Este es un episodio de podcast, de la serie Amar en Centroamérica. Para escucharlo, haz click en este reproductor: Aquí puedes leer la transcripción del episodio: Alex Castillo: Yo conocí a …
Este es un episodio de podcast, de la serie Amar en Centroamérica. Para escucharlo, haz click en este reproductor:
Aquí puedes leer la transcripción del episodio:
Alex Castillo: Yo conocí a mi esposa en una despedida de solteros. Yo tenía en ese entonces pareja y creo que sí, me gustó mucho su forma de ser, su amplitud, aparte muy guapa, me atrajo mucho. Yo en ese entonces me definía como lesbiana. No tenía conocimiento de mi identidad de género y realmente venía de una relación bastante mala, quebrada, violenta.
Siempre lo dije, más vale una buena amistad que un mal amor y creo que al conocerla íntimamente yo me di cuenta de muchas situaciones muy difíciles que a ella le había tocado pasar en la vida y me volví su mejor amigo.
Pasábamos charlando hasta muy tarde y a pesar de que había una atracción, porque si existía, siempre hubo mucho respeto en esa amistad.
Yusimel Carrazana: Lo que a mí me gustaba en ese tiempo de Alex Castillo era cómo trataba a su pareja, lo delicado, lo detallista y hasta yo pensar que si algún día iba a aparecer alguien en la vida que yo pudiera tener con esas características.
Y como bien él dijo, era preferible una buena amistad a un mal amor y siempre mantuvimos esa amistad hasta que llegó el momento de conocernos de forma un poquito más personal. También tomando en cuenta la importancia de que comenzó sus cuidados afirmativos de género y que, cuando lo vi, había cambiado muchísimo un 95% del Alex que yo conocía anteriormente.
Narración: De 2013 a 2014 Alex comenzó su transición. Fue un año complicado, lleno de reflexión en solitario y se alejó de su familia y amigos. Incluso de Yusimel. Hasta que ella lo volvió a contactar.
Alex Castillo: Después de ese año, un día ella me escribe como amiga y me pregunta cómo estoy. Le digo que bien y por primera vez acepta salir a tomar un café conmigo. Cuando me vio lo primero que me dijo fue que si estaba malo de la voz porque me había cambiado mucho porque estaba en terapia de afirmación de género. Ya era otra persona prácticamente, no era esa lesbiana derrotada, triste, violentada que había conocido, sino era un hombre que estaba empezando a formarse y sobre todo con una transición y un tema nuevo para ella. Y, bueno, aquí 10 años más tarde. Aquí estamos unidos, juntos y felizmente casados.
Narración: Alex y Yusi, como él le dice con cariño, cumplieron diez años de pareja el 10 de enero de 2025. Durante este tiempo se han descubierto y reafirmado lo que les mueve: apoyar a la comunidad de hombres trans en Guatemala. El amor les ha acompañado y ha contagiado a sus amigos y familia. Ha sido el motor que les impulsa.
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El amor se manifiesta de mil maneras. Es ese lazo que une a una pareja, que fortalece a una familia o que construye amistades profundas. Es el cariño por una mascota o por un país. Puede ser fugaz o tan sólido que recorre décadas. Y en medio de las dificultades y desigualdades, el amor también nos puede salvar. En este especial sonoro de Ocote te contaremos cómo es Amar en Centroamérica.
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Narradora: Él es Alex.
Alex Castillo: Soy Alex Castillo, me defino como un hombre trans guatemalteco. Fui asignado femenino al nacer. Tengo 54 años y soy administrador de profesión y la vida me puso en el papel de ser defensor de derechos humanos de la población trans, específicamente de la población trans masculina. Ante la falta de oportunidades y violencia constante que me tocó vivir durante 43 años de mi vida. Creo que al descubrir mi identidad trans me di cuenta que, si no era yo, nadie más iba a defender mis derechos y eso fue lo que me permitió estar en la postura y crear el espacio transformador, más que para Alex Castillo es para la población trans específicamente.
Yusimel Carrazana: Alex Castillo… depende de con los ojos que lo mires te lo voy a describir. Si te lo describo de manera profesional, Alex Castillo es una persona muy competente, muy responsable, una persona capaz de de irradiar empatía, una persona muy comprometida con lo que hace, una persona defensora de derechos humanos hasta decir no más, una persona que antepone la responsabilidad y los compromisos de su población que las de él por si mismo.
