El Censo de 2018 reveló que en Guatemala hay más mujeres que hombres. 52 de cada 100. El padrón electoral tiene la misma característica; hasta el 25 de enero de …
El Censo de 2018 reveló que en Guatemala hay más mujeres que hombres. 52 de cada 100. El padrón electoral tiene la misma característica; hasta el 25 de enero de 2023, por cada 100 personas empadronadas, 53 eran mujeres: 708,989 más mujeres que hombres.
Al revisar las estadísticas del TSE sobre afiliación a partidos políticos, también la pluralidad son mujeres; un 57.77 %.
Pero cuando se coloca la lupa sobre los espacios de toma de decisiones, hay un giro. La mayoría está ocupado por hombres. Así ocurre con los liderazgos de 26 de los 30 partidos políticos, en donde ellos ocupan el cargo de secretarios generales nacionales.
El panorama de la política en Guatemala es un ejemplo del techo de cristal. A la hora de acceder a un puesto de elección popular, las mujeres se topan con obstáculos.
«Se les da más financiamiento a ellos». «Nosotras trabajamos duro, pero a la larga nos limitan las opciones para participar». «Si usted no se adapta es tachada de conflictiva, complicada». «Te ven como ignorante, como la niña metida en cosas de grandes». Estos son algunos de los testimonios que diputadas y alcaldesas en el periodo 2015- 2019 dieron para el estudio El techo de cristal, barreras patriarcales a la participación política de las mujeres, elaborado por el Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria.
Según los registros del Tribunal Supremo Electoral (TSE), hasta el 6 de enero de 2023, las siguientes organizaciones políticas tienen a un hombre como secretario general nacional: Bienestar Nacional (BIEN), Cabal, Compromiso Renovación y Orden (CREO), Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación), Movimiento para la Liberación de los Pueblos (MLP), Movimiento Semilla, Nosotros, Partido Azul, Partido de Avanzada Nacional (PAN), Partido Humanista de Guatemala (PHG), Partido Unionista, Podemos, Prosperidad Ciudadana (PC), Todos, Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG-MAIZ), Vamos por una Guatemala diferente (VAMOS), Victoria y Visión con Valores (VIVA).
Las cuatro mujeres que ocupan el cargo de secretaria general nacional están en Movimiento Político Winaq (WINAQ), Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Unión Republicana y Valor.
¿Cuántos años pasarán para lograr un mundo equitativo en los puestos de poder y liderazgo en los trabajos? La respuesta es más de un siglo, con exactitud: 140 años. Esta cantidad de tiempo fue estimada por la Organización de Naciones Unidas.
¿Por qué es importante?
Celia Luna Aguilera, politóloga y Ligia Ixmucané Blanco López, analista política, coinciden en que la trascendencia de un secretario general nacional radica en el poder de decisión que tiene, junto al comité ejecutivo nacional, para seleccionar a las personas candidatas a puestos de elección popular por su partido.
Por ejemplo, en las elecciones pasadas, de 2019, de los 35,170 candidatos a cargos públicos, solo 7,245 eran mujeres, el 20.5 %, según el artículo: “Las mujeres en el proceso electoral 2019” de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies).
Blanco explica que cada partido tiene una estructura diferente, pero básicamente debe contar con un comité ejecutivo nacional que tiene un secretario general, secretarios adjuntos y secretarios de distintas secretarías. Los comités tienen una función muy importante que es la de nominar candidatos en aquellos departamentos y municipios donde no tienen estructura formal.
Los partidos políticos no están obligados a tener una estructura formal en los 340 municipios y 22 departamentos de Guatemala. El requisito solo es para 50 municipios y 12 departamentos.
«Quiere decir que hay una gran cantidad de departamentos y municipios donde es el comité ejecutivo nacional que decide las candidaturas y eso es un tema de poder. El comité y básicamente el secretario general nacional del comité tiene un gran peso en esas decisiones que se toman a nivel de partido”, afirma Blanco.
