COVID-19
Cintas o tiras para sujetar la mascarilla: utilidad versus comodidad
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Los elásticos que sujetan a las mascarillas en las orejas pueden resultar incómodos. Por eso hay personas que utilizan tiras para sujetarlas desde la parte de atrás de la cabeza. En esta nota que republicamos de Maldita.es explicamos cómo colocarlas para que resulten cómodas y sigan protegiendo del virus de la COVID-19.


Nos han preguntado por un tipo de sujeción de las mascarillas: las cintas de plástico u otros materiales que se enganchan con las pitas de estas para colocar detrás de la cabeza. ¿Son realmente útiles o pueden interponerse entre la mascarilla y su función, filtrar el aire de posibles virus? “Si consiguen que la mascarilla se ajuste mejor, sí, ayudarán. Si las ponemos para que no nos hagan daño en las orejas, no”, explica Gemma del Caño, farmacéutica.

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Siguiendo las instrucciones de la experta, lo que deberíamos hacer para asegurarnos de que estos accesorios o cintas cumplan su función sin comprometer el objetivo de la mascarilla (protegernos del SARS-CoV-2 en este caso), habría que colocarlas sobre la oreja, por la parte de arriba y, desde ahí, engancharlas al lado contrario. El problema, según Del Caño, es utilizarlas por debajo de las orejas, con la justificación de que de esa forma “no hacen daño”.

“Lo que conseguimos [al colocarlas por debajo de las orejas] es que [las mascarillas] se caigan más, ajusten peor y quede más hueco en los laterales”, explica Del Caño. “Si queremos que sean útiles, además de que no duelan las orejas, debemos conseguir que la mascarilla fije bien”, añade. Esto se consigue “colocando la parte superior de la goma por la parte superior de la oreja y, desde ahí, enganchar al otro extremo de la pieza”.

Beatriz Escudero Perez, bióloga de la salud, experta en virología molecular e inmunología, y responsable de un laboratorio de bioseguridad en Hamburgo, Alemania, coincide en que este tipo de accesorios pueden ser útiles siempre que se coloquen de forma adecuada, ayuden a que la mascarilla quede ajustada y a que no se deslice al hablar o al girar la cabeza.

“Así también se evita el continuo movimiento de reajuste con las manos (que aumenta el riesgo de exposición)”, señala. Es decir, “los accesorios en sí no hacen perder eficacia a la mascarilla salvo que utilizarlos haga que esta quede peor ajustada o nos toquemos la cara”, aclara Escudero.

De no colocar y ajustar de forma correcta las tiras, no solo será menos eficaz sino que, como advierte Del Caño, “si se cae, quedarán huecos en los laterales y eso empeorará lo bueno que tiene la mascarilla”. En definitiva: el objetivo, si se decide utilizarlas, debe ser que se ajusten a la cabeza para que la fijación sea mejor.

Recuerda que para que la mascarilla sea realmente efectiva y útil, como explicaba Del Caño, hay que prestar atención a que no se formen huecos entre esta y la cara, ya que el aire que pasa por ellos, tanto al inspirar como al expirar, no se filtra, facilitando la transmisión del SARS-CoV-2 y, con ello, el contagio.

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Lo importante es que el aire se filtre correctamente

Que en un primer momento se creyera que el virus solo se podía transmitir a través de gotitas salivales creó la percepción de que la mascarilla era una especie de escudo para proteger contra proyectiles. Sin embargo, ahora que sabemos que los aerosoles también desempeñan un papel fundamental en el contagio, es útil imaginar que en vez de proyectiles, lo que buscamos es protección de una especie de humo y, por tanto, todo el aire que respiremos debe pasar por la mascarilla filtrante. Esto ayuda a entender la gran importancia de que se ajusten bien a la cara.

“La mascarilla es una tela en la que, al pasar por ella el flujo de aire (humo), se ‘quedan’ los aerosoles que nos contagian, que tienen el virus”, explica José Luis Jiménez, catedrático de química y ciencias ambientales y profesor de la Universidad de Colorado en el programa de televisión Liarla Pardo. “Para que funcione, el aire tiene que pasar por esa tela. Si pasa por los huecos [que puedan formarse por encima de la nariz], el aire no se filtra y el virus entra y sale, no nos protege”, añadía.


Este texto fue publicado originalmente en Chequeado. Y en Agencia Ocote la republicamos gracias a la alianza LatamChequea. Puedes leer la publicación original en este enlace.

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