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Aquí puedes leer la transcripción:
Narradora: En la costa de Retalhuleu, al sur de Guatemala, el río Ocosito desemboca en el mar. Tras bajar de las montañas de Quetzaltenango, cuando apenas le faltan 300 metros para llegar al océano Pacífico, el río hace un giro hacia el este. Durante dos kilómetros, serpentea lento, con una corriente casi imperceptible, en paralelo al océano, ajeno a su oleaje furioso.
Aquí, en este punto, el agua dulce del río y la salada del mar se mezclan. Esta zona se conoce como Manchón Guamuchal. Es un humedal. Una zona donde los ecosistemas terrestres y los acuáticos se encuentran.
En los humedales, la tierra se inunda y actúa como una especie de esponja natural: absorbe, filtra y purifica el agua y el aire. También funcionan como reservas naturales de biodiversidad para aves, peces y plantas.
En 1998, Manchón Guamuchal fue declarado área protegida por el Consejo Nacional de Áreas Protegidas. Es una zona verde enorme. Para que te hagas una idea, tiene casi 14 mil hectáreas. Esto es más del doble de la ciudad de Antigua Guatemala y unas 40 veces el tamaño del Central Park, en Nueva York.
Justo en el límite del área protegida del Manchón Guamuchal hay una pequeña aldea: Tres Cruces. Aquí viven unas 130 familias. Queda a la orilla del Pacífico, en el extremo de la playa que conecta el departamento de Retalhuleu con el de San Marcos. Aunque una parte de la comunidad vive en una pequeña isla en el canal, donde el río y el mar se unen.
Por esto mismo, el acceso a Tres Cruces no es fácil. Hay dos opciones para llegar a la comunidad. La primera, la más sencilla, es un viaje de 15 minutos en lancha por el canal. La otra lleva más tiempo. Se debe tomar una lancha desde la playa de Tilapa, en San Marcos, hasta la comunidad. Es un viaje de una hora.
Nos decidimos por la primera opción. Ya en Tres Cruces, nos encontramos con Henry Mendoza, de 56 años. Hoy es el presidente del COCODE. Nos acercará al manglar. Pero antes de subirnos en la lancha de Henry, te cuento un poco más sobre esto.
Los manglares son áreas pobladas por unos árboles leñosos. Nacen sumergidos en el agua. Sus raíces, como grandes tentáculos, toman formas irregulares que salen a la superficie.
En las áreas donde el agua está baja, se crea un fango salino que mantiene la humedad y que permite que diferentes especies de animales vivan ahí. Además, este fango húmedo permite que las semillas de mangle, que se ven como largas candelas rojas, caigan y comience a crecer el mangle nuevo. Son especies tropicales que se adaptaron a vivir en zonas de agua dulce y salada, en dónde el río y el mar se encuentran.
Hay muchos tipos de mangle. Se diferencian por el color y forma de su tronco. Su madera es resistente y cotizada para construir chalets y ranchos en la playa. Por eso, a pesar de que el Manchón es un área protegida, hay personas que talan ilegalmente los mangles.
Henry le coloca un motor a su lancha, en la que caben apenas cuatro personas. Nos explica cómo debemos acomodarnos para distribuir bien el peso.
Henry Méndoza: Aquí era donde bajaba el río, de aquí para allá. Ahora aquí solo es un poquito de agua lo que tiene metido ahí. Ya de ahí para allá es puro monte y ahí ya hay mangle muerto.
Narradora: Es una mañana de junio de 2024. Luego de meses de sequía, hace un par de días, una de las primeras tormentas del año tocó tierra. En Tres Cruces está nublado y cae una llovizna intermitente que aviva el calor y la humedad. Se siente el olor a petricor, el de la tierra mojada cuando comienza a llover.
El sonido del motor de la lancha rompe la quietud del canal. Es un laberinto. Aquí es fácil perderse. Kilómetros de mangle rojo y blanco.
Para Tres Cruces, el manglar y su ecosistema es una fuente de trabajo y alimento. Carlos Lemus es un pescador de la comunidad.
Carlos Lemus: Porque la verdad es que a veces el manglar también es necesario para que el pobre pez llegue a madurar. Mientras que no existiera el manglar tampoco existieran los peces el camarón, ni la jaiba, ni el cangrejo que le decimos nosotros.
