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Episodio 9 // La llegada de Aldo Dávila al Congreso y la violencia contra la población LGBTIQ
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[El audio del episodio lo encuentras aquí]

Narración: Aldo Iván Dávila Morales se convertirá el 14 de enero de 2020 en el segundo diputado abiertamente homosexual. Su llegada al Congreso fue inesperada y promete no pasar desapercibida.

Aldo Dávila tiene la intención de enfrentar al Pacto de Corruptos y de impulsar iniciativas de ley a favor de los Derechos Humanos, además de continuar con la agenda que trazó Sandra Morán, la primera mujer lesbiana en llegar al Congreso en 2016.

En Radio Ocote hablamos con él para conocer más sobre sus planes, sus estrategias y también sobre su ruta hasta a convertirse en diputado. Aquí traemos la  ntrevista de Carmen Quintela.

Aldo Dávila: Soy Aldo Dávila, tengo 41 años, tengo 17 años con mi relación. Soy el hermano mayor de tres. Hombre abiertamente gay. Desde siempre me ha gustado la defensa de los derechos y he trabajado en eso. Empecé trabajando prevención de VIH y es como me involucro en la defensa de los DDHH. He trabajado en varios lugares siempre en la defensa y promoción de las personas que viven con VIH o personas de la diversidad sexual. Tengo un perro que se llama Valentino, soy de signo virgo, impulsivo. No lo digo con orgullo, pero sí, impulsivo. Me atrevo a decir que de carácter interesante. Ese es Aldo Dávila

Narración: Aldo Dávila se describe así. Estamos en su oficina de la sede de Gente Positiva. La organización se ha dedicado desde hace más de 20 años a hacer conciencia e incidencia política en la lucha contra el VIH. Hasta marzo de este año, Dávila fue su director. Tuvo que renunciar para poder lanzarse como candidato a diputado. 

La impulsividad con la que él mismo se describe, en este caso no guió su decisión. La pensó y la repensó durante meses.

La oferta llegó de Winaq. El partido alquilaba uno de los salones de Gente Positiva para hacer reuniones, y una tarde, decidieron hablarle a Aldo.

Aldo Dávila: Mirá Aldo, te queremos hacer una proposición. Les digo, díganme. Nos gustaría mucho que fueras candidato a diputado por la metropolitana.

Narración: Al principio, no estaba muy seguro. Le dijeron que lo pensara, había tiempo. Era octubre de 2018 y aún faltaban unos meses para las asambleas del partido.

Aldo Dávila: Ni lo comenté porque dije yo: no. Eso no es rollo mío.

Narración: Cuando volvieron a preguntarle, él les hizo una contrapropuesta: tendría que ir en la primera casilla del listado metropolitano. A él, dice, sólo lo conocían en la capital, dice, así que solo ahí tenía posibilidades. Y cualquier casilla que no fuera la primera le alejaba todavía más de quedar electo.

Aldo Dávila: Regresa Winaq y me dice: si, te damos la 1 de la metropolitana. no lo esperaba. Venían ellos y yo hacía mi contrapropuesta. Venían ellos y les decía sí pero, y con eso ya decía yo: me lavaba las manos. Ya no quedó en mí sino que quedó en ellos.

Narración: Y ahí, tocó hablarlo con su familia.

Aldo Dávila: Hago un almuerzo familiar en la casa, un domingo. Digo que tengo que platicar con todos. Cuando quiero platicar siempre se ponen nerviosos. Miren, no es nada malo, me está invitando un partido político a ser candidato, pero no quiero tomar la decisión solo. Es una decisión que voy a tomar en conjunto con ustedes, porque necesito saber qué piensan.

Mi mamá: No, pues dale, dale. ¿Vos querés?

Yo: pues quiero intentarlo.

Narración: Lo siguiente pasó muy rápido.  En dos meses comenzó la campaña electoral.

Aldo Dávila: Una campaña pobre, porque hay que decirlo. Una campaña pobre. Winaq es un partido que no tenía los recursos de la derecha, por ejemplo, los empresarios… Entonces, una campaña de ir a mercados, colonias, de ir de puerta en puerta…

Narración: Cuando Dávila decidió postularse, había algo que le rondaba la cabeza.

