Las Recias
Las Recias // En el deporte // Ana Lucía Martínez, María Tun Cho y María Micheo
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Fútbol, boxeo y maratón. Las Recias de este episodio dan puñetazos, corren y meten goles como mujeres. Ellas han desafiado el prejuicio que afirma que las mujeres no son fuertes y no tienen habilidades para el deporte.

Ana Lucía Martínez, ingeniera química y delantera del Madrid Club de Fútbol Femenino, de la primera división de España, es una de las futbolistas guatemaltecas que más ha destacado en ese deporte, no solo por sus logros y profesionalismo, sino por su lucha para lograr el pago equitativo para las jugadoras. María Micheo, boxeadora y empresaria, es fundadora de Micheo Boxing. Es atleta olímpica y campeona del título internacional absoluto del Consejo Mundial de Box. María del Carmen Tun, maya q’eqchi’, es la primera mujer maya en correr la maratón de Los Ángeles; ella siempre corre con su indumentaria maya.

La música de Las Recias es de la saxofonista Dina Ramírez


Narración: “Pegás como mujer”, “corrés como niña”. Seguro has escuchado estas frases en muchos lugares. Especialmente en los estadios, en las canchas de fútbol, en las calles del barrio, en el patio del colegio, en los cuadriláteros. Si eres hombre, es probable que alguna vez en la vida te lo hay dicho alguna vez como un insulto, como una forma de decir que no estás haciendo las cosas bien. Y es que la narrativa general es que el deporte no es para nosotras. Que no podemos. Que la fuerza, la resistencia, la velocidad, la estrategia no son atributos que nos pertenecen.

Este episodio de la primera temporada de Las recias, escucharemos a tres mujeres guatemaltecas que pegan, corren y meten goles como mujeres. Mujeres que han roto récords y paradigmas, que han rebasado los límites y que demuestran que las medallas son prueba del esfuerzo y dedicación. Ellas hacen lo que las apasiona. 

Soy Lucía Reinoso y les invito a acompañarme a escuchar las entrevistas que hicieron Melisa Rabanales y Alejandro García con la futbolista Ana Lucía Martínez, con la maratonista María Tun Cho y con la boxeadora María Micheo. Ellas nos contarán cómo enfrentaron los obstáculos que representa ser deportistas mujeres en Guatemala.

(CORTINA DE AUDIO)

Ana Lucía Martínez Sí, desde pequeña he hecho deporte. La verdad que siempre hice como que todos los deportes de conjunto, siempre me gustaba hacer deporte en general. Creo que era una niña con muchísima energía y sobre todo con mucha destreza –creo que desde pequeña– para los deportes, y así habilidosa, se podría decir, con agilidad en las manos, en los pies y pues, la verdad que siempre hice todos los deportes. Y desde pequeña como que me di cuenta que en el fútbol destacaba un montón.

Ilustración: Maritza Ponciano

Narración: Ella es Ana Lucía Martínez Maldonado, tiene 30 años; es futbolista profesional y delantera del Madrid Club de Fútbol Femenino, uno de los 16 equipos de la Primera División del fútbol femenino de España.  Analu, como le gusta que la llamen, también es ingeniera química y tiene un máster en economía, finanzas y computación. Nos habla por teléfono desde su apartamento en Madrid, donde vive, juega, entrena y trabaja. Porque sí, ser deportista de alto rendimiento es un trabajo. Ella nos cuenta sobre sus inicios, a los nueve años, y cómo pasó de ser una futbolista amateur de la zona cinco, un barrio de clase media de la capital de Guatemala, a una deportista profesional en Europa. Pero antes de empezar, queremos darles un panorama general del fútbol femenino en Guatemala. La periodista deportiva Rosario Orellana lo describe como “desastroso”. Orellana nos cuenta que mientras la liga masculina recibe cobertura en todos los partidos y patrocinios millonarios, la mayoría de jugadoras de la liga de mujeres no recibe un salario por jugar fútbol. Hay quienes también compiten en la liga de futsal para tener un salario. Pero estas son dos disciplinas diferentes. Este brinco entre fútbol 11 y futsal no permite que las jugadoras se especialicen en su rama, contrario a los hombres. Además, la Federación, explica la periodista, no invierte en ellas. Las jugadoras de la selección regularmente usan los uniformes que la selección masculina ha dejado de usar. Ahora sí, vamos con Ana Lucía.

