[El audio del episodio lo encuentras aquí] Narración: Paredes negras y murmullos. Luces tenues. El teatro del Centro Cultural de España ha llenado el aforo. Las 130 personas sentadas están …
[El audio del episodio lo encuentras aquí]
Narración: Paredes negras y murmullos. Luces tenues. El teatro del Centro Cultural de España ha llenado el aforo. Las 130 personas sentadas están a punto de ver una obra de teatro insólita. Doce adolescentes privados de libertad esperan tras bastidores. Algunos han ensayado durante los últimos siete meses; y otros en las últimas semanas han apurado el ritmo para aprenderse el libreto. Cada actor le brindó detalles propios a sus personajes. Una decena de policías guardan las puertas; hoy no vienen uniformados, pero se delatan por sus chalecos y gorras negras. Custodian a los actores que llegaron engrilletados, pero ahora esperan ansiosos con las manos liberadas.
Salen a escena. Tan pronto el amarillo de sus pantalones, sus crocs y playeras blancas toman el escenario; las miradas, las cámaras y los celulares se enfocan en ellos.
Ellos, con las cabezas rapadas, están a punto de entablar un diálogo. Lanzarán críticas, harán reír, van a provocar incomodidad y desestabilizarán la comodidad de su público. En su minoría jóvenes y los demás adultos. Empleados de gobierno, poca prensa e invitados de oenegés. Se apagan las luces de la platea. Empieza la obra.
Soy Angel Mazariegos Rivas, periodista de Agencia Ocote y fui uno de los testigos de la puesta en escena de doce adolescentes privados de libertad que suplican no ser prejuzgados por la sociedad.
En este episodio de Radio Ocote hablaremos de los menores en conflicto con la ley y de las condiciones en que viven privados de libertad. Hablaremos de algunos procesos de reinserción social, pero que en muchos casos fracasan porque al salir de su encierro se encuentran con lo mismo que vivían al ser detenidos: las carencias y la falta de oportunidades.
[Cortina de audio]
Narración: Cuando recibí la invitación a una obra de teatro con el logo del gobierno de Guatemala, pensé que se trataría de un acto protocolario. Una actividad que serviría para empezar a elogiar y despedir al actual gobierno. Pero no: la invitación incluía el retrato de un grupo de adolescentes en proceso de reinserción social, con playeras blancas y pantalones amarillos. Parte del vestuario que usan en la obra. Titulada: “El mundo de los nadie”.
Invitaba la Subsecretaría de Reinserción y Resocialización de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal y la organización American Friends Service Committee, encargados de la puesta en escena.
Hoy el Centro Cultural de España, en la 6a avenida y 11 calle de la zona 1, tiene un despliegue de seguridad poco usual: dos policías en la entrada del edificio, dos guardias más en el segundo nivel. Y los otros diez que ya mencioné adentro del teatro.
[Audio de la obra de teatro]
Narración: Conversamos con Rubén Ávila Gálvez, actor y director de teatro, quien dirigió y produjo esta obra: “El mundo de los nadie”.
Rubén: Facilité este proceso pedagógico de teatro, particularmente utilizando herramientas de teatro del oprimido de Augusto Boal, y montamos una obra en el que mi papel fue el de dirigir tanto la puesta en escena como la dramaturgia.
Narración: ¿De dónde surge el nombre de “El mundo de los nadie”?
Rubén: Ah, pues hicimos una lluvia de ideas de cómo le poníamos a la obra. Hay una escena en la que ven que el profe les dice que hagan una obra para celebrar la independencia. ¿Cómo quieren que le pongamos a la obra? Esa escena yo la incluí porque cuando aún no estaba terminada la obra y ya estábamos buscando el nombre, yo les pregunté cómo le poníamos a la obra. Uno me dijo “Guatemala es una Mierda”. Pero bueno, por cosas burocráticas decidimos que así no.
Entonces alguien más dijo “El mundo de los nadies” y yo creo que el nombre viene de que la obra tenido una gran reflexión de cuál es la suerte de los niños y de los jóvenes en Guatemala y en el mundo entero verdad. Estuvimos leyendo a Galeano.
Narración: Y sí. En la obra, algunos de los diálogos parten de la crítica que Eduardo Galeano hace en su libro “Patas Arriba: La escuela del mundo al revés”.
Rubén: Yo creo que ya ellos también interiorizaron esa reflexión de que hay una estructura que en verdad pues no les ha dado mucho chance. Nacen ya despojados de todo. Son nadie. Son nadie en un mundo de los nadie. Yo creo que es primera vez muchos de ellos que sienten que se les escucha, que pueden decir lo que sienten, lo que piensan.