Sandra Morán: Yo lo hago primero porque yo he dicho que la transparencia también significa ser quien uno es. Yo no digo que la transparencia es cómo manejás los recursos solamente. Es quién es una persona.

Narración: Sandra Morán, la primera diputada abiertamente homosexual, no se había lanzado a su reelección con ningún partido, y dejará el Congreso en enero de 2020. Eso, dice Dávila, le dejaba a él la necesidad, la responsabilidad, de quedar electo para mantener la representación de la diversidad en el Congreso.

Aldo Dávila: Pero sí tenía mucho miedo de que se iba Sandra. Hay que entrar, decía. No va a estar Sandra, hay que entrar.

Narración: Pero, claro, ver las millonarias campañas de los otros partidos, le desanimaba mucho.

Aldo Dávila: Luego cuando mirabas vos en la Roosevelt que en cada metro había una valla de alguien, y te ibas y de regreso. Yo un día dije: “Mira, yo los voy a ir a contar”. Y los fui a contar. Y sólo de un candidato había 182, del trébol a Mixco, caballitos. Y yo tenía 60 para toda la ciudad.

Narración: Pero entonces, llegaba a los mercados, a las colonias, y todo cambiaba.

Aldo Dávila: Cuando daba el volante: “Este.. Buenas tardes, le dejo un volante, soy Aldo Dávila…”. Entonces la gente: “Ah, usted es Aldo Dávila, a usted sí lo conozco, usted ha ido a manifestar, y usted estuvo en la televisión, y usted agarró a una infiltrada, usted estuvo en el aeropuerto”… Otra vez me levantaba.

Narración: Y llegó el 16 de junio, el día de las Elecciones Generales.

Aldo Dávila: Voy, emito el voto y cuando regreso ya son las cuatro y media. Mi plan era ese día recordar a todos los contactos que fueran a votar por mí. Me pongo a las cuatro y media: “No olviden de ir a votar…”. Cuando veo mi WhatsApp, la gente: “Ya fui a votar, ya fui a votar.. Y ya cumplimos, las cosas van a cambiar, y no se qué…”

Narración: Las siguientes horas, los siguientes días fueron de incertidumbre. Recibía llamadas de felicitación, pero todavía faltaban varias mesas por escrutar. Y luego, los errores en el cómputo del Tribunal Supremo Electoral.

El 11 de julio, casi un mes después, se confirmaron los resultados. Aldo Dávila quedó como diputado.

La diputada Sandra Morán, de Convergencia, dejó abierto un camino en el Congreso que ahora Aldo Dávila asegura que seguirá.

Morán ha organizado algunas reuniones con diputadas y diputados recientemente electos para hacer lo que llama una transferencia de experiencia. Quiere que a estas personas, que nunca han puesto un pie en el Congreso, no les pase lo mismo que a ella. Quiere que lleguen preparados. Que sepan cómo es el trabajo dentro del Legislativo, cómo son los demás diputados y qué leyes es importante conocer.

Dávila agradece mucho esta primera inmersión.

Aldo Dávila: Y Sandra está haciendo algo maravilloso, y es que nos está reuniendo a los diputados electos de izquierda progresistas para darnos sus conocimientos.

Narración: Para él, esto es importante.

Aldo Dávila: Reuniones bilaterales, porque hay que respaldar la agenda de Sandra.  Iniciativas que quedaron engavetadas o que no tuvieron dictamen favorable hay que volverlas a impulsar.

Narración: Su agenda, asegura, no estará centrada en un único tema. Va a darle prioridad a iniciativas y acciones que promuevan que se cumplan los Derechos Humanos y que no se retroceda en leyes y en derechos fundamentales ya conseguidos.

Aldo Dávila: La de las niñas abusadas sexualmente, el acompañamiento a las niñas, la ley de identidad de género, la ley de aguas, definitivamente…

Narración: También le pondrá atención a la Educación Sexual.

Aldo Dávila: Esperamos que en el colegio eduquen y en el colegio no educan y tampoco en la casa. Estamos hablando de Educación Sexual. Y cuando nadie educa, el niño crece con lo que ve en la tele y la pornografía, con cero respeto a la mujer, con cero abordaje del embarazo, de las infecciones de transmisión sexual, del sida mismo. Entonces hay que ser muy realistas y muy honestos y lanzar, o desgavetar, o lo que sea iniciativas de ley que apoyen a los niños y niñas.

