A las mujeres se nos ha exigido enamorarnos una sola vez y para toda la vida. Nada más falso. En De los problemas de enamorarse, publicado por F&G Editores, Ana …
A las mujeres se nos ha exigido enamorarnos una sola vez y para toda la vida. Nada más falso. En De los problemas de enamorarse, publicado por F&G Editores, Ana Escoto sabe que a lo largo de la vida nos enamoramos muchísimas veces, por instantes, por mucho tiempo o de quien solo existe en nuestra mente. ¡Qué bonito leerlo y reconocerlo! “En este cuento está Fulano, este es como Mengano, este me recuerda a…” Y no, no son cuentos de amor, romanticismo y drama. Es un diálogo breve y lleno de ocurrencia y misterio, de los que te piden una pausa para asimilar el final, antes de continuar con el siguiente que va en la misma línea, pero al mismo tiempo pinta un escenario completamente diferente. La autora entra en nuestra cabeza para recordar ese momento, esa cosquilla, la picardía de sentirse atraída por alguien y por muchos, porque ¿para qué es la vida si no para sentir simpatía por otros?
No solo del enamoramiento escribe Escoto, incluye un relato, lleno de ironía y sarcasmo, de uno de los temas más polémicos en su tierra natal, El Salvador: “los hijos no nacidos”, que desde luego viene bien para Guatemala y el resto de lugares en los que se obliga parir. No quiero dar ningún spoiler, solo diré que quienes disfrutamos de la autonomía de nuestros cuerpos, sonreímos mientras lo leemos.
Para terminar diré que admitir que las mujeres nos enamoramos también es admitir que pasamos de ser objetos del deseo a sujetas poseedoras de nuestros sentimientos, pasamos de ser “el lápiz con el que escribís, ser el reloj azul que usás de vez en cuando…” a ser plenamente personas que sienten, se ilusionan, se desilusionan, confían, traicionan, y volvemos a empezar de cero una y otra vez. A lo mejor tenemos que hablar más del enamoramiento, no del que te encadena, sino del que te permite ser libre y autónoma.