Narración: En el proceso creativo los adolescentes reflexionaron para luego proponer los temas que llevarían a escena: Migración, pandillas, educación, violencia, falso patriotismo y derechos de la niñez son los que resaltan. Y así lo hacen, acto tras acto, acompañados de timbales.
[Audio de timbales que acompañan la obra de teatro]
Narración: Los actores van narrando la situación de la niñez en Guatemala, cómo les ha tocado crecer en un país con violencia, poca educación y pocas oportunidades. Una de las escenas llama la atención. El grupo de teatro decidió que para criticar a un mundo que comete abusos y a un sistema que les ha desprotegido durante los menos de veinte años de vida que hoy tienen, también deben criticar lo que sucede en el centro de privación de libertad.
[Termina audio de los timbales]
Narración: Al escenario entran dos jóvenes vestidos de negro. Van disfrazados de policías o monitores, como ellos les llaman. Van con macanas en mano y dispuestos a golpear a los otros diez actores que que se interpretan a sí mismos. La escena se congela. Unos tapan sus ojos, otros sus oídos y otros su boca. Ver. Oír. Callar.
Joven 2: Al principio fui el papel de un monitor. Expresaba las cosas que han cambiado allá adentro. Los monitores antes por cualquier cosa venían y nos pegaban, nos echaban gas. Es cosa que ha cambiado con el tiempo. Ahorita ya no es lo mismo. Es cosa de uno si uno lo busca. El segundo papel fue solo de Rambo. Me llamó mucho la atención hacerlo.
Narración: Él es uno de los actores de la obra. Para este programa hemos entrevistado a tres de ellos. Por seguridad, omitiremos sus nombres porque sus casos siguen en investigación, porque están en proceso de reinserción y porque son menores de edad.
[Diálogos de la obra]
Actor principal: Ahora sí a ver qué hay de nuevo en la tv.
Actor en tv: Yo soy Rambo, he matado a miles de personas. Todos queremos estar en otro lugar, pero es lo que somos, lo que hacemos, vivir por nada o morir por algo, decían.
Actor principal: ¡Puchica, qué chilero ser como Rambo! pero esta película ya la vi como mil veces, mejor cambio.
Joven 2: Por lo entendido de que hoy en día tenemos televisiones en casa. Hay niños que miran canales que no deberían. Donde aprenden. Es cosa que no debería de pasar pero la realidad no se puede hacer nada con eso.
Narración: La historia de cada actor es diversa. Algunos han vivido en asentamientos y otros han sido trasladados desde el área rural a la ciudad. Provienen de familias separadas. Han crecido con escasos recursos. Algunos tienen el nivel primario y otros abandonaron la secundaria.
Joel: Yo creería que son variados sentimientos y variadas emociones.
Narración: Responde Joel Simón, cuando le pregunto qué quisieron decir los adolescentes en la obra. Él es uno de los facilitadores de American Friends, quien ha trabajado con ellos desde hace varios meses.
Joel: Hicimos los talleres con niños de artes circenses que incluye zancos y malabares y luego un taller de pintura. Luego con lo de la obra en la creación teatral nuestra metodología es teatro del oprimido y lo que consideramos en este proceso es que los chicos expresen por medio de la actuación y la palabra: sus vivencias, sentimientos y emociones, también sus sueños. Con los procesos de pintura también es una lógica de esa naturaleza entonces explorar un poco no tanto las capacidades que tengan sino los sentimientos.
Narración: Javier Reyes coordina el programa de paz y juventud para American Friends y facilita este tipo de proyectos específicamente para menores privados de libertad. Explica que el objetivo ha sido incentivar la imaginación, permitir que los adolescentes tengan un diálogo con la sociedad.
Javier: Queríamos contribuir, de alguna manera, apostarle a esos procesos siempre pensando desde el arte, porque nosotros tenemos otros programas que trabajamos en comunidades urbanas y para las juventudes, el arte siempre ha sido una herramienta de transformación social. Consideramos que las mismas juventudes del centro de privación en este caso anexo demuestra muchas destrezas desde canto, breakdance, también declamaban poemas, entonces decimos por qué no hacer una puesta en escena con las habilidades y gustos que ellos ya tienen.
[Audio de la obra]
Joven 1: Yo me llamo Mario, tengo 12 años, trabajo de recoger latas para pagar mis estudios y mi comida. Mi padre, él era un albañil, un día se cayó desde lo muy alto de un edificio, de esos que hay allá en la zona 15, se murió esperando en el hospital que lo atendieran. Mi madre, tuvo que irse a trabajar muy lejos a una maquila, a mi me dejó encargado con una vecina.
