones del Estado en contratos firmados entre 2021 y 2023. Pero el año clave para la empresa fue el 2022. Solo a lo largo de ese año, la compañía recibió Q12,354,960.77 por 150 compras del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS). 

De estos, Q266 mil se utilizaron para pagar 1,500 sombrillas por Q88,754, 6 mil tazas por Q88,502.40 y 5 mil porta condones por Q88,760. Los tres productos se compraron para promover el uso correcto y constante del condón.

Las solicitudes de las compras las hizo la Unidad de Prevención y Promoción del Programa Nacional de Prevención y Control de ITS, VIH y SIDA, a cargo de Jorge Arreola.

Este fue el diseño de las tazas de cerámica con impresión full color y capacidad para 11 onzas. Se fabricaron 3 mil en blanco y 3 mil en negro. Por cada una se pagaron Q14.75.

En los eventos se recogen las ofertas de José Alejandro Villagrán Quintanilla, de Agroindustrial Villaruz y de Antonio José Fernández Rodríguez, representante legal de la empresa Grupo Propela SA

Grupo Propela ganó los tres concursos a pesar de que Agroindustriales Villaruz había presentado precios ligeramente más bajos. En las sombrillas fueron Q3,754 menos, en las tazas Q8,502.40 y en los porta condones Q760. 

En la oferta de las sombrillas, esta otra empresa había ofrecido incluso mayor tiempo de garantía del producto. De acuerdo con los documentos registrados en Guatecompras, presentó una garantía de seis meses, mientras que la de la empresa seleccionada, Propela SA, fue de la mitad: tres meses. 

La justificación de la adjudicación fue el tiempo de entrega, aunque Propela SA ofreció hacerlo en 13 días y la otra concursante en 10. 

Los pormenores de la compra quedaron registrados en las actas de negociación firmadas por Ana Luisa Díaz, jefa del departamento administrativo de la unidad ejecutora 201 y Lesly Sofia González López, jefe de sección de compras del departamento administrativo de la misma unidad.

En 2024, con el cambio de autoridades en el Ministerio de Salud ambas funcionarias fueron trasladadas a otras áreas. De acuerdo con Salud, el movimiento no tiene relación con ningún otro tema. Díaz fue trasladada a la Dirección de Redes Integradas de Servicios de Salud y González López a la Dirección de Normatividad de Programas de Atención a las Personas. Díaz dijo a Ocote que no recuerda el evento. González López prefirió no hablar porque considera que los periodistas tergiversan la información. 

El analista de la compra fue Edwin Rolando Sumpango Salvador, quien ya no labora en el ministerio. 

Los productos llevan el mensaje «¡Me cuido! ¡Me protejo!», junto al dibujo de un rostro sonriente guiñando un ojo, con un condón de sombrero. 

Las tres compras se hicieron en la modalidad de compra directa con oferta electrónica, que permite que el Estado adquiera un bien o servicio de menos de Q90 mil.  

Sobre estas tres compras, Mynor Melgar, oficial de probidad del Ministerio de Salud, dijo a Ocote que la investigación aún está en proceso. «Estamos investigando a la empresa en todas sus adjudicaciones», aseguró.

La justificación

En entrevista con Ocote, Jorge Arreola, el responsable del Programa Nacional de Prevención y Control de ITS, VIH y SIDA, y quien hizo la solicitud de la compra, justificó la necesidad de los productos para distribuirlos en los servicios y ferias de salud con el propósito de incentivar a las personas a que se realicen la prueba del VIH. 

Contó que la instrucción para los trabajadores de salud fue que los productos se entregaran a quienes aceptaran hacerse la prueba de VIH. Para Arreola, estos productos pueden motivar a que las personas se interesen por saber sobre su salud sexual y reproductiva.  

Al ser consultado sobre los detalles de la entrega o el perfil de las personas que recibieron los productos, Arreola indicó que no era posible brindar esta información. Explicó que las áreas de salud, a las que fueron enviados estos productos para que los repartieran, no rindieron un informe sobre las personas a las que se los entregaron.  

«No me consta», expresó Arreola sobre el cumplimiento de la instrucción para la entrega de los artículos. 

Por medio de una solicitud de información pública se consultó al Ministerio de Salud sobre las personas a las que entregaron los productos. Sólo la Dirección de Servicios de Salud del área Ixil cumplió con la entrega de los datos. El área Ixil está conformada por los municipios de Chajul, Cotzal y Nebaj, en el departamento de Quiché, en el Occidente de Guatemala. El personal informó que nunca recibieron sombrillas. 

