SUSCRÍBETE A NUESTRO BOLETÍN

El matrimonio igualitario no puede aprobarlo un presidente, sólo el Congreso

Al instante Uno de los temas que más ha generado desinformación durante estas elecciones es el matrimonio igualitario. Varios candidatos se pronunciaron en contra y han advertido que no lo …

Al instante

  • Circula desinformación sobre el matrimonio igualitario, y que asegura que Bernardo Arévalo lo aprobaría de llegar a la Presidencia. Esto a pesar de que el candidato ha aclarado en múltiples ocasiones que esa no es su intención. 
  • La Constitución no lo específica, pero el código civil guatemalteco establece que el matrimonio es entre un hombre y una mujer.
  • La iniciativa de legalizar el matrimonio o la unión civil de personas del mismo sexo no recae en el Presidente, sino en el Congreso.  Para cambiar esta ley se necesitaría obtener el voto de al menos 81 diputados.

Uno de los temas que más ha generado desinformación durante estas elecciones es el matrimonio igualitario. Varios candidatos se pronunciaron en contra y han advertido que no lo aprobarían. Sin embargo, este no es un asunto del Ejecutivo, es el Congreso el que tiene el poder para hacerlo.

Las conversaciones, y el debate, sobre el matrimonio igualitario o la unión civil entre personas del mismo sexo ha tomado fuerza estas elecciones. Luego de que distintos candidatos se pronunciaran en contra y lo utilizaran como medio para atraer votantes conservadores en Guatemala.

El matrimonio igualitario no está legalizado en Guatemala, pero en las actuales elecciones el tema ha cobrado mucha publicidad.

«Nosotros somos un partido que defiende la vida, que desciende del matrimonio hombre y mujer, y eso es lo que vamos a hacer en mi gobierno», decía el hermano del expresidente Jimmy Morales, Sammy Morales, durante su campaña como presidenciable del partido FCN Nación. 

También circularon contenidos maliciosos alrededor del tema, pasada la primera vuelta, luego de que se publicaran fotografías donde el candidato a la presidencia por el Movimiento Semilla, Bernardo Arévalo, acompañaba a una mujer en su boda con otra mujer. 

El candidato explicó, durante una entrevista con Emisoras Unidas, que se trataba del matrimonio de su hija, en México. Aclaró, como ha repetido en otros espacios, que él no tiene intención de aprobar el matrimonio igualitario en Guatemala, pero que sí buscará erradicar la discriminación.

«No tenemos ninguna intención de promover el matrimonio homosexual en Guatemala, pero haremos todo lo que sea necesario para evitar la discriminación contra las personas en atención a su orientación sexual», explicó Arévalo a su entrevistador.

Sólo el Congreso puede aprobarlo

Es importante comprender quienes sí tienen potestad para cambiar leyes que regulan Guatemala.

El matrimonio está establecido dentro de la Constitución, en el artículo 47, aunque en ésta no se especifica el sexo de las personas que pueden conformarlo.

«El Estado garantiza la protección social, económica y jurídica de la familia. Promoverá su organización sobre la base legal del matrimonio, la igualdad de derechos de los cónyuges». 

Sin embargo, dentro del Código Civil, que reúne una serie de leyes que regulan las relaciones entre personas físicas y jurídicas, en el artículo 78, sí está especificado: «El matrimonio es una institución social por la que un hombre y una mujer se unen legalmente (…)». 

La legislación guatemalteca contempla únicamente el matrimonio entre hombre y mujer.

Así, la decisión de aprobar el matrimonio igualitario recaería en manos del Congreso, que debería cambiar el Código Civil. Pablo Bonilla, abogado constitucionalista, explica que se necesita del voto de al menos 81 diputados para hacer este cambio. 

«El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha dejado a discrecionalidad de los Estados la aprobación o no del matrimonio igualitario», expresa Bonilla. 

En el mismo sentido, Oswaldo Samayoa, abogado y defensor de derechos humanos, explica que la Corte Interamericana de Derechos Humanos resolvió en 2018 que el matrimonio igualitario no es contrario a los derechos humanos, y dejó a potestad de cada Estado el aprobar o no la unión entre personas del mismo sexo. 