Si lo miro con los ojos del amor, Alex Castillo es el amor soñado, el amor anhelado y que el universo conspiró a mi favor y llegó a mi vida. Yo digo que nosotros estábamos predestinados por muchas características astrales, los dos somos muy espirituales.
Narradora: Y ella es Yusimel.
Yusimel Carrazana: Yo soy Yusimel Carrazana, médica y cirujana de profesión, tengo 57 años de edad, soy una persona cis heterosexual y en estos momentos trabajo en el colectivo de hombres trans “Trans-Formación” como parte de la política de servicios de salud para esta población tan ausente en el Estado de Guatemala. Junto con esto me estoy especializando en medicina transgénero y ya vengo desde Cuba, porque soy cubana por ciudadanía, con especialidad en medicina de atención primaria de salud.
Alex Castillo: Lo que yo más resalto de Yusi es lo honesta y que habla de frente. Y creo que eso es lo que más me movió de ella, porque yo sabía que el día que me dijo «te amo», no me estaba diciendo otra cosa más que «te amo» y de frente. Y ella para todo es así.
Creo que es la profesional que es capaz de hacer sentir queridos y bien atendidos a todos sus pacientes. Es más, aquí ella es la heroína, la querida, la linda, la hermosa la preciosa, pero nadie sabe el carácter fuerte que tiene porque así como es de honesta y de transparente, tiene un carácter fuerte y explosivo.
El cual amo también porque al final creo que es la persona que es capaz de decirme de frente mis errores y mis defectos y sé que no lo hace con una malicia, sino lo hace como para que yo reflexione y sea capaz de darme cuenta de lo humano que soy y el montón de veces que me equivoco en el día a día.
Por la parte sentimental, creo que es la persona que llegó a mi vida a rescatarme de un vacío completo, de un desamor que yo tenía, porque fue la persona que me empezó a enseñar realmente qué era el significado de la palabra amor, el buen trato, la no violencia, el respeto, la honestidad y la transparencia y lo más fabuloso que Yusi sacó de mí, que yo nunca nunca me había dado cuenta de lo capaz que soy.
Narración: Alex y Yusimel nos reciben en una de las oficinas del colectivo Trans-Formación, en la zona 1 de la ciudad de Guatemala. Están sentados, uno al lado del otro, en dos sillas y se toman de la mano. No se la sueltan. Cuando surge algún tema duro, algo conmovedor o doloroso, acarician sus manos entrelazadas.
Iniciar una relación puede ser como conocer un mundo nuevo. Al menos así lo sintieron Alex y Yusimel. Aunque se conocían como amigos, ahora había un nuevo escenario que explorar y que entender. Y eso también se convirtió en un reto.
Yusimel Carrazana: Mirá, desde un inicio ya te digo que para mí no tuvo ninguna importancia el cuestionamiento social. Yo soy una persona que creo en lo que soy y defino lo que pienso. El comentario ajeno, el comentario social acerca de mi persona me es indiferente. El único cuestionamiento —y no cuestionamiento fue hasta temor— que yo tuve al principio de comenzar nuestra relación está basado en la intimidad. No es lo mismo tener sexo con una lesbiana que con un hombre trans. Yo no sabía cómo comportarme, yo me sentía como una adolescente.
Alex Castillo: El primer día que salimos, de al fin el sí del cafecito, ella venía y me trataba en femenino, entonces yo lo empecé a usar en mi a mi favor, porque yo le empecé explicando qué era un hombre trans y que la persona que había conocido quedaba en el pasado.
Pero al inicio me seguía tratando en femenino hasta que yo le dije: «Bueno, si me vuelves a tratar en femenino, yo te voy a empezar a besar». Entonces ella dice que por molestar se equivocaba y yo la besaba y la besaba y la besaba.
Creo que desde ahí nos dimos la pauta o la oportunidad dentro del diario vivir como ella lo dice cómo ir de manera respetuosa preguntando, consultando o cómo encontrar ese punto donde ni yo me sintiera invadido con muchos cuestionamientos ni ella con muchas inseguridades o muchas dudas las cuales no me podía preguntar.
Narración: Para Alex y Yusimel, lo que estaban viviendo era un descubrimiento constante, lleno de amor y comprensión, que de a pocos les confirmaba que esta relación era una decisión para la vida. Pero no todo el mundo en Guatemala, en Centroamérica, puede entenderlo de la misma manera.
