Una investigación de No Ficción y Redacción Regional en alianza con Guateleaks “Hace 20 años mi padre, Ramiro Molina, le dio en calidad de préstamo al señor Martín Nicolás Segundo …
Una investigación de No Ficción y Redacción Regional en alianza con Guateleaks
“Hace 20 años mi padre, Ramiro Molina, le dio en calidad de préstamo al señor Martín Nicolás Segundo (actual diputado de la UNE) la cantidad de Q2.4 millones (US$3280 mil) para comprar la mitad de un terreno donde actualmente está ubicado el hotel California […]. En junio del año pasado (2021) el hijo de Martín Nicolás Segundo, de quien por el momento no recuerdo su nombre, vino al negocio de mi madre con un abogado y otras personas que dijeron que no se iban a identificar porque eran peligrosas. Y este hombre (Martín Nicolás Diego) le dijo a mi madre que les devolviera el terreno legalmente (…) no se llegó a ningún acuerdo y se fueron enojados (…) Estoy segura de que la muerte de mi madre viene de ese problema porque ella no tenía problemas con nadie más”.
Estas palabras son parte de la declaración que dos de las hijas de Marta Gonón, asesinada el 26 de abril de 2022 en Huehuetenango, una ciudad de Guatemala en la frontera con México, dieron ante la Policía Nacional Civil (PNC) en la escena del crimen.
Aquel día, Marta Gonón hacía cuentas en la caja del Comercial Iris, la tienda de abarrotes de la familia, cuando un hombre -según los videos de las cámaras de seguridad del comercial y de los negocios vecinos- entró al negocio. Poco antes de las cinco de la tarde, el sujeto, que portaba una gorra negra y un tapabocas, vigiló a su víctima desde la entrada del negocio. Se tardó 45 segundos antes de decidir sacar el arma que cargaba en una bolsa de cintura que le colgaba en el pecho. Disparó varias veces a quemarropa. Marta Gonón cayó al suelo boca abajo con seis impactos de bala: en la cabeza, en la cara y en la espalda.
El 29 de julio de 2022, tres meses después de la muerte de su madre, Edwin Molina Gonón también fue asesinado por un sujeto con gorra y tapabocas. También en la caja del Comercial Iris. También recibió seis balas: en la cabeza, la cara, el cuello y la clavícula
Los informes de la PNC, a los que han tenido acceso No Ficción y Redacción Regional, señalan como parte de las investigaciones previas que el móvil del asesinato de Marta Gonón fue una venganza personal cometida por un grupo de sicarios contratados por alguna persona interesada en matarla. Apenas dos semanas antes del asesinato de Edwin, el Ministerio Público y la Policía Nacional Civil detuvieron a Kristian Daniel Granados Morán en Huehuetenango, un expolicía originario de Cobán, Alta Verapaz, que fue señalado por un informante como el sicario que apretó el gatillo contra Marta. Pero dos semanas después del asesinato de Edwin, un juez lo dejó en libertad.
Desde entonces las investigaciones de los dos casos no han avanzado. No hay pruebas y, pese a que la Policía registró en sus informes que la familia señaló a un diputado de la República como “el autor intelectual” de los dos homicidios, Martín Nicolás Segundo nunca ha sido investigado por la Fiscalía. El pasado 25 de junio fue reelegido como diputado nacional representando a la Unidad Nacional la Esperanza (UNE), el partido con el que Sandra Torres concurre como candidata a la presidencia en el balotaje del domingo 20 de agosto.
La familia Molina Gonón nunca había ventilado el caso por miedo. Aseguran que el diputado tiene mucho poder en el departamento. Más de dos años después se atreven y deciden hablar con este medio para hacer una denuncia pública.
“Él único que tiene motivo es él (Martín Nicolás Segundo). Averiguamos cómo estaba la situación del terreno y el terreno ya no estaba a nombre de mi mamá. Él fue, no tenemos pruebas, pero sí, él fue. Nunca hubo otro motivo”, dice una de las hijas de Marta Gonón.