Narradora: Navegamos hasta que en un punto ya no podemos avanzar más. El lugar está lleno de lo que se conoce como tular. Juncos y cañas verdes, que crecen en áreas húmedas, como esta. Las plantas impiden la visibilidad a unos cuantos metros de distancia.
Hace tres años, un equipo de Ocote viajó al Manchón Guamuchal. En el punto en que estamos ahora, pudimos ver un tapón de arena y basura. Una masa que obstruía el paso del agua. Según un informe del Consejo Nacional de Áreas Protegidas, ocupaba tres kilómetros del río Ocosito.
Este tapón se conoce científicamente como azolvamiento. En el manchón, comenzó a formarse en 2019. Entonces, la lluvia arrastró sedimentos, tierra y barro de los terrenos aledaños al cauce del río.
Un azolvamiento puede ocurrir por diversas razones, como la erosión de las orillas o la deforestación. Cuando esto pasa, los sedimentos se acumulan en el fondo del río y esto hace que el agua pueda desbordarse y causar inundaciones.
David Barillas, el director regional de la costa Sur del CONAP, explica por qué esto sucedió en el río Ocosito.
David Barillas: En Guatemala no hay un manejo de las cuencas, entonces todo el tema de basura, aguas negras, aguas residuales, aguas industriales, pues desfogan a la cuenca del Ocosito. Entonces, posteriormente, pues pasa lo del año 2019, que donde eran canales de profundidades cinco a tres metros, pues ahora son canales, llenos de basura y sedimentos.
Narradora: Es que además, hay que tomar en cuenta que en Guatemala hay un problema crítico con el tratamiento de aguas residuales. Según datos que el medio Ojo con mi pisto solicitó al Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales, para 2024 solo 84 de los 340 municipios tienen plantas de tratamiento. El decreto 236-2006 sobre manejo de aguas residuales no ha entrado en vigencia y se ha prorrogado por 18 años manteniendo el problema de la contaminación en mantos de agua por aguas negras.
Hoy, la masa de sedimentos en el manchón hace tres años se calculaba de tres kilómetros, según las personas de Tres Cruces, es más grande. Nosotros sólo alcanzamos a ver el final del taponamiento. Henry nos explicó que era peligroso intentar seguir hacía arriba en otro canal, porque la corriente se hacía más fuerte. David Barillas, del CONAP estima que actualmente este tapón debe medir unos siete kilómetros.
Henry Mendoza: Por ejemplo, en el mes de octubre, noviembre ya el río ya empieza a mermar, ya empieza a bajar porque ya deja de llover, entonces ahí se ve todo el basural.
Narradora: En febrero del 2023, en la mesa técnica de la cuenca del río Ocosito, hablaron de posibles acciones para solucionar el problema. Ahí, el Ministerio de Ambiente explicó que el azolvamiento puede causar inundaciones y pone en riesgo el mangle de la zona y los lugares donde aves y peces se reproducen y anidan. Henry Mendoza lo confirma.
Henry Mendoza: Pues el mangle sinceramente para allá lo que es la finca se ha muerto demasiado. Se ha muerto demasiado mangle desde que el río ya se caducó aquí empezó a morirse el mangle.
Narradora: La finca de la que habla Henry es la finca Tamashán, que aunque es privada, también está incluida dentro de la reserva de Manchón Guamuchal. Guillermo Aguirre junto a su familia son dueños de 73 caballerías; 40 de ellas son de la reserva de mangle. Él también ha visto que el mangle se ha ido muriendo.
Guillermo Aguirre: Lo lastimoso es que nadie hace nada y ahorita el manglar está en una decadencia completa. O sea los invité aquí a esta región para que se den cuenta cómo se está muriendo el manglar. Se van a dar cuenta de lo serio que es y que no va para mejor porque el flujo de agua hacia aquí ya no hay
Narradora: El mangle muerto se distingue perfectamente desde lejos. Se ve como grandes parches blanquecinos entre todo el verdor del manglar. En realidad, al acercarte, son tonos grises… cenicientos. Los árboles no tienen una sola hoja en sus ramas, mucho menos semillas.
En la reunión de la mesa técnica, en febrero de 2023, acordaron que realizarían un estudio de impacto ambiental que presentarían a la Dirección de Gestión Ambiental del Ministerio de Ambiente. El objetivo, una vez aprobado, sería dragar el río hacia el océano en un tramo de 12 kilómetros. El ministerio se comprometió a agilizar el estudio para ejecutar el proyecto.