Narración: La legalización del aborto, inicialmente no está en su agenda. Dice que deben ser las mujeres las que deben impulsarla.

Aldo Dávila: Cuando hablamos de aborto es un tema muy álgido pero también es una cosa que yo como hombre no puedo apoyar, no puedo hablar. Es una decisión de las mujeres porque es su cuerpo. ¿Sí? Entonces definitivamente yo esperaría que una diputada haga una iniciativa de ley y yo la voy apoyar. fundamentales  Porque lo primero que van a decir es que: si lo hace Aldo Dávila ¿qué sabe de aborto si no es mujer? Es lo primero que van a decir. El aborto es una decisión de las mujeres, únicamente de las mujeres. Es su cuerpo y ellas van a decidir sobre su futuro y su vida. Y te lo digo de las mujeres que pueden estar embarazadas. Una niña fue abusada sexualmente, no quiere ese producto. Pero una mujer de 32 años quedó embarazada y tampoco quiere ese producto. ¿Quién soy yo para decirle: “Usted lo tiene que tener y si no se va a ir presa”?

Narración: Dávila sabe que tendrá que ceder en algunos puntos para lograr que se aprueben iniciativas necesarias, pero tiene claro que existen límites por los que no va a pasar.

Aldo Dávila: Hay leyes retrógradas, inconstitucionales, nefastas que no, en la vida voy a apoyar. La ley de reconciliación nacional y de olvido y perdón, en la vida, en la vida. leyes donde se pueda cubrir más el pacto de corruptos, en la vida. Hay cosas que no vas a poder negociar, definitivamente.

Narración: Una de esas iniciativas es la 5272, la Ley de Protección de la Vida y la familia. La 5272 es una ley que busca quitar derechos a las personas de la diversidad, prohibiendo definitivamente el matrimonio entre personas del mismo sexo. También pretende penalizar todavía más el aborto. Por ejemplo, criminalizaría a las mujeres que sufran abortos espontáneos.

La iniciativa se ha utilizado en varias ocasiones para desviar la atención. Cuando hay un tema álgido en el país, se vuelve a poner en agenda en el Congreso. Lleva así ya dos años. Pero ahora está en un punto peligroso. Le falta nada más una lectura para ser aprobada.

Aldo Dávila: La 5272 es muy agresiva. Busca castigar a las que tengan un aborto espontáneo, porque ellas quieran y porque se les venga el bebé porque si. Van a entrar en un proceso de investigación. A una mujer que pierde el bebé que si quiere tener, en vez de darle terapia psicológica, acompañamiento social, se va a ir presa.

Narración: Dávila ha participado en manifestaciones frente al Congreso para evitar que esta iniciativa pase. En el Desfile de la Diversidad, del pasado 20 de julio, Aldo Dávila, hablaba así de la ley.

Aldo Dávila (en el Desfile de la Diversidad): Y ustedes que dicen? Pasa o no pasa la 5272? La 5272 no va a pasar porque viola nuestros derechos, es inconstitucional.

Narración: La estrategia de Dávila para evitar que esta iniciativa pase y que sí logren quedar algunas de las que él impulsará, está en la gente. En la ciudadanía.

Aldo Dávila:  Es que es de presionar, y presionar y presionar, pero siempre con el acompañamiento de sociedad civil. O sea, de qué me sirve a mí estar ahí dentro tratando de meter si no va a estar la gente en la calle apoyando?

Es importante que empiece la movilización real. Que digan: esto me va a cambiar la vida, me va a mejorar la vida tengo que apoyar.

***

Narración: Aldo Dávila será también el primer diputado con VIH. Cuando lo diagnosticaron a finales de los 90 él llevaba ya tres años colaborando con organizaciones como Oasis y Gente Positiva.

Aldo Dávila: Yo me enteré cuando estaba en etapa sida. Me entero cuando a mi me da meningitis. Llegué a estar en coma, Ahí me entero yo.

Narración: Él descartaba que fuera sida. Se había hecho la última prueba un año antes, y había salido negativa.