Joven 1: El personaje que protagonicé ahorita se llama Mario y tiene 12 años.
Narración: Las historias de los 12 actores convergen en Mario. Cada uno aportó desde su voz para dar vida a este personaje.
Joven 1: Los demás compañeros llevaban como unos tres meses. Yo, en mi persona, llevo dos semanas de ensayo nada más.
Rubén: Trabajamos primero tres meses para para hacer la primera función, que fue el 3 de julio. Esta es la segunda función. Y de ahí de julio, desde esa para acá. Hemos tenido algunos ensayos. Digamos llevamos alrededor como de unos 5 meses de estar trabajando con los chicos. Trasladaron algunos de los muchachos verdad y uno salió libre, entonces sé si, por ejemplo, al protagonista o que sustituirlo aunque al final. Aunque al final sí estuvo pero no como protagonista porque ya llegó tarde a los ensayos, ¿verdad? Lo habían trasladado.
Narración: La obra presentó varios retos. Trabajar con adolescentes privados de libertad implica que algunos de ellos sean trasladados de centro, puede que terminen su condena durante los ensayos, o incluso que los jueces encargados de sus casos no les autoricen participar.
Flor: Tuvimos una triste experiencia. Esta obra ya se había presentado hace 2 meses Un chico no le dio autorización su juez. Por más que intervino defensa pública. Por más que intervino la subsecretaría de reinserción, velando y explicando qué era y cómo iba a ser el proceso de seguridad para resguardarlos y custodiarlos. Pero no estaba el juez titular, sólo estaban el juez suplente. Él denegó el permiso por la falta que había cometido.
Narración: Ella es Flor Dolores Hernández, directora de centros especializados de privación de libertad de la secretaría de bienestar social y la encargada de decir que sí se puede realizar la obra. ¿Cómo es este proceso de reinserción?
Flor: El tiempo que esté el chico privado libertad, desde que entra, aunque no se sabe si él va a ser sancionado o no, ellos empiezan a recibir atención porque sabemos que hay faltas y faltas leves. Por ejemplo un hurto no debe estar en privación de libertad. Porque es más el daño que se le hace, una falta menor. Pero son adolescentes con procesos cognitivos que no están aún formados.
Narración: ¿Qué pasa si un chico dentro de la obra cumple la mayoría de edad?
Flor: No pasa nada, no pasa nada Ya que él sigue en el sistema. Aunque él tenga 18, 20, 25 años La falta fue como menor de edad, entonces tiene que terminar dentro de un centro de privación de menores Lo que sí es de que si él cumple 18 años cambia de dormitorio, porque ellos están separados por grupos etarios. La ley es muy clara en que no pueden estar mezclados menores con mayores.
[Cortina de audio]
Joven 2: En parte como una frase que dijeron, la prostitución es el temprano destino de muchas niñas. Y de vez en cuando también de unos niños. No solo aquí, sino que en todo el mundo. Cuando conseguimos empleo tal vez nos explotan. Es un salario mínimo.
[Audio de la obra de teatro]
Actor policía: Mario García.
Actor principal: ¡Presente!
Actor policía: Su libertad.
Actor principal: Órale carnal.
Actores presos: Ahí te pones vivo, ahí nos vemos allá afuera. Ahí te pones buzo en las calles pues. Vivo pues.
[Audio de la obra de teatro]
Actor principal: Ahora sí, a buscar trabajo.
Narración: ¿Qué ha pasado con jóvenes que han participado en estos procesos terapéuticos y creativos y ya fueron liberados?
Flor: Algunos, dependiendo, salió con una libertad asistida. Pasan a cargo de la Dirección de Medidas Socioeducativas y ellos continúan todo el proceso hasta que termina la sanción en cuanto acompañamiento psicológico, trabajo social y ver la oportunidad si se le puede conseguir un trabajo. También está la dirección de prevención terciaria, que es un programa que pueden optar.
Que ayuda es a La reinserción laboral. Hoy por hoy son 105 chicos y chicas que han pasado por el sistema, que están trabajando en un sistema con prestaciones. Regresé, veo poco 105 chicos. Pero colocar a uno es bien difícil porque tiene mucha estigmatización hacia ellos. El sector privado es muy ajeno a dar plazas- Entonces se ha logrado 105 plazas y se están buscando más alianzas estratégicas para que ellos puedan tener un trabajo.
Narración: ¿105 de cuántos?