La persona que está al frente de la secretaría general nacional es la figura que dirige y alrededor de la cual gira el partido. Es más común que la población conozca el rostro del secretario general que el de los secretarios adjuntos, porque los primeros están en la jugada política y, en muchas ocasiones, son los candidatos presidenciales.
«Que en Guatemala sean un 87 % de hombres nos dice que es un sistema bastante cerrado a la participación política de mujeres, que tenemos un sistema político patriarcal, machista y que sigue reproduciendo lo mismo, sin voluntad de hacer cambios. Si hay una mujer en un espacio de toma de decisiones, es un espacio menos para los hombres y es algo que no se deja”, expresó Blanco.
En 2019, se postularon 35,523 personas para integrar corporaciones municipales, 6,483 eran mujeres, 19.93 % frente a un 80.07 % de hombres.
«El puesto de alcalde, el cual es el de mayor jerarquía dentro de las municipalidades, es en el que menos mujeres se postularon en todas las corporaciones en 2019, con apenas 7 %”, expone la Revista 3 de Asies con el nombre: «Las mujeres en el proceso electoral 2019».
El origen de la disparidad
¿Por qué no encontramos un número proporcional de hombres y mujeres en las boletas a diputaciones, alcaldías y presidencia? Según la politóloga Celia Luna, la dinámica está relacionada con cómo se toman decisiones que vienen de las altas jerarquías, como un secretario general nacional.
«Si las mujeres están ahí puede que abran espacios para que más mujeres se postulen, es una cadena: las candidaturas de más mujeres, son más espacios que llevan a impulsar agendas sociales que incentiven la educación, estudios superiores y actividades laborales para las mujeres», dice Celia Luna.
Cuando las mujeres son secretarias generales nacionales de partidos políticos hay una representación para otras mujeres.
Marielos Chang es politóloga y secretaria general del comité pro formación del partido político Ciudadanía Celeste. Por su experiencia sabe que la política es una carrera hostil hacia las mujeres y que las decisiones políticas suelen darse en espacios ajenos y no seguros para ellas.
La exclusión de mujeres y juventud de los partidos políticos ha provocado que estos sectores formen sus propios espacios. «Nos organizamos porque nos sentíamos huérfanos políticos», explica Chang.
«Para la mujer el valor de participar visiblemente es mucho más alto, se le juzga de una manera más severa, desde cómo se ve, cómo está vestida, si es madre o no, si tiene pareja o no… cosas que no suelen juzgar en un hombre». añade.
Chang dice que cuando una mujer es la secretaria general nacional de un partido puede hacer cambios de fondo, establecer códigos de ética que permitan generar espacios libres de acoso y procesos en caso de violencia contra las mujeres.
[Lee también: La política de los hombres]
Una diferencia abismal
En Latinoamérica, las primeras leyes de cuotas se aprobaron a inicios de los 90 —en Argentina, en 1991—. Este tipo de leyes incluyen un porcentaje del mismo sexo para los listados de las candidaturas o en los órganos internos de los partidos políticos, por ejemplo un 30 % o 40 % de mujeres.
Según las analistas consultadas, las leyes de paridad también necesitan ciertos controles para su efectividad. Por ejemplo incluir la obligatoriedad de la alternancia o que la persona que sustituya a una titular mujer sea otra mujer. Para evitar que aún con las normas se siga beneficiando a los hombres.
«Mientras en otros países iniciaron con cuotas y ya evolucionaron a paridad, en Guatemala nada, estamos lejísimos de tenerlo. En otros países, las leyes han logrado cambios importantes sobre la participación de las mujeres en candidaturas y órganos internos», expresa Ligia Blanco.
En Latinoamérica, según un listado de la Organización de los Estados Americanos (OEA), hay varios países con leyes de paridad. Entre ellos, El Salvador, Honduras, Nicaragua, México y Panamá.
[Quizá te interese leer: Gabinetes de gobierno en Guatemala: por cada diez hombres, una mujer]
El dinero también cuenta
Para Luna, ocupar un cargo importante en los partidos políticos y en candidaturas también está relacionado con la capacidad de financiamiento, un obstáculo más para las mujeres por las dinámicas sociales en las que ellas tienen menos acceso a educación y a recursos económicos.