David Barillas, del CONAP, nos aseguró que el estudio de impacto ambiental se presentó y que con él se realizaron trabajos de mantenimiento de bordas, u orillas del río, para que siga su cauce.
Todo esto que te cuento (el azolvamiento, la contaminación y la tala ilegal) han puesto en peligro el ecosistema del manchón.
Henry Mendoza: Nosotros vivimos de la pesca y la verdad de que si no agarramos pescado así como está ahorita mire usted puede ver el río que ya casi está a nivel, casi está nivel entonces uno sale a pescar no agarra nada no trae pero ni para comer.
Narradora: Cuando Henry habla de que el río está «a nivel», quiere decir que ahora que la lluvia comenzó, su caudal empezó a aumentar y hay más agua dulce. Esto debería hacer que también haya más peces o cangrejos que pescar. Pero no pasa
Tanto Henry como Carlos, el pescador que escuchaste hace un momento, recuerdan que antes solían atrapar muchos más pescados. También eran más grandes. Los peces de agua dulce son particularmente vulnerables a las alteraciones en los humedales. La calidad del agua y el hecho de estar en hábitats adecuados es clave para su supervivencia.
Wetlands, una organización dedicada a la conservación de humedales alrededor del mundo, explica que la flora y fauna que habita en los humedales son vulnerables a los cambios de estos ecosistemas porque dependen de las corrientes que están interconectadas en el agua. María José Lazo, bióloga de la Universidad del Valle nos lo confirmó:
María José Lazo: Lo interesante también de los manglares es que son zonas de convergencia en donde tenemos también especies de agua dulce con especies de agua salada, entonces pueden convivir en esas zonas dependiendo de cada especie. Pero hay especies que tienen resistencia a diferentes cambios en la salinidad,
Narradora: Al pescador Carlos Lemus nos lo encontramos en su lancha a la orilla del canal. Hoy logró pescar siete peces. Apenas le alcanza para alimentar a su familia. Cuesta conseguir más para vender.
Carlos Lemus: Tres Cruces era maravilloso antes. Había abundancia de camarón, de cangrejo. Para entonces no había tanta pobreza fue como sentimos hoy nosotros está muy duro, muy difícil la situación porque cualquiera que agarraba su anzuelo, su atarraya, implementos de que son de trabajo aquí del agua podía irlo a tirar aquí al canal ya agarraba su pescadito para comer sus camarones pero hoy ni conocemos la barba de un camarón porque no hay.
Narradora: La poca o nula entrada de agua dulce a través del canal está matando todo el ecosistema que el mangle también necesita para sobrevivir.
María José Lazo: También tenemos que tener en cuenta que estas zonas son bien sensibles, son zonas frágiles. Es decir, como cualquier otro ecosistema un pequeño cambio en toda esta unión puede hacer efectos secundarios mucho mayores.
Narradora: Tania Guillén, investigadora del Centro de Servicios Climáticos de Alemania, explica que los manglares tienen un papel clave que está siendo amenazado:
Tania Guillen: El rol fundamental que juegan es de proteger. Porque cuando hay mareas, cuando hay huracanes o cuando hay eventos de esta, de esta característica, son los que reciben el primer impacto. Los manglares también están ubicados en donde los ríos llegan al mar, ¿no? Y los ríos, lamentablemente , en la región, transportan mucha contaminación, mucho plástico, pesticidas, etcétera… Pero incluso el manglar, uno de sus servicios ecosistémicos, es el de filtración. O sea, ellos en ese fango, ellos están filtrando muchas cosas. El problema de contaminación es grande. Pero también el otro problema es la destrucción del ecosistema per se y lo estamos destruyendo.
Henry Mendoza: Se viene la basura de allá arriba, plástico botes botella de esas desechable todo eso allá queda trabado todo eso, eso fue lo que nos hizo daño a nosotros.
Narradora: Para Henry, los responsables de ensuciar el río son todas las comunidades que viven a la orilla del río Ocosito. Pero otros vecinos de Tres Cruces, como Eduardo Mendoza, hallan a un culpable de la contaminación del río, y no son las personas que tiran sus desechos:
Eduardo Mendoza: Porque fíjese que esa agua viene de las fábricas de aceiteras de palma. Otras son las cañeras que nos tapan el río. En verano nos tapan ese río. Porque los cañeros meten una borda de tierra, ponen una bomba para regar sus cañales y aquí ya poquita viene ya.