Flor: Ahorita ponte tenemos 722 privados de libertad.
Narración: ¿Pero cuántos no tienen trabajo?
Flor: Podría decirte que del mismo sistema que salió, de un 600.
[Audio de la obra de teatro]
– Mire señor, yo tengo tercero básico y sé albañilería y otras cosas más, ¿va?
– Empleador: ah sí pero usted vive en la zona 18 y aquí no puedo emplearlo, ahí es zona roja.
– Pero no me puede juzgar, señor.
[Audio de la obra de teatro] [Aplausos]
Narración: A pesar de los aplausos, la situación para ellos no cambia.
Joven 3: Lo que quisimos decir en la obra es que tal vez nos pudieran ayudar a conseguir oportunidades a la hora de salir. Porque la verdad es que ahorita entre veces nos atormentamos mucho la mente.
Narración: Conseguir empleo al salir, para estos adolescentes, sería completar su proceso de reinserción. Su vuelta a la libertad. Están conscientes de que su situación es difícil. Por eso hoy exclaman, piden, demandan.
Joven 1: Dedicarme a algo que sí pueda tener la oportunidad de trabajar. Cuento con tatuajes, varios tatuajes. Lamentablemente esta sociedad no ve los tatuajes como un arte sino como algo discriminatorio, ¿verdad?. Buscar algo en lo que pueda ser útil.
[Audio de transición]
Narración: Pero lo siguen intentando.
Joven 3: Con felicidad. Palmeaban todos, eso es lo que me gustó hoy. Me daba alegría, me daba felicidad.
— Pausa Radio Ocote —
Narración: Héctor Oswaldo Samayoa Sosa es abogado defensor de derechos humanos desde hace 18 años. Es graduado de la Universidad de San Carlos y docente de la Facultad de Derecho y la Escuela de Sociología. Además, es docente en la Universidad Rafael Landívar, y en la Universidad Del Valle de Guatemala.
Es magíster en derecho parlamentario y doctor en derecho constitucional internacional. Uno de sus focos de estudio es el sistema penitenciario, sobre el cual ha publicado al menos cinco libros. Ha apoyado en la formación de jueces en materia de adolescentes privados de libertad con el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales. Y actualmente es investigador en el Centro de Estudios de Guatemala, una asociación civil dedicada a la elaboración de propuestas en temas políticos, de seguridad y justicia, desde los derechos humanos.
Héctor Oswaldo es una de las voces recurrentes en la opinión pública de Guatemala. Invita a la crítica del funcionamiento del derecho y la gobernanza del país. En resumen: un cuenta-costillas del sistema.
Oswaldo: Vos te definís como ayudante albañil del Estado de derecho. ¿Contame qué significa eso?
El estado de derecho se quedó en tiempo congelado para ciertas personas. [CORTE] Para sus beneficios. El derecho lo han disminuido a ley y cuando se disminuye a ley, las leyes no pueden ser justas siempre. Desde finales de la Segunda Guerra Mundial se viene trabajando el estado constitucional de derecho que es construir un estado de derecho basado en los Derechos Humanos.
Nuestro país está en crisis. Hay que empezarlo a construir pero yo no soy el encargado de hacerlo. Entonces con lo que estudio, con lo que hago, me defino como un ayudante de los constructores de este futuro. Me tocará poner mi parte en su momento o empezar aunque sea a hacer la mezcla digo yo. Para que alguien pueda fundir las bases.
Narración: ¿Por qué es necesario que existan fiscales de derechos humanos en el tema presidiario? ¿No deberían ser los derechos humanos algo ya implícito en el sistema?
Oswaldo: La cárcel como tal surgió desde una visión del castigo. Era un tema de cómo castigo el cuerpo porque la cárcel ha estado ligada siempre a un tema clerical. Entonces no importaba qué tanto sufriera tu cuerpo pero tu alma sería libre y estos castigos fueron evolucionando hasta que la cárcel se volvió un centro muy bueno para desarrollar la economía. Y luego la cárcel llega a este estado donde se dice “Bueno la cárcel tiene que ayudar a que esta persona vuelva a vivir en libertad”, que es la gran contradicción. “Te voy a enseñar a vivir en libertad privándote de libertad”, que plantea el profesor Zaffaroni. La reintegración la reinserción la reeducación siempre tiene una visión impositiva.
Esta construcción de la cárcel hoy en nuestro país y en muchos países de Latinoamérica sigue siendo una visión de mayor castigo y mayor sufrimiento y no procesos de cuando vas a volver a vivir en libertad, pues te garantizo todos los derechos tal y como que estuvieras viviendo afuera, para que cuando salgas sea una dinámica ordinaria y normal.
