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Explora aquí la segunda temporada completa de Aquí pasó algo
Lee aquí la transcripción del episodio:
Estamos en la intersección entre la 3 avenida y la 5 calle de la zona 9 de la Ciudad de Guatemala. A una cuadra del Parque de la Industria, un gran centro de exposiciones y ferias, y a un kilómetro del concurrido mercado de La Terminal.
La quinta calle es ancha, de cuatro carriles y conecta la Avenida Reforma con la calzada Atanasio Tzul.
Si te colocas en el arriate que divide la quinta calle a un lado verás una gasolinera en la que suele haber autobuses estacionados. Al otro, una empresa de productos agropecuarios y un negocio de venta de repuestos para máquinas industriales.
En medio de todo ese movimiento, hay un detalle que puede pasar desapercibido si no se mira con atención. Si te fijas, en el arriate, casi pegado al paso de peatones, hay una placa de bronce sobre una losa de cemento.
Esta placa marca el sitio exacto donde fue asesinado Manuel Colom Argueta, durante el gobierno de Romeo Lucas García.
En la placa se lee: «Aquí cayó asesinado quien fuera esperanza del guatemalteco. Que su ejemplo sirva de cimiento para formar hombres justos y libres».
Manuel Colom Argueta fue alcalde de la Ciudad de Guatemala entre 1970 y 1974. Crítico del autoritarismo, intentaba inscribir al partido Frente Unido de la Revolución (el FUR) cuando fue asesinado. Su voz representaba una alternativa popular que incomodaba al régimen.
En esta esquina del arriate, donde hoy las personas apenas se detienen unos segundos para cruzar la calle, ocurrió uno de los crímenes que más conmocionó a la ciudad durante el conflicto armado interno.
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Yolanda Colom: Mi nombre es Yolanda Colom Caballeros. Actualmente me dedico a diferentes oficios, hago trabajo editorial, hago trabajo de pláticas que a veces me piden sobre diferentes temas siempre relacionados con la ciudadanía, con la situación del país, con la memoria histórica, con la experiencia revolucionaria.
Mi relación con Manuel Colom Argueta es familiar porque él era el hermano más chico de ocho hermanos, de los cuales mi papá, Antonio Colom Argueta, era el mayor. Los tres hermanos chicos de mi padre, Guillermo, Lulú y Manuel, lo consideraban a él su papá. De manera que la relación de los que somos hijos de Antonio, pues fue muy estrecha con los tíos pequeños, digamos con todos, pero con los pequeños más.
Al tío le encantaba bailar. Era una persona muy cariñosa, sumamente cariñosa, un hombre inquieto, muy educado, pero ese era un rasgo familiar también, la educación, los rasgos de honestidad, de rectitud y todo eso era parejo de todos los tíos y las tías hasta el final de sus días.
Tengo entendido que fue dirigente estudiantil en El Central de varones. Muy buen deportista, eso sí. Él jugaba basketball, jugaba volleyball, jugaba fútbol y mi papá nos llevaba y nosotros no íbamos a hacer porra para el equipo, sino que para el tío.
Ya grande, pues obviamente tenía mucho don de gentes. Yo lo oí hablar algunas veces. Lo visité porque él me pidió que lo visitara cuando fue alcalde y era una persona muy accesible
Entonces, igual escuchaba, sabía escuchar, atendía razones, escuchaba y no hacía preferencia de quién se dirigía él y todo. En ese sentido era muy buen orador.
Obviamente era un hombre de vocación política, de vocación académica, de vocación ciudadana y con un espíritu de servicio y de amor a su país, pero a un país que fuera soberano, que fuera democrático. Fue evolucionando hacia la socialdemocracia del tipo europeo. Un convencido de que la búsqueda era la democracia por la vía legal dentro del marco de la ley. Él creyó hasta el final de sus días que eso era factible y por eso trabajó y luchó toda la vida.
Luego él se pasa la mayor parte de su vida adulta, después de ser alcalde municipal que fue del 70 al 74, electo popularmente, sale y entra del país, sale y entra al país precisamente por amenazas. Entonces, ya en el 79, marzo 22 del 79, pues ya logran asesinarlo. De ese operativo no se escapaba nadie.