Alex Castillo: Precisamente creo que el estar dentro del Fondo Internacional de Personas Trans me ha permitido ver el mundo trans y me doy cuenta de que Centroamérica y el Caribe somos una región bastante árida en tema de materia de derechos humanos, especialmente para nuestra población. Nos trazan el día a día en nuestro diario caminar porque, por ejemplo, no amamos mucho, nos respetamos mucho. Hemos hecho cosas muy buenas propias a nivel comunidad y sin embargo, el Estado y la sociedad nos sigue negando un montón de cosas. Algo tan sencillo, mi esposa es cubana, pero yo no me pude casar con ella y al no poderme casar con ella, eso le ha significado a ella tener que esperar 10 años para poder solicitar una residencia en Guatemala, cuando en países que sí existe la identidad de género o matrimonio igualitario, esto lo hubiéramos resuelto muy fácilmente.
El pensar de que el día de mañana si alguno de los dos fallece. ¿Qué pasa con nuestros bienes en común que tanto nos han costado a los dos?, ¿qué pasa si alguno de los dos sufre algún accidente? ¿Quién va a decidir sobre qué hacer sobre un cuerpo o sobre una decisión de vida?
Yusimel Carrazana: Faltan tantas cosas por legislar en Centroamérica que serían innumerables las cuestiones, pero para poder legislar más que conciencia hay que tocar el corazón. Porque de qué vale legislar algo que va en contra de la vida del individuo y qué cosa más importante que el amor que no puede ser legislado con una pareja que como la de Alex y como la mía, por no ser una persona cis género a la par mía, por su identidad trans, no tengamos el mismo derecho.
Pero no nos vamos a cansar de luchar, no importa si estamos en Centroamérica, si estamos en Alaska, o el Polo Norte. Lo que siempre va a ir de por medio, lo que siempre va a relucir es el amor de pareja y es el amor de ser humano que tenemos Alex Castillo y Yusimel Carrazana.
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Narración: En los 10 años que llevan como pareja, también han descubierto cómo, a pesar de lo que podían pensar en un inicio, su amor también se ha expandido a su familia.
Alex Castillo: Yo soy el segundo de cuatro hermanos, soy el único trans, el único diverso. Tengo una hermana cisgénero heterosexual, después voy yo, y tengo dos hermanos cisgénero heterosexuales. Por violencia que generalmente vivimos los hombres trans a muy temprana edad me tocó que me casaran. De ese matrimonio obligatorio, tengo dos hijos. Uno es médico y la otra es licenciada en Administración Pública. Mi hija nos hizo abuelos hace nueve años y creo que esa familia al inicio, explicar a mis 43 años que yo era trans, fue como muy complejo. De hecho chocante. Es muy fuerte, con una madre de 75 años, donde no entendía la «O» por lo redondo de lo que yo le estaba explicando. Sí, fue muy fuerte.
El año pasado tuvimos una presentación de un documental que se llama «Familias Transformadoras» .Invitamos a familias, llegó mi mamá, mi hija, mi nieta y fue como muy emotivo y llorábamos todos. No entendíamos ni por qué llorábamos. Luego empezaron a dar la palabra y mi mamá se paró y dijo: «Yo soy la mamá de Alex, Alex es mi hijo y es un hombre trans». Y eso me llevó a mí a las nubes, luego mi hija también. Mi hija decía: «Yo estuve con él como mujer y era una persona amargada triste frustrada, pero ahora que conocí a esta persona, este hombre trans, tenía una persona genial que la apoyaba, que la amaba».
A los días, la Lía, nuestra nieta,tiene nueve años, llega con la mamá y dice que le dijo: «Ya entendí. Tu mamá es mi abuelo, Alex, porque él nació mujer, pero ahora es un hombre trans. Ya lo entendí», le dijo.
Yo siempre dije que mi transición iba a ser física, pero también internamente creo que me dio la oportunidad de saber qué era lo que quería. Si, yo soy chapado a la antigua, yo quería una persona que me acompañara en la vida, que me amara, que me respetara. Si tenemos el tipo de pacto de la fidelidad, no somos una pareja poliamorosa. Yo quería alguien que me respetara, pero más que me respetara a nivel pareja, creo que me respetara la identidad de género y que me acompañara transicional y creo que ella fue la idónea porque no sólo se puso la capucha de mi compañera, sino también la capucha de trabajar a la par mía.