Ana Lucía Martínez: Bueno, mi primer equipo me llevó mi hermano mayor al Campo Marte, en un equipo de niños y, al parecer, no había ninguna niña inscrita; o sea que no, digamos que no se podían jugar niñas. Entonces mi entrenador no lo sabía y se fue ahí, no sé, como a hablar con los organizadores de que me inscribieron. Y, bueno, al final mi entrenador me dijo que sí había hecho todo para que yo pudiera jugar porque no decía que no podía jugar una niña. Así que ya desde pequeña como que abriendo brecha, se podría decir, porque ya después había como que más niñas jugando. 

Narración: El fútbol femenino en Guatemala no era comúnmente practicado en la década de los 90, como cuenta Analu—el primer mundial femenino se celebró apenas en 1991, en China. En la Ciudad de Guatemala había pocos equipos y ella tuvo que jugar con los hombres. En ese tiempo era  un hobby, su prioridad siempre fue estudiar, especialmente porque sabía las condiciones precarias para las futbolistas mujeres en Guatemala.  Estuvo en el equipo femenino del Municipal cuando era pequeña, en el equipo del Colegio Viena y luego en la selección sub 20 y UNIFUT. Un salto significativo de su carrera fue cuando, con 24 años decidió ir al Houston Dash, donde le permitieron, sin pagarle, entrenar con el equipo por tres meses.  

Ana Lucía Martínez: Así que cuando regresé a Guatemala, mi idea era irme a jugar al extranjero. Así que, al regresar de Guate, pues busqué la oportunidad de venir a España y me salió la oportunidad de jugar en segunda división, así que, agarré mis maletas y me vine. Todavía no me había graduado, no había hecho mi tesis, pero, bueno, ya eso lo hice un poco más adelante y creo que ahí empezaba como mi carrera a despegar.

Narración: Todavía con 24 años, llegó a España a jugar con el Dinamo de Guadalajara, un equipo de segunda división. En Guatemala no querían liberar su ficha para poder jugar. Es decir, no permitián su traslado a otro equipo y por lo tanto el Dinamo no podía comprarla y ella no podía jugar.  (PAUSA) Las condiciones en Europa para las mujeres deportistas son diferentes a las de Mesoamérica: más patrocinadores, mejores instalaciones, cobertura mediática. Pero estar en el llamado Primer Mundo tampoco la libró de la disparidad entre el trato entre hombres y mujeres. Según el periodista Carles Torrijos de El Economista de España, un jugador hombre de segunda división A, gana aproximadamente 77.500 euros por temporada en la liga, unos 85 mil dólares, más de medio millón de quetzales. A Ana Lucía, no le pagaron más que el hospedaje. Esto es algo que de lo que ha hablado abiertamente: la disparidad de salarios. En el 2019 Analu y otras 200 jugadoras de la primera división de España realizaron una huelga para pedir mejores condiciones salariales para ellas. Pedían un salario de 16 mil euros al año, unos 135 mil quetzales. El presidente de la asociación de clubes femeninos ofrecía la mitad, 8 mil. Escuchemos a Ana Lucía, en una entrevista en el medio español El Chiringuito TV:

(Audio entrevista Chiringuito TV 1:32 – 1:58)

Narración: Pero vamos un poco hacia atrás, cuando la futbolista esquivaba los obstáculos que le impedían convertirse en jugadora profesional. Su objetivo, hace cinco años, era jugar en la primera división de España. Así llegó al Rayo Vallecano, con 25 años.