Según el estudio Partidos políticos guatemaltecos: financiamiento e institucionalidad, elaborado por Asies, en la mayoría de casos la recaudación para campañas está a cargo de los candidatos.
Luna Aguilera añade que en Guatemala hay una regla informal de que el candidato también es financista. «Pero las mujeres no tienen acceso al financiamiento, ni propio ni familiar, tampoco al de otros sectores productivos», aclara.
En Guatemala, según el Compendio estadístico con enfoque de género publicado en noviembre de 2021 por el INE, de cada 100 mujeres de 15 años o más, 23 no saben escribir. En el caso de los hombres la cifra baja a 15.
Los hombres también tienen mayor participación en actividades productivas que las mujeres y ganan más. El promedio mensual para las mujeres en 2018 era de Q2,274 y para los hombres Q2,309.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) creó en 2018 la Guía Estratégica la Participación de Mujeres en Guatemala: Una Mirada Hacía la Paridad Democrática, en donde señala obstáculos para las mujeres en la política, relacionados con trabas para la toma de decisiones, como la ausencia o escasa presencia en órganos directivos de los partidos políticos, la subvaloración de los liderazgos femeninos, acoso y violencia política en razón de género,
«Podemos pensar que hay mujeres que han tenido este tipo de espacios y no han sido lo que esperábamos, pero entre más, hay más posibilidad de que mujeres con otra conciencia de su rol en la política puedan llevar otras ideas y planteamientos en los partidos», enfatiza Blanco.
Cuando las mujeres reclaman la participación en igualdad de condiciones, lo hacen pensando en el artículo 4 de la Constitución Política de la República de Guatemala, el derecho a la igualdad. Una garantía que está enunciada, es formal, pero no real.
«Se reclama porque si somos más de la mitad de la población, tendríamos que tener igual cantidad de mujeres representando en los espacios de toma de decisiones. Este es un nivel de análisis y tiene que ver con el derecho a participar en igualdad de condiciones», explica Silvia Trujillo, socióloga, investigadora social y docente universitaria.
«Ahora, una cosa muy distinta es que por el hecho de ser mujeres vayamos a pensar que van a tener una agenda vinculada a los derechos de las mujeres», aclara.
Trujillo completa esta idea y añade que muchas de las mujeres que están participando políticamente tienen que ver con estructuras patriarcales y las reproducen, porque ha sido la forma que han tenido para llegar al poder. Incluso en muchos casos es una estrategia política utilizar a las mujeres para ejercer violencia política en contra de otras mujeres.
Como sucede con los hombres, las mujeres también pueden equivocarse o ejercer un poder positivo. «Que si las mujeres pueden actuar de manera distinta porque toman conciencia de la opresión particular que viven, por supuesto que sí, pero todo dependerá de sus historias de vida, de los procesos formativos en que hayan participado y de haber tomado conciencia de algunos de sus privilegios», concluye Trujillo.
¿Qué dicen los partidos?
Cuando el TSE lanzó la convocatoria a elecciones, el 20 de enero, Ocote entrevistó a cuatro secretarios y a las cuatro secretarias generales de los partidos para indagar sobre el tema.
Estas fueron sus respuestas:
- Roberto Malouf, secretario general de Prosperidad Ciudadana, reconoció la desigualdad en la política como un reflejo de la sociedad guatemalteca. «Guatemala tiene mucho que trabajar para llegar a ser un país del primer mundo, esperamos que pronto logremos ser un reflejo idéntico de la sociedad con un 50-50», dijo Malouf. Agregó que para incentivar la equidad, en su partido le apuestan a la educación y formación en liderazgo de las mujeres.
- José Amílcar Rivera, secretario general nacional de Victoria, aseguró que «en el partido quisiéramos que existiera un cambio en la Ley Electoral y de Partidos Políticos para llegar a una representación real. Son más mujeres las que votan, pero en los puestos de elección se les está dando más oportunidad a los hombres». En la historia de su partido solo han estado hombres en la secretaría general nacional.