Aldo Dávila: Y me dicen: tenemos que hacerte la prueba y digo, pues háganmela, procedan y luego me dicen: Aldo, si es sida lo que tienes.

Narración: No se lo creía.

Aldo Dávila: Para mi fue un shock enterarme de que era positivo cuando yo trabajaba en la prevención. Entregábamos condones en el sector trans, en los parques, en la calle del amor…. yo era muy precavido con eso.

Narración: Al principio, tenía que tomar 12 pastillas diarias.

Aldo Dávila: El período de aceptación fue rápido. Salgo del hospital y me dicen; tenés que venir por tu tratamiento. En ese momento estaba tomando 12 pastillas, pero no fue como yo miraba antes que daban 36 pastillas a un paciente. Al día. Los cocteles eran fuertísimos. ahora tomo una pastilla al día y ya soy indetectable. Tú me sacas sangre y ya no.

Narración: Su experiencia con el virus y su trabajo en organizaciones que luchan por erradicarlo, hacen que este será un tema primordial para él. Comenzando por el precio de los medicamentos.

En Guatemala varios medicamentos del tratamiento para el VIH están protegidos por una patente. Esto significa que solo la marca que tiene la patente puede vender el medicamento. Y, claro, esto dispara los precios, al no poder comercializarse productos genéricos.

Desde hace años, organizaciones como Gente Positiva, han intentado que se levanten estas patentes en determinados medicamentos que son necesarios para que la gente con VIH no continúe empeorando. Pero el Estado, hasta ahora, no ha respondido.

Aldo Dávila: Tiene que haber voluntad política, primero que todo. Gente positiva, ITPC, AHF, diferentes organizaciones han tratado de negociar. La diputada Sandra Morán estuvo apoyando en el tema de los medicamentos genéricos. Por el rompimiento de patentes. Pero no hay voluntad política. Vaya a dejarle una carta al presidente. No, eso es en el congreso, no hay que llamar al Mineco y Salud… en una reunión en el congreso comenzaron a tirarse la chibolita delante de nosotros.

Narración: Dávila es consciente de que no será un tema fácil de tratar en el Congreso. Hay muchos intereses detrás.

Aldo Dávila: No sé si escuchaste a una candidata que está ahorita por la presidencia donde mencionaba que le fue muy bien con las farmacéuticas. Ahí escuchamos una conversación no se de cuantas. Lo que muchas veces esperan es hacer la compra local. Con lo que pueden comprar para 100 personas por medio de OPS o de OMS, le compran en Guatemala a 5 pacientes. Lo compran caro y aquí se queda el dinero. Y con precios altísimos.

***

Narración: Aldo Dávila está impaciente porque llegue enero de 2020 y pueda sentarse en su curul y empezar a legislar. Por ahora, le sobran energías.

Esas energías y esa impulsividad de la que hablaba al inicio de esta conversación. La que hace que sin dudarlo, agarre su megáfono y salga a la calle a pelear por  los derechos de la diversidad y de la población en general. A protestar contra el pacto de corruptos, contra la decisión del presidente de terminar con el mandato de la CICIG o de firmar un acuerdo que pueda convertir a Guatemala en un campo de concentración de migrantes.

Ahora, le tocará estar del otro lado, dentro del sistema.

***

Narración: Imagínate tener miedo de salir a la calle con tu pareja. De darle la mano. De caminar abrazados. De darse un beso. De ir en carro una noche y que les pare la policía. Miedo de no poder amar y mostrarlo con libertad.

Si eres un hombre gay. Una mujer lesbiana. Una persona trans. Bisexual. Intersexual. Probablemente no tengas mucho que imaginar.

Ser una persona de la diversidad en Guatemala, en el norte de Centroamérica en general, se convierte en un acto de resistencia, cuando no debería serlo.

Hacer  todo esto que te cuento, es decir, vivir libremente en ejercicio de tus derechos, para muchas personas ha supuesto miradas, insultos, amenazas, agresiones. Incluso la muerte.