Por poner un ejemplo: el privado de libertad y desarrollo de algún tipo de trabajo debería tener derecho al seguro social, al salario mínimo. El patrono o empleador que genera una empresa en una cárcel debería de cumplir con todos los requisitos que se le exige a cualquier empresa en cualquier lugar y garantizar el pago mínimo, el pago del seguro social, vacaciones o jornadas de trabajo. Eso no sucede porque la cárcel sigue bajo la visión de mayor castigo y todo lo que allí sucede adentro te está pasando porque te lo buscaste. Esos dos discursos destruyen a los derechos humanos allí adentro y permite que cualquiera haga lo que quiera y crea. Es a lo que le llamamos derecho ofe.
Narración: En ese sistema, ¿qué derechos son los más violentados?
Oswaldo: Adentro de la cárcel en nuestro país se violenta desde el derecho más básico a tu integridad, al respeto a tu cuerpo, al respeto a tu dignidad. Hasta el tema del derecho a la alimentación o al derecho a tener acceso a un servicio sanitario, ya todos derechos son violentados. Podés encontrarte situaciones muy graves de vulnerabilidad como una mujer indígena discapacidad, de mayor edad, es decir arriba de 60 años, que no habla español. Hay mujeres bajo esa condición y que se encuentran en Fraijanes cuando son originarias de Quetzaltenango. Y entonces la familia no las viene a ver.
Esa condición te violenta cualquier cantidad de derechos mínimos y básico y además sobre eso una característica de persona indígena hay que ponerle el evento racista que se da dentro de las propias privadas de libertad en donde por ser mujer indígena tiene que hacer el servicio, tiene que ser la que lleva y trae ciertos mensajes entonces ahí no hay ningún derecho que se pueda garantizar. Y si es mamá, todavía tiene la problemática de que no puede garantizar la alimentación de su hijo, la medicina, la relación paternal, la relación con familia extendida, porque la cárcel no tiene previsto dar ese tipo de insumos.
Narración: ¿En qué se diferencian un centro de privación para jóvenes para menores de edad y uno para adultos?
Oswaldo: En doctrina, en teoría, la diferencia debería ser abismal. Todos los fines que persigue un centro para adolescentes en conflicto son sociopedagógicos y en ningún momento debería de ser la visión del sistema castigarlo con privación de libertad. Por eso se le llama sanciones o medidas socioeducativas y son muchísimas previo a considerar una privación de libertad.
El modelo de adolescentes en Guatemala sigue atado al modelo de adultos de los años 60, 70, que es una doctrina de trato irregular. Cuando te hablo de la doctrina de trato irregular te estoy diciendo sos un adolescente malcriado que sólo a palos vas a entender y te vas a corregir. Entonces yo, papá Estado, como no te criaron bien en tu casa, yo sí te voy a enseñar lo que es portarte bien.
Esa doctrina es la que aplicamos en el sistema de adultos en cuanto a decir “bueno te castigo y te voy a castigar fuerte. Si tengo que golpearte no me importa, te voy a golpear”. Pero eso te digo en el ámbito doctrinario. En el ámbito físico, arquitectónico, no hay muchas diferencias. Encontrás celdas unicelulares de castigo, de encierro y parámetros de comportamiento similares. Desde la autoridad. Desde los funcionarios. La diferencia quizá muy puntual y cuantitativa es la cantidad de personas que están privadas de libertad en ambos centros. En adultos vas a encontrar muchísimas personas, en adolescentes menos. Y qué vas a encontrar un sistema mucho más especializado en adolescentes, por lo menos de los jueces los fiscales, que buscan y se supone se orientan a que no pase mucho tiempo los adolescentes en esta si esta condición.
Narración: ¿Y en cuanto a la violación de derechos humanos?
Oswaldo: Es igual, es la misma y es más grave en adolescentes. Los adolescentes nunca deberían terminar en un modelo de privación de libertad como sanción o como castigo, sino que deberían, o debería el Estado, ver si comete un hecho ilícito sí reconocer su responsabilidad, pero someterlos a un proceso de protección. Porque quiere decir que está cometiendo hechos ilícitos por desprotección en algún momento de su crecimiento.
Esto conlleva a un modelo de jueces penales especializados que se vuelven como castigadores. Por suerte hoy hay más estudio y evolución en ellos que lo dimensionan de otra forma pero no el congreso, el congreso llega al extremo de diputados de aprobar pena de muerte para adolescentes. Es una dimensión absoluta política, que yo siempre lo planteo, es mantener el sistema político represivo, sobre un sistema político que lo que haga sea asumir que su rol ya no es ser papá ni ser mamá, su rol es prestar todos los servicios necesarios para satisfacer las necesidades y garantizar que la gente viva en la plenitud de sus derechos fundamentales.