Narradora: Pero es que además, en esta zona del Machón Guamuchal, en 2020 se registró una amenaza más. Un ecocidio que llevó a su paso flora y fauna. Y del que hoy aún se sufren las consecuencias. Te cuento más al regreso de la pausa.
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Narradora: Hace cuatro años, en Ocote revelamos que aquí mismo, en Manchón Guamuchal, sucedió un ecocidio. En junio de 2020, en plena pandemia, el fotógrafo Sergio Izquierdo sobrevoló la zona y descubrió que las lagunas y esteros estaban cubiertos por una sustancia aceitosa y negra. Los peces flotaban muertos en el agua y el manglar se llenó de un olor fétido.
Según las personas de Tres Cruces con las que hablamos, el agua negra y contaminada llegó a los pozos de agua potable.
Guillermo Aguirre, dueño de la finca Tamashán, también vió esta contaminación dentro de su finca.
Guillermo Aguirre: Cuando inició el problema en el 2020, yo no sabía qué hacer. Yo soy ingeniero industrial y para mi sorpresa, pues puchica me viene a encontrar con la finca negra, apestosa, los pescados muertos y todo no sabía qué hacer. Entonces mi primera reacción fue llamar a CONAP; denunciarlo.
Narradora: En 2020, el principal señalado por la comunidad fue Agroaceite, una empresa de palma africana que se consolidó en 2008 y actualmente siembra palma en más de 7 mil hectáreas en el suroccidente de Guatemala. Agroaceite opera en la finca Las Maravillas, según Google maps está a unos 50 kilómetros de terrenos de mangle.
En ese momento, los vecinos denunciaron en el CONAP que la empresa había liberado agua contaminada, que hizo que una mancha negra, oleosa con olor fétido apareciera en Manchón Guamuchal y matara a los peces.
El CONAP remitió la denuncia al Ministerio Público. Consultamos a la Fiscalía que había pasado con este caso. Si se abrió una investigación penal o cerraron el expediente. No tuvimos respuesta. Pero en 2024, cuando el CONAP volvió a la fiscalía ante una nueva sospecha de vertidos, se encontró con que el caso ya no estaba activo:
David Barillas: Como ya hay un antecedente de todo eso y ya se pusieron las denuncias respectivas, tanto al Ministerio de Ambiente como una ampliación y al Ministerio Público pero digamos resulta que el Ministerio Público desestimó el caso. Yo ni siquiera me había enterado, yo como agraviado, ni siquiera me había le había enterado porque si realmente nosotros fuimos los que pusimos la denuncia y nunca recibimos una notificación.
Para este episodio, entrevistamos a Javier Aguirre, director de asuntos corporativos y sostenibilidad de Agroaceite, en su fábrica en Coatepeque. Aguirre ya había rechazado los señalamientos en 2021 y lo sigue haciendo ahora. Dice que es imposible que el agua que utilizan en la planta se devolviera contaminada al río.
Javier Aguirre: Obviamente es agua que si es sujeta a ser tratada porque no se puede solamente regresar a un cuerpo de agua. Entonces hay un proceso circular de tratamiento todo por bacterias.
Narradora: Javier Aguirre asegura que los señalamientos por la contaminación del Manchón Guamuchal fueron descartados.
Javier Aguirre: Se cerró por falta de evidencia, incluso lo que estaban persiguiendo al momento es que había una contaminación biológica. No hubo ningún indicio que nos señalara a nosotros o que hubiera evidencia en nuestra contra. Hubo denuncia en el Ministerio de Ambiente, denuncia en el Ministerio Público y denuncia ante las entidades certificadoras.