Ana Lucía Martínez: Estuve un año, estuve un año en el Rayo Vallecano. Gracias a Dios pues, jugué casi todos los partidos y me fue bastante bien. Y, bueno, fue cuando, terminando la temporada el Sporting de Huelva se comunicó conmigo, que querían que jugara en su club. Y, bueno, así poco a poco, pues, me he ido abriendo camino en el futbol español. Estuve ya, dos años estuve en Huelva. Estuve también estudiando mi primer año, estudié una maestría en Huelva, también. Ya había terminado la U en el 2015. Así que, bueno, siempre han estado los estudios y el deporte de la mano en mi vida en general.

Narración: Del Dinamo al Rayo Vallecano, del Sporting de Huelva hasta llegar al Madrid FCC.  Analu logró imponerse en un terreno desconocido, que se creía era exclusivo para los hombres, y hombres europeos, pero que conquistó con la destreza y la perseverancia que le es característica y que ella no tiene reparos en reconocer. Ana Lucía cree que es su responsabilidad, al ser referente para las niñas y adolescentes, luchar por la igualdad de oportunidades y por eso es muy activa en las redes sociales, porque cree que es importante hablarlo.  Ella se define como feminista.   Aprendió de su madre, Miriam, quien falleció en el 2018 y que es uno de los principales referentes de su vida.

Ana Lucía Martínez: Yo siempre veía a mi mamá cuando nos comentaba algunos casos de mujeres maltratadas, con violencia… o niñas o niños en extrema pobreza, ya que ella conocía mucho de la situación en Guatemala y, pues, para mí era bastante duro. A veces no quería saber o ella muchas veces no nos comentaba cosas, ¿verdad?, pero en cierta forma, pues en mi casa siempre nos enseñaron a que todos tenemos los mismos derechos y necesitamos tener las mismas oportunidades, también, de crecimiento. Entonces, para mí es como bien importante apoyar en ese sentido cuando se habla de femicidios o feminicidios –no recuerdo bien la palabra– o cuando se habla de la violencia de género, cuando se habla que las mujeres, por ejemplo, podemos ver en la federación cuántas mujeres son dirigentes, cuántas mujeres están en los cuerpos técnicos… son muy pocas y creo que es importante que se le dé el espacio a las mujeres porque tenemos la misma capacidad que los hombres y yo lo he demostrado a través del deporte.

(Sonido ambiente gimnasio boxeo punching bags)

Ilustración: Maritza Ponciano

Narración: María “La Imparable” Micheo tiene 35 años y es atleta olímpica y boxeadora profesional. Campeona del Título Internacional Absoluto del Consejo Mundial de Box.  Además es empresaria y fundadora de la academia “Micheo Boxing” que tiene dos sedes en Ciudad de Guatemala. Ahí enseña a hombres, mujeres, y niños, boxeo, pero también instruye en la autoconfianza y disciplina. Su carrera, como la de Analu, empezó desde muy pequeña, haciendo otros deportes de contacto. 

María Micheo: Bueno, pues me inicié en karate a los seis años gracias a mi papá. Pues fue un recorrido bastante fuerte, obviamente son golpes lo que estamos trabajando entonces fue algo que me costó muchísimo, sin embargo, iba con mis amiguitos que al principio era por ir a jugar un poquito y distraerme, luego a los 15 años me agarraron para la selección nacional de karate. Estuve 12 años en la selección nacional. Luego, pues decidí pasarme a las artes marciales mixtas (AMM). En Guatemala no había AMM entonces lo que hice fue ir a la federación. Agarrar la esencia de cada deporte, lo que es boxeo, lucha, judo, tae koun do y karate y poder pelear en jaula que son artes marciales mixtas. Tuve seis peleas a nivel internacional de las cuales gané todas.