Jorge López: Le llamaré Mishel para no usar su nombre real. Ni su nombre trans ni su nombre civil. En diciembre de 2010 llegó a mi oficina de madrugada con signos de haber sufrido violencia. Ella era una mujer trans que como resultado de la política de exclusión social en el Estado de Guatemala, lo único que tenía era su cuerpo para sobrevivir. A lo único que pudo dedicarse fue al trabajo sexual.

Cuando atiendo a Mishel le digo: patoja, qué te pasó? Es que fijate, que me violaron. Y quienes fueron? Dos Policías.   

La historia rondaba la situación de que los policías llegaron al lugar en el que estaba trabajando sexualmente y los policías la subieron a la patrulla, se la llevaron debajo de un puente. Los dos la violaron sexualmente, la dejaron tirada bajo el puente

Se levanta, comienza a caminar, mira que llega otra patrulla, para a los policías y les dice: mira, me acaban de hacer tal cosa, los policías la suben a la patrulla y la vuelven a violar y la vuelven a dejar tirada bajo el mismo puente.

Y entonces me dice: Yo quiero denunciar, Jorge.

Lamentablemente, Mishel, que era originaria de algún pueblo de Suchitepéquez, semanas después desaparece. Nunca jamás volvimos a saber nada de Mishel.

Narración: Jorge López es el director de Oasis, una organización dedicada a la defensa de las personas de la diversidad y a la lucha contra el VIH.

Casos como el que nos acaba de narrar podrían contarse por miles. Digo podrían, porque los datos que manejan las instituciones públicas no reflejan la realidad de un problema social muy grave.

Es raro hablar con una persona de la comunidad LGBTI y que no asegure haber sufrido algún tipo de violencia en su vida. Esto no es de ahora. Viene de décadas atrás.

Lola Vásquez, es la subdirectora de Otrans, una organización que trabaja en la defensa de los derechos de las mujeres trans. Aquí nos da una pincelada de cómo es la violencia contra ellas.

Lola Vásquez: Si te das cuenta, nuestro nombre es Reinas de la noche porque no salíamos de día. Antes si salías de días corrías riesgo de tener una agresión física, verbal… Este año electoral la violencia ha aumentado por tanto discurso de odio. 

Narración: Sin embargo, las cifras oficiales no lo demuestran.

Y esto pasa por varios motivos. Primero, las personas que sufren una agresión, no siempre denuncian. Esto es común en todos los delitos. El número de denuncias en el Ministerio Público o en el Ministerio de Gobernación representan un porcentaje mínimo de los casos de violencia,  en todos los niveles. Hay un subregistro que se percibe al conocer los casos que reciben las organizaciones y los que son denunciados ante el Estado.

En Agencia Ocote solicitamos al MP, por medio de la Unidad de Información Pública, datos de denuncias de delitos cometidos contra la población LGBTI. Los solicitamos de los últimos 20 años. Sin embargo, en la Fiscalía solo tienen información desde 2011. En ocho años y medio, el MP recibió 940 denuncias por diferentes tipos de delitos. Son poco más de 100 denuncias por año.

Los casos más comunes son el de amenazas, con 296 denuncias. Discriminación con 160. Lesiones leves, 80 denuncias. Violación, 76 denuncias. Homicidio, 42 denuncias.

Las personas que llegaron al MP se registraron como gay, lesbiana, bisexual, intersexual y una quinta categoría que recoge en un solo grupo a personas transexuales, transgénero y travestis.  

Según las organizaciones que ven estos casos, los fiscales a cargo de tomar las denuncias, a veces, omiten ingresar este dato en el sistema. Lola Vásquez, de Otrans, lo sabe de primera mano.

Lola Vásquez: Yo hice una denuncia el año pasado en el Ministerio. Yo que soy una mujer trans empoderada, llegué, hice mi denuncia y primero le tuve que recordar si me había puesto en la casilla LGBT, pero imaginate, llega una chica que no sabe que existen estas casillas, simplemente eso pasa de largo. Entonces: Ah, si, ahorita lo pongo.

Narración: De acuerdo con los datos del MP, los hombres gays son los que más denunciaron en los últimos ocho años. 312.

Bajo la categoría de trans y travestis, hay 228 denuncias. En la gran mayoría de estos casos, según el MP, aparece consignado que fueron hombres. Y esto tiene que ver con que muchas personas trans todavía no han conseguido cambiar ni su nombre ni su sexo en su DPI. Aunque sean mujeres, el sistema no lo reconoce como tal.

