Alerta epidemiológica
Viruela del mono: ¿cómo se monitorean los posibles casos en Guatemala?
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La viruela del mono alertó a la OMS y a los sistemas de salud del mundo por un rebrote en mayo de 2022. Al 25 de junio, el virus ya había sido detectado en 47 países. En Guatemala, el Ministerio de Salud asegura que cuentan con equipo e insumos para detectar la viruela símica, además de 120 pruebas donadas por OPS. Dicen que a la fecha aún no han detectado casos.


En mayo de 2022, la viruela símica, conocida también como “viruela del mono” y ocasionada por un virus que lleva el mismo nombre, volvió a ser noticia, por un rebrote documentado por el Gobierno de Reino Unido. 

Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció una vigilancia mundial del virus, por ahora no considera que se trate de una emergencia de salud pública de importancia internacional, como la COVID-19.

El virus de la viruela símica fue estudiado en laboratorios por primera vez en 1958, según explicó el virólogo Mariano Esteban Rodríguez, del Centro Nacional de Biotecnología de España, en una entrevista para el canal Indagando TV . Según la OMS, el virus fue descubierto en una población de monos por un laboratorio danés.

La organización explica que el virus se detectó por primera vez en una persona en 1970. Fue en un niño de nueve años de la República Democrática del Congo. La mayoría de casos, asegura la OMS, se diagnosticaron desde entonces en áreas rurales de bosques tropicales en el continente africano.

La transmisión de esta enfermedad viral se da de animales a personas, por lo que se le denomina como zoonosis viral, pero también puede contagiarse de persona a persona, por contacto directo o indirecto con la sangre, fluidos corporales, lesiones en la piel o mucosas. Es decir, que las gotículas expulsadas por boca y nariz son un método de transmisión, como sucede con el SARS-CoV-2, que produce la COVID-19.

La viruela del mono es una enfermedad infecciosa que ocasiona dolor de cabeza, fiebre mayor a 38.5 grados, inflamación en los ganglios linfáticos, dolor muscular y corporal, dolor de espalda y erupciones en la piel. Puede ocasionar cuadros clínicos graves a la niñez, a mujeres embarazadas o a personas con supresión inmunitaria por otras condiciones de salud.

El período de incubación suele ser de seis a trece días y los síntomas pueden durar entre dos y cuatro semanas. Según la OMS la tasa de letalidad ha sido de entre el 3% y el 6%.

El 25 de junio de 2022, el director general de la OMS, Tedros Adhanom comunicó que el brote de este virus no constituye una emergencia de salud pública internacional. Aun así, aseguran que debe persistir la vigilancia y el monitoreo de casos, con especial énfasis en los países de la región de África.

Después del rebrote de mayo de 2022, la OMS solicitó a sus Estados Miembros “vigilancia, preparación y respuesta a los brotes en los países afectados”. 

La OMS recomienda la atención clínica médica para el alivio de síntomas, pues no existe un tratamiento o vacuna específica contra esta enfermedad. 

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) autorizó el uso del antiviral tecovirimat, que se desarrolló para la viruela, aunque no está disponible masivamente. Según Iris Cazalli, infectóloga del Hospital Roosevelt, en Guatemala no lo está: “El lineamiento para un posible tratamiento en Guatemala estará destinado a la reducción de síntomas, únicamente”, asegura.

Según la OMS, las vacunas contra la viruela tienen una eficacia de alrededor del 85% contra la viruela símica, pero su disponibilidad también es baja, dado que en 1980 la OMS anunció que esta enfermedad había sido erradicada.

La viruela en Guatemala

Al 25 de junio de 2022, la OMS reportó que habían sido notificados 3,040 casos de viruela símica en 47 países. En la región, Costa Rica y México ya diagnosticaron uno y cinco casos, respectivamente, durante las primeras semanas de junio de 2022.  

A pesar de la cercanía de los países, en Guatemala, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) aseguró el 5 de junio en un comunicado que no habían sido reportados casos de esta enfermedad. Sandra Valdéz, del equipo de Comunicación del Ministerio, dijo a Fáctica que ese comunicado está vigente hasta que sea detectado algún caso.

En el mismo, el Ministerio asegura que mantienen una vigilancia epidemiológica, que “continúan con acciones de monitoreo a nivel nacional” y que “da seguimiento y se prepara para el abordaje de la viruela símica”. 

Aseguran que el uso de mascarilla y el lavado constante de manos son acciones de prevención para evitar el contagio de esta enfermedad. La OMS también recomienda estas medidas de prevención, a las que suma no tener contacto piel con piel con personas que tengan síntomas, incluido el contacto sexual.

El 26 de junio, el MSPAS informó que había adquirido equipo e insumos para detectar la viruela símica. Para su implementación, una delegada del Laboratorio Nacional de Salud fue capacitada en México, dijo la institución.

Según informó a Fáctica el equipo de comunicación del MSPAS, las pruebas que se realizan para detectar la viruela símica son de tipo PCR o reacción en cadena de la polimerasa (parecidas a las que detectan COVID-19), a través de hisopados en la superficie de las lesiones o del sudor.

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La muestra se estudia a través de un termociclador, que es un aparato de biología molecular para amplificar el material genético de las pruebas, y determinar si una persona es positiva. Su análisis requiere entre 24 y 48 horas. Actualmente, el Laboratorio cuenta con 120 pruebas donadas por la Organización Panamericana de la Salud, y según el equipo de comunicación se estima que el Ministerio compre mil más.

Alicia Chang, infectóloga pediatra y presidenta de la Asociación Guatemalteca de Enfermedades Infecciosas (AGEI), señala que aunque Guatemala tenga pruebas, no tiene un sistema de vigilancia robusto para identificar casos sospechosos en la población. “El sistema no solo requiere esperar a que las personas lleguen a las unidades de salud. Los casos sospechosos se buscan”, señala.

Enfatiza en que el riesgo de que haya casos en Guatemala es alto porque en dos meses, desde el brote en Reino Unido, los casos han superado los 3 mil a nivel mundial.

“No existe un proceso informativo o educativo para que la población conozca al virus. Es necesario que la población sepa cómo identificar síntomas para identificar casos sospechosos. Quizá esta enfermedad no es una amenaza como la COVID-19, pero si llegamos a tener casos van a pasar por debajo del radar”, cuestiona Chang.


Imagen de portada: Freepik.

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