Para entender la relación entre la familia Molina Gonón y el diputado Martín Nicolás Segundo, este medio ha tenido acceso a los expedientes policiales que incluyen la reconstrucción de los asesinatos de Marta Gonón y Edwin Molina Gonón, a un expediente de casi 700 páginas, 30 documentos entre notariales y del Registro de la Propiedad; además de fotos y videos que narran la extraña evolución de un préstamo y el estado legal de un terreno de 1,352 metros cuadrados en disputa entre la familia y el diputado. En ese terreno se ha construido, sin un respaldo completo de la escritura de propiedad, uno de los Centros de Convenciones más importantes de Huehuetenango y un hotel llamado California que han ganado millones de quetzales como contratistas del Estado. Entre los documentos también fue consultado un reciente fallo judicial que otorga una medida cautelar a favor de la familia en relación a este terreno. Todos los documentos y 10 fuentes testimoniales consultadas conducen a una historia que comienza hace dos décadas, poco antes del primer asesinato sufrido por los Molina Gonón.
La primera muerte
Marta Gonón, nacida en Olintepeque, Quetzaltenango, era una vendedora ambulante de especies cuando se enamoró de Ramiro Molina. Juntos abrieron una pequeña tienda en la cabecera departamental de Huehuetenango en 1972. Con el tiempo se convirtió en Comercial Iris, una de las ventas de abarrotes, al por mayor y menor, más famosas del lugar. El negocio ha sido tan próspero que permitió a los Molina Gonón la posibilidad de comprar propiedades y terrenos para cada uno de sus cinco hijos y de vez en cuando prestar dinero a sus amigos y conocidos.
Martín Nicolás Segundo nació el 3 de diciembre de 1963 en San Pedro Soloma, un municipio de Huehuetenango que vive de la agricultura, el comercio y las remesas, y es conocido como “el Pueblo de los Coyotes”. A los 17 años se casó con Eulalia Diego Cristóbal. Al igual que los Molina Gonón, la familia Nicolás Diego tuvo cinco hijos. Según un informe de estudios de marketing, realizado por estudiantes de la Universidad Mariano Gálvez, el diputado vivió 20 años en Estados Unidos, en California, antes de retornar a Huehuetenango para invertir en un centro de convenciones y hotel de la localidad.
El origen de ese hotel se remonta hasta 2002, cuando los caminos de la familia Molina y de Nicolás Segundo se cruzaron.
El hoy diputado tenía 39 años y era propietario de un pequeño terreno ubicado en el Cantón San José, en la zona 5 de Huehuetenango. Quería comprar las tierras vecinas para construir un hotel, pero no tenía el capital suficiente. Así que decidió acercarse a la familia Molina Gonón con una propuesta: Ramiro Molina, que entonces era concejal de Huehuetenango por el extinto comité cívico El Papagayo, compraría esos terrenos y le prestaría algo más de Q2 millones a Nicolás Segundo para que construyera su hotel, que con el tiempo llamaría California.
La familia Molina Gonón accedió y valuó su nueva finca en Q1,500 ante el Segundo Registro General de la Propiedad en Quetzaltenango. La propiedad abarcaba 1,352 metros cuadrados. Para cerrar el trato y garantizar el pago de esta deuda, el 27 de mayo de 2002 firmaron una promesa de compra venta por la finca ubicada en el Cantón San José, en la zona 5 de Huehuetenango. La propiedad, no obstante, en este documento fue valorada en US$380 mil 229, unos Q2 millones 800 mil aproximadamente.
La promesa firmada por Molina y Nicolás tenía validez por dos años y el pago, según detalla el contrato, se realizaría en una sola amortización el 27 de mayo de 2004. El pago nunca ocurrió. Según los hijos de Molina, el futuro diputado le entregó a su padre unos cheques que, al intentar cobrarlos en el banco, no tenían fondos.
El 11 de noviembre de 2004, sin embargo, Ramiro Molina habría accedido a un nuevo convenio de compra venta por la misma finca donde ya se construía el hotel California. El nuevo compromiso lo firmaba Juan Pacay Cabnal, un empleado de confianza que acompaña a Nicolás Segundo en eventos públicos como guardaespaldas, un exsoldado, originario de Cobán, Alta Verapaz. El terreno, en este documento, fue valuado en Q2.2 millones (US$280 mil). El contrato fue suscrito por un abogado y notario de nombre Ulises Roberto Fuentes Díaz. Pero al indagar en el protocolo de abogados de Guatemala, el documento que los hermanos Molina Gonón habían encontrado en el registro de propiedades, no existía. Tampoco el nombre del abogado que respaldó este documento apareció registrado. El Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG) solo da cuenta de un homónimo, un profesional que trabaja en el Ministerio Público, y que para aquel entonces, por su edad, aún no podía ser licenciado.
Tres semanas después de la fecha y firma de ese documento, Ramiro Molina fue asesinado.