Narración: Para Yusimel, la experiencia de Alex con su hija y su familia fue determinante. Abrió una puerta. No solo para hacer crecer su familia. También para entender a sus propios hijos, que todavía estaban en Cuba.
Yusimel Carrazana: Una de mis de mis hijas un día le comento por mensaje que tenía una relación con un hombre trans y comencé a explicarle que era un hombre trans, etcétera. Entonces mi hija en aquel tiempo me dice: «Tranquila mami, yo sé lo que es un hombre trans pero yo también tengo que confesar, tengo un secreto». Yo me asusté, porque mi hija en Cuba y yo acá, me dijo: «Mamá, el problema es que yo soy lesbiana». «Bueno mi amor no tengas pena, es una orientación etcétera». Logro traer a mi primera hija, a Amor acá a Guatemala pero en los primeros meses comienza a identificarse como un hombre trans.
Yo no me había dado cuenta que yo estaba criando a una personita trans hasta que llega Amor y no habla conmigo, habla con Alex. Y entonces después entre los dos hablan conmigo y yo me quedo así «wow». Hoy Ander, porque se llama Ander mi hijo, es un magnífico hombre trans, una magnífica persona muy responsable en su carácter. Y mi niña que se llama Arissa, es mi otra en mi otra cosita, el otro corazoncito que tengo que también ya hasta aquí conmigo en Guatemala.
Narración: Esa expansión del amor de ambos no se quedó en la familia. En 2015, Alex y Yusimel fundaron el colectivo «TransFormación». Un espacio para hombres trans que necesitan ayuda y atención médica.
Alex Castillo: Yo podría decir que en mi caso yo me di cuenta del giro que daba nuestra relación cuando cuando la doctora me dijo: «Voy a empezar a estudiar medicina trans», porque ella se empezó a dar cuenta de las demandas y las diferentes necesidades y que el conocimiento era necesario. Y entonces fue cuando me di cuenta que esto había trascendido. O sea, que el amor de nosotros como pareja es muy grande, es muy fuerte y creo que es muy honesto. Pero creo que en ese momento fue un giro más allá porque para mí fue… no sólo se enamoró de Alex Castillo, se enamoró también de de una población que ha estado siempre en un estado de vulnerabilidad, que ha sido violentada.
Yusimel Carrazana: Los conocimientos que yo tengo de medicina transgénero, es gracias a la semillita que Álex Castillo sembró en mí, porque esto me hizo buscar literatura a nivel internacional.
Yo pertenezco a la WPATH, que es la Asociación Mundial de profesionales para la salud transgénero y no te imaginas el significado que tiene ser una persona trans a nivel internacional y el significado que más aún tiene el poder ofrecerle los servicios de salud con capacidad para las personas trans que tanto lo necesitan. Creo que ha sido esto como nuestro embrión y quizás hasta el hijito que no hemos visto y estamos descubriendo ahorita.
Narración: Y cuando piensan en el futuro…
Alex Castillo: Viejitos
Yusimel Carrazana: Viejitos, de la mano, de la mano.
Alex Castillo: Y hablando siempre. Hablando de derechos humanos y que a quién le vamos a delegar esto y que si está funcionando si no está funcionando si hay nueva leyes, cómo las vamos a analizar…
Yo la molesto a veces. Le digo que en la puerta de nuestra casa vamos a poner: «Se ponen sueros, se ponen inyecciones, se toman la presión, se lleva contabilidad, se vende hielo y choco bananos». Como no tenemos derecho a jubilación del Estado porque ninguno de los dos trabajamos para el Estado, le digo: pero lo que sí sabemos es que vamos a estar juntos y felices.
Yusimel Carrazana: Juntos y viejitos, eso sí le pido yo a la vida, al universo, durar mucho muchos años juntitos todavía más.
Amar en Centroamérica es una serie sonora producida por Ocote, para narrar, cómo el amor, las diversas formas de amor, germina en una región turbulenta y desigual.
Las entrevistas y los guiones de esta serie los realicé yo, María Olga Domínguez. La edición y coordinación editorial es de Carmen Quintela y el montaje y la producción sonora son de Isaac Hernández, con apoyo de José Manuel Lemus.
El diseño de Amar en Centroamérica lo hizo Oscar Donado. Ixmucané Us es coordinadora de comunidad y audiencias y María del Carmen Hernandez la gestora de comunidades de Ocote.
Nicole Jacobs es coordinadora institucional. Alejandra Gutiérrez Valdizán es la directora general de Ocote.

