Estoy de paso en Berlín. Espero muy paciente a que pase este momento de crisis mundial para continuar mi camino y mientras tanto, vivo la ciudad día a día, en presencia y con una sensación de feliz contingencia. Desde este lado del mundo sigo aprendiendo a ser-estar, pero sobre todo a reflexionar, a cuestionarme la vida y la muerte, el miedo que nos separa y el amor que nos unifica. Vivimos un momento de máxima pérdida de control. La incertidumbre ha puesto al mundo de rodillas y para las mayorías, ciertos productos se han convertido en metáforas de seguridad.

Wonderland Berlín es parte de una serie cuya pregunta central es la misma que sostiene todo mi trabajo visual, aún cuando mis métodos, técnicas y conceptos varían: ¿De qué otras maneras, más allá de la mente racional, podemos comprender mejor el mundo en el que vivimos?

Aquí me permito jugar con la belleza de una ciudad dormida. Las imágenes en blanco y negro son metáforas de la situación en la que vivimos: alto contraste de una realidad que nos ha hecho dudar de todo lo que conocíamos hasta ahora. La forma a color que intercede en dicho espacio: las emociones y los significados que forman la realidad subjetiva, que es lo que en lo personal me interesa explorar.

En esta serie, el contraste de la “realidad” en blanco y negro con el de una forma “imaginaria” suspendida en un escenario de la vida cotidiana en Berlín durante los tiempos del COVID-19, me hace reescribir, materializar, concretar y visualizar lo concreto con todas mis experiencias de vida, mi estado emocional y mis percepciones en estos momentos de inestabilidad colectiva. Con esta propuesta intento ver más allá de lo racional, con el fin de descubrir la relación entre lo que creemos como real y lo que percibimos como irracional.

Wonderland Berlín propone que el espectador participe y proyecte sus percepciones sobre la “realidad”, con el objetivo de cuestionarla y poner en tela de juicio todo lo que hasta ahora creía incuestionable.

*Bea Zamora C. Nació en El Salvador y vive en Guatemala desde los doce años. Feminista, editora de textos, fotógrafa, madre de tres. Desde 2017 experimenta con la fotografía como un medio visual de autorreflexión y búsqueda de sentido.