Narración: María, que como la apodaron en su familia, es imparable, no conoce límites. Por eso, decidió proponerse un nuevo reto: competir en un deporte olímpico. Pero el Karate no es reconocido como uno. Entonces, se decantó por el boxeo. Y halló su pasión. Su papá y el resto de su familia siempre la apoyaron en el deporte. Pero no les gustó tanto cuando decidió dedicarse al box. 

María Micheo: Principalmente creo que mi papá lo hizo porque solo somos mujeres entonces siempre ha querido que nos aprendamos a defender. Mis papás no son deportistas, sin embargo, mi papá siempre impulsa a que nosotros seamos, no específicamente deporte, pero cualquier disciplina o arte que nos guste. Por ejemplo, mis hermanas todas cantan, bailan y pues a mí se me dio lo del deporte. Era algo que me apasionaba. Pues también fui música. Toco piano, guitarra, saxofón pero no era realmente lo que me apasionaba entonces mi papá siempre me apoyo en lo que es el karate. Ya a la hora de pasarme a boxeo ya no le gustó tanto pues el deporte ya es mucho más fuerte. Ya llegaba lastimada a la casa con ojos morados y todo lo que se sabe del boxeo. Siempre me decía que me retirara, que no le gustaba verme así. Pero era algo que a mí me apasionaba. 

Narración: Pero convencer a su familia de su vocación no fue lo más complicado. Lo verdaderamente difícil fue imponerse al sistema deportivo en el país. Un sistema que considera que hay deportes exclusivos para hombres. ¿Una mujer en el boxeo? A María, los mismos boxeadores hombres y entrenadores quisieron frenarla. 

María Micheo: Habíamos tres mujeres nada más boxeando. Las mujeres entrenaban en Antigua Guatemala y a mí me costaba muchísimos ir a entrenar a Antigua. Entonces me tocó entrenar con la selección masculina. Eran aproximadamente 18 varones los que estaban ahí en la selección y únicamente yo de mujer. El entrenador pues es un cubano y realmente nunca le puso atención al boxeo femenino y cuando me inicié a entrenar con la selección masculina pues lo único que querían era asustarme y ya no regresara más y recibí golpes muy fuertes. (07:57) Yo salía del entreno, y pues, regresaba a mí casa con grandes dolores de cabeza, sangrados. Y yo decía: “¿qué hago aquí?” pero realmente como repito soy una mujer de retos, y no me rendí. Entonces seguí y le demostré al profesor y a mis compañeros de que si podía y aguantaba sus golpes y creo que todo es de pura actitud. Práctica. Me acostumbré a recibir golpes y ya llegué a un punto en donde ya no me golpeaban tan fácil. Ya aprendí a defenderme. Que al final de cuentas, esa es la finalidad del boxeo. Es un arte de defensa. Es pegar sin que te toquen. Pues lo aprendí muy bien. Gracias a ello, yo creo que cualquier obstáculo que se presenta en la vida creo que es para un gran beneficio. Y el obstáculo de ellos quisieron ponerme y quererme asustar y todo me hizo muchísimo más fuerte

Narración: Y esa fortaleza la llevó a convertirse en la primera guatemalteca en ganar el Título Internacional Absoluto del Consejo mundial de Boxeo. En los medios apareció su foto, acompañada de las mujeres que la inspiran:  sus hermanas y su pareja, y ahora entrenadora, Marisol Rodhesa. María está segura de que el ejemplo es la mejor prueba que le puede dar al mundo de que el deporte también es para las mujeres.

María Micheo: Pues la verdad, es algo que me motiva. Mis hermanas, pues la verdad es que todas son unas personas bien luchadoras. Gracias a Dios pues crecimos en un hogar integrado y pienso que eso también tiene mucho que ver. Pero si independientemente no se crece en un hogar integrado, depende mucho la actitud de cada persona. Pues, nosotros tenemos la actitud de siempre luchar y hacer las cosas y hacerlas bien hechas. A mi se me dio la oportunidad de conocer a Marisol quien es quien me entrena también me apoya, y pues digamos que hemos roto estereotipos. Generalmente cuando hay carteleras en boxeo se suben hombres, ahora ya se están subiendo muchísimas mujeres y lo que más impresiona es que no solo se suben una mujer boxeadora, sino que se sube una coach a apoyar a la boxeadora y entonces eso es algo que ha impactado muchísimo a nivel mundial.