Sobre las tazas, entregaron 31 a trabajadores de salud y a la ciudadanía en general; 15 mujeres y 16 hombres en un rango de 20 a 48 años. En el caso de los porta condones, fueron 73, también a trabajadores de salud y ciudadanía en edades de 18 a 45. Las tazas se dieron en una capacitación y los porta condones en el lanzamiento del mes de la salud reproductiva. Ambos en agosto de 2023. Más de ocho meses después de la compra. Se desconoce qué ocurrió con el resto de los objetos. 

Sin un registro adecuado de la distribución, medir la efectividad de la campaña y la eficiencia del gasto público es complicado. Según Arreola, el indicador para analizar esto, es el número de pruebas de VIH que se hicieron. Si el área de salud aumenta el número de tamizajes, se toma como efectiva.

En el área ixil las pruebas sí aumentaron del 2022 al 2023. Pasaron de 7,584 a 8,247. Esto no es excepcional. Del 2020 al 2021 también incrementaron, y la subida fue incluso mayor: 1,513. Pasaron de 5,380 a 6,893. 

No hay documentos que prueben una relación entre la entrega de los productos y el número de tamizaje.   

En Guatemala se registró un aumento de las pruebas de 2019 a 2023, pero no fue generalizado en todos los departamentos. Se concentró en mujeres aunque la mayoría de positivos son hombres. El bajo tamizaje de las poblaciones indígenas se mantuvo sin mejora.   

En las personas LGBTIQ+ la dinámica fue más crítica aún. Para 2021 el porcentaje de la meta de tamizajes para hombres gays y personas trans en Alta Verapaz fue del 0%, según los registros públicos. En 2022 el resultado fue el mismo para las personas trans en Guatemala central y El Progreso. En 2023 se sumó Izabal con un 0% de la meta alcanzada en este grupo de la población. 

«Son cosas sencillas y atractivas. Por ejemplo, las sombrillas: la gente va a decir “qué chilero”, porque hay sombrillas y viene el invierno. Particularmente porque hay mucha gente de escasos recursos que vive en pobreza y pobreza extrema, estos segmentos poblacionales son los que están más afectados por el VIH. Es una manera de poderlos atraer», argumenta Arreola a Ocote.

Especialistas en salud sexual y reproductiva no están de acuerdo con estos argumentos.

Análisis del gasto

Emma López, integrante de la Mesa Nacional por la Educación Integral en Sexualidad (MENEIS) analiza la compra y dice que los productos promocionales no deben ser una prioridad. Considera que pueden ser complementarios a otros esfuerzos sostenidos de formación, investigación y generación de datos. 

«Nunca va a ser suficiente que imprimamos una taza o que mandemos a hacer sombrillas con unos logos, no hay evidencia científica que nos pueda decir que esto ha dado resultado en otros países o en otros momentos en la misma Guatemala», dice López. 

La integrante de la MENEIS recomienda hacer una evaluación del presupuesto para saber si se está invirtiendo de manera efectiva en estrategias que lo hayan demostrado «de verdad». 

«La impresión de materiales no quiero satanizarla, pero puede ser complementaria si hay un presupuesto para el posicionamiento de un mensaje claro», asegura Emma López.  

«No es nada más de regalar. Usted abre la sombrilla y dice; ”Yo me cuido”, pero el “yo me cuido” es un lema muy ambiguo, muy general. ¿Yo me cuido cómo?», cuestiona Leonardo Ortega, director ejecutivo del Grupo de Apoyo Xela (GAX) ONG. Ortega enfatiza en la necesidad de que la entrega de los objetos esté acompañada de una consejería.

«La estrategia no es mala, siempre y cuando vaya con una educación. Puede ser adecuada cuando la sombrilla solo es el gancho comunicacional para el mensaje. Al final lo importante es cómo estoy brindando ese mensaje. Más con el tema de VIH, tan amplio y en el que se necesita sensibilizar a muchas personas», señala Ortega. 

Sebastián Cabrera, coordinador del Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva (Osar) juvenil, coincide con Ortega y con López. Sus apuntes se enfocan en que puede ser una estrategia correcta, pero acompañada de un proceso de educación integral en sexualidad.

Cabrera es comprensivo con el Ministerio de Salud. En el trabajo de campo ha observado que en ferias de salud es difícil captar la atención de las personas sin algo que la llame para que se acerquen al puesto o a los servicios de salud.    

«Lo que definitivamente no creo que sea efectivo es que solo a través de materiales promocionales se asuma que las juventudes conozcan sobre cómo utilizar correctamente el condón. Lo que les puede permitir prevenir un embarazo o una infección de transmisión sexual, en este caso específicamente el VIH», dice Cabrera. 