Narradora: Tanto la Ministra de Ambiente, Patricia Orantes, como el Viceministro de Agua, Jaime Luis Carrera mencionan que no tienen información ni actualizaciones sobre el caso del Manchón. Sin embargo exponen que determinar la contaminación, especialmente en cuerpos de agua, es un desafío
Jaime Luis Carrera [19:44-20:55] Uno de los desafíos grandes para poder determinar impactos es estar en el momento. Una contaminación que cae hoy se diluye en dos o tres días, entonces toda investigación que se puede hacer, pero que no sea en el momento preciso y eso significa estar ahí cuando va a ver la descarga lo cual efectivamente como la ministra lo ha dicho en términos de de capacidades para poder desplegar lo que se necesitaría para monitorear todo los ríos y cuerpos de agua del país es realmente impensable, pero entre esos desafíos está eso para que el agua al ser un recurso móvil, verdad que se mueve que se re oxigena, implica un desafío, sobre todo de aquellos, digamos contaminantes que son más diluidos. Efectivamente hay otros procesos que son más fáciles de determinar especialmente cuando son procesos continuos una descarga que es lo que normalmente está dando pues es mucho más sencillo de poderlo de alguna manera identificar, pero especialmente cuando son temas muy puntuales siempre crea su desafíos para la institucionalidad aquí en cualquier país, verdad
Narradora: David Barillas, del CONAP explica que a raíz del ecocidio del 2020 se encuentran trabajando en un perfil de investigación sobre qué sucede en el manchón y por qué, en menor medida, sigue la contaminación de aguas negras que mencionan los pobladores de Tres Cruces.
David Barillas: El río Ocosito inunda más de 35 hectáreas en tiempo de invierno y, pues, posteriormente, definitivamente ya en tiempo de verano, pues las aguas se evaporan o se empozan y eso crea como una como una planta de tratamiento natural. Por ejemplo, se diagnosticó con coliformes fecales, creo que son partes por millón, pero en un porcentaje bastante alto, ¿verdad? Que literalmente, o sea el río lleva coliformes fecales al 200 a 300% de agua residual. También dentro de eso se llevó a cabo, digamos, residuos industriales. Porque se hizo también el tema de agua, el análisis de agua de residuos industriales y también salió bastante alto en toxicidad.
Narradora: A raíz de lo ocurrido en el 2020, Agroaceite se unió con otras organizaciones para impulsar una iniciativa de cuidar el ecosistema. Aguirre menciona que durante estos procesos se han podido acercar a comunidades aledañas al Manchón para hacerlos parte e integrarlos a la conversación. Sin embargo, hay quienes piensan que estas industrias tienen otras intenciones.
Henry Mendoza: Mire ellos más que todo lo que quisieran aquí que uno desalojar aquí que se fuere quedarse ahí con todo el terreno no es de que nos ayuden aquí jamás nos van a ayudar ellos, jamás. Aquí nadie nos ayuda a nosotros.
Narradora: La desconfianza de los vecinos de Tres Cruces no es casual. La Fiscalía de delitos contra el ambiente tiene 35 denuncias por delitos ambientales en contra de empresas palmicultoras en Petén, Alta Verapaz y Quiché, desde 2014 hasta 2024. Para mayo de 2024 sólo nueve de esas denuncias están en investigación.
Investigaciones periodísticas han evidenciado cómo empresas de palma africana han sido señaladas de contaminar mantos de agua.
El ecocidio en Manchón Guamuchal recordó otras situaciones críticas en Guatemala, como el ecocidio en el río La Pasión en Petén, al norte del país.
En abril de 2015, fuertes lluvias provocaron que se desbordara parte del agua de las lagunas de oxidación de la empresa Reforestadora de Palma de Petén S.A. (Repsa) en el río La Pasión. Dos días después, miles de peces muertos, con señales de asfixia aparecieron en la superficie.
Para este caso nunca hubo una sentencia. Aunque se abrió una investigación, el proceso quedó estancado. No es el único caso que documentamos en este especial.
FGER: La contaminación del Río San Román, que recorre los municipios de Sayaxché, Petén y Chisec, Alta Verapaz; afecta al menos 18 comunidades de las microrregiones Samaria y Tierra Blanca. Han pasado 17 días que se registraron las primeras denuncias por la muerte de peces en el río. El Ministro de Ambiente y Recursos Naturales Sydney Samuels ha señalado a las comunidades de culpables de la situación.
Narradora: Escuchas una noticia de 2017 transmitida por la FGER, la Federación Guatemalteca de Escuelas Radiofónicas. Esta fue una de las tantas veces que las poblaciones afectadas de Alta Verapaz y Petén denunciaron la contaminación del río San Román.
Una mañana, vecinos de Tierra Blanca II, una aldea de Chisec, encontraron peces muertos, flotando en el río. El agua se veía turbia, de color café. En la superficie se distinguían manchas de un líquido oleoso. Los líderes comunitarios atribuyeron esta contaminación a las empresas de aceite de palma africana que operan en la zona. Tenían como referencia lo ocurrido en el río La Pasión. Al parecer, durante fuertes lluvias, los desechos químicos de las lagunas de oxidación de la empresa se habrían desbordado y terminaron en el cauce del Río San Román.
