«¿Por qué la esconde? Yo no me siento segura», se escucha a una mujer que graba a un hombre. El hombre tiene el rostro cubierto y porta un arma tipo fusil. Está en la entrada de una tienda de conveniencia dentro de una gasolinera Texaco. El hombre le responde: «Está bien, pero no puede tomar el número de mi arma». Después, esconde el arma.

Según confirmó a Ocote el vocero de la Policía Nacional Civil (PNC), Jorge Aguilar Chinchilla, este video se grabó dos semanas antes de viralizarse en redes sociales. 

En el mismo se ve a unos 20 vehículos modificados y al menos 10 hombres armados. Según Aguilar, la institución ya inició una investigación. 

«Por el momento es una información preliminar que se aporta para el inicio de una investigación de oficio de la Unidad Antinarcóticos y la de Investigación Criminal. Se tiene conocimiento que fue hace 15 días aproximadamente en el centro de Chiquimula», aseguró Aguilar. 

Ocote hizo una comparación de los negocios que se observan en los alrededores de la gasolinera en el video con las gasolineras Texaco de Chiquimula. Así, logró establecer que se trata de la estación de servicio Texaco San José, que se encuentra a la salida de la cabecera municipal rumbo a la frontera El Florido, con Honduras.

En Google Maps puede observarse dicho negocio y los de los alrededores que aparecen en el video difundido por diversas cuentas en redes sociales.

Aunque usuarios aseguraban que entre las armas había fusiles de asalto, se trata de rifles modificados o con accesorios. También portaban pistolas con tolvas y fundas que las hacen ver distintas de lo que en realidad son. La portación es ostentosa y varios de los hombres armados tienen los rostros cubiertos con gorros pasamontañas.

Wálter Menchú, investigador especializado en temas de seguridad del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), asegura que hay varios delitos que se podrían haber cometido en ese momento. 

Los delitos que se estarían cometiendo

«Habría que considerar si las armas son legales. Es decir, ¿poseen permiso de tenencia?, ¿y tienen licencia para su portación? De no ser así, allí habría uno o dos delitos», explica Menchú. Esto, según los artículos 113 y 123 de la Ley de Armas y Municiones.

«También hay que determinar si dichas armas no son de uso exclusivo del Ejército, sería otro posible delito», recogido en los artículos 10 y 125 de la ley. «Luego, aunque tengan licencia de uso y portación y no sean de uso exclusivo del ejército, la forma en que portan esas armas estaría dando lugar a una falta, que es la de portación ostentosa, según el artículo 131 de la Ley». 

Sobre los rostros cubiertos, Menchú recuerda que existe la «ley anticapuchas», que data de 1995. Este es el Decreto 41-95, el cual establece en su artículo 1 que «queda prohibido el uso de capuchas, máscaras o elementos que de cualquier forma manifiesta o intencionada tiendan a ocultar la identidad de las personas en lugares públicos…».

Al respecto, el oficial Aguilar aseguró que «la PNC realiza una investigación de oficio para determinar si los hombres pertenecen a algún grupo que opera en ese sector (y así) realizar las acciones correspondientes junto al MP. De esta manera se determinará el origen de las personas y la legalidad de las armas por la portación ostentosa».

Aguilar recordó que «no se tiene una denuncia formal (del hecho) pero este video apoyará a las autoridades a la investigación de oficio». Ratificó que el hecho es investigado por agentes Antinarcóticos y de Investigación Criminal.

Sobre el mensaje que queda en la población al ver estos grupos armados, Menchú está convencido de que «claramente es un uso intimidatorio de la fuerza. La población se siente atemorizada ante tal despliegue. Sucede más de lo que se logra viralizar, porque las personas no tienen el valor de grabar a quienes se conducen así».

Usuarios de TikTok revelaron que los autos fueron parte de una competencia con vehículos todoterreno que recorrió territorios rurales denominado «ruta recia» a mediados de noviembre.

Si encuentran indicios de delitos en la acción grabada o posterior a ella, la Policía enviará la investigación directa al Ministerio Público, según el vocero de la Policía.