Arreola, del MSPAS, asegura que el personal de salud debería entregar los artículos junto a un proceso de enseñanza sobre el uso correcto del preservativo, así como condones y lubricante a base de agua. Es parte de la instrucción, dice. En el ideal, los usuarios que recibieron estos productos tuvieron que escuchar las instrucciones necesarias.

Para controlar que eso ocurra está el personal de salud. Una persona encargada de VIH en el área central de cada dirección de servicios de salud y una en cada distrito. 

La misma Organización Mundial de la Salud recuerda que «la eficacia de los preservativos depende de que se utilicen correctamente».

Aunque los productos eran para promover el uso correcto y constante del condón, del 2022 al 2023 disminuyó el consumo nacional de los preservativos. 

Mynor Yos, promotor de salud en Escuintla desde hace cuatro años, identifica un problema: las cantidades de los artículos son mínimas para las miles de personas a las que se necesita llegar con pruebas de VIH e información sobre el uso correcto del condón. 

Arreola reconoce que los productos son pocos, pues se distribuyen a 29 áreas de salud, que a su vez tienen distritos. 

Yos recuerda que, en todo caso, los productos usados no son eficientes. Le apuesta a una campaña que incluya información de una forma permanente y más viral sobre todo en redes sociales, universidades y espacios públicos donde asisten muchas personas adultas. Enlista los mupis, las vallas publicitarias, o los roll up. 

«Me llama muchísimo la atención cuando las juventudes se organizan y crean contenido para las redes sociales. Es más actualizado, con un lenguaje más digerible para la misma generación y es relevante. Justo porque quien se lo dice es otra persona joven», enfatiza Yos.

¿Otras formas de invertir? 

Existen otras alternativas de prevención y promoción que pueden ser utilizadas. Las personas entrevistadas, quienes trabajan en temas de salud sexual y reproductiva, que conocen de educación integral en sexualidad exponen ideas que podrían ser útiles al MSPAS

Ortega y López coinciden en la necesidad de las estadísticas, de los datos, para tomar decisiones relacionadas con la atención del VIH. Consideran que las cifras del virus pueden motivar a las personas a hacerse la prueba y prevenir.  

El Ministerio de Salud cuenta con una página para el monitoreo de VIH, pero hasta septiembre de 2024 sólo era posible descargar los documentos con información de estadísticas del 2019, 2020 y 2022 (incompleto). 

Para hallar las cifras las personas que visitan el sitio primero deben descargar un PDF que las contiene. En el caso de los datos ausentes, se debe optar por solicitudes de acceso a la información pública, como se hizo para este reportaje. 

López también recuerda que en el 2022 y 2023 hubo desabastecimiento de antirretrovirales, los medicamentos para el tratamiento de pacientes con VIH. 

Ortega menciona la importancia de que el Ministerio de Salud tenga fondos para las redes de VIH que hay en algunos departamentos y que realizan la mayoría de las acciones con recursos de organizaciones no gubernamentales.  

Yos añade la importancia del abastecimiento de pruebas y facilitar horarios de atención para la población trabajadora. Cuenta que por su profesión de promotor ve que en algunas ocasiones el centro de salud de Escuintla se ha quedado sin pruebas.  

Cabrera ve una oportunidad en los espacios amigables, lugares donde las juventudes se reúnen para recibir información sobre salud sexual y reproductiva. Propone que los jóvenes puedan recibir preservativos de muestra y dildos que se usan para enseñar el uso correcto del condón.  

«El ministerio debería enfocar sus esfuerzos en fortalecer las capacidades de los chicos y chicas que forman parte de los espacios amigables, darles kits, quizá no un material promocional como una taza o un porta condón, pero sí lo necesario para que ellos y ellas se conviertan en entes replicadores de información», dice Cabrera. 

Sin respuesta

Para conocer la postura de Antonio José Fernández Rodríguez, representante legal de Grupo Propela S.A., Ocote se comunicó al teléfono de Propela registrado en Guatecompras. La línea no se encuentra habilitada. Al marcar el celular registrado a nombre de Fernández, respondió una mujer y aseguró que se trataba de un «número equivocado». 

Para un intento más de ubicar a Fernández, Ocote marcó al número registrado a nombre de la otra empresa que representa: Carreteras y Casas, S.A. Una mujer indicó que no se encontraba y que devolvería la llamada.

En el 2022, el año en que el ministerio compró las tazas, las sombrillas y los porta condones, se registraron 1,889 casos positivos nuevos de VIH. El año siguiente, 2023, fueron 2,066. Se estima que en Guatemala viven al menos 35 mil personas con VIH.

«Lo importante es que lo visibilicemos. Se trata de cómo esto impactó y sigue impactando la vida de la población en general», dice López, integrante de la MENEIS.

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María José Longo Bautista

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