Lo que se pudo averiguar es que quienes operaron en el círculo inmediato, todos oficiales de inteligencia militar. Pero ese grupo que fue el que hizo la persecución inmediata y que lo lograron alcanzar, lo lograron alcanzar porque la policía había hecho un cerco periférico bloqueando todas las avenidas y todas las calles por dónde podría huir la víctima.
Sí se sabe que Cancinos, este general, dirigió, supervisó el operativo desde un helicóptero, pues un helicóptero no se esconde y se sabe que era él el que estaba en el helicóptero coordinando, pero los que operaron eran todos oficiales del ejército.
Sé que lo persiguieron, que él trató de huir y a dónde se metía topaba con la policía.
Entonces, no había escapatoria. Eso está clarísimo, está investigado, está visto. Hubo muchos testigos. Hubo más de 100 testigos del asesinato, pero la gente no quiso declarar.
A él lo deshicieron con más de 28 tiros en el cuerpo, en la cabeza y el pecho todos y tiro de gracia.
Entonces, el 23 de marzo, al día siguiente, sale de los funerales Reforma al Liceo Guatemala. De allí se lo llevan al monumento de la loba, que está enfrente de la Municipalidad, donde el sindicato de trabajadores municipales les rinde honores. De ahí se va al paraninfo universitario.
Después se lo llevan a la sede del FUR ( Frente Unido de la Revolución). Que estaba, me dicen, yo no la conocí, en la 15 Avenida 9-58 de la zona 1. De la sede del del FUR se lo llevan al Central de Varones.
En el Central de Varones me dicen que están los chicos deportistas del Central de Varones en la puerta o en la banqueta. Y gritan: «Hurra, viva Colom, viva Colom, Loor al líder de líderes». Entonces, lo llevan a la Facultad de Derecho y de la Facultad de Derecho se lo llevan al Parque Central. Todo eso se hace en hombros. De ahí agarran toda la sexta avenida hacia la 18 calle, la 20 calle, la que baja al cementerio. Y a las 6:30 de la tarde está llegando la cabeza del cortejo a la puerta del cementerio. O sea, casi 12 horas de cortejo fúnebre.
Dicen que el cementerio estaba abarrotado y la gente encaramada en panteones y todo. No ha habido otro entierro, ni antes, ni después, que tuviera esa cantidad de gente. Obviamente muchos iban gritando consignas, acusando al gobierno, haciendo pintas, etcétera. Iba también la delegación del Frente Nacional contra la Represión del cual él formaba parte. Dicen mis familiares que a las 11:30 de la noche todavía la familia estaba parada en la puerta del cementerio. 11:30 de la noche porque la cola de gente que quería dar el pésame todavía no se acababa.
Todos los años hasta el día de hoy, que ya son más de 45 años, se siguen haciendo foros y actividades para hablar de su legado. Tanto como alcalde municipal, como como político, como estudiante, como académico, como investigador o como estudioso
Entonces, yo diría que con la muerte de él y el asesinato de tanta persona valiosa aquí. Pues se explica en parte que este país quedó huérfano y las nuevas generaciones que vinieron después del 80 del 90 están huérfanas de referentes vivos, éticos, preparados. Ciudadanos ejemplares. Y entonces eso no es casualidad. Eso fue hecho pensado por la extrema derecha. El gobierno, los gobiernos sucesivos norteamericanos. Que es una de las estrategias que usan para descabezar a todo nivel. Porque mataron gente que diríamos ahora eran polluelos o comenzaban su proceso de formación en los institutos, en en las organizaciones populares.
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Narradora: ¿Quieres escuchar lo que pasó en otros lugares? Si estás haciendo un recorrido presencial, puedes dirigirte hacía la décima calle de la zona 9 de ciudad de Guatemala, entre la sexta avenida y la sexta avenida “A” y buscar el código QR. Ahí te contaremos sobre la quema de la antigua Embajada de España en Guatemala.
Si haces el recorrido digital, puedes escuchar las demás cápsulas en agenciaocote.com o en tu plataforma de audio favorita. También puedes explorar el mapa para ver otros lugares.