Narración: El hacinamiento en las prisiones hoy sobrepasa su capacidad en 366%. ¿Esto afecta a los privados menores de libertad tanto hombres como mujeres?
Oswaldo: Es el peor problema que puede tener la cárcel.
Narración: En otros países han llegado al tema de la ley de cuotas. Es decir en el Ministerio Público me puede pedir 30 prisiones preventivas yo le voy a dar 25 porque no me cabe más, ¿verdad?
Oswaldo: Esto se da en sociedades con poca academia, poco diálogo, y con un sistema político muy desordenado, muy golpeado, proveniente de circunstancias donde le ha obligado a tomar medidas más sancionatorias que de tutela de derechos humanos. Para resumirlo, se da en modelos posconflicto, o en modelos que han salido de una dictadura.
Narración: ¿Qué sucede si un adolescente o una adolescente obtiene su libertad siendo menor de edad, y tiene que volver a ese ambiente que lo encauzó, por la falta de protección, a cometer un delito?
Oswaldo: Los adolescentes son muchas veces manipulados o instrumentalizados para cometer delitos. Se supone que los jueces especializados de niñez tienen equipos multidisciplinarios que deben evaluar el contexto de vida de este adolescente. Ese equipo debe advertirle al juez que las instancias en las que ella o él se encuentran no responden a condiciones de vida normales y ordinarias para desarrollarse. El juez debería entonces, a partir de eso, considerar que la sanción no debe de ser privativa de libertad sino que la sanción debería ser cómo atender esas condiciones en las que se encuentran.
Si le privo de la libertad las condiciones externas no se van a cambiar al salir va a regresar a las mismas y que va a encontrar, o amenaza de muerte si no sigue participando en la estructura criminal o rechazo de la familia o rechazo de la comunidad o la migración hacia condiciones peores de vida, ya sea dentro del propio país o en otro país. Lo que tenemos es una persona frustrada en su vida no atendida psicológica o psico socialmente rechazada por la comunidad con cero posibilidad desarrollo y eso la cárcel o agrava o la privación de libertad se lo agrava.
La cárcel no modifica absolutamente nada en la persona. Puede sentirse cambiada puede decir me estoy arrepentida, este castigo es muy fuerte, pero la realidad social a la que se va a enfrentar sigue siendo idéntica. Es más, estando en la cárcel prefería quedarse muchas veces ahí porque sabe que al salir que ya no quiere continuar en eso, le van quitar la vida por decirles “miren yo ya no sigo en este rollo”, y lo que van a hacer es matarlo. ¿Es la cárcel solución? No. Hasta ahora no es un parámetro para solucionar nada.
Narración: ¿Existe una continuidad a sus estudios, a su formación académica dentro de la prisión?
Oswaldo: Mira hay varios proyectos y la secretaría hecho algunos esfuerzos pero lamentablemente no son suficientes. Nunca han sido suficientes. Pareciera ser y esto es una de las críticas a la reinserción y a la reeducación que sí, dejaron ser parte de la sociedad y no dejaron ser parte de la sociedad. El modelo de privación de libertad es un modelo que admite la sociedad no para aislarlo sino para acercarnos más, es decir, “a ver te hemos abandonado entonces teniéndote intramuros vamos a acercarnos más a ti”. Pero el principio de participación comunitaria no es cierto. Mejor nos olvidamos de ellos y que queden allí. Es tal la magnitud de esto que decimos quién es el responsable de los presos del sistema penitenciario quién es el responsable de los adolescentes privados de libertad: la secretaría de bienestar social. Bueno por qué no le está dando usted educación pero es que no le corresponde a ellos, le toca al ministerio educación. O sea aquí el tema es un abordaje Estatal intrainstitucional e incluso social y comunitario. Lo que pasa es que lo abandonamos.
Narración: A inicios de año El Faro, un medio digital de El Salvador publicó un reportaje sobre la salida que ha significado para muchos pandilleros la inserción en la iglesia evangélica. ¿Cómo funciona en Guatemala?
Oswaldo: Las iglesias, de muchos siglos para acá, están presentes en las cárceles. A muchos les ha ayudado a encontrar un anclaje, yo lo voy a decir un anclaje espiritual por fuera de lo humano porque no en lo humano no ha encontrado respuesta.
