Guatemala no es una fiesta

Todo este año seguimos haciendo periodismo de profundidad y de investigación sobre las temáticas de nuestra agenda; pero, además, ampliamos el arco del reflector durante las elecciones. 

Coordinamos La linterna desde donde, en alianza con otros medios, combatimos la desinformación y procuramos mejorar el discurso público.

Participamos también en Cuadrante Electoral, coordinado por Ojoconmipisto, en donde hemos hecho investigaciones sobre las elecciones departamentales. 

Ahora, llegamos a uno de los hitos del proceso: la primera vuelta, en donde se marcará en las papeletas a quienes tomarán, o retomarán, alcaldías y el Congreso; y a quienes pasarán a segunda vuelta para la Presidencia.  

Y, en este sentido, por transparencia, me parece importante informarte cuál es será el enfoque y el ánimo con el que abordamos esta cobertura del día de las Elecciones 2023.

Sí, reportaremos, haremos crónicas, entrevistas, reportajes, el informe de incidentes, el fact-checking y te contaremos los resultados… 

Pero, lo hacemos con el cuestionamiento de la legitimidad de este proceso, en medio de un retroceso democrático bárbaro, sin Estado de Derecho, con la cooptación de las instituciones de gobierno y de Justicia, en las que se persigue, se criminaliza, se encarcela, u obliga al exilio a decenas de personas que han fiscalizado, investigado, denunciado o expresado los excesos del sistema. 

Estas elecciones no son una fiesta cívica, y con esa mirada las cubriremos. Hacemos la cobertura de un evento  en el que a 48 horas de las elecciones se revela cómo el Tribunal Supremo Electoral ha sido sobornado para definir el tablero y descartar candidatos. 

Haremos periodismo riguroso, pero con la idea de que estaremos contando en tiempo real una mascarada, la puesta en escena que encubre que tras bastidores las mafias buscan la manera de reacomodarse en el poder.

Haremos periodismo también, hay que decirlo, con la mirada en el futuro, y buscando también las luces que nos indiquen la salida de este túnel.