Narración: María ha roto paradigmas a puñetazos.

María Micheo: Hoy mis papás están muy contentos y orgullosos del éxito que María – la imparable- Micheo ha tenido. Y pues ahí viene mi sobrenombre “La Imparable”. Me han cerrado las puertas un millón de veces y siempre he visto cómo salir adelante. Nada me detiene, siempre busco ir más allá. Soy la imparable y eso es lo que hemos sido poco a poco. Ahí están los resultados. Y viene cosas fuertísimas, pero estamos en la lucha siempre.

***Pausa Radio Ocote***

(Sonido: entrevista con María Tun en la carrera de Los Ángeles)

Narración: María Tun Cho, quien no solo se han enfrentado al machismo, sino también al racismo y la discriminación de su propia comunidad. 

Ilustración: Maritza Ponciano

María del Carmen Tun: De mi parte es porque yo soy una señora ya grande. Y lo otro porque corro con mi traje. Y corro. Me dicen que salgo a correr de un lado a otro, porque no tengo nada que hacer en la casa.

Narración: María del Carmen Tun Cho es una mujer maya q’eqchi’ de 47 años. Nació en San Juan Chamelco y se crio en Raxruhá, Alta Verapaz, una pequeña comunidad rural al norte de Guatemala. María del Carmen atrajo la atención de los medios, cuando en 2019 se convirtió en la primera mujer maya en correr la maratón de 42 kilómetros de Los Ángeles, California. Corrió con su ropa cotidiana: un huipil bordado azul, con pequeñas aves blancas, rojas y negras en el pecho y espalda; y el corte de su región.  María del Carmen es ama de casa, líder comunitaria y corredora. Además, empezó su carrera cuando ya otras competidoras llevan décadas de entreno. Comenzó su carrera apenas en el 2017. 

María del Carmen Tun: Pues, mi participación en la carrera fue donde yo iba a participar en talleres por los derechos de las mujeres. Entonces fundación INCIDE creó la carrera de la franja transversal del norte por los derechos de las mujeres. Así fue como fui entrando a esa carrera. Entonces yo fui a participar esa vez en Fray Bartolomé de las Casas. O como se hacía en conmemoración del día internacional de la mujer, a la no violencia contra la mujer. El 8 de marzo. Entonces lo hacía en esa manera, en esa forma de que hacían caminatas. Entonces Fundación Incide para motivar más a las mujeres creó esa carrera de la Ak Wank para nosotras las mujeres, y así. La primera vez que corro y me llevo el primer lugar en categoría Máster.

Narración: María explica que nunca había corrido porque es algo mal visto en su comunidad. Las mujeres deben quedarse en casa para cuidar de sus hijos, y los hombres deben ir a trabajar, la mayoría en el sector agrícola. En Raxruhá no tenía mucho tiempo para hacer deporte. Pero la carrera organizada por la fundación INCIDE lo cambió todo. Sin mayor preparación María salió un día de su casa y corrió. Ganó.  Eso le abrió las puertas a carreras internacionales, como ya mencionamos, en España y en los Ángeles. Le preguntamos por qué cree que es importante que exista representación de las mujeres indígenas en el atletismo. Ella nos responde: 

María del Carmen Tún: Pues yo digo que es porque, que tenemos el mismo derecho. No importa cómo nos vestimos, lo importante es la voluntad. Y que también que no nos discriminen con nuestro traje. Cada persona tiene esa. Puede participar a como le guste participar. Tenemos el derecho de participar.