La Iglesia Católica lo ha hecho desde un punto de vista correccionalista O sea estás aquí, estás pagando algo, algo hiciste mal o lo vas a sufrir pero hay una esperanza. Vas a ser perdonado. Antes era mediante la tortura, la Inquisición. Ahora lo aborda desde un modelo totalmente distinto. Ahora las iglesias evangélicas también han cumplido un rol en esa dirección.
He visto mucha coherencia, mucha lógica de ayudar de fortalecer a la persona y poderla desarrollar, pero el problema de las iglesias en estos términos es que muchas veces construyen falacias no proveniente ni siquiera de la religión, de la concepción misma la religión, sino de las personas que participan en esas iglesias y esto a veces ha servido como un instrumento de dominación llamémoslo así, y que la persona al final no termina siendo quién quiere ser sino quién estás otras personas quieren. Y eso se vuelve complejo si lo analizamos desde que debería ser un poco más limitada esa forma de intervenir.
Narración: Estas organizaciones, no sólo las religiosas sino hay organizaciones internacionales, algunas oenegés, que, aunque son pocas, son las únicas que no han olvidado a los privados de libertad. ¿Que podríamos esperar para ir avanzando?
Oswaldo: Precisamente la ausencia de Estado en las cárceles puede ser cooptada por grupos criminales, puede ser cooptada por esta creación de derecho intracarcelario. O si lo vemos como algo bueno, vamos por esta participación de la comunidad en principio que maneja cualquier persona creyente cristiana sobre todo que es aquel principio del amor al prójimo que está fundado en “cuando te tuviste hambre te di de comer, cuando te vi en la calle te di abrigo, cuando estuviste preso te visité”.
Hay Iglesias que llevan medicamentos, llevan a los médicos porque no hay médicos Y entonces de una u otra manera sin duda alguna ayudan y tu sentido de ayuda estando en prisión es esta es la única gente que me ayuda yo voy a irme por ahí.
Lo que sí veo mal es cuando pueda ver una instrumentalización o un aprovechamiento de esto. A veces se disfrazan algunas personas como religiosas para entrar a cárceles y tener otro tipo de contactos, relaciones sexuales, algunos otros llevando mensajes de un grupo criminal. Pero hasta ahora, hoy por hoy, han sido grupos que de una u otra forma han ayudado a las personas.
A veces conducen mal tu derecho de expresión. O su libertad de pensamiento de una manera errada. Allí es donde el Estado debe cuidar la cárcel laica, sin prohibir que existan estos mecanismos de aproximarse a cualquier tipo de creencias.
Narración: El presidente electo Alejandro Giammattei fue juzgado En 2010 por ejecuciones extrajudiciales y buena parte de la sociedad también apoya la mano dura que incluso llevó al partido patriota al poder ejecutivo hace dos períodos electorales. ¿Cómo le explicamos la lógica de los Derechos Humanos a la sociedad que prefiere una justicia avasallante?
Oswaldo: La lógica de derechos humanos se explica desde la dignidad de cada ser humano. Algo que a una sociedad post-conflicto con extrema necesidades no la logra dimensionar porque cada persona está viviendo momentos de desprotección en su dignidad cuando no se respetan los derechos laborales, cuando se toman medidas con privilegios cuando ves un estado corrupto que beneficia a ciertos grupos cuando no te explicas porque yo quiero acceder a un modelo de casa y esos modelos de casa son exorbitantes. Jamás en mi vida podría pagarlos. Es decir, cuando los derechos sociales económicos mínimos y ni siquiera gratis sino con un acceso a ellos en alguna medida no están garantizados, la sociedad entre frustraciones. Si yo no vivo mis derechos humanos no los voy a entender.
Hoy muchos defendemos el evento de ir a votar bajo la ficción de que ahí estamos eligiendo, es mi derecho humano entonces cómo lo vivo, entonces lo defiendo.
No puede una mujer exigir derechos humanos por ejemplo cuando no los está viviendo, está siendo víctima permanente de violencia. Es muy difícil. El habilidoso, el estratega habilidoso que quiere poder te ofrecerá prácticas de los extremos y matemoslos. Es como la salida. Pesa más ese sentimiento que la racionalidad, de poder entender que yo tengo derechos y que en la medida en que yo los exija todo esto se debería normalizar pero en la medida en que justificó la venganza entonces en esa medida facilitó el trabajo de cualquier político, ¿verdad? Porque es más fácil proponer eso qué otro tipo de salidas.
Narración: El sistema está diseñado para que los privados de libertad convivan bajo un régimen militarizado casi. ¿Esto daña el proceso de reforma e inserción social? ¿Podría cambiar?