A las 18:40 del 7 de diciembre de 2004, Ramiro y Marta salieron del Comercial Iris rumbo al parqueo San Jorge, donde guardaban su picop Chevrolet verde. Entraron a su vehículo y al acomodarse en sus asientos, vieron a dos hombres parados frente a su carro.
Marta sintió un escalofrío y le dijo a Ramiro que arrancara. Uno de los dos hombres tocó la ventana del lado de Ramiro que bajó un poco el vidrio y el hombre le pidió que le cambiara un billete de Q100. Ella le dijo que cerrara la ventana, pero el hombre sacó un arma, le apuntó y le exigió que le entregara todo el dinero que llevara consigo. Ramiro le ordenó a Marta “tirarse al suelo”, mientras él se bajaba del auto y caminaba hacia atrás con la intención de calmar al atacante y entregarle lo que llevaba. Marta se agachó y ya no vio más. Solo escuchó varios disparos.
Luego el hombre que mató a su esposo llegó con ella y le pidió dinero. “Le dije tomá y le tiré la bolsa. La agarró con las dos manos y salió corriendo hacia el barranco”, declaró Marta a la policía, en 2004, según el informe policial. La noche que murió Ramiro era la quema del Diablo y el ruido de los cohetillos impidieron que el auxilio para el herido llegara pronto. Ramiro murió a su ingreso al hospital con varias heridas en el estómago y el tórax. Su muerte se atribuyó a un asalto y nunca se investigó.
El 23 de abril de 2007, más de dos años después del asesinato de Ramiro, Nicolás Segundo sacó su patente de comercio del Centro de Convenciones y Hotel California a su nombre. “El edificio (solo el hotel) mide 400 metros cuadrados (dentro del terreno de 1,352 metros cuadrados), tiene dos parqueos subterráneos, un restaurante y cuenta con capacidad para atender a dos mil personas. El hotel tiene 31 habitaciones entre, individuales, dobles, triples y cuádruples”, detalla la investigación de mercados elaborada por estudiantes de la Universidad Mariano Gálvez. “Tiene cuatro salones: Pasadena, Gardens, Bermonth y Capistrano. Nombres que fueron elegidos por su propietario. Son algunos nombres de las calles de la Ciudad de Los Ángeles California, Estados Unidos, en donde (Martín Nicolás Segundo) vivió 20 años”.
En 2010 Martín Nicolás Segundo comenzó a ser contratista del Estado, de la municipalidad de Huehuetenango. Según el portal Guatecompras, ganó Q3 millones 124 mil 558 por servicios de alimentación y hospedaje entre 2010 a 2019.
El “empresario hotelero” saltó a la política a finales de 2015 con el Partido Patriota, en las elecciones que sucedieron a la caída del presidente y líder del PP, Otto Pérez Molina, acusado por graves casos de corrupción. Nicolás Segundo entró como concejal suplente en la municipalidad de Huehuetenango, en enero de 2016. Un año más tarde, la municipalidad contrató al Hotel California para celebrar eventos oficiales, según una investigación de Ojo con mi pisto. En Guatemala, pese al conflicto de interés, no hay ley que prohíba a los síndicos o concejales ser contratistas del Estado.
En 2020, ya con nuevo partido, la UNE de Sandra Torres, Nicolás Segundo fue electo como diputado para el periodo 2020-2024.
La segunda muerte
En abril de 2021, casi un año antes del asesinato de Marta Gonón, se produjo la primera visita de Nicolás Segundo, según el relato de los hermanos Molina Gonón. El ya diputado llegó al Comercial Iris acompañado de uno de sus hijos, un abogado, su guardaespaldas y dos hombres más que no se identificaron. La comitiva bajó hasta la bodega, donde estaba la hermana mayor, Iris. Martín Nicolás Segundo, siempre de acuerdo con el relato de la familia Molina Gonón, insistía en saldar la cuenta del préstamo concedido hace casi 20 años.
Los miembros de la familia Molina Gonón reconocen que entre 2008, 2009 y 2014, el diputado entregó varios abonos que sumaron Q2.6 millones (US$330 mil) para el pago del terreno. Estos pagos quedaron registrados en recibos a nombre de Nicolás.
En aquella visita de abril, el hijo del diputado, Martín Nicolás Diego, e Iris discutieron acaloradamente. A la propuesta del diputado, Iris le respondió que, según lo acordado en el documento de promesa firmado con su padre, debía cancelar la deuda más los intereses.