Las comunidades no solo han denunciado esto a las autoridades en 2017. También lo hicieron en 2019 y 2023, según diferentes alertas que reportó el medio Prensa Comunitaria.
Todos estos años, se ha señalado a una única empresa: Industria Chiquibul S.A. Esta es otra empresa palmicultora que opera en el departamento de la Alta Verapaz y que también ha sido señalada de agotar y contaminar el agua.
La compañía ha negado las acusaciones. Recientemente lo hizo a través de un comunicado. Asegura que no es responsable de contaminar el Río San Román.
Para la población q’eqchi’ y otros pueblos originarios mayas, el agua no solo es un bien necesario para sobrevivir; es parte de su cosmovisión. Por eso, que se contamine, no implica únicamente que el agua se ensucie o se vuelva inservible. Va mucho más allá.
Ella es Gladys Mucú, coordinadora en CONGCOOP y a quien escuchaste en el anterior episodio de esta serie.
Gladys Mucú: Desde nuestra niñez, nos han dicho que hay que respetar, no hay que hacer mucha bulla y no hay que decir malas palabras ahí cerca del río, porque tiene un valor muy importante en nuestra vida, porque es la vida de nosotros y al faltarle el respeto es como faltarle el respeto a cualquier anciano o un adulto.
Narradora: En el anterior episodio también hablamos con una vecina de Fray Bartolomé de las Casas, en Alta Verapaz. Floriselda Choc, quien nos acompañó al río de la comunidad, que se estaba secando por la falta de lluvias. Además, ese río, El Jute, lleva años contaminado.
Floriselda Choc: Bueno, el río antes de que entrara la palma aquí estaba demasiado bonito. Había peces, animales, todo había aquí. Consumíamos, nosotros íbamos al río y cabal, sacábamos un poco para desayuno, almuerzo ahí. Pero ya con este tiempo ahorita ya no podemos conseguir más peces.
Narradora: Flori dice que es porque ahora el río está contaminado por los químicos y desechos que se arrastran desde las plantaciones de palma africana.
Floriselda Choc: Si por el río está contaminado, porque ahí está la fábrica de Naturaceites que le dicen. Pero ahí está la gran empresa que está ahí. Eso es.
Narradora: Natalia López, otra vecina de Fray Bartolomé con la que hablamos, también nos lo comentó. Ella y su familia dejaron de ir al río por esa misma contaminación.
Natalia López: Todo lo tomaron los de la palma. Porque ahí están los quíneles donde ellos guardan el agua. Entonces ahí está toda el agua. Y no sé que irán a hacer ahora que se está secando porque ahí si ni porque sean de la palma, sean de donde sean van a soplar con nosotros.
Narradora: Aunque la misma comunidad sabe lo que sucede, su vida sigue girando y organizándose alrededor del río contaminado. Flori y muchas de sus vecinas van ahí a lavar ropa, a bañarse, a divertirse…También sacan del río el agua que consumen.
Floriselda Choc: Y le afectan a uno si se quiere bañar en el río, le dan ronchas antes de venir aquí a bañarse. Allí se tiene que venir a bañar otra vez a la casa con el agua de potable, así se le quitan la roncha.
Natalia López: Por eso fue que ya no vimos la manera de no ir, porque les están saliendo manchas blancas a los chamacos en la espalda, en la cara y todavía un niño, un mi bisnieto que vive en la otra calle este, fueron a pasear, dice, y se metió él al agua. Ahorita y lo están curando, que les comenzaron a salir las manchas.
Narradora: Las comunidades atribuyen la contaminación a las empresas de palma que están tan cerca del municipio.
Natalia López: Ah, eso sí, porque el agua ya no sirve, así que da lástima porque es puro desagüe del hospital. Y lo de la palma algo un poquito porque tiran toda la pulpa de la fruta. Lo tiran ahí y cuando llueva caiga un aguacero. Aquí no se soporta la pestilencia de esto. Ese sí nos ha afectado a nosotros, porque viene un olor feísimo.
Narradora: Además, el abono que utiliza la palma, cuando no es bien tratado, atrae plagas de moscas. Raúl Maas es el director del IARNA. Lo pudiste escuchar en otros episodios de esta serie. Raúl refuerza la idea de que la falta de tratamiento y las lógicas de producción son la causa de la contaminación.