Oswaldo: No lo daña en su justo equilibrio no la disciplina, en estos centros es importante para mantener el orden interno digamos. O sea, sí es necesario mantener un orden interno. Es muchísima gente conviviendo juntos y requerir ciertas reglas, ciertos controles cierta disciplina; eso digamos será hasta en casa. O sea, eso se dan muchos espacios en donde se ponen instrucciones, horarios para tener una estructura. Ahora lo que pasa es cuando esto se sale de control y cuando se cómo se pierde el control el control, se pierde por falta de verdadera profesionalidad en los funcionarios verdad. Falta este tipo de mecanismos. Nunca hay reglas claras para las personas y cuando se incumplen las reglas nunca hay disciplina afectiva. Por supuesto cuando hablo de disciplina no hablo de castigo, sino que te hablo sobre medidas que corrigen. Lo que sucedió de una forma asertiva, de una forma que te hace ver lo malo que fue para la estructura interna y para la convivencia interna no.
Muchas veces, las personas que están institucionalizadas, no tienen estructura, entonces las reglas de orden interno te dan esa estructura. Pero tienen que encontrar un balance, o sea tienen que ser como dicen los psicólogos: asertivas. Es para construir no para castigarte. Y en este juego, o en este parámetro de construcción asertiva, deberían de servirte para cuando salgas en libertad nuevamente. No deberías de salir con la necesidad de venganza.
El código penal en Guatemala todavía habla de los “peligrosos sociales”. De hecho, ese era el criterio para aplicar la pena de muerte hasta que la corte de constitucionalidad los pulso. Ahora la pregunta si existe el “peligroso social”, la criminología dice que sí. Hay gente que ha estudiado y dice: si tú naciste de alguien que fue criminal, tu ya eres peligroso porque puede ser peligroso. Hay otros que dicen por tu apariencia física este podría ser peligroso o por el Barrio al que perteneces. O sea esta construcción de peligroso social a lo que lleva es juzgarte por quién sos y no juzgarte por lo que haces. El derecho castiga lo que hiciste no quién sos.
John Holden hace un estudio de cárceles en 1764, que son ciudades minúsculas que reproducen en sus defectos y sus virtudes a las ciudades mayúsculas y entonces si yo en las cárceles encuentra hacinamiento, muerte, falta educación, falta de salud, falta de alimentación, lo mismo voy a encontrar afuera porque el modelo presume que al tenerlos más cerca el estado le da más garantías. Pero si el estado no te puede garantizar la estabilidad, o que no se vaya a morir por cuestiones violentas mil adolescentes privados de libertad, cómo te los garantiza para 10 millones.
Narración: ¿Existe voluntad política para que estos centros de privación de libertad puedan ser una ciudades minúsculas en Guatemala?
Oswaldo: No hay voluntad política, no hay visión siquiera de cómo deberían de ser. Es decir nunca hay presupuesto para infraestructura, siempre están basados en una idea unicelular de castigo. Nunca están pensados en arquitectura psicológica que le permita a la persona que está dentro sentirse, incluso hasta por algún momento, sentirse que está libre para dimensionarse. Qué otros países se han desarrollado modelos arquitectónicos en donde hay un momento en donde el privado libertad ve para los lados y no ve ni siquiera el muro y ve para arriba y se siente con una sensación de puedo estar en esta circunstancia sí lo quiero lograr. No hay. Cuesta muchísimo dinero, ¿sabes? Es muy caro pero es un gasto necesario, porque de allí depende también mucho la sanidad de la sociedad.
Nunca ha habido voluntad política, en el país. La única circunstancia que se presentó fue desde la Corte Suprema de Justicia en los años 60, que algunos abogados de aquel entonces promovieron la creación de las granjas penitenciarias, en donde ya veían el modelo de reinserción de otra manera. Siempre con el tema un poco de visión agrícola del país, que al final parece que decíamos que la mayor parte por las empleadas en indígena, por qué son los que se portan mal, o sea un poco de visión también discriminadora racial, discriminativa. Pero es el único evento, y de ahí no vamos a encontrar más que castigo castigo castigo castigo.
*****
Créditos:
- Investigación: Lucía Reinoso y Angel Mazariegos Rivas
- Guión: Lucía Reinoso y Angel Mazariegos Rivas
- Edición de guión: Alejandra Gutiérrez Valdizán
- Locución: Angel Mazariegos Rivas
- Montaje y diseño sonoro: Angel Mazariegos Rivas
- Música: Juancarlos Barrios