Ante la negativa, la comitiva salió del Comercial Iris en búsqueda de Edwin, otro de los hermanos de la familia Molina Gonón. Como sus padres, Edwin también se hizo comerciante, dirigía de vez en cuando el Comercial Iris, y tenía su propio negocio cerca de la terminal de buses de Huehuetenango. Edwin les dio la misma respuesta que su hermana Iris: pago de deuda más los intereses acumulados por casi 20 años.
Días después Marta Gonón regresó a Huehuetenango. La visita de la comitiva de Nicolás se repitió.
La madre de la familia Molina Gonón salió a atender al diputado y le dijo que los intereses por mora en el pago correspondían a un 2% por año incumplido, casi Q50 mil (US$6 mil 500) anuales, además de multas del 100 %, Impuestos de Herencia, recargos de otros impuestos por 95 meses, honorarios de abogados, valuadores, gastos en registros catastrales e Impuesto del Valor Agregado (IVA). Para entonces, según los cálculos de la familia, la deuda del diputado ascendía a Q12 millones 900 mil 434 (US$ 1 millón 654 mil).
La visita concluyó con otra fuerte discusión entre ella y Martín Nicolás Diego.
A lo largo de 2021, ya sin su comitiva, la familia asegura que el diputado regresó dos veces más para ofrecerle a Marta una nueva propuesta: pagar el total del monto en efectivo. El diputado solicitaba que colocaran el terreno a nombre de una empresa o de otra persona, con datos que él proveería más adelante. Pero Marta pidió que los pagos pendientes, para no incumplir con la Ley de Lavado y Otros Activos, se hicieran por medio de cheques de caja para asegurar y verificar el origen del dinero que ingresaría a su cuenta.
Un mes después del asesinato de su madre, uno de los hermanos Molina Gonón descubrió un nuevo documento notarial presuntamente firmado por Marta. En el documento, encontrado en el Segundo Registro de la Propiedad de Quetzaltenango, Marta Gonón aparecía como vendedora, y el exsoldado Juan Pacay Cabnal, el empleado de confianza y hoy guardia de seguridad del diputado Martín Nicolás Segundo, firmaba como comprador. La cifra pactada en este nuevo documento ascendía a Q2 millones 255 mil (US$ 289 mil).
Para las autoridades catastrales de Guatemala, el terreno donde el diputado Martín Nicolás Segundo construyó un Centro de Convenciones y el hotel California ya no era de la familia Molina Gonón. Su madre Marta, según el Estado, ya no era la propietaria.
Este contrato de compra venta fue suscrito por el abogado y notario Boanerges Eduardo Vinicio Nicolás Ortíz Maldonado. No obstante, la escritura del documento nunca ingresó al archivo de protocolos de Abogados y Notarios de Guatemala. Es decir, el abogado, como había sucedido con el otro documento encontrado en el Segundo Registro de Propiedad, no le dio validez en sus libros notariales.
Los hijos de Marta aseguran que ese documento es falso pues el día en que se firmó, el 4 de mayo de 2021, su madre estaba en su casa de Huehuetenango y no en la ciudad de Guatemala como indica el contrato de compra venta. Además, ella nunca les comentó sobre este supuesto trato o la intención de vender de nuevo el terreno de su esposo. Y tras verificar, tampoco existían registros de transferencias de Q2.2 millones u otras cifras provenientes de Pacay en su cuenta de banco.
Según el Segundo Registro de la Propiedad, la finca tampoco quedó en manos del guardaespaldas del diputado Nicolás. Ya que los hermanos Molina Gonón encontraron otro documento que específica que Juan Pacay, luego de adquirir el terreno, lo donó a una empresa llamada Expansiones Comerciales Variadas, S.A. (Expacomer, S.A.) y fue registrado como parte del capital social en donde la valoraron en Q150 mil (US$20 mil) el 21 de octubre de 2021.
Expacomer S.A., según su patente de comercio, es una empresa que se dedica a la exportación e importación de productos varios, además de contratar o subcontratar entidades encargadas de trámites aduaneros. Fue fundada el 19 de julio de 2018 por los abogados Claudia Esther Barrientos Rendón y Carlos Manuel Valdez Berthet con un capital de Q2 mil y con domicilio fiscal en el Edificio Torre Azul, zona 9, en ciudad de Guatemala. En los registros oficiales del Estado guatemalteco, esta empresa no tiene relación con el diputado Nicolás Segundo, pero él sigue estando al frente del Hotel California que opera en los terrenos de Expacomer S.A.