Raúl Maas: La contaminación es justamente una manifestación concreta de problemas ambientales que se generan a partir de las lógicas de producción y consumo. Es decir, son elementos propios de las actividades humanas. Producimos, consumimos de una manera tal que todos nuestros desechos terminan tarde o temprano en los cuerpos de agua o en la atmósfera o en los suelos. Es decir, nuestras lógicas de producción y consumo impactan de manera directa en el aire, en el suelo…
Narradora: Entre 2010 y abril de 2024, el Ministerio de Ambiente ha recibido 38 denuncias contra empresas productoras de palma africana. Por lo general, la población prefiere no plantear acciones legales. Cuando lo hacen, han sufrido intimidaciones y amenazas. Y la respuesta de las instituciones no es tan contundente como quisieran los vecinos.
Patricia Orantes [10:59-12:18] Hemos recibido muchas visitas del sector palmero, estuvo la Junta Directiva de la gremial, estuvo uno de los grupos mayoritarios de producción de Palma hoy vinieron nuevamente en el marco de una visita de toda la la Junta Directiva de la Cámara del Agro y en general a lo que nosotros nos compete es asegurar que el impacto ambiental pues sea un impacto el mínimo posible, si debo decir que ahorita estamos empezando a cambiar todo el sistema de evaluaciones de impacto ambiental no solo para la palma, todos todos en general, digamos hemos pasado por un periodo muy largo donde los estándares ambientales aquí en Guatemala en el ministerio han sido muy bajos, entonces estamos en un proceso de llevar los estándares ambientales para todos los sectores en función de los riesgos potenciales que puedan significar al ambiente esa es nuestra misión. Regular cultivos agrícolas es mandato del Ministerio de Agricultura.
Tanto en el caso del Manchón, como en los ríos San Román, La Pasión o El Jute, hay algo en común: la falta de respuesta del Estado. Una entidad que investigue a profundidad las denuncias por contaminación, municipalidades que procuren el acceso al agua limpia; el tratamiento de los desechos y de la misma agua. En 2020, por ejemplo, tomaron muestras de la mancha de aceite en Manchón Guamuchal. Pedimos al Ministerio Público que nos actualizaran sobre los avances, pero nos dijeron que era información reservada.
Según información publicada por el medio Quórum, en 2023, la fiscalía solicitó a los juzgados el cierre de 4,187 casos. La práctica de “desestimar” las denuncias antes de hacer investigaciones rigurosas ha permitido que casos graves de contaminación, como el del Río San Román, queden en la impunidad.
Para este especial, solicitamos una entrevista con Susana Rivera, la fiscal a cargo de la Fiscalía de delitos contra el ambiente. Moisés Ortíz, del área de comunicación, nos pidió que enviásemos las preguntas, pero no concretaron una cita para la entrevista ni respondieron a los cuestionamientos.
El clima en los lugares que visitamos para este episodio es parecido: una sensación de abandono. De que hay problemas que no importan, de personas que no importan y que las cosas siguen igual; y empeoran. De que hay una distancia muy grande entre quienes toman decisiones, quienes investigan y quienes viven las consecuencias de la contaminación del agua en comunidades a horas de distancia de la capital. De que hay una industria para la que no parece no haber consecuencias. Un monstruo contra el que es casi imposible luchar.
Aunque este gigante parece difícil de derrotar, y sabemos que se necesita de toma de decisiones por parte del Estado, todos y todas también podemos aportar a la conservación y recuperación de los ecosistemas. Sigue a la organización Amares.org, quienes se dedican a educar y crear acciones para la conservación, como las jornadas de reforestación de mangle. Conoce más de esta iniciativa en la crónica y microdocumental que encuentras en www.agenciaocote.com
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El guión y las entrevistas de este episodio los hice yo, María Olga Domínguez Ogaldes. La edición es de Carmen Quintela. Isaac Hernández realizó el montaje y la producción sonora y musical con la asistencia de José Manuel Lemus. Oscar Donado se encargó del diseño. Las fotografías y videos son de Christian Gutiérrez.
Ixmucané Us es coordinadora de comunidad y audiencias de Ocote. La voz institucional de Radio Ocote Podcast es de Lucía Reinoso Flores. Nicole Jacobs es coordinadora institucional. Julio Serrano Echeverría es el coordinador creativo. Alejandra Gutiérrez Valdizán es la directora general y editorial de Ocote.