Narración: A pesar de ser un ejemplo para las mujeres de su comunidad y del país entero, María no ha recibido apoyo de la federación de atletismo de Guatemala. Ni de las autoridades.

María Tun Cho: No. Ni un apoyo. Yo he salido adelante, he salido así con mis propios esfuerzos, de mi esposo, y algunas veces, bueno. Del gobierno bueno no he recibido ningún apoyo. Solamente el ex alcalde me apoyó siquiera con un transporte de venir aquí a la embajada, y cuando me vinieron a dejar y recibir cuando vine de Estados Unidos. Y cuando vine me ayudaba con el transporte, los alimentos y pago de hotel. Pues ahora pues el alcalde actual lamentablemente no pudo dar un transporte, pero tan siquiera económico. Tal vez un poco. No es lo que se gasta, pero un aporte.

Narración: Pero no es ningún secreto que para una mujer indígena del área rural las desigualdades y el racismo le tocan profundamente.  Como publicamos en Agencia Ocote hace unos meses, el censo de 2018 mostró que un 68% de mujeres indígenas no sabe leer y escribir. “En la mayoría de los territorios mayas el Estado está ausente, y la cobertura educativa sigue siendo una deuda histórica para con estos pueblos, y en especial para con las mujeres mayas, pobres y rurales”, explicó a Ocote Dorotea Gómez Grijalva, antropóloga y defensora de la Mujer de la Procuraduría de la Mujer. Por ejemplo, el departamento de origen de María del Carmen, Alta Verapaz, según un informe del Instituto Nacional de Estadística del 2013, es uno de los tres departamentos con menos cobertura educativa, junto a Totonicapán y Quiché. Días después de que la entrevistamos, el 9 de marzo, el embajador de Estados Unidos en Guatemala, Luis Arreaga, entregó a María del Carmen un reconocimiento como Mujer Destacada del Año. Estuvo junto a otras mujeres: la empresaria Connie de Paíz (que es protagonista en nuestro episodio de mujeres empresarias), la escritora y periodista Ana María Rodas y la cantautora Ch’umilkaj. Ella sigue entrenando, no piensa dejar de competir.  compitiendo. Está inscrita en la Maratón de Cobán y, espera, el próximo año, volver a correr la Maratón de Los Ángeles.

(Música transición)

Narración: María del Carmen, Ana Lucía y María Micheo, las une la perseverancia, la disciplina, la fuerza y la determinación. A las tres, tan distintas, las une un objetivo: perseguir sus sueños y abrir el camino para que muchas más niñas puedan seguir sus pasos. Les preguntamos a las tres ¿qué le dirían a las niñas que quieren ser deportistas? Aquí, Ana Lucía Martínez: 

Ana Lucía Martínez: Yo les digo que se hagan oídos sordos a los malos comentarios, que ignoren esos comentarios, que se aferren a las personas que las hacen mejor, que les dicen cosas buenas. Y que en Guate también hay oportunidades para crecer y para conseguir sueños y metas. Y que tanto los hombres como mujeres podemos llegar hasta donde nosotros queramos y desenvolvernos en cualquier área: en el deporte, en la música, en el arte… creo que estamos capacitados para lograr lo que queremos. Y en mi caso también, tal vez no de mi familia o de mi círculo cercano hubo comentarios negativos y claro que sí, yo también recibí algún comentario negativo de algún papá de algún niño, de algún niño cuando éramos pequeños, no sé. Siempre va a haber alguien que le diga a uno cosas negativas, pero yo creo que cuando uno realmente quiere algo es difícil que se lo quiten.

Narración: María del Carmen Tun ve al deporte y al atletismo como una forma de prevenir la violencia e insta a los padres y madres a dejar e impulsar que las niñas practiquen lo que más les gusta, porque está segura de que es una forma de combatir la desigualdad.