Samayoa también reitera que:

«El acoger agendas internacionales, como la Agenda 2030, no obliga a los Estados a aprobar el matrimonio igualitario».

En este sentido, y en el caso de que se quisiera impulsar reformas de Ley relacionadas con el matrimonio, lograr el consenso sería un gran desafío. El nuevo Congreso de la República para el periodo 2024- 2028 está conformado en su mayoría por partidos que se han declarado cristianos. 

[Puedes leer: Es falso que Semilla quiera despenalizar el aborto]

El partido Valor, por ejemplo, ha declarado abiertamente ser un partido tradicional y fundamentado en el cristianismo. Dentro del pleno, la diputada Lucrecia Marroquín de Palomo es quien más se ha pronunciado en contra.

Asimismo, el partido Unidad Nacional de la Esperanza, que tendrá 28 diputados, cuenta con algunas figuras políticas autodenominadas evangélicas. Y su candidata a la presidencia, Sandra Torres, ha expresado su compromiso con mantener el matrimonio entre hombres y mujeres. 

«En la biblia dice Adán y Eva, no Adán y Esteban», expresó la candidata en un video difundido en sus redes sociales. 

Roberto Alejos, exdiputado, expresa que una propuesta de este tipo se enfrentaría a dificultades: «Vamos a tener un Congreso totalmente conservador», indica. 

Esta postura la confirma el diputado electo por el partido Azul, Nery Ramos: 

«Creo en la familia tradicional, conformada por hombre y mujer. Respeto a las personas sin importar su orientación sexual, tienen el derecho a hacerlo, pero de ahí a que apoye un proyecto de ley para legalizar el matrimonio igualitario, definitivamente no». 

A contracorriente

En el Congreso ha habido poca disposición a impulsar algún cambio al Código Civil. Al contrario, en 2017 el diputado Aníbal Rojas propuso una ley que pretendía criminalizar el matrimonio igualitario. 

Luego, en marzo de 2022, el Congreso aprobó la iniciativa 5272, llamada Ley para la Protección de la Vida y la Familia, que prohibía de forma explícita el matrimonio entre personas del mismo sexo. Tras la oposición de organizaciones de mujeres y de defensa de derechos humanos nacionales e internacionales, el Presidente pidió al Congreso engavetarla.

Intentamos comunicarnos con otros diputados electos para la próxima legislatura, pero no respondieron a las consultas, y tampoco han hecho declaraciones en este sentido ante los medios. 

Un derecho ya aprobado en otros países

En distintos países de Latinoamérica ya se ha aprobado el matrimonio igualitario. 

El primero fue Argentina, en 2002, con el cual las parejas pueden obtener ciertos derechos, como la toma de decisión en temas legales o de salud.

Costa Rica es el único país centroamericano que lo ha legalizado.

Eric Castillo, quien forma parte de la organización Visibles, que busca promover los derechos de las personas LGBTIQ+, explica los derechos a los cuales se les priva con estas decisiones:

«Mucho de lo que sucede es que las poblaciones LGBTIQ+ crecemos alejadas de nuestros núcleos familiares, entonces uno crea su familia y son esas personas quienes responden por uno. No poder acceder a un matrimonio es un tipo de discriminación, porque no se puede tomar decisiones sobre la salud de la otra persona, la pensión, el IGSS». 

La linterna es un proyecto contra la desinformación en las Elecciones Generales 2023 en Guatemala. Hace verificación del discurso público y detección de bulos. Es coordinado por Ocote con la participación de ConCriterioelPeriódicoNo-Ficción y Ojoconmipisto y es financiado por Capir.

Mariana Contreras | ConCriterio

También te puede interesar

CONTAMOS LA
REALIDAD DESDE MIRADAS DIVERSAS

SUSCRÍBETE A NUESTRO BOLETÍN

La realidad
de maneras diversas,
directo a tu buzón.