Se consultó a la abogada Barrientos para este reportaje e indicó que ya no tiene relación con Expacomer S.A. Por “ética profesional” no podía revelar el nombre de la persona que solicitó la creación de esta compañía. Sin embargo reconoció que fue ella la responsable de validar la aportación del terreno de parte de Juan Pacay a la empresa. Según dijo, ella no tiene conocimiento de la vinculación entre el diputado Nicolás Segundo y esta propiedad.
La tercera muerte
Después del crimen de Marta, su hijo Edwin Molina Gonón se convirtió en el enlace de la familia con los investigadores policiales. Unos hermanos pedían información de los avances del caso en la fiscalía, otros daban seguimiento a los papeles del terreno y él se encargaba de los hallazgos o hipótesis que surgían de la policía. Edwin, el cuarto de los cinco hermanos, era ingeniero y se había quedado a cargo del Comercial Iris. Cuando fue asesinado el 29 de julio de 2022, tenía 43 años.
Como había ocurrido tres meses atrás, mientras los fiscales y policías procesaban la escena, una de sus hermanas acusó abiertamente al diputado Martín Nicolás Segundo de ser el “autor intelectual” en el asesinato de Edwin. La policía anotó en su informe preliminar lo siguiente:
“Así mismo (SIC) manifestó la hermana del occiso que días después del asesinato de su progenitora llegó un primo de ellos y les indicó que el señor Martín Nicolás Segundo mandaba a decirles que no procedieran con las denuncias, sino los iba a matar a todos porque le salía más barato un muerto”.
Las cámaras de seguridad de los negocios vecinos, grabaron cómo los sicarios, igual que en el asesinato de Marta, huyeron en motocicleta, y en poco tiempo cambiaron de vehículo -una camioneta- con el que lograron alejarse rápidamente de la escena del crimen.
Apenas dos semanas antes del asesinato de Edwin, el Ministerio Público y la Policía Nacional Civil lograron la captura de Kristian Daniel Granados Morán en Huehuetenango, un expolicía originario de Cobán, Alta Verapaz, que fue señalado por un informante como el asesino sospechoso en el crimen de Marta dentro del Comercial Iris.
Cuando la familia Molina Gonón fue notificada, se dieron cuenta que el sospechoso de matar a Marta había llegado un mes después del crimen a pedir trabajo al Comercial Iris. Durante 18 días estuvo a cargo de la bodega, hasta que un día desapareció. Los empleados de la familia dicen que una semana después de abandonar el trabajo lo veían de “carterista” (robando carteras) por el mercado.
“Nosotros creemos que este hombre Kristian llegó a vigilar a mi hermano”, dijo Ramiro Molina Gonón hijo en su declaración.
Después de pasar casi un mes detenido, el juez Moisés Chávez dejó en libertad al ex policía, bajo dos argumentos. El primero es que la policía se había negado a identificar al informante que les ayudó a localizar a Granados Morán. El segundo es que los videos de prueba, donde se había documentado el asesinato de Marta Gonón, se habían extraviado, según los investigadores. Ante el juez, en una primera fase del proceso, solo le mostraron unos fotogramas.
El Ministerio Público apeló y su queja fue admitida por una Sala de Apelaciones. El ex policía, sin embargo, está prófugo.
En los dos informes policiales de los asesinatos recientes de la madre y el hijo de la familia Molina Gonón, los agentes de la PNC recomendaron “individualizar al hijo del señor Martín Nicolás Segundo (a Martín Nicolás Diego)”.
“La denuncia prácticamente está hecha a partir de nuestra declaración ante el Ministerio Público. Fue tomada por la policía en la tienda donde falleció mi mamá y mi hermano. Nosotros dijimos cuál era el motivo y la razón. Pero es el Ministerio Público el que debe continuar con la investigación”, dijo Ruth Molina.
El abogado de la familia Molina Gonón, Francisco Rivas, ha solicitado que se unifiquen los casos de madre e hijo, y que se trasladen de Huehuetenango a una fiscalía de la ciudad de Guatemala, para prevenir que las influencias del político en el departamento obstaculicen las investigaciones, pero el Ministerio Público rechazó la petición. Los hermanos Molina Gonón lograron adherirse como querellantes adhesivos únicamente en el caso de su madre, y están pendientes de su situación ante el proceso que se sigue por su hermano.