María del Carmen Tun: Pues yo lo que espero pues de que se le de seguimiento a lo que es el atletismo. Yo, yo sé que hay atletas y hay personas que sí ya lo han practicado, pero que haya más. Que no sean solo hombres, que seamos nosotras las mujeres y también porque para mí, lo que es el. Para los jóvenes, para los niños. Porque eso es el futuro nuestro. Y yo sé que practicar lo que es el deportivo, lo que es el deporte: un deporte más un delincuente menos.

Narración:  Y para María Micheo se trata de actitud y disciplina. Se trata de gozar resistiendo. 

María Micheo: Bueno, pues la verdad se va a oír raro lo que voy a decir pero no siempre amanezco con full actitud de querer entrenar de hacer dieta. Hay veces que se me atraviesa una pizza o lo que sea. Y hay veces que definitivamente no tengo ganas de entrenar pero escuché una vez una frase que decía: “si tienes hueva, hazlo con hueva. Y hazlo bien hecho”. Entonces, muchas veces, ahí es el reto. Es normal tener hueva pero muchas personas dicen: “hay tengo hueva, ya no lo voy hacer”. Pero hacerlo con hueva y hacerlo bien hecho. He ahí donde digo que se marca la diferencia. Y eso pues es algo que me ha marcado muchísimo en la vida. Hay veces que de verdad no tengo ganas de hacer algo pero yo creo que muchísimo en la mente. Y la mente maneja cualquier situación y pues creo esa situación de: “bueno, voy hacerlo aunque hoy no quiera. Lo voy hacer. Y lo voy hacer bien hecho”. Y al final paro cambiando el chip y la gozo y me la disfruto.

Narración: “A los medios no les interesa dar cobertura a las mujeres deportistas”, así nos dijo la reportera Rosario Orellana, a quien ya citamos al inicio del episodio y es, también, una Recia. Orellana, quien ha trabajado en La Red, ClickDeportivo, Canal Antigua y Antigua Sports, dice que los medios únicamente cubren los logros de las mujeres deportistas cuando ocurre algo muy grande: una final, victorias internacionales, ciclos olímpicos y sí, en su mayoría, se enfocan en el fútbol. No se hacen investigaciones periodísticas, no hay reporteros asignados para darle cobertura al deporte femenino, hay pocos datos históricos y escaso patrocinio. Orellana hace la salvedad de que, muchas veces, la atención no es de hombres versus mujeres, sino fútbol masculino versus todo lo demás. Por ejemplo, todos los fines de semana hay carreras nacionales de ciclismo y no aparecen en medios. El que la mayoría de medios no lo cuenten, no significa que hay mujeres guatemaltecas que entrenan con constancia, que compiten y ganan, que reciben medallas, que levantan trofeos, que rompen paradigmas, que inspiran a la nueva generación de deportistas. Ana Lucía Martínez, María Micheo, María del Carmen Tun Cho son solo tres de tantas. A ellas sumamos y nombramos a Nicolasa Cuxum, Ana Sofía Gómez, Mirna Ortiz, María Dolores Castillo, Gisela Morales, Herlinda Xol, Euda Carías, Andrea Cardona, Jamy Franco, Sofía Granada, Diana Duarte, Astrid Barahona (EMPEZAR A DIFUMINAR LA VOZ hasta apagarla) Nicol Barrios, Luis Fernanda Portocarrero, Heidy Juárez, Elizabeth Zamora, Gabriela Martínez, Andrea Weedon, María Dolores Molina, María José Orellana, Nicolle Bruderer (…)


  • Investigación: Alejandro García y Melisa Rabanales
  • Guión: Melisa Rabanales
  • Edición de guión: Alejandra Gutiérrez Valdizán
  • Voz institucional y locución: Lucía Reinoso
  • Coordinación creativa: Julio Serrano
  • Ilustración: Maritza Ponciano
  • Diseño de Las Recias y dirección: Alejandra Gutiérrez Valdizán
  • Montaje y diseño sonoro: José Monterroso
  • Música: Juan Carlos Barrios y Dina Ramírez
 

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