«Iniciativa que dispone aprobar ley para el fomento de la salud menstrual digna en Guatemala». Con este título, el 1 de marzo de 2022, un grupo de diputadas presentó un …
«Iniciativa que dispone aprobar ley para el fomento de la salud menstrual digna en Guatemala».
Con este título, el 1 de marzo de 2022, un grupo de diputadas presentó un proyecto de ley en el Congreso de la República. Proponían algo innovador en Guatemala: que uno de los temas que siempre ha sido tabú, del que poco se habla en lo público y en lo privado, tenga un espacio necesario en tres vías: la salud, la educación y las economías familiares.
Cuando se planteó esta iniciativa hubo un rechazo de un sector de la población que, en su mayoría a través de redes sociales como X. Sin dar mayor detalle, algunas personas mencionaron que se trataba de una iniciativa «progre», que hacía propuestas «enfermas».
Otros usuarios publicaron mensajes con desinformaciones como que la ley buscaba que las mujeres dejaran de trabajar cuando estuvieran menstruando o que quería privilegiar a las mujeres. Ambas afirmaciones son falsas.
La iniciativa, en realidad, propone cuatro puntos básicos:
1. Un programa para el fomento de la salud menstrual
Si la ley es aprobada, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social tendría un nuevo programa, con presupuesto y personal asignado, que estaría encargado de dar gratuitamente productos menstruales a quienes los necesiten.
El programa priorizaría a centros educativos públicos, centros de detención preventiva para mujeres, centros psiquiátricos, hospitales, albergues y centros para mujeres sobrevivientes de violencia. También a mujeres que estén en una situación de vulnerabilidad, como las que estén en situación de calle, migrantes o víctimas de trata de persona.
Cuando se planteó la iniciativa, Andrea Villagrán, una de las diputadas ponentes, explicó a Ocote que se decidió crear un programa específico de salud menstrual para no compartir presupuesto con otros como el Programa de Salud Reproductiva del MSPAS, y para que este se sostuviera de manera independiente.
2. Campañas de sensibilización
Esta dependencia también tendrá que realizar campañas informativas de sensibilización, en coordinación con otras instituciones como el Ministerio de Educación, la Defensoría de la Mujer Indígena y la Academia de Lenguas Mayas.
El objetivo de estas campañas, expone la iniciativa, es «erradicar prejuicios, tabúes, estigma y discriminación entorno a la salud y el ciclo menstrual con pertinencia cultural».
3. Educación en salud menstrual
La iniciativa involucra al Ministerio de Educación activamente en otros aspectos. Si se aprueba, esta institución tendrá que incluir en el Currículo Nacional Base el tema de salud menstrual en todos los idiomas y con pertinencia cultural.
En sus primeros artículos, de hecho, el texto enfatiza que reconoce prácticas culturales positivas de los pueblos indígenas sobre el cuidado de las mujeres y los saberes de la medicina tradicional relacionadas al ciclo menstrual.
«La ley obligaría a que las maestras y maestros lo impartan —dijo entonces la diputada Villagrán—. Sabemos que en la actualidad en muchas escuelas no se hace, y con una ley específica sobre menstruación estamos aumentando su importancia».
4. Canasta de Salud Menstrual
Además, el ministerio también debería proporcionar de forma continuada los productos que conforman la «Canasta de Salud Menstrual». Esta canasta sería entregada a las estudiantes de escuelas e institutos públicos a partir de sexto de primaria.
Estaría formada por toallas sanitarias, tampones, copas menstruales, esponjas marinas, ropa interior absorbente, telas limpias y absorbentes.
El encargado de garantizar esta canasta sería el programa del Ministerio de Salud.