En junio de 2023, la Sala Cuarta de la Corte de Apelaciones amparó provisionalmente a la familia en contra del diputado Nicolás Segundo ante la disputa del terreno donde se ubica el Centro de Convenciones y hotel California, “prohibiendo realizar cualquier otro tipo de operación registral”. Después de 20 años, un juez prohibió finalmente cualquier tipo de compra venta del terreno donde hoy se alza el hotel California.
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El 25 de junio de 2023 Martín Nicolás Segundo consiguió su reelección con 56 mil 463 votos, unos 6 mil votos menos que hace cuatro años, pero suficientes para mantener su curul. El 14 de enero de 2024 tomará posesión de su cargo como diputado, asegurándose inmunidad mientras la policía de Huehuetenango lo tiene en la lista de sospechosos por los asesinatos contra la familia Molina.
La oficina de comunicación social del Ministerio Público (MP) confirmó que el diputado tiene en su historial cuatro denuncias, una de ellas por asesinato en 2008. Esta última quedó archivada y las otras tres desestimadas. Ninguna de las anteriores está relacionada con los asesinatos de Marta Gonón y Edwin Molina.
Para este reportaje se solicitó varias veces una entrevista con los fiscales del Ministerio Público de Huehuetenango, mediante la oficina de Comunicación Social de Guatemala. Se les envió un cuestionario, con preguntas como “¿En qué situación quedó el expediente sobre el asesinato del señor Ramiro Molina ocurrido en diciembre de 2004 en la cabecera departamental?” o “¿En qué fase está el caso del asesinato de Marta Gonón ocurrido en abril de 2022 y el de Edwin Eduardo Molina Gonón de julio de 2022?”, pero nunca respondieron.
El diputado hotelero continúa ganando contratos con el Estado por Q905 mil 207 en lo que va de 2023, según datos del portal Guatecompras. Los servicios de alimentación y hospedaje los ofrece a través de Corporación California MN, sociedad anónima. Esta empresa fue creada en octubre del año pasado y es la nueva razón social del Centro de Convenciones y Hotel California.
Al diputado Martin Nicolás Segundo se le enviaron mensajes a su celular y una carta a su despacho en el Congreso de la República solicitando una entrevista para este reportaje. La carta fue fechada el 10 de julio de 2023. No hubo respuesta del diputado ni de su oficina, sin embargo envió una amenaza a nuestro equipo de periodistas.
La visita del “vocero”
La mañana del miércoles 19 de julio de 2023, una semana después de enviar la carta al diputado pidiendo una entrevista para el reportaje, un hombre de alrededor de 1.70 metros de altura, vistiendo traje oscuro y corbata, cruzó la puerta de las oficinas de No Ficción en Ciudad de Guatemala indicando que representaba al diputado Martín Nicolás Segundo.
Se identificó como Julio Andrés Oswaldo Ordoñez Gómez, abogado, y dijo que llegaba por la solicitud de entrevista realizada mediante una carta dirigida al diputado de la UNE respecto a un terreno en Huehuetenango. Ordóñez Gómez añadió que Nicolás Segundo “no tenía ninguna obligación de atender las consultas referidas”.
Luego amenazó a este medio y a los periodistas que trabajan este tema en alianza con la Redacción Regional: “cualquier mención sobre el señor Martín Nicolás Segundo implicaría una demanda por difamación en contra de los periodistas”. Añadió que tanto el diputado como él, tenían conocimiento de que la publicación sobre un terreno en Huehuetenango estaba siendo financiada por una persona en el extranjero y que ‘el propósito era difamar a su representado’”.
“Así como ustedes tienen información nosotros también tenemos información de inteligencia sobre la persona detrás de esta publicación”, dijo con un tono amenazante.
El vocero de Nicolás Segundo quedó registrado en las cámaras de seguridad del edificio. En recepción indicó llamarse Julio Andrés Méndez, un nombre distinto al que utilizó al presentarse ante el equipo de periodistas de No Ficción. Además, su número de DPI 1652234750101 con el que consignó su visita, no existe en el Registro Nacional de las Personas.
Lo narrado anteriormente forma parte de una denuncia presentada ante la Fiscalía de Delitos contra Periodistas. La visita del abogado de Nicolás Segundo y sus amenazas a No Ficción fueron reportadas ante algunos organismos de Derechos Humanos nacionales e internacionales como una medida precautoria. Además se notificó al Comité Ejecutivo Nacional de la UNE sobre lo sucedido. A la fecha, el partido que busca ganar la presidencia en el bolatoje del domingo 20 de agosto no se ha pronunciado sobre el caso.