Tristán López es un hombre trans. Forma parte de la organización Visibles.

Tristán López: Está esta gran confusión de que las mujeres trans son hombres y esto altera todo el registro. Porque entonces no solo irrespeta la identidad de género, sino que invisibiliza las identidades trans masculinas. Definitivamente es cierto que hay más denuncias de mujeres trans.

***

Narración: Hasta ahora no hay en Guatemala una fiscalía especializada en delitos en contra de la población LGBTI. Los casos llegan a cualquier unidad, dependiendo del tipo de delito.

Por ejemplo, cuando se trata de un homicidio o de un asesinato, este puede estar a cargo de la Fiscalía de Sección de Delitos contra la Vida. En un caso de discriminación, entraría en la Fiscalía de Derechos Humanos.

Pero además, cualquiera de estos casos, puede verlo una fiscalía distrital o una municipal.

Y estas unidades del Ministerio Público no siempre están especializadas en atender a personas de la diversidad con un trato digno. Los prejuicios y el conservadurismo de buena parte de la población guatemalteca se ven a la hora de recoger estas denuncias.

Después de ser agredidas, las personas LGBTI se enfrentan a la violencia institucional y a la discriminación cuando quieren plantear una denuncia.

Tristán López: Hay casos en donde llegan personas trans a hacer una denuncia y le dicen: no, no es un delito lo que te hicieron. O los ponen mal: no sos persona trans, sos lesbiana o gay. Están todas estas violencias.

Narración: Conocer el número de sentencias en casos de agresiones homófobas y tránsfobas  no es nada sencillo.

En algunas instituciones, todavía hoy, en 2019, no hay un registro según la identidad o la orientación sexual de la persona que denuncia.

Lola Vásquez: El estado no cuenta con estadísticas de nuestra población, simplemente no existimos. Y por eso la necesidad de una ley de identidad de género. Lo que busca es el reconocimiento de las personas como ciudadanos para ejercer una ciudadanía plena.

Narración: En Agencia Ocote también solicitamos al Organismo Judicial que nos facilitara los datos de casos ingresados al sistema y sentencias condenatorias y absolutorias emitidas sobre agresiones, delitos sexuales, homicidios, intimidaciones y amenazas contra población LGBTI.

La respuesta de la institución fue la siguiente: “No se encontraron registros de expedientes en los sistemas de información del Organismo Judicial”.

Además, hicieron la acotación de que la información registrada en el sistema se realiza por parte de auxiliares judiciales. Y según dicen, depende de cada uno de estos auxiliares la calidad y la cantidad de la información que ingresan.

***  

Narración: Los miembros de la Policía Nacional Civil, en muchas ocasiones no tienen conciencia sobre  los derechos de la población LGBTI, que, es sencillo:  son los mismos que los de la población en general.

Andrea González, presidenta de Otrans, nos contó un caso de violencia que vivió por parte de una agente de la PNC. Andrea también trabaja en un salón de belleza en el Centro Comercial Capitol, en la zona 1. Ahí hablamos con ella.

Andrea González: Iba en un vehículo y la agente policial me identificó muy rápido porque soy muy visible en el país. Me dijo que estaba en rojo y que bajara del vehículo, que descendiera del vehículo.

Narración: Dos días antes, Andrea había salido de una operación quirúrgica.

Andrea González: Tenía una sonda, abajo de la espalda y se me desprendió. La agente policial me faltó al respeto, me gritó, palabras soeces y aseveraciones fuertes con respecto a mi identidad. Le expliqué respecto a mi identidad de género, que había hecho cambio de nombre. Y me dijo que eso no era válido, me cuestionó mi identidad, mi documento de identificación…

Narración: La agente pidió refuerzos y se la llevó a Tribunales. Ahí pasó 32 horas. Con una sonda, sin antibióticos ni analgésicos. En la carceleta de hombres, donde la tuvieron ingresaron, intentaron abusar de ella. Finalmente, tuvo su audiencia de primera declaración y pudo volver a su casa.

