Una de las casas abandonas y destruidas ubicada en la aldea de Las Brisas, Tajumulco, territorio en disputa que, en la actualidad, es controlado militarmente por pobladores pertenecientes al municipio de Ixchiguán
La escuela primaria improvisada donde estudian los hijos de las familias originarias de Las Brisas desalojadas hace dos años de sus tierras y que, actualmente, rentan tierra en el caserío Santo Domingo, San Marcos. Hace un mes, el número de estudiantes se redujo de 25 a 17 elementos ya que 8 se marcharon para Estados Unidos con sus familias
El área donde se ubica la aldea de Las Brisas, Tajumulco, territorio en disputa que, en la actualidad, es controlado militarmente por pobladores pertenecientes al municipio de Ixchiguán. Elementos de las Fuerzas Especiales de la Policía Nacional mantienen presencia constante en el territorio para evitar que el conflicto degenere en una verdadera guerra
Otilio Marcelino Bravo Roblero en uno de los invernaderos donde cultiva lirios
Reyna Bravo Santizo de regreso a su casa en el caserío Unión Reforma, Sibinal, San Marcos
Francisca Alvarado, 24, acaba de cosechar gerberas en su parcela, en el caserío Unión Reforma, Sibinal, San Marcos
Herculano Florencio Gómez Bravo es padre de 5 hijos, dos de los cuales migraron al estado de Virginia, Estados Unidos, en 2018 y 2020
La línea fronteriza entre San Marcos, Guatemala, y el estado de Chiapas, México, donde, todos los días, se concentra un flujo constante de comercio informal
Regino García Velásquez, 73, en su casa, junto con su hija Yeily Eloides. Agricultor y comunicador, es miembro del Consejo de Autoridades Mam del área
Estudiantes juegan en la cancha del parque central de Sibinal, San Marcos, al atardecer del 29 de agosto
El Punto de Observación y Control – POC – ubicado en la cumbre de Tajumulco, donde dos tanquetas del ejército tratan de garantizar una paz más aparente que real entre las áreas conflictuales de Tajumulco e Ixchiguán
Yeily Eloides García, 20, madre soltera, observa el panorama desde la casa de sus padres, en la aldea San Antonio, Ixchiguán, uno de los territorios en conflicto ancestral con la población de Tajumulco
La serie “Lo que dejó la fiebre de la amapola”, de la que es parte esta fotogalería, fue producida por Ocote gracias a la beca del Fondo para Investigaciones y Nuevas Narrativas sobre Drogas (cuarta edición), de la Fundación Gabo en alianza con la Open Society Foundations (OSF) . Y contó con el acompañamiento y mentoría del periodista Guillermo Garat.