- Sonia Gutiérrez Raguay, secretaria general nacional de Winaq y diputada en el Congreso, recordó que Guatemala es uno de los países de la región que no tiene legislación de cuotas o paridad. Además señaló que hay una presencia de mujeres, pero relegadas en los últimos espacios, porque en los de toma de decisión todavía no hay una apertura amplia para ellas.
«El primer reto para las mujeres es apropiarse del derecho a elegir y ser electas. Segundo, los partidos políticos tenemos que generar las condiciones aun cuando no nos obliga la ley. En el partido tenemos un principio que es la equidad de género, étnica y generacional que se toma muy en cuenta a la hora de colocar los espacios», dijo Gutiérrez. En la historia del partido es la segunda secretaria general. La primera fue su fundadora, la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú.
- Víctor Valenzuela, secretario general nacional de Vamos, se enfocó en mencionar los cargos en donde su organización tiene mujeres. “Estamos siempre integrando a la mujer ladina e indígena, ahora bendito Dios la mujer ya participa en los temas políticos. Hasta el momento en la historia de Guatemala no recuerdo que le hayan negado o vedado la participación a la mujer en el tema político”, aseguró Valenzuela.
- Edmond Mulet, secretario general nacional de Cabal, admitió que «tenemos varias candidatas, pero no suficientes, es un proceso que no se logra de la noche a la mañana». «Lo más importante son las candidaturas para que las mujeres ocupen espacios de decisión», dijo.
- Armando Castillo, secretario general de Viva, aseveró que urgen ambientes agradables y amigables para promover la participación de las mujeres, espacios con respeto y cortesía: «Cuando hay una reunión política, la mayoría son mujeres y cuando se habla de asumir puestos de dirección normalmente son hombres los que dan un paso adelante. Lo hemos platicado en el partido, por más que tengamos una legislación, si no existe la voluntad de participar de las mujeres, lo que vamos a generar es un vacío».
- Byron Rodríguez, secretario general nacional de Todos, aseguró que para el 2023 su partido busca que la mayoría de planillas para corporaciones municipales tenga la mitad de hombres y mujeres. «Nuestra estrategia es la formación y capacitación en talleres de inclusión de género y en la paridad, apoyar las leyes de inclusión de las mujeres», dijo Rodríguez. En 2019, el partido Todos tuvo un 18.28 % de mujeres candidatas a integrar corporaciones municipales, según datos de Asies.
- Manuel Conde, candidato a y secretario general nacional del partido PAN, dijo que no es un asunto de género sino de voluntades y de liderazgos políticos, y que hay muy buenos prospectos de mujeres en la política. «No confiamos ni creemos en la paridad, creemos en la libertad de poder ejercer liderazgos. Desde mi punto de vista, la paridad no es la mejor vía; limita la posibilidad de participar a mujeres que podrían estar en condiciones similares», indicó Conde.
- Astrid Melgar, secretaria general nacional de Unión Republicana, explicó que la decisión de formar el partido surgió porque muchas mujeres jóvenes no tenían voz directa en los partidos políticos, en la toma de decisiones. «La mezcla de hombres y mujeres hace mejor las cosas y lleva a solventar problemas, porque hombres y mujeres tienen puntos de vista distintos. Con la toma de decisión de una mujer en la secretaría general se da a conocer la importancia de que la mujer tenga un rol más participativo», dijo Melgar.
Aunque el partido Unión Republicana es uno de los cuatro que tiene a una mujer como secretaria general nacional, sus presidenciables son dos hombres. Para la presidencia la opción es Giulio Talamonti, exdirector del Sistema Penitenciario y quien fue condenado en el 2013 a seis años y ocho meses de cárcel por violencia contra la mujer, agredió a su esposa y su hija.
Ocote contactó a Paula Mancilla asistente de Sandra Torres, secretaria general nacional del partido UNE. Dijo que Torres respondería a las preguntas, hasta ahora no lo ha hecho.
De los correos enviados a 19 partidos políticos, Ocote aún no recibe respuesta. Actualizaremos la información…