Los prejuicios pesan más, y eso, sumado a la posición de poder que muchas veces asumen los mismos agentes, hace que el miedo de las personas diversas a caminar con libertad por la calle o a besarse con su pareja en un lugar público o privado, aumente. Una parada en un control de alcoholemia, un chequeo imprevisto y se exponen a que tomen mayores represalias en su contra por su identidad de género o su orientación sexual.

Esta falta de seguridad que genera la Policía, hace que los datos de denuncias del Ministerio de Gobernación sean mucho más bajos que los del MP. En todo el año 2016 registraron nada más ocho denuncias por delitos contra población LGBTI. El siguiente año, 15. El siguiente, 14. Y en los primeros tres meses de 2019, apenas iban por 2 denuncias.

***

Narración: Uno de los derechos que ha peleado las organizaciones LGBTI es que determinados delitos contra personas diversas sean considerados crímenes de odio.

Jorge López: El año pasado, el Inacif registró 4914 muertes violentas. Hubo algunas que a mi me llaman mucho la atención y que son aquellas producidas por estrangulamiento o por desmembramiento de los cuerpos. Si a una persona le roban el celular y la matan, ahí encontramos fácil el móvil del delito. Sin embargo,  yo no logro encontrar fácilmente el móvil de un asesinato en el que a una persona le cercenan el pene y se lo introducen en la boca o en el recto. Son cosas en donde se evidencia que hay saña o que hay un odio excesivo que a veces es muy difícil llegar a probar en los tribunales.

Narración: En enero de 2017, Jorge López, de OASIS, trabajó una iniciativa de ley. Logró que 12 diputados la impulsarán en el Legislativo.

La iniciativa planteaba la tipificación de los delitos de odio y de incitación al odio para quienes promovieran el odio, el desprecio, la hostilidad o la violencia contra personas o contra grupos por racismo, machismo, homofobia, transfobia, clasismo, misoginia y por otras formas de intolerancia social. Propusieron una pena de dos a ocho años de prisión y una multa de hasta seis mil quetzales.

Jorge López: Las dificultades que tenemos para llevar ante la justicia los crímenes de odio es la carencia de figuras típicas que logren definir estos delitos que son cometidos y que rompen la armonía social pero también hay otras dos situaciones. Una de ellas es que lo delitos homofóbicos o transfóbicos son confundidos con crímenes pasionales y la tercera dificultad es que las víctimas suelen no denunciar, o no denunciar que el motivo del crimen fue el odio o los prejuicios cometidos por su orientación o su identidad de género.

Narración: Seis meses después, en junio de 2017, la comisión de legislación y puntos constitucionales le dio dictamen desfavorable. Argumentaron que la iniciativa era muy general a la hora de tipificar el delito, y que podría atentar contra la libertad de expresión y contra los derechos humanos. Ahí se quedó.

En agosto de ese año, la diputada Sandra Morán, presentó otra iniciativa para sancionar los crímenes por prejuicio. En una modificación del Código Penal, se buscaba tipificar la discriminación como una exclusión o distinción basada en varios motivos. Entre ellos, el género, la orientación sexual y la identidad y expresión de género.

De nuevo, la misma comisión emitió dictamen desfavorable, por un tecnicismo. Argumentaron que era innecesaria y redundante, ya que, al final del artículo indicaban que esto se podía aplicar a cualquier persona o grupo cuyo derecho fuera vulnerado.

Jorge López: Los pequeños avances que tenemos en materia de diversidad sexual y de género han sido alcanzados gracias a la ternura de esa sangre que ha quedado en las calles guatemaltecas a partir de los asesinatos transfóbicos, homofóbicos, lesbofóbicos en donde la gente ha pagado con su sangre que se visibilice que aquí tenemos un problema, que aquí en Guatemala tenemos una carnicería en la que esas 4914 muertes del año pasado no son justificables desde ningún punto.

***

Narración: No hay datos que nos ayuden a entender la magnitud del problema, pero las personas que trabajan de cerca estos temas saben que las agresiones y los asesinatos a población de la diversidad casi siempre quedan impunes.

Pocos hablan de esto, y muchos menos se indignan.

El Estado de Guatemala les ha dado la espalda y hoy por hoy no garantiza ni el bienestar, ni el desarrollo ni la seguridad de buena parte de la